Séptimo Mes: Contra el legalismo y los sufrimientos

Usted está aquí

Séptimo Mes

Contra el legalismo y los sufrimientos

Los líderes y demás miembros de la creciente comunidad cristiana de Jerusalén no quisieron que se repitiera con Saulo lo que había sucedido con Esteban casi cuatro años antes. En cambio, el ministerio de Pablo, aunque siempre estuvo acompañado de sanidades y milagros, su lado fuerte era la poderosa exposición de las Escrituras por medio de las cuales probaba la divinidad de Jesucristo como el único y eterno Hijo de Dios.

En ese sentido, la predicación de Pablo hacía estragos el sistema religioso legalista de los judíos. Esto hacía que los defensores del judaísmo se sintieran más desafiados y confundidos ante Pablo. Lo mismo podía suceder en Jerusalén, a pesar de su corta estadía allí. Es probable que la visión del templo haya tenido lugar en ese mismo tiempo, como lo declaró Pablo ante el concilio de los judíos: "Volví a Jerusalén, y mientras estaba orando en el templo me sobrevino un éxtasis. Vi al Señor, que me decía: Date prisa y sal prontamente de Jerusalén, porque no recibirán tu testimonio acerca de mí" (Hch 22:17-18).

Es probable que, en Jerusalén, como en cualquier otra congregación, hubiera algunos miembros desconfiados y opuestos al sentir de la iglesia. Además, hay que reconocer que algunos judíos, aunque ya creían en Cristo, todavía no estaban totalmente decididos a romper con el judaísmo. Porque un cambio radical hacia el legalismo podía dar lugar a controversias internas. Ese era el peligro que se cernía sobre el joven predicador y que el Señor estuvo de acuerdo en una salida inmediata.

Por su parte, los hermanos se apresuraron a llevar a Pablo a la ciudad de Cesarea marítima, donde probablemente se detuvo algunos días con los cristianos que vivían en esa ciudad, sede provincial israelita del gobierno romano. Ni Lucas ni el apóstol Pablo dedicaron espacio en sus escritos para describir casi diez años de trabajo evangelístico en dos importantes provincias del antiguo Imperio Romano. Lo único que Pablo expresó fue: “Después fui a las regiones de Siria y de Cilicia; pero no me conocían personalmente las iglesias de Judea que están en Cristo, pues solo habían oído decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora predica la fe que en otro tiempo combatía” (Gal 1:21-23). Pero nosabemos qué razones tuvieron los escritores para no referirse ni siquiera brevemente a esta etapa tan importante en la vida de este proclamador del evangelio.

Pablo llegó a su ciudad natal, Tarso, y se reunió con su familia. Seguramente todos en su casa seguían dando fiel cumplimiento a las leyes de la Tora y las tradiciones rabínicas como una familia de fariseos. Quizás cuando se refería a Jesús, el Salvador, tan solo se burlaban de él. Y algo que tal vez les molestaba, era la actitud de Pablo ante las costumbres de sus amigos gentiles. Probablemente ellos se ofendían al ver que ya no vestía como fariseo, porque lo que antes hacía, ahora lo consideraba inútil.

Sin entrar en detalles, Pablo hizo mención de algunos de los sufrimientos y las persecuciones que le sobrevinieron a lo largo de nueve o más años de trabajo en Siria y Cilicia. Destacamos la lista de males que Pablo enumera entre los sufrimientos que le acaecieron en esas dos grandes regiones "Siria y Cilicia".

La fuente de esta información proviene de 2 Corintios 11:23-25.

1. “En trabajos, más abundante”.

Nadie puede negar el cansancio y desgaste físico que sufren los que entregan su vida ayudando a los demás. Pablo pasó por todo eso, en las peligrosas regiones de los montes Tauros y por las zonas desérticas de Siria.

2. "En azotes sin número".

Los azotes eran utilizados como castigo por entrar a la casa de un gentil, o por tener amistad con gente pecadora; de lo cual Pablo debe haber sido acusado muchas veces cuando trataba de ganar a los perdidos llevándolos a Cristo.

3. "En cárceles más".

Pablo asegura que en muchas otras ocasiones fue encarcelado por predicar el evangelio. Esto tuvo lugar durante los casi nueve años de su ministerio no registrado.

4. "En peligros de muerte muchas veces".

Su vida estuvo en grave peligro mortal en manos de los adversarios en Damasco, en Jerusalén, en Asia Menor, en Éfeso, en Listra frente a las fieras y a manos de ladrones en las montañas de Cilicia.

5. "De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno".

Era norma que se castigara en la sinagoga por incumplir la ley. Pablo fue azotado por no someterse a los requerimientos de los encargados de la sinagoga quienes ataban a los infractores en dos columnas.

 

Tishri-2021-2022UCG.org