Décimo segundo mes
El mensaje del profeta Malaquías
El libro de Malaquías (Mi mensajero) está dirigido a la nación de Judá, casi 100 años después de su regreso del cautiverio de Babilonia. Para entonces, el entusiasmo por la reconstrucción de Jerusalén y el templo se desvanecieron y empezaron a dudar del amor de Dios y emprendieron a sacrificar animales defectuosos. Por medio del profeta, Dios intentó frenar la degeneración religiosa de Judá a través de siete amonestaciones:
Primera: Judá menospreciaba el amor de Dios. Él fue fiel al pacto que hizo con Israel, pero ellos no permanecieron fieles (Malaquías 1:1-5).
Segunda: Los sacerdotes realizaban sacrificios con ofrendas indignas mostrando su infidelidad hacia Dios. Por eso les dice: “Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño promete y sacrifica al Eterno lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice el Eterno de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones” (Malaquías 1:14).
Tercera: Dios les dice que corrompieron el pacto de Leví (Éxodo 32:26-29) y que si no daban gloria a su nombre dice: “Enviaré maldición sobre vosotros porque no os habéis decidido de corazón. Yo os dañaré la sementera, os echaré al rostro el estiércol…de vuestros animales sacrificados, y seréis arrojados juntamente con él”.
Cuarta: Habla de la deslealtad por el divorcio y por los matrimonios mixtos, de la misma manera que Esdras 10:44 y Nehemías 13:23-26, tuvieron que amonestar al pueblo. (Malaquías 2:14-16).
Quinta: Dios los corrige porque se quejaban que él no era justo. El profeta escribe: “Habéis hecho cansar al Eterno con vuestras palabras. Y preguntáis: ¿En qué lo hemos cansado?
En que decís: Cualquiera que hace mal, agrada al Eterno; en los tales se complace; o si no: ¿Dónde está el Dios de justicia? (Malaquías 2:17).
Sexta: Estaban robándole a Dios los diezmos y ofrendas. Él estaba muy disgustado con el pueblo porque ellos estaban quebrantando uno de los grandes principios bíblicos del diezmo y porque también violaron el octavo mandamiento (Malaquías 3:8-10) (Éxodo 20:15).
Séptima: Se pusieron en desafío a Dios por su soberbia. Por eso les muestra la diferencia entre los que temen y no temen a Dios. Les dice: “Serán para mí especial tesoro, dice el Eterno de los ejércitos, en el día en que yo actúe. Los perdonaré como un hombre perdona al hijo que lo sirve. Entonces os volveréis y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve” (Malaquías 3:17-18).
Dios concluye sus amonestaciones hacia el sacerdocio y su pueblo mostrándoles que llegará el día en que él actuará dando su recompensa a cada uno de acuerdo a sus obras: “Mas para vosotros, los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia y en sus alas traerá salvación. Saldréis y saltaréis como becerros de la manada. Pisotearéis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies en el día en que yo actúe, dice el Eterno de los ejércitos”. Dios dice que no dejará sin castigo a la tierra y sin justicia a su pueblo fiel. Se trata de una maravillosa promesa para su pueblo.
Ciclo hidrológico: Truenos y granizo frecuentes. Lluvias tardías. Jeremías 3:3.
Cosecha de la temporada: Florecen los algarrobos. La cebada madura en Jericó. Cosecha de frutos cítricos en los llanos.
Nombre del mes: Adar (Glorioso, magnífico) Esdras 6:15; Ester 3:7, 13; 8:12; 9:1.
3) Conclusión del Segundo Templo durante el año 515 AC. Esdras 6:15.
7) Conmemoración de la muerte de Moisés el año 1403 AC., a la edad de 120 años. Deuteronomio 34:7.
13) Conmemoración de la Fiesta Nacional judía de las suertes (purim) (Celebrado en 14 y 15 de Adar 473 AC.) Ester 9:17, 21-28.