Tercer mes: El mensaje del profeta Amós

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Tercer mes

El mensaje del profeta Amós

El tercer profeta, Amós, cuyo nombre significa “carga o cargador” envía su mensaje básicamente a la tribu de Manases, hermano de Efraín. Amós inicia su mensaje de juicio contra seis vecinos de Israel que son Siria, Filistea, Fenicia, Edom, Amón y Moab, todos corrompidos en un mar de injusticia, crueldad y opresión a Israel. Luego Dios juzga a la casa de Judá por haber menospreciado la Ley de Dios y a la Casa de Israel por haber sido desagradecidos, y porque acostumbraban explotar a los pobres (2 Reyes 4:1-7), también por su promiscuidad sexual y por su idolatría en Bet-el (Amós 2:9-16). Por eso Dios les dice: “A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades” (Amós 3:2). Dios dice que serían invadidos y solamente quedaría un remanente.

Dios le muestra al profeta el castigo a Manasés a través de cinco visiones: la plaga de langostas, el fuego consumidor, la plomada de albañil que mostraba a Israel inclinada hacia el mal (Amós 7:8-9). En la cuarta visión ve un canastillo de fruta de verano, señal de que ya maduró el pecado de Israel.

La frutas se pudren rápidamente y de esta manera se aproxima el juicio de Dios (Amós 8:4-6,11).Y finalmente en la quinta visión el profeta ve a Dios sobre un altar diciéndole que destruya el santuario en señal de que el juicio es inminente e ineludible. Escribe: “Ciertamente, los ojos del Eterno, el Señor, están contra el reino pecador y yo lo borraré de la faz de la tierra: mas no destruiré del todo la Casa de Jacob dice el Eterno. Porque, yo mandaré que la Casa de Israel (Manasés) sea zarandeada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en una criba sin que caiga un granito en la tierra. A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo, que dicen: “No se acercará ni nos alcanzará el mal” (Amós 9:8-10).

Vemos que el panorama profético es paralelo al mensaje que nos muestra el profeta Ezequiel 5 y 6 con relación al mismo tema de castigo por infidelidad de la Casa de Israel.

Cuando Dios decida intervenir, ya no habrá tiempo para arrepentirse porque “Ciertamente vienen días, dice El Eterno, el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír la palabra del Eterno” (Oseas 8:11).

Cuando el tiempo se haya cumplido no habrá forma de escapar del juicio porque “…no habrá de ellos quien huya ni quien escape” (Oseas 9:1).

Ciertamente, en el futuro, los sobrevivientes de la Casa de Israel, irán al exilio y pasarán entre las naciones hasta alcanzar sus lugares predestinados durante la venida del Reino de Dios. Después de haber recibido los cinco mensajes y las cinco visiones, Amós concluye su libro prometiendo una futura restauración donde Israel y Judá se unirán para siempre, bajo el Rey David, cuando las ciudades sean reedificadas y haya abundancia y la paz de Dios sea conocida por su pueblo, junto a sus redimidos, después del Día del Eterno.

Ciclo hidrológico: Calor del verano. Atmósfera clara y seca.

Cosecha de la temporada: Trigo en general. Primeros higos, brevas, y  manzanas.

Nombre del mes: Sivan (su cubierta o techo) Ester 8:9; Levítico 23:1.

6) Pentecostés o Fiesta de las Semanas. Se ofrecen dos panes el día 50º a contar del ofrecimiento de la gavilla mecida al finalizar el sábado semanal dentro de la Fiesta de los Panes sin Levadura. Ex. 23:16; Lev. 23:15-21. Esta fiesta también conmemora la entrega de las tablas de la Ley en el monte Sinaí Ex. 19:1; 20:1-21. Fue celebrado por los apóstoles He. 2:1-4; Celebrada por Pablo He. 13:14; 16:13; 20:16; 1 Cor. 16:8. Pentecostés es la única Fiesta Santa que no cae en una fecha fija, se celebra 50 días después del sábado semanal de los días de Panes sin Levadura, es decir, el primer día de la segunda semana del tercer mes del Calendario Sagrado.