Sexto Mes: De pie, bajo la sombra de Dios

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Sexto Mes

De pie, bajo la sombra de Dios

Sin embargo, cuando analizamos la lista de las primicias del Antiguo Testamento, de Hebreos 11, quedamos sorprendidos al no ver incluido el nombre de Elías, a pesar de que la vida de Elías estuvo caracterizada por un acto de fe, tras otro. Dios decidió no incluirlo en la lista, aunque su nombre está registrado en la lista de los héroes de la fe, porque Dios es especialista en situaciones imposibles (Jeremías 32:17). Dios mismo dice: “Yo soy el Dios de Israel, y de todo el mundo. No hay absolutamente nada que Yo no pueda hacer” (Jeremías 32:27 v. GPS). Y el médico amado Lucas, confirma esta verdad cuando escribe: “Esto demuestra que, para Dios, todo es posible (Lucas 1:37 v. GPS). De la misma manera Jesús lo dejó bien en claro ante la gente que lo escuchaba cuando dijo: “para la gente eso es imposible, pero todo es posible para Dios” (Lucas 18:2 v. GPS).

Por eso, muchas veces Dios actúa de manera independiente para hacer lo imposible. Cuando él creó el mundo, no había nadie sino Dios. Y cuando levanto a Cristo de entre los muertos, no había nadie sino Dios. Esto nos muestra que él actúa solo, pero a veces Dios utiliza a otros en el proceso, porque también Dios realiza milagros a través de instrumentos humanos, que, a diferencia de Dios, jamás habrían podido hacer lo que es imposible. Mientras que Dios decidió hacer lo que los humanos no podemos, pero ejecutamos lo que está de acuerdo con su soberana voluntad. Por eso, permaneciendo bajo la sombra de Dios, muchos se convirtieron en instrumentos del milagroso poder de Dios.

Es allí donde precisamente encontramos a Elías en medio de acontecimientos cuando de pronto, el hijo de la viuda se enfermó. Su enfermedad era tan grave que dejó de respirar (1 Reyes 17:17). Aquí Elías se enfrentó a otra situación imposible. Pero su fe había madurado tanto de modo que estaba preparado para realizar lo imposible. Entonces Elías tomó al niño del regazo de la viuda, lo llevó a su propia habitación y lo acostó sobre su cama. ¿Qué es lo que hacemos cuando de pronto nos golpea una tragedia o viene una dura prueba? ¿Cuál es nuestra primera reacción? ¿Nos quejamos o echamos la culpa a otros tratando de justificarnos? ¿O hemos formado el hábito de hacer lo que Elías hacia?  Porque él nos da un maravilloso ejemplo, porque no se deja dominar por el pánico ni se acobarda. Elías conoce aquel Salmo que dice: “Vivamos bajo el cuidado del Dios altísimo, pasemos la noche bajo la protección de Dios todopoderoso, Él es nuestro refugio, el Dios que nos da fuerzas, el Dios en quién confiamos. Solo él puede librarnos de los peligros ocultos y de las enfermedades mortales, solo bajo su protección podemos vivir tranquilos, pues nunca deja de cuidarnos (Salmos 91:1-4 v. GPS). ¿Y qué hizo Elías con el niño muerto acostado en su cama? Elías le rogó a Dios diciendo: “¿Dios mío, ¿cómo puedes traer tal desgracia sobre esta pobre viuda que me recibió en su casa? No dejes morir a ese niño. Luego de haber dicho esto, Elías se tendió tres veces sobre el cuerpo del niño y en voz alta le rogó a Dios, Dios mío, Dios mío devuélvele la vida a este niño” (1 Reyes 17:20-21 v. GPS).

Es como si Elías hubiese dicho: Señor aquí estoy a tu disposición. Me encuentro bajo tu sombra. No te pido que hagas lo increíble, sino tan solo lo imposible.  Dios escuchó la oración de Elías y el niño volvió a vivir Y tomando al niño vivo, se lo entregó a su madre. Es importante que estemos dispuestos a enfrentemos con fe a situaciones imposibles de la vida, actuando bajo la sombre de Dios, como Elías.