Para otros, de los faraones de la 18ª dinastía, el Éxodo pudo haber sido con Amenhotep II, hijo de Tutmosis III y la madrastra de Tutmosis III, Hatshepsut, la mujer faraón que se vestía como hombre, que incluso usaba barba postiza e insistía en que la trataran como uno. Otros historiadores sitúan el Éxodo en la primera mitad del siglo XIII a. C. durante el reino de Ramsés II de la 19º dinastía. Sin embargo, creemos que la fecha durante la dinastía 18ª es la que corresponde a la Biblia, aunque el nombre de Faraón no se indica en la Biblia, porque Dios vio que no era necesario.

La palabra Moisés tiene un significado interesante, en egipcio Moisés significa “hijo” y esta palabra forma parte de los nombres reales de la dinastía 18ª. El primer Faraón de dicha dinastía fue Amosis, que significa hijo de Ah, el dios de la luz. Otro nombre faraónico de la dinastía 18ª fue Tutmosis que significa hijo de Tut, divinidad Ro, dios de la ciencia. Al niño hebreo que fue rescatado del Nilo lo llamaron simplemente Mose o Moisés, porque sus padres eran desconocidos. El nombre Moisés cuadra muy bien con el contexto hebreo, se parece a la raíz hebrea Mashah que significa “sacar”, nombre perfecto para quién fue sacado del agua.

La historia de Moisés cubre casi una séptima parte de la Biblia. Tenemos mucho que aprender de su vida y de su ejemplo. Él se crio como miembro de la familia de Faraón, como príncipe de la casa real ¿Cómo era el medio que lo rodeaba? El apóstol Pablo dice: “por la fe Moisés hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio del Cristo, que los tesoros de los egipcios” (Hebreos 11:24-26). Esto encierra una gran lección para la iglesia de Dios.

¿Y cómo fue su educación?

Heliópolis era su principal centro de adoración, los griegos la llamaban así, porque significa ciudad del sol. En el templo del sol había una escuela para sacerdotes. En realidad, era la universidad más avanzada del mundo antiguo, un gran centro de estudios teológicos para miles de sacerdotes y estudiantes. Moisés recibió la mejor educación de su tiempo, lo cual significa que seguramente estudió ahí (Hechos 7:22).

Ese templo se encontraba en Tebas, en el margen oriental del Nilo más de 600 km. al sur del Cairo. La avenida de esfinges conducía a la entrada principal del templo. Después de la expulsión de los Hicsos, Tebas adquirió enorme importancia como capital del nuevo reino. Durante la 18ª dinastía, Tebas fue el centro político y religioso de Egipto. Amón-Ra era el dios de la ciudad, la capital principal de Egipto. Moisés debió haber pasado mucho tiempo ahí, porque como príncipe, fue instruido en la sabiduría y conocimiento egipcios, quizás en el templo de Karnak conocido entonces como el templo de Amón-Ra. Se trataba del lugar santísimo del antiguo Egipto. Su religión era politeísta, tenían centenares de dioses. En la tumba de Tutmosis III, en el valle de los Reyes en Tebas, se encuentra un fascinante relieve, donde se enumeran 700 de los dioses egipcios. Moisés se crio entre esas deidades; él no se imaginaba que algún día sería llamado para desafiarlas en el nombre del Dios de los hebreos.

Además de su formación académica, Moisés dominó el arte de la guerra y de gobernar. Flavio Josefo señala que Moisés fue nombrado general de los egipcios contra los etíopes, como comandante del ejército del sur. Tal vez Tebas fue su base de operaciones. Moisés venció a los etíopes y alcanzó fama y poder considerables, tal vez a esto se refirió Esteban cuando dijo que Moisés era poderoso en sus palabras y obras (Hechos 7:22).

Habiendo cumplido cuarenta años como príncipe en Egipto, de pronto Moisés salió a ver a sus hermanos israelitas quienes trabajaban en dura servidumbre y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los obreros israelitas. Entonces enfurecido por la brutalidad del egipcio, Moisés lo mató, pero resulta que alguien presenció el acto y fue a avisar a Faraón y cuando éste se enteró, decidió matar a Moisés. Entonces Moisés ante el temor de ser asesinado, tomó la inmediata decisión de huir de Egipto, hacia la áspera tierra de Madián, que se encontraba en la península del Sinaí.

De esa manera Moisés marcó el fin del primer periodo de su vida como príncipe de Egipto, y sin saberlo, estaba iniciando la segunda etapa de su vida, la cual también habría de durar otros cuarenta años.

Al analizar su vida, encontrándose en Madián, vemos que Dios lo iba a preparar para entregarle la misión más importante para su pueblo, a través de la salida de Egipto.