Décimo Segundo Mes: Conquista de la Tierra prometida

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Décimo Segundo Mes

Conquista de la Tierra prometida

Casi 1500 años más tarde en el día de Pentecostés del año 31 d.C., el Espíritu Santo de Dios descendió sobre los discípulos de Jesucristo en Jerusalén, tal como lo describe Hechos 2.

Entonces comenzaron a guardar los 10 mandamientos en su sentido e intención espiritual. La paz mundial no será posible hasta que el mundo entero obedezca los 10 mandamientos y sabemos que ese día llegará. Entonces las naciones por fin conocerán a Dios y aprenderán a guardar sus leyes.

Luego Dios les entregó leyes, estatutos y códigos complementarios debido a que la educación de Israel no era de lo mejor, por haber sido esclavos por tanto tiempo. También les dio leyes complementarias sobre el trabajo (Éxodo 21:1-32). Leyes sobre la restitución (Éxodo 21:33-36; 22:1-15). Leyes de justicia social (Éxodo 22:16-31; Éxodo 23:1-9). Leyes acerca del sábado y las fiestas (Éxodo 23:10-19). También instrucciones para la conquista de la tierra prometida (Éxodo 23:20-33).

Luego les dio instrucciones para construir el tabernáculo con todos sus elementos, incluyendo las vestimentas sacerdotales (Éxodo 25-40). El libro de Levítico contiene normas para los cinco tipos de sacrificios y también se encuentran leyes para enfrentar la enfermedad y para controlar la inmoralidad.

Finalmente, Dios les promete bendiciones por su obediencia y maldiciones si desobedecían.

Algunos dicen que Levítico es el libro de la dieta del ser humano porque le enseña qué comer y cómo vivir. Mientras que el último libro, Deuteronomio, contiene un resumen de todas las jornadas del pueblo de Israel y además reglamentos complementarios para los alimentos limpios e inmundos, entre otros. 

Este libro fue escrito aproximadamente en dos meses (Desde el 1° de Shebat hasta el 29 de Adar de 1403 a.C.) Y antes de morir, Moisés entregó el mando a Josué para que Israel conquistase la tierra prometida bajo un nuevo liderazgo. Y cuando murió Moisés, Israel hizo duelo por 30 días (Deuteronomio 34:7-8).
Entonces Dios dijo a Josué “Nadie podrá hacerte frente en todos los días de tu vida, como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente, porque tú repartirás a este pueblo como heredad la tierra que juré dar a sus padres. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, cuidando de obrar conforme a toda la Ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas (Josué 1:5-7).

Josué envió dos espías para explorar Jericó. Ellos recibieron ayuda de Rahab y después ella los hizo descender con una cuerda por la ventana de su casa. Pero antes de su conquista, la nueva generación fue circuncidada en Aralot (Josué 5:2-4). Luego Israel acampó en Gilgal para celebrar la Pascua y los Panes sin Levadura.

Durante esos días, Dios les ordenó conquistar Jericó (Josué 6:2-23). Viendo que fue fácil conquistar Jericó, decidieron conquistar la ciudad de Hai, pero fueron vencidos (Josué 7:2-9). Y después de haber castigado la casa de Acán, entonces conquistaron Hai (Josué 8:2-29). De manera que, mediante varios acontecimientos relatados fueron conquistando la tierra de Canaan (Josué 11:1-23). Y de esa manera las tribus fueron heredando la tierra mediante sorteos (Josué 15–19). Luego establecieron ciudades de refugio y ciudades donde los levitas habrían de habitar (Josué 20-21-22).

Cuando Josué ya era avanzado en años, llamó a los hijos de Israel y les dijo: “Yo os he repartido por suertes, como herencia para vuestras tribus, estas naciones, tanto las destruidas como las que quedan, desde el Jordán hasta el Mar Grande, hacia donde se pone el sol. Esforzaos, pues, mucho en guardar y hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, sin apartaros de ello ni a la derecha ni a la izquierda. Guardad, pues, con diligencia vuestras almas, para que améis al Eterno, vuestro Dios” (Josué 23:3, 6, 11).

Josué les recomendó servir al Eterno, luego les dijo “pero yo y mi casa serviremos al Eterno” (Josué 24:15). El tiempo que los hijos de Israel estuvieron en Egipto fue cuatrocientos treinta años. El mismo día en que se cumplieron los cuatrocientos treinta años, todas las huestes del Eterno salieron de Egipto. Estos años se cuentan a partir del pacto que Dios hizo con Abraham hasta la salida de Israel de Egipto (1873 a 1443 a.C.) (Génesis 15:13; Éxodo 12:40-41).

Lo primero que hizo Josué fue conquistar la tierra de Canaan, para distribuirla por suertes a las tribus Israel. La conquista duró un tiempo aproximado de seis años (1402 a 1397 a.C.). A continuación, Josué repartió la tierra a cada una de las doce tribus, incluyendo a los levitas. Esto se realizó en un tiempo aproximado de 19 años (1397 a 1378 a.C.). Finalmente, Josué murió a la edad de 110 años, después de haber gobernado sobre Israel durante 24 años.


Adar 2022