Calendario Sagrado año 2019-2020: Elías: Un siervo lleno de heroísmo y humildad

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El nombre del profeta Elías viene del hebreo “Eliá” cuyo nombre significa “El Eterno es mi Dios”. Indudablemente se trata de uno de los mayores profetas del Antiguo Testamento, apellidado “el Tisbita”, de Galaad. Según la versión de la Biblia de los LXX, esta última mención indica que no era originario de otro Tisbe más conocido, que se hallaba en Galilea, es decir más al norte. Elías acostumbraba vestir con pelo de camello ceñido con un cinto de cuero.

El llamamiento de Elías no fue nada tranquilo en absoluto, ni libre de conflictos.

En términos espirituales, este fue un tiempo de la más absoluta postración. El abismo que había entre Dios y su pueblo había alcanzado la máxima anchura.

Elías debía ser entrenado para fungir eficazmente como un instrumento de Dios

De pronto y por motivos de la sequía que hubo en todo Israel, también el arroyo se secó y entonces Elías empezó a sentirse en una situación difícil porque se dio cuenta que su subsistencia estaba amenazada.

Una vez que Elías superó los rigores del desierto de Querit, ahora le espera un entrenamiento más avanzado y exigente en la tierra fenicia de Sarepta cerca de Sidón (1 Reyes 17:8-9).

Sabemos que nosotros somos como aves de paso por esta vida porque vivimos como extranjeros, errantes y peregrinos en un mundo que no es nuestro, apartados de él; vivimos llenos de fe, creciendo en amor con madurez, razón y discernimiento y para lograrlo, todos alguna vez tuvimos que pasar por la Sarepta espiritual.

Después de tres años, Dios le ordenó a Elías que se presente ante el rey Acab mencionándole que Dios hará caer lluvia sobre la faz de la tierra. (1 Reyes 18:1).

Lo ocurrido en el monte Carmelo hizo volver el corazón del pueblo hacia el único Dios y también libró a la nación de los profetas de Baal, porque inmediatamente Elías los hizo prender sin que escape ninguno de ellos ya que el pueblo estaba harto de sus necias idolatrías y la sequía les había sacado la última gota de confianza de los líderes paganos, por eso los hizo descender al arroyo de Cisón y ahí los degolló (1 Reyes 18:40).

Tampoco nos olvidemos que Elías era un ser humano como todos nosotros. Él supo lo que era el desánimo, el abatimiento y la depresión.

Elías estuvo lidiando con Acab y Jezabel desde el comienzo de su ministerio profético, tanto así que su mensaje y modelo de vida era bien conocido por ellos. Por bastante tiempo él les mostró las verdades de Dios y por varios años Dios esperó pacientemente que ellos se arrepientan.

Analizando la vida del profeta Elías vemos que gran parte de ella vivió en el centro del “tiro al blanco”, porque desde un principio su nombre se hizo conocido a lo largo y ancho de Israel.

Elías soportó con paciencia muchas jornadas, después que Dios lo entrenó en Querit, lo moldeó y refinó en Sarepta, lo utilizó grandiosamente en el monte Carmelo, y fue ungido para enfrentarse al rey Acab, y por último, Dios le dio la compañía de su amigo Eliseo.

Sabemos que muchos de los acontecimientos registrados en la biblia, tienen un gran significado espiritual para nosotros, como Iglesia de Dios.

Tiempo transcurrido entre la subida de Elías en el torbellino y la carta enviada al Rey Joram de Judá