"Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole,  se fueron, dejándole medio muerto. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. ¿Quién,  pues,  de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? El dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo” (Lucas 10:29-37).

No fue un sacerdote ni un levita, quienes pese a conocer la ley de Dios, ayudaron al hombre herido. Tuvo que ser un samaritano quién se prestó a ayudar al judío herido, aún a sabiendas de que los judíos y samaritanos no se trataban entre sí (Juan 4:9). Mucho nos hace pensar que el samaritano conocía los mandamientos de Dios y sobre todo el segundo que dice: “amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lucas 10:27). El relato de Jesucristo nos muestra que el samaritano trató al judío como si fuera su propio hermano de familia.

Esta parábola nos enseña entre otras cosas que la caridad y la misericordia son virtudes que guian a los hombres hacia la piedad y santidad. Nos enseña también que cumplir el espíritu de la ley del amor, es mucho más importante que la  letra de la ley. En esta parábola Jesucristo amplia la definición de prójimo. La elección de la figura de un samaritano, considerado un herético para los sectores más ortodoxos de la religión hebrea, sirve para redefinir el concepto de prójimo que se manejaba por entonces. Jesús muestra que la fe debe manifestarse a través de las obras, tratando de revolucionar el concepto de fe en la vida religiosa judía, entre los cuales resaltaban grupos como el de los fariseos a quienes Jesús en numerosas ocasiones los llamó hipócritas, debido a su excesivo apego a la letra de la ley y su olvido por cumplir el espíritu de la ley. De esa manera, el evidente contraste establecido entre los prominentes líderes religiosos de ese tiempo y el samaritano misericordioso, es un recordatorio a los maestros de la ley de que estaban olvidando el principio de la verdadera religión que consiste en dar y Jesús sabiamente empleó un personaje despreciado por ellos, para mostrarles su error.

Su mensaje para nuestro tiempo es evidente porque nos muestra que Jesús no hace acepción de personas ni hace distinciones entre los hombres, porque todos son nuestros prójimos, sin importar su nacionalidad ni su religión. Eso mismo nos enseñó el medio hermano de Jesus, Santiago, cuando escribió: “Pero sed hacedores de la palabra,  y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”. “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras” “porque al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado”. (Santiago 1:22; 2:18; 4:17) Y Galatas 6:10 agrega “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”.

Ciclo hidrológico: Continúa el calor. El verano se aproxima a su fin.

Cosecha de la temporada: Dátiles e higos estivales del verano. Vendimia y cosecha  Isaías 32:10.

Nombre del mes: Elul (bueno para nada) Nehemías 6:15.

IDUAI

17) Conmemoración de la muerte de los espías, quienes trajeron un reporte falso sobre la Tierra Prometida Números 14:36-37

25) Se terminan de construir las murallas de Jerusalén por Nehemías en el año 444 AC., después de 52 días de trabajo Neh. 6:15