Octavo mes
Salmos y el reinado de Jesucristo
Resulta muy significativo que el libro de los Salmos dedique varios versos en relación a este importantísimo tema. Dice: “El Eterno reina; se vistió de magnificencia; El Eterno se vistió, se ciñó de poder. Afirmó también el mundo, y no se moverá. Firme es tu trono desde entonces; Tú eres eternamente. Alzaron los ríos, oh Eterno, Los ríos alzaron su sonido; Alzaron los ríos sus ondas. El Eterno en las alturas es más poderoso que el estruendo de las muchas aguas, más que las recias ondas del mar. Tus testimonios son muy firmes; La santidad conviene a tu casa, Oh Eterno, por los siglos y para siempre” (Salmos 93:1-5).
Entonces el salmista desborda un cántico de alabanza y de adoración a Dios: “Venid, aclamemos alegremente al Eterno cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. Lleguemos ante su presencia con alabanza; Aclamémosle con cánticos. Porque El Eterno es Dios grande, y rey grande sobre todos los dioses. Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas. Suyo también el mar, pues Él lo hizo; Y sus manos formaron la tierra seca.Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante del Eterno nuestro Hacedor. Porque Él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz" (Salmos 95:1-7).
Es cuando los cánticos de alabanza a nuestro rey Jesucristo se derraman sobre toda la tierra “Cantad al Eterno cántico nuevo; Cantad al Eterno, toda la tierra. Cantad al Eterno, bendecid su nombre; Anunciad de día en día su salvación. Proclamad entre las naciones su gloria, en todos los pueblos sus maravillas. Porque grande es El Eterno, y digno de suprema alabanza; Temible sobre todos los dioses” (Salmos 96:1-4).
Y el inspirado salmista continua con sus cánticos de alabanza delante del trono de Dios: “Adorad al Eterno en la hermosura de la santidad; Temed delante de él, toda la tierra. Decid entre las naciones: el Eterno reina. También afirmó el mundo, no será conmovido; Juzgará a los pueblos en justicia. Alégrense los cielos, y gócese la tierra; Brame el mar y su plenitud. Regocíjese el campo, y todo lo que en él está; Entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento, Delante del Eterno que vino; Porque vino a juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad” (Salmos 96:9-13).
He aquí una hermosa prosopopeya de lo que será el futuro reinado de nuestro rey y Señor de señores: “El Eterno reina; regocíjese la tierra, Alégrense las muchas costas. Nubes y oscuridad alrededor de él; Justicia y juicio son el cimiento de su trono. Fuego irá delante de él, y abrasará a sus enemigos alrededor. Sus relámpagos alumbraron el mundo; La tierra vio y se estremeció. Los montes se derritieron como cera delante del Eterno, delante del Señor de toda la tierra. Los cielos anunciaron su justicia, y todos los pueblos vieron su gloria. Avergüéncense todos los que sirven a las imágenes de talla, los que se glorían en los ídolos. Póstrense a él todos los dioses" (Salmos 97:1-7). En estos versos Dios nos revela algunos aspectos de su hermoso plan para salvar y restaurar al mundo y más tarde a todo el universo.
Nosotros que fuimos perdonados, sin merecerlo, cantaremos los cantidos de acción de gracias: “Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid al Eterno con alegría; Venid ante su presencia con regocijo... Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre” (Salmos 100:1-2; 4).
Ciclo hidrológico: Temporada de lluvias Deuteronomio 11:14, Jeremías 5:24, Oseas 6:3.
Cosecha de la temporada: Temporada de labranza.Siembra de trigo y cebada. Higos de invierno. Rebaños protegidos.
Nombre del mes: Bul (lluvia, producir, crecer) Génesis 7:11, 1 Reyes 6:38 Marhesvan o Heshvan (labranza)
17) Comienza el diluvio en los días de Noé (Segundo mes). Génesis 7:11.
27) Noé deja el arca después de haber estado dentro de ella un año y diez días Gén.8:14-16 Notemos que los meses eran nombrados a manera del calendario civil, cuando aún Dios no había cambiado del orden de los meses. El cambio fue realizado por Dios en Ex. 12:2