Partes de este calendario se encuentran en el libro de Génesis, cuando aconteció el diluvio y al contar las semanas, meses y años (Génesis 7-8). Después del diluvio, también se nota el uso del calendario por Abraham, Sara, Isaac, Rebeca, Jacob, Lía, Raquel, José, Moisés, Josué, Rut, y Samuel. Grandes reyes como David y Salomón lo utilizaron junto a sus descendientes. De él dijo David: "¡Oh Eterno, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos; de la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, a causa de tus enemigos, para hacer callar al enemigo y al vengativo. Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra" (Salmos 8:1-5).

De la colección de himnos que componen el Hallel, leemos: “Benditos vosotros del Eterno, que hizo los cielos y la tierra. Los cielos son los cielos del Eterno; y ha dado la tierra a los hijos de los hombres. No alabarán los muertos a JAH, ni cuantos descienden al silencio; Pero nosotros bendeciremos a JAH. Desde ahora y para siempre. Aleluya” (Salmos 115:15-18).

Los profetas de Dios como Elías, Eliseo, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías también lo utilizaron conforme nos dejan ver sus escritos. Asimismo la Biblia nos dice que después de la cautividad de Babilonia Esdras, Nehemías y Ester lo utilizaron cuando reconocieron los tiempos y las fiestas anuales.

Finalmente Jesús y sus discípulos como Juan, Pedro, Santiago, Judas, Mateo, Marcos, Lucas y Pablo también lo observaron. Por otra parte, es interesante que los movimientos precisos de la tierra y la luna junto con la Palabra de Dios, nos revelan una verdad acerca de lo que es el universo como tal. Nos damos cuenta que la creación de su calendario se haya sincronizada magistralmente a través de los movimientos precisos de la maravillosa creación del universo.

Por otra parte, el profeta Daniel registró en el capítulo 12:4 de su libro que el conocimiento del hombre aumentaría a medida que nos acercamos a los tiempos del fin, por esa razón vemos que la ciencia humana viene descubriendo mayores maravillas aún, muchas de las cuales permanecen escondidas en las profundidades del cosmos.

En Genesis 1:14 leemos que el sol y la luna fueron creados como señales para las estaciones del año así como para el conteo de los días, meses y  años. Es decir que poco a poco, el ser humano viene entendiendo acerca de los desplazamientos precisos de los cuerpos celestes mucho más que antes. De ahí que podemos afirmar que la sabiduría también consiste en interpretar correctamente la creación del tiempo hasta completar el maravilloso plan de salvación de 7000 años del Eterno. Quienes creen y obedecen a Dios en sus vidas, reciben revelaciones de parte de él y en consecuencia, empiezan a vigilar por su regreso (Mateo 24:42).

Los siervos de Dios que se encuentran sirviendo y viviendo una vida de santidad de acuerdo a su propósito, serán llamados bienaventurados por nuestro rey en su segunda venida (Lucas 12:37, Apocalipsis 16:15). Asimismo las Escrituras nos muestran, en cinco oportunidades, que el Mesías Jesucristo vendrá como un ladrón cuando nadie lo piense (1 Tesalonicenses 5:2, 5:4; 2 Pedro 3:10; Apocalipsis 3:3 y 16:15). Es interesante que entendamos la comparación de su venida tal como un ladrón lo hace durante la noche, para tomarlos por sorpresa a quienes no se encuentren preparados ni velando y aquellos que no sean hijos de luz. (1 Tesalonicenses 5:5-6; Apocalipsis 3:3).

Cuando el sexto milenio llegue a su fin, a través de Jesucristo glorificado, el Eterno Dios empezará a conceder el don de la vida eterna, a todo aquel que haya sido llamado, escogido, y que haya permanecido fiel hasta el final de su vida, siendo hacedor de la obra, un creyente, y obedeciente, que se encuentre desarrollando madurez espiritual y perseverando en el verdadero camino de vida  de Dios, para luego ser transformado en la misma esencia espiritual y divina de nuestro Creador.

Esa es la esperanza viva que mantiene todo verdadero cristiano desde lo profundo de su ser. Es por medio del espíritu de verdad que ha sido dado a sus siervos, que Dios nos dirige y nos guia hacia toda la verdad (Juan 16:13).

La Iglesiade Dios Unida, una Asociación Internacional, se rige por el mismo calendario al guardar las fiestas santas de Dios, porque entiende que a través de ellas, Dios nos muestra las extraordinarias e increíbles etapas de su maravilloso plan de salvación diseñado desde la eternidad para beneficio de toda la humanidad y de su maravillosa creación.