El segundo hijo de Jafet fue Magog. Al parecer su nombre está compuesto de dos elementos, Ma y Gog. Se dice que el prefijo “ma” significa “lugar o tierra de”. Entonces Magog significaría “lugar o territorio de Gog”. El príncipe Gog se dividió en la rama occidental eslava y la rama oriental mongólica al norte de China. Aparece una cantidad de nombres antiguos con o sin el prefijo “ma”. Según Lloyd, [15], las dos formas Chin y Machin se emplean para China. La palabra ordinaria en asirio y babilónico para “tierra” o “país” es “matu”, que a menudo se abrevia como “mat”. Y el país de “Gutu”, según Sayce [16], aparece en inscripciones asirias como Mat Gugi. Así, él consideraba que Gog es el Gutu de las inscripciones asirias, y que el término compuesto “Magog” significa la “tierra de Gog”, esto es, Mat Gugi.

Según el escritor Josefo, los descendientes de Gog fueron posteriormente conocidos como escitas, de los que dice que eran también conocidos como magoguitas. Estas gentes vinieron a formar, posteriormente, la mayor parte de la etnia rusa. Sabemos que Ezequiel 38:2 menciona a Gog como “príncipe soberano de Mesec y Tubal”. Se puede observar que rosh, que en este pasaje se llama “príncipe soberano”, identifica a los habitantes de Escitia. Los rusos derivan su nombre de este término. Rusia era conocida como Muscovi (Moscovia) hasta la época de Iván el Terrible, nombre indudablemente vinculado con Mesec. El Imperio Ruso fue creado por los príncipes moscovitas, que fueron, primero, los grandes duques de Moscú, pero fue Iván (1533–1584) quien realmente consolidó y extendió su gran Imperio hasta alcanzar el Mar Blanco al norte y el Mar Caspio al sur, y que a partir de entonces fue reconocido como Rusia.

Además, la historia antigua de los pueblos de Madai y Javan está bien definida y se puede exponer sin las complicaciones que presentan algunos nombres anteriores. Se encuentra razonablemente claro que los Madai aparecen posteriormente como los medos y que Javán dio origen a los jonios. En su libro Razas del Antiguo Testamento, Sayce dice que los medos afirmaban su relación con los arios del norte de la India y en los monumentos persas son designados como los “Mada”, de donde procede la forma griega, “medos” [17].

No hay duda de que Persia fue al principio su área general de asentamiento. En las inscripciones asirias se les menciona como los Ma-da-ai [18]. Noé le había pedido a Dios que engrandezca a Jafet (Génesis 9:27). Tal expansión comenzó en época muy temprana de la historia de Jafet, pero ha sido un proceso continuo en cada parte del mundo, como el cruce de Jafet oriental hacia la península de América, dando lugar a su descendencia occidental en la costa occidental de norte, centro y sudamérica.

Los hijos de Jafet, pues, se extendieron y multiplicaron a expensas de otros grupos étnicos. Pero esa expansión no significa que los jafetitas fuesen los primeros en migrar lejos, porque allí donde llegaron en tiempos tempranos, vieron que habían sido precedidos por colonos más tempranos aún, cuyo origen no era indoeuropeo. Desde entonces, la dinámica de asentamientos en las áreas habitables del mundo ha tenido profundas consecuencias posteriores en el desarrollo de los pueblos, donde la distinción de etnias, es cada vez más difícil de distinguir, pese al actual desarrollo científico y tecnológico.

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