Complemento del Calendario Sagrado 2013-2014

Usted está aquí

Complemento del Calendario Sagrado 2013-2014

Es indudable que en las Escrituras, el número siete queda inmerso en la medición del tiempo.

Así, el sábado es el día séptimo; son siete semanas de siete días tras el inicio del periodo de la gavilla mecida para encontrarnos con la maravillosa Fiesta de las semanas o también llamada Pentecostés; el més séptimo es uno de los meses más importantes, siendo que su luna nueva no solo estaba dedicada a Dios, como ocurre con los otros meses, sino que celebra la fiesta de Trompetas, como preludio del glorioso retorno de Jesucristo, además que las otras fiestas del mes se encuentran dentro del mismo séptimo mes, es decir Expiación, como la reconciliación de Dios con su pueblo cuando Satanás sea apartado del mundo; la fiesta de Tabernáculos como símbolo del milenio en el Reino de Dios y el Último gran Día, que nos muestra el triunfo final del Plan de Dios, a través de la redención de toda la humanidad. De manera similar, cada séptimo año es sabático y después de haber transcurrido siete veces, siete años llegamos al año del jubileo, o “Yovel” en hebreo.

Dios diseñó, estableció y apartó siete días al año como días festivos que muestran a su pueblo llamado y escogido, cómo Dios creó siete pasos de salvación empezando por sus primicias.

También existen los llamados “días menores” o “Moed Katori” en hebreo, que no son otra cosa que siete días que siguen, respectivamente, a la Fiesta de la Pascua y de los Tabernáculos. Resulta interesante que en el hebreo se utilizan dos palabras específicas, la primera es “Moed” que significa una santa convocación que compete a los días de fiesta, incluyendo los sábados, y la otra es “chag” cuya raíz hebrea significa danzar o estar gozoso, lo cual se aplica a las Fiestas de los panes sin levadura (Chag Hamatsoth) y Tabernáculos (Chag Hasukkoth), dos fiestas santas que producen gozo en el pueblo de Dios, la primera por haber salido del pecado y la segunda porque celebra nuestro maravilloso encuentro con nuestro Rey de reyes, Jesucristo.

Todo esto tiene que ver con el calendario establecido por Dios. También es interesante observar que pese a que algunos componentes del tiempo, no encajan exactamente en algunos aspectos, sin embargo, guardan una exactitud extraordnaria en su conjunto. Por ejemplo, el año lunar tiene exactamente 354 días, 8 horas, 48 minutos y 38 segundos. Mientras que la duración media del mes consta de 29 días 12 horas, 44 minutos y 33.33 segundos (29.530588 días). Esto dio lugar a la inserción de siete meses adicionales en un periodo de 19 años solares, a fin de que el calendario lunar coincida exactamente con el calendario solar, corrigiéndose de esta manera, el pequeño  desface de tiempo que se  presenta en los años intermedios en ciclos de 19 años 

A estos meses adicionales se los conoce como Adar II, o también llamado  el “gran Adar”, lo cual define un año embolismal. La demostración matemática para introducir 7 meses adicionales en un ciclo de 19 años solares, es como sigue: Sabemos queun año solar tiene exactamente 12,368421 meses lunares. El exceso al número 12, en 19 años solares, es obviamente  0.368421. Multiplicando este valor por 19, nos da exactamente 7, (0.368421 x 19), que no son otra cosa que los siete meses extras que tiene un ciclo de 19 años.

De esta manera, queda totalmente ajustada la diferencia del exceso entre los meses lunares y los años solares. El procedimiento de cálculo siempre se inicia con la determinación del nacimiento de la luna nueva en Jerusalén (molad de Tishri). Determinado el día de la luna nueva, el proceso matemático continua con un sencillo procedimiento sabiendo que los seis primeros meses del año tienen un número constante de 177 días.

Y debido a que la Pascua es el 14° día del primer mes, restando 13 días, obtenemos 164. Por tanto, a partir del día de Trompetas predeterminado por las reglas matemáticas del molad de Tishri, restando 164 días, siempre llegamos al día de la Pascua. Los siete días subsiguientes, son los Días de Panes sin Levadura.

Y por las reglas propias del conteo de 50 días, llegamos al día de Pentecostés. De la misma manera, sumando 9 días al día de Trompetas, queda determinado el día de Expiación y sumando 13 y 20 días respectivamente a partir del mismo día, quedan definidos el primer día santo de la Fiesta de los Tabernáculos y la Fiesta del Ultimo Gran Día. Este proceso se repite automáticamente de año en año.

De manera similar y con la ayuda de un ordenador, podemos establecer los sábados anuales y días santos para los años futuros.  Dios decidió establecer el conteo de los tiempos a través de la luna y del sol. Por esa razón el calendario sagrado es luni solar, mientras que los calendarios Juliano de la antigüedad y Gregoriano actual, son únicamente solares. Un calendario es mucho más que un mero cuadro con días del mes.

Se trata de un sistema numérico que determina el comienzo y el final de un año, el cual divide las estaciones del año en meses y días. Esta fue una tarea que tuvo que enfrentar el hombre desde sus orígenes junto a su familia. Esto llegó a ser más complicado  cuando se establecieron clanes, comunidades, pueblos y finalmente civilizaciones.

Consideremos el tema. ¿Cómo se podría establecer un calendario confiable para una pequeña comunidad? Uno de los acercamientos más sencillos consistía en contar las lunas, tal como lo hicieron los indios americanos, sin ir más lejos. El problema radica en determinar el año. La mayoría de los calendarios antiguos toman en cuenta la luna, pero el problema que ellos mantienen pendiente de solución es el movimiento del sol. Esto por supuesto, requiere de cierto discernimiento y estudio previo para resolverlo.