Daniel: Bajo el Lente de la Ciencia

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Llegamos en nuestra Biblia a lo que es el cuarto y último de los profetas mayores, Daniel. Recuerden que esta clasificación sólo tiene que ver con la extensión del libro y no con la importancia de los profetas, pues todos son inspirados de la misma manera por Dios.

Después de que Daniel le revela el significado de la gran imagen a Nabucodonosor, aparentemente este rey se siente muy halagado al ser considerado por Dios como la cabeza de oro, es decir, el gobernante de mayor valor de los emperadores que vendrían tras él.

Al recuperar Nabucodonosor la cordura, se convierte de nuevo en el gran rey de antaño. Daniel goza de su confianza hasta el final de sus días. Nabucodonosor murió alrededor del año 560 a.C., o sea, que Daniel lo conoció por casi cincuenta años.

Los primeros 6 capítulos de Daniel que hemos cubierto son históricos con algunas profecías. Ahora, en cambio, los últimos 6 capítulos de Daniel son proféticos con algunas historias.

Después de que Dios le revela a Daniel el significado de las cuatro bestias y del pequeño cuerno que son una amplificación de la imagen de Daniel 2, dos años más tarde, llegan más detalles sobre estas profecías.

Recuerden que todo lo que hemos aprendido hasta el momento de las profecías en Daniel tiene que ver con una profecía básica, que luego se desarrolla en las demás con los detalles. En Daniel 2 Dios entrega la profecía general y en Daniel 7 y 8 elaboraciones de la misma.

El cumplimiento dual de la profecía tiene un ejemplo maravilloso en este violento personaje que trastocó la historia del pueblo de Dios.

Por fin llegamos a la última parte de las cinco profecías reveladas a Daniel. En forma sistemática, Dios le ha entregado muchos detalles a su querido Daniel para que le sirvan al pueblo de Dios en los tiempos del fin.