[Rick Shabi] ¿Sabías que Jesús no fue al cielo cuando murió? No lo hizo, pero sí sabemos lo que pasó. Lo que le pasó a él es lo mismo que nos pasa a nosotros después de morir. Y saber qué sucede después de la muerte puede brindarnos consuelo a todos los que enfrentamos esa experiencia con nuestros seres queridos e incluso con nosotros mismos. Hace años, cuando era adolescente, mi tío falleció inesperadamente de un infarto. Mis primos tenían más o menos mi edad, y recuerdo el funeral. Hubo llanto. Hubo lamentos. Se preguntaban dónde estaba. ¿Estaba en el purgatorio? ¿Estaba en el limbo? Recuerdo que nuestro primo comentó que había tenido una discusión con su padre el día anterior y que estaba sufriendo por eso. Incluso nos preguntaron: "¿Podrían encender unas velas para ayudarlo a salir del purgatorio más rápido al cielo?". Ese día sucedieron muchas cosas y hubo mucho dolor. Y recuerdo haber pensado: «Si mis primos supieran la verdad de Dios, si supieran lo que realmente ocurre después de la muerte, no habría tantas preguntas. Todavía habría dolor. Todavía habría luto. Esas cosas son naturales. Pero habría consuelo en saber lo que realmente ocurre después de la muerte».

La humanidad ha ideado todo tipo de teorías sobre lo que sucede después de la muerte. Algunos creen en la reencarnación. Algunos creen que uno puede reencarnar como un animal o en otra persona. Otros piensan que se arderá en el fuego eterno y doloroso del infierno por el resto de su existencia. Todo esto porque nadie parece saber realmente qué sucede después de la muerte. ¿Qué sucede cuando uno muere? ¿Qué sucedió cuando Cristo murió? ¿Qué le sucedió a él? Cuando Cristo fue crucificado y murió, fue colocado en una tumba y una roca sirvió de sello al lugar. Los líderes judíos que querían que Jesús fuera crucificado sabían lo que él había dicho sobre su muerte. En Mateo 27:62, dice: "Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato, 63 diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré. 64 Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero”.

Dijeron: «Después de tres días, resucitará». Sabemos que Jesucristo fue resucitado por Dios después de esos tres días y tres noches, pero ¿qué le sucedió al morir? ¿Subió al cielo inmediatamente? Era un hombre perfecto, el Hijo de Dios, y aunque era de carne y hueso, nadie estaría más capacitado para ir al cielo que Jesucristo. Y seguimos su ejemplo, ¿verdad? Nos lo dice la Biblia. Seguimos su ejemplo. Él marcó el camino de lo que deberían ser nuestras vidas. Ahora bien, la pura verdad es que Jesucristo no fue al cielo inmediatamente después de morir. Cuando resucitó y se apareció a María Magdalena en el sepulcro el primer día de la semana, tres días después de ser crucificado, fíjense en lo que le dijo, según consta en la Biblia. Jesús le dijo: «No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. ¿Vieron eso? Dijo: «Todavía no he subido a mi Padre». «Todavía no», dijo, pero añadió: «Voy a subir a mi Padre y a vuestro Padre». No sucedió hasta más tarde ese mismo día.

Quizás te preguntes: "¿Qué? ¿Dónde estuvo Jesús esos tres días y tres noches después de morir? ¿Estaba en el Purgatorio? ¿Estaba en algún limbo?". Debes saber que no solo Jesús no ascendió a Dios Padre después de morir. David tampoco, y era un hombre conforme al corazón de Dios. Fíjense en lo que dice Pedro en el Nuevo Testamento, en el libro de los Hechos: "Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy…, porque David no ascendió a los cielos". David tampoco ascendió a los cielos. De hecho, al principio de su ministerio, antes de morir, Cristo dijo: "Nadie, nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo". Y hablaba de su muerte y resurrección, y de cuándo iría al cielo. Es indiscutible. Lo que realmente sucede después de la muerte está en todo el Nuevo y el Antiguo Testamento. No tenemos que especular ni hacer teorías. Podemos saberlo.

Pablo nos dio una buena pista en 1 Tesalonicenses 4:13 cuando escribió sobre la muerte. Dijo: «Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.». Hay esperanza en la verdad de Dios. ¿Le crees a Pablo, verdad? Él era un apóstol de Jesucristo. Era el apóstol de los gentiles y les enseñó todo lo que Cristo le enseñó, como dice en Gálatas 1. «Duermen», dijo, «no se entristezcan como los demás por los que duermen». Sabemos a qué se refiere porque dice en el mismo pensamiento: «Y los muertos en Cristo resucitarán primero”, resucitarán como Jesucristo resucitó, vivificado por Dios Padre. Jesucristo, cuando estuvo en la carne, era en todo como nosotros. Sufrió, murió y Dios lo resucitó. Cristo no fue al cielo antes de resucitar. De hecho, cuando morimos, dormimos. No sabemos nada, y no vamos al cielo ni al infierno. Solo dormimos, esperando la resurrección que Dios y Jesucristo prometieron. La Biblia dice que los muertos no saben nada.

Observen esto en el libro de Eclesiastés: Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga». Otro versículo de Eclesiastés: « Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría». Cuando Adán y Eva pecaron y se ganaron la muerte, Dios les dijo: «Porque polvo eres, y al polvo volverás». Pablo continuó hablando de la resurrección en 1 Corintios 15. Allí escribe: «Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.», el primero que murió en la carne y luego resucitó. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.

Cuando mueres, duermes. Todos esperan el regreso de Jesucristo. Entonces, la resurrección de todos los que han vivido, ya sea que conocieran el nombre de Jesús o no, volverán a la vida. Hasta entonces, no saben nada. 

«Nadie ha subido al cielo», dijo Jesús. No lo hizo cuando murió, ni nosotros tampoco. Tras resucitar, ascendió al cielo. Viviremos de nuevo. Esa es la esperanza de salvación. Todos los que han vivido volverán a vivir. Lo siguiente para quienes mueren es la resurrección, nada más. No habrá conciencia hasta entonces, cuando Dios los devuelva a la vida. De nuevo, esto será para toda la humanidad, sin importar cuándo vivieron o si alguna vez escucharon el nombre de Jesús durante su vida. La salvación que Jesucristo hizo posible para toda la humanidad es para todos los que han vivido. Tengan esto en cuenta. La salvación es para todos los que han vivido, pero hasta la resurrección, tal como dijo Jesucristo. Lo dijo con claridad en Juan 5: «No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.». Todo esto sucederá en la resurrección futura para toda la humanidad.

El plan de Dios para la humanidad es mucho más de lo que imaginas. Y es un plan perfecto que solo Dios pudo haber ideado. Solo sus verdaderos seguidores, quienes verdaderamente siguen a Jesucristo y estudian y viven según la Biblia, conocen este plan. Tú también puedes. Aprende con nosotros, en la Iglesia de Dios Unida, qué sucede después de la muerte, tal como lo enseñó Jesucristo, directamente en su Biblia. Puedes encontrarnos en iduai.org.