Aunque Sanger se ganó cierta buena reputación por ser pionera en la defensa del control de la natalidad, un elemento en particular del tema era abrumadoramente aborrecible. Se trataba de la eugenesia, es decir, la práctica de la reproducción humana selectiva y controlada. Sanger escribió: “El control de la natalidad . . . significa la liberación y el cultivo de los mejores elementos de nuestra sociedad, y la supresión gradual, eliminación y eventual extinción de las poblaciones defectuosas" (“High Lights in the History of Birth Control" [Hechos destacados en la historia del control de la natalidad], octubre de 1923, énfasis añadido).

Aunque no sea políticamente correcto decirlo, el motivo de Margaret Sanger era descaradamente racista, ya que pretendía reducir el número de nacimientos de niños negros. La organización original que fundó ha mutado desde entonces hasta convertirse en un negocio masivo que ha destruido las preciosas vidas de varios millones de bebés en gestación por medio del aborto. Y al igual que sucede con Planned Parenthood, las minorías raciales siguen siendo sus principales víctimas.

De acuerdo a LifeNews.com, algunas investigaciones han revelado que 86 % de las clínicas de aborto de Planned Parenthood están ubicadas en los barrios afroamericanos y latinos, o en sus cercanías (Micaiah Bilger, “Planned Parenthood Puts 86% of Its Abortion Facilities in Minority Neighborhoods" [Planned Parenthood establece 86 % de sus clínicas de aborto en barrios de minorías raciales], 23 de septiembre de 2020).

Además, LiveAction informó que “los datos de los CDC [Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades] también revelan que [en 2016] la tasa de abortos de los negros (abortos por cada 1000 mujeres de entre 15 y 44 años) superó a la de todas las demás razas (Carole Novielli, “Tragic: Black Women Abort at Almost Four Times the Rate of White Women" [Trágico: las mujeres negras abortan casi cuatro veces más que las blancas], 17 de febrero de 2020).

Además, esta infame industria se enriquece a costa de la situación de los pobres. LifeNews.com informó que el Centro para el Progreso Médico publicó un video “que muestra a un socio de Planned Parenthood admitiendo haber extirpado tejidos y órganos a bebés abortados cuyos corazones todavía latían" (Micaiah Bilger, “Planned Parenthood Leaders admit Under Oath to harvesting Body Parts From Babies Born Alive” [Líderes de Planned Parenthood admiten bajo juramento haber cosechado tejidos y órganos de bebés nacidos vivos], 30 de junio de 2020).

Y esos órganos y tejidos se venden por cientos o miles de dólares cada uno, lo que convierte el asesinato de los no nacidos en una empresa atroz pero muy rentable. Esta abominable práctica también deja al descubierto la mentira de los partidarios del aborto de que los no nacidos son solo “masas de tejido", ya que las “masas de tejido" no tendrían ojos, corazones, cerebros y otros órganos para vender a quienes están dispuestos a comprarlos.