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Quisiera iniciar este mensaje teniendo en el espectro de nuestros pensamientos la tarea que estamos a poco de comenzar. La tarea que estamos a poco de comenzar es el campamento juvenil, versión 2016. El campamento juvenil forma parte de una estrategia de trabajo.
El campamento que se contice con la misión de la Iglesia, con la misión de la Iglesia.
La Iglesia tiene una asignación de trabajo específica y acotada a dos grandes áreas que de hecho aparecen en nuestro logo institucional, por una parte predicarle de Evangelio y por otra parte preparar al pueblo. Eso dice el slogan de nuestra organización. Lo pueden ver ya sea en la página o ya sea aquí atrás. Este slogan forma parte de la Comisión. Podríamos decir que es un resumen de la Comisión que Jesucristo le dijo a la Iglesia que debía realizar. Aquí en Mateo 28 está todas las Biblias y de hecho las Biblias Valeras tienen aquí la gran Comisión. Así dice el acápite o esta frase que fue incorporada porque en el tétodo griego original no está esa frase, pero es la gran Comisión que recibió la Iglesia o aquí los 11 discípulos que estaban allí reunidos. En Mateo 28, verso 16, podemos leer aquí, pero los 11 discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado y cuando le vieron le adoraron, pero algunos dudaban y Jesús se acercó y les habló diciendo, toda potestad me esdaba en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Ya aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Aquí Jesús explicita las tareas de la Iglesia. Podemos ver que Jesús fue enfático en las tareas. Hemos mencionado en el pasado que aquí Jesús ya se presenta glorificado y por eso él dice, mire toda la potestad, tengo todo el poder en pleno ejercicio de sus funciones y teniendo toda la autoridad mandada a su Iglesia, a sus discípulos, a realizar dichas tareas específicas. En cuanto a predicación y enseñanza de los principios podríamos decir fundacionales de la Iglesia.
Aquí podemos reflexionar un momento en esta instrucción que Jesús dice aquí en el verso 19, por tanto, id, id, ir al mundo. Ir al mundo da cuenta que debemos salir de nuestra zona de confort para cumplir con aquello. Debido aquí una de las preguntas que debemos resolver es cómo quererán los otros si no se les predica. Esto es algo que Pablo habló de aquello, cómo el mundo va a saber de nosotros si no les predicamos a ellos. Esto es una de las preguntas que uno siempre se hace, particularmente cuando, como en este caso de este viaje que hicimos, uno pasó por muchos pueblos en Argentina, por muchos lugares.
No quiero usar la palabra cientos porque no es así, pero sí, varias decenas de pueblos y uno se hace esta pregunta, bueno, ¿cómo van a creer ellos si no hay quien les predique?
Y eso es lo que aquí Pablo, en la carta a los romanos, hace esta pregunta. Dice aquí en romanos 10, en el verso 14, dice cómo pues invocarán aquel en el cual no han creído y cómo creerán en aquel de quien no han oído y cómo oirán sin haber quien les predique.
De allí que la iglesia entiende que debemos salir de nuestra zona y debemos ir y predicar.
Predicar el diccionario dice hacer pública una cosa o idea. Eso es predicar, hacer público una cosa o idea. Podemos entonces definir más exactamente nuestras tareas. Debemos ir al mundo y hacer público lo que Jesús nos comisionó. Debemos ir al mundo y predicar acerca de todo lo que Jesús nos enseñó. Por una parte debemos ir al mundo y hacer público el mensaje acerca del reino, más también debemos hacer público cómo se vivirá en ese reino, qué leyes estarán vigentes en ese reino y cómo deberá hacer el comportamiento de todos los que habiten en ese reino.
Debemos ir al mundo y hacer esto público. ¿Qué hacer para alcanzar las promesas? Por ejemplo, debemos ir al mundo y enseñar lo que Jesús nos enseñó. Debemos ir al mundo y hablar acerca de lo que Jesús nos habló. Aquí en Lucas 24, en Lucas 24, aquí esta es la escritura paralela de Mateo 28, en el verso 44, aquí hablando Jesús dice y les dijo, estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros, que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.
Entonces les abrió el entendimiento para que comprendiesen las escrituras y les dijo, así está escrito y así fue necesario que el Cristo padeciese y resucitase de los muertos al tercer día y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas. Así es que Jesús aquí aclara un poco más esto de hacer discípulos.
¿Cómo se hace discípulos? ¿Cómo hacemos discípulos en el mundo? Bueno, hay que predicarles, hay que enseñarles, enseñarles el arrepentimiento, enseñarles que Dios perdona los pecados de una persona que está arrepentida. Debemos ir al mundo y hacerlo público. De allí nuestros esfuerzos en querer llegar al mundo. Dicho sea de paso, no es menor la palabra profética que anuncia que cuando este evangelio llegue a todo el mundo entonces vendrá al fin. Así es que también forma parte de estos tiempos en los cuales estamos viviendo.
Si uno piensa y pone todo en perspectiva, bueno, nos vamos aproximando a los tiempos del fin. La pregunta es, ¿hemos llegado a todos los lugares a los cuales tenemos que hacerlo? También acá en Mateo en Marcos 16. En el verso 15, de nuevo la escritura paralela de Mateo 28 y Lucas 24.
Dice aquí. Aquí estamos haciendo esta forma de entender siguiendo la teoría del mosaico. Un poquito aquí, otro poquito allá y vamos armando entonces el cuadro completo. Mateo Marcos 16. 15. La escritura dice, ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura, el que creyere y fuera evautizado será salvo, más el que no creyere será contenado.
Aquí también, a veces hay personas que no creen y las personas que no creen, bueno, igual tienen que recibir, igual tienen que recibir que bueno, por lo menos como testimonio a las naciones, el testimonio a las naciones de que si hubiesen cambiado sus vidas, sus vidas habrían sido distintas. Debemos ir al mundo y hacer público la fórmula que enseñara a Jesús, a sus discípulos, respecto de cómo vivir en este mundo. Aquí en Juan 15, en el verso 18, Juan 15, dice, si al mundo os aborrece, saber que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.
Si fuera is del mundo, el mundo amaría lo suyo, pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. Así es que nosotros, miren hermanos, transitamos en este mundo, somos peregrinos en este mundo, pero no somos o no debemos ser parte de este mundo con sus formas de vida y sus formas de actuar, como mencionaba don Vicente hace un momento atrás.
Hoy en el mundo está todo el mundo convulsionado con este día en la noche. Hoy día en la noche ellos en su fórmula dicen que nace, ¿verdad? Nace Dios. Claro, pero era otro Dios, el Dios Sol, no Dios Jesucristo. Entonces aquí no somos parte del mundo y uno va viendo con el tiempo cómo el mundo rechaza esta idea de no guardar Navidad, pero nosotros no guardamos Navidad, no creemos en Navidad y por lo tanto no debemos participar de aquello. Y si el mundo nos aborrece, bueno Jesús dijo, bueno, miren nada nuevo bajo el sol, a mí me han aborrecido primero. Y aquí dice en verso 20, acordaos de la palabra que yo os he dicho, el siervo no es mayor que su Señor, si me han perseguido a mí, también a vosotros os perseguirán.
Si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. Así es que se fijan aquí también que su Cristo haciendo esta promesa. Si uno es capaz de predicar verdad, decir estas cosas, argumentarlas, defenderlas, aquí Jesús dice se han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. Debemos ir al mundo y hacer público cómo vivir la vida a la manera de Dios, cómo vivir la vida a la manera de Dios, cómo se vive la vida a la manera de Dios. Aquí en Mateo 6, en Mateo 6 uno piensa cómo debe vivir la vida a un cristiano. Un cristiano debe orar continuamente a Dios, orar continuamente a Dios.
Mientras más cerca estamos de Dios, más deberá ser nuestra oración. Pero la oración aquí tiene características. Mateo 6, 5 dice, cuando ores no seas como los hipócritas, porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles para ser vistos de los hombres. De cierto os digo que ya tienen su recompensa, más tú cuando ores entra en tu aposento y cerrada la puerta ora a tu padre que está en secreto y tu padre que ve en los secretos te recompensará en público. Y aquí dándonos las instrucciones de no hacer esta repetición que en el mundo cristiano tradicional se conoce como rezar, que es repetir, repetir y repetir.
Y aquí Jesús hablando nos dice que no hagamos aquello, sino más bien que nos comuniquemos íntimamente con nuestro padre y le agradezcamos por la vida, más también debemos pedir que venga su reino. A veces yo siento, a veces yo veo, a veces yo creo, ¿cuánto anhelamos que venga el reino? ¿Cuánto anhelamos que venga el reino?
¿Lo anhelamos? Bueno, Jesús Cristo nos dijo que debíamos orar todos los días pidiendo que venga su reino. El mundo vive a veces en circunstancias tan difíciles, tan difíciles, hay personas que en este mundo en la actualidad la pasan muy mal, muy mal. Y hay muchos de esos, de esas personas que no conocen la palabra, que no han escuchado jamás hablar de todo esto. Y de ellos tienen conductas, uno puede decir, inapropiadas también, pero si les predicáramos, ¿ustedes creen que no anhelarían el reino? ¿De decirles que en el mundo del futuro no va a haber hambre? Bueno, cuando uno está satisfecho, no, no piensen el hambre, pero ¿cuántas personas hoy día mueren de hambre? ¿Cuántas personas se prostituyen para comer en IT? ¿Hay casos que son realmente desgarradores? Uno se impresiona de aquello, niñas que para beber un vaso de agua como el que yo tengo aquí se prostituyen, porque no hay agua limpia. ¿Esas personas ustedes creen que si uno les predicara, ¿acaso no anhelarían vivir un mundo mejor? Claro que sí, claro que sí, y por eso su iglesia debe clamar que venga su reino, no porque nosotros tengamos hambre, sino porque anhelamos que Jesucristo gobierne este mundo malevolo en el cual habitamos, un mundo lleno de peligros, un mundo lleno de maldades, un mundo que es realmente atroz para algunos en este mundo injusto, un mundo injusto. Debemos ir al mundo y hacer público cómo vivir en este mundo.
Como cristiano, debiera ayunar, de vez en cuando, no solamente para el día del ayuno.
Aquí Mateo 16 dice cuando ayunéis no seáis austeros como los hipócritas porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan. De ciertos digo que ya tienen su recompensa, pero tú cuando ayunes, unje tu cabeza y lava tu rostro para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu padre que está en secreto y tu padre que ve en los secretos te recompensará en público. Esto es muy interesante, esto que acabo de leer nuestro padre ve lo que nosotros hacemos en los secretos. Para bien o para mal, Dios ve lo que nosotros hacemos en los secretos. Y según sea aquello, entonces dice aquí y tu padre que ve en los secretos te recompensará en público. Mateo 6, 19 dice aquí no os hagáis tesoros en la tierra donde la polilla y el orinco rompen y donde ladrones minan y urtan, sino hacéos tesoros en el cielo donde ni la polilla ni el orinco rompen y donde ladrones nominan ni urtan, porque donde esté vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón. Esto de las prioridades. ¿Dónde están nuestras prioridades? Nuestras prioridades debieran estar en el mundo de lo espiritual, porque en el mundo espiritual no hay deterioro, no en las cosas físicas, porque las cosas físicas siempre son pasajeras, siempre. Por más empeño, por más inversión que haya las cosas materiales, pasan y son vanidad. Y uno lo puede ver en tantos lugares. Hay ciudades enteras que tienen el eco de una vida gloriosa del pasado, pero es pasado, no es presente. Siempre que pienso en esto, en la vanidad, en la transitoriedad de la vida y de las cosas que pasan en la vida, me recuerdo Valdivia. Valdivia tiene un sector que es el sector de la estación y el sector de la estación que tiene Valdivia, o que tenía Valdivia, era muy bonita, tenía un mosaico. ¿Cuánto tiempo habrán estado trabajando para hacer ese mosaico? No lo sé, pero realmente un mosaico de un centímetro cuadrado y hacer un mural gigante en la estación de Ferrocarril.
Bueno, ya el Ferrocarril no corre y esa estación cayó en desuso, pero en el año 60, 65 por allí, era todo pujante y las casas y la plusvalía que había en los lugares de alrededor eran tremendas, pero pasan los años y cuántos años han pasado. Uno piensa, bueno 40 años, uno piensa, es tanto tiempo, no es tanto tiempo. Ahora que tengo 50, lo digo, quizás cuando tenía 20 no lo decía, pero uno se da cuenta cómo las cosas cambian y son pasajeras. Así es que aquí Jesús, hablándole a Su Iglesia, diciéndole, bueno, miren, las cosas físicas y materiales son pasajeras y uno nos debe atesorar aquello, sino que debe atesorar las cosas espirituales, porque las cosas espirituales permanecen en el tiempo y uno debiera concentrarse en aquello. Y entonces, bueno, la pregunta, o no la pregunta, debemos ir y decirle al mundo eso. Ahora, tal vez nos traten de locos, bueno, pero esa es nuestra misión, forma parte de la comisión. Cambiar esta perspectiva. El mundo vive ahora tan arraigado en las cosas materiales, que es impresionante. Todo lo que vale es lo físico, pero las cosas espirituales van quedando en segundo o tercer plano. Pero Su Iglesia no debiera tener esa forma de ver las cosas. ¿Qué más dice Jesucristo? Mateo 6,24. Dice, ninguno puede servir a dos señores, porque aborrecerá al uno, llamará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro.
¿No podéis servir a Dios ya las riquezas? A veces uno anela tanto, tantas cosas, pero tiene que tener el corazón puesto en Dios. Así es, en Dios. Porque, como dice aquí Jesucristo, no se puede tener un pie aquí y otro pie acá. Dios es celoso a este respecto. En el verso 25 dice, por tantos digo, no os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber, ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido. Aquí aprender a vivir tranquilos con lo que tenemos, porque hay una escritura que dice, no te desampararé ni te dejaré. Hay que aprender a vivir confiados en que Dios nos va a dar el alimento y nos va a dar el techo y nos va a dar la vestimenta. Son promesas que Dios ha hecho a su pueblo. Y dice aquí, verso 31, no os afanéis diciendo qué comeremos o qué beberemos o qué vestiremos, porque los gentiles buscan todas estas cosas.
Pero vuestro Padre Celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas, más buscar primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas.
Aprender a vivir con lo que tenemos, aprender a estar contentos con lo que tenemos. A veces uno no está conforme, no está contento, está siempre anhelando como hay un cuento o alguna comparación. El patio del vecino siempre se ve más bonito, el jardín del vecino siempre está más verde, siempre. Pero aquí Jesús dice buscar el reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas serán añadidas. Así que no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. Todos los días tienen características particulares.
Y el día de mañana uno no lo ha vivido, así es que uno no sabe cómo va a ser el día de mañana, exactamente. Pues uno puede hacer una planificación bromeábamos con algunos hermanos de misiones, haciendo esta referencia, ¿verdad? Cuando las cosas salen como uno las planifica, exactamente como uno las planifica. Las cosas de la vida no salen exactamente como uno las planificó. Es así. Pero Dios nos da, Dios nos da lo que nosotros necesitamos. A veces, cuando vivimos bendiciones, a veces, a veces, según sea nuestra actitud frente a esas bendiciones, esas bendiciones son para bien. A veces, las personas suelen tener actitudes incorrectas frente a bendiciones. Y entonces ya no son tan buenas las bendiciones. A veces, las bendiciones alejan a las personas de Dios. Uno piensa cuántas personas ricas hay en la iglesia, ricas. Personas que no necesitan nada para vivir. No necesitan ni siquiera trabajar para vivir. Me río por esto que, años atrás, escuché a una, a la mamá de Landy, del paciente aquel que yo atendía en Valdivia, y uno de sus hijos estaba enojado, frustrado, porque él decía, mire, por este viaje que hicimos al extranjero, como no llegué a tiempo, me pusieron malas notas en no sentar o cual cosa.
Y entonces el niño dijo, esto es ser rico, es un problema, dijo el niño. Y entonces la mamá se acercó y le dijo, mira, yo te voy a contar, rico es aquella persona que no necesita trabajar para vivir. Vive de las rentas, vive, no sé, de las acciones, de la borsa, que se las maneja un ejecutivo que él al cual ni siquiera conoce. Pero las personas que necesitan trabajar para vivir, no esas personas no son ricas, las personas que necesitan trabajar para vivir tienen bendiciones, porque Dios así lo ha dicho, hay bendiciones que Dios le entrega a la persona que es dirigente, a la persona que es trabajadora, a la persona que hace su parte, Dios bendice. Pero como digo, uno piensa cuántas personas ricas hay en la iglesia exactamente, exactamente.
Y en la historia de la Biblia, Job, podríamos decir que Job tenía su recurso del hombre, si, verdad, pero son casos excepcionales. ¿Se han preguntado por qué son casos excepcionales?
¿Han reflexionado por qué son casos de excepción? Porque es probable que las personas frente a las bendiciones económicas o materiales no se acercan a Dios, sino más bien se alejen de Dios.
Empiezan a pensar, verdad, que mi brazo me dio tal o cual cosa, o mi inteligencia me hizo hacer tal o cual cosa, cuando en realidad es Dios quien entrega las cosas. Jesús les enseñó a sus discípulos cómo vivir una vida a la manera de Dios. Debemos ir al mundo y enseñar estos principios de vida.
Debemos ir al mundo y hacer público que mientras una persona no cambie, sus acciones no pueden esperar mejores resultados. Uno de los puntos críticos que tenemos con el Evangelio Social es lo que acabo de decir. ¿Han escuchado hablar del Evangelio Social? En el mundo católico hay harto Evangelio Social. Hay comunidades o países que viven en la más abyecta ignorancia de cómo desarrollar una vida correcta a los ojos de Dios. Las bendiciones de Dios provienen de Dios a los que le aman y guardan sus mandamientos. Hay personas que viven en pobreza mental, más que pobreza física. Eso lo entiendo así. Y se los voy a explicar.
Yo diría que hay dos tipos de pobreza. La pobreza que es circunstancial y la pobreza mental. La pobreza circunstancial puede cambiar de la noche a la mañana. Una persona puede estar pobre, pero con la guía adecuada se puede salir del subdesarrollo de manera increíble. Además, la pobreza a veces se enseña a ser agradecido, por lo cual no siempre hay que estar tan tristes cuando uno vive una situación de esa índole. Además, ser o estar pobre, mis hermanos, no es un pecado.
Es una circunstancia, una circunstancia que puede enseñarnos lecciones que no aprenderíamos si no estuviéramos viviendo aquellas circunstancias. ¿Cómo aprender a ser agradecido? Agradecido de las cosas más increíbles o más básicas. Si uno siempre las ha tenido en general, yo he visto eso.
Cuando uno siempre ha tenido todo, uno no quiero decir que seamos desagradecidos, pero nos somos muy conscientes de lo que tenemos, sino hasta cuando lo perdemos. El agua caliente, eso, pareciera un derecho inalienable, verdad, como que estuviera dentro de los derechos humanos, verdad, el agua caliente. ¿Y quién dijo eso? Hay que calentar el agua. Ya con cualquier medio que usted quiera, electricidad, gas, carbón, leña, como usted quiera. Y eso es todo una inversión. Pero a veces uno da por sentado el agua caliente. Así es que, como digo, vivir o estar en una condición de pobreza es una circunstancia, una circunstancia que bien guiado, bien educado, se puede salir de aquello. Pero también está la pobreza mental.
La pobreza mental le llamo a esa forma de pensar que trae pobreza física como resultado.
La Biblia lo dice a propósito, no es solamente una elucubración mía. En proverbios 13, verso 18.
Dice pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo, más el que guarda la corrección recibirá honra. Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo. El no aceptar consejos yo diría que es causa, causa de aquello, de pobreza. Y por otra parte la ignorancia, proverbios 13, 23 dice en el barbecho de los pobres hay mucho pan, más se pierde por falta de juicio. La ignorancia es algo que produce o que genera pobreza. Y la peor de todas las ignorancias, ¿saben cuál es? La ignorancia de ser ignorante. Esa es la peor de todas porque si uno tiene conciencia de que tiene alguna falencia, bueno si es educado y tiene el interés puede cambiar. Pero ¿qué pasa cuando la persona cree que lo sabe y no recibe consejos? ¿Cómo crece? ¿Cómo cambia? ¿Cómo mejora? Debemos ir al mundo y enseñar lo que Jesús nos enseñó respecto de cómo vivir. Las bendiciones de Dios hay que hablar de aquello. Dios bendice, Dios bendice y bendice así de una manera increíble. Si uno hace lo que nos corresponde a ser. Porque primero está la obediencia y luego están las bendiciones. No están las bendiciones y luego la obediencia. Debemos ir al mundo y hacer público la fórmula de vida dada por Jesucristo. Debemos predicar acerca del reino, de las leyes que serán aplicadas en el reino, de Jesucristo y de su venida, de los mandamientos, de los mandamientos con promesa. ¿Por qué no debemos hablar de los mandamientos con promesa? ¿Cuáles son los mandamientos con promesa? Honra tu padre y a tu madre. Primero mandamiento con promesa. No es el único, pero es uno de los mandamientos con promesa para que tengas larga vida. El otro, mandamiento con promesa, malaquías 3-10, cuando dice traer todos los diezmos al alfolí, ya hay alimento en mi casa y probadme ahora. En esto dice el Eterno de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Debemos hablar de estas cosas.
Debemos hablar de las fiestas santas, de Dios. Debemos ir al mundo y enseñar el camino hacia la vida eterna. Debemos ir al mundo y hacer público las verdades esenciales que todo hijo de Dios debería saber para alcanzar la felicidad y la tranquilidad. Debemos ir al mundo y hacer público todo lo enseñado. De allí el kit de nuestras publicaciones, explicar nuestras doctinas, ya sea en forma general o ya sea de manera más profunda y argumentada. Hay un folleto, verdad que es las doctinas esenciales, las 20 doctinas fundamentales de la Iglesia de Dios. Un folletito tiene como 30 páginas, pero no es el único folleto. Con ese folleto puede llegar a los demás folletos y puede profundizar en los temas de los cuales hemos hablado hoy día. Eso es una forma de predicación, no es la única forma de predicación. También están los medios masivos de predicación, a los cuales la Iglesia está haciendo todo lo que está a su alcance para desarrollarlo. Vivimos en un mundo de cambios, vivimos en un mundo que sea tecnologizado y por lo cual estamos haciendo todos los esfuerzos posibles para llegar al mundo a través de esa tecnología.
Uno piensa en la actualidad, prácticamente uno lo puede ver en la congregación, los más antiguos usan Biblia. Los más mayores usan Biblia. Los más jóvenes andan con sus celulares y en sus celulares tienen ahí sus aplicaciones y todo. O bueno, eso es lo que yo creo. Sería triste de verdad que no trajeran Biblia a un servicio religioso y tampoco tuvieran un celular con aplicaciones. Vamos a pensar en positivo, vamos a pensar que tienen estas aplicaciones y que las leen y cuando yo doy una cita la buscan. Así es que estamos trabajando en ellos, estamos haciendo todos los esfuerzos para tratar de llegar al mundo a través de medios masivos, a través de la Internet, a través de levantar esta señal. Estamos trabajando en ellos. Más también existe otra forma de llegar al mundo. Don Vicente lo mencionó. ¿Qué tipo de Biblia es usted? ¿Verdad? Tenemos otra manera de hacer público nuestras convicciones o convencimientos. Aquí Pablo le dice a Timoteo, en segunda de la Tima 3, verso 14, Pablo le dice a Timoteo, persiste tú en lo que has aprendido. La persistencia en nuestras convicciones hay que ver que influye en nuestro entorno. La persistencia en nuestras convicciones hay que ver que influye en nuestro entorno. El caso de Abraham es emblemático.
¿Se acuerdan cuando muere, Sara? ¿Se acuerdan cuando Abraham se pulta a Sara y pide una sepultura? Aquí sus vecinos le dicen a él, aquí en Genesis 23, verso 6. Oye, no, Señor nuestro, eres un príncipe de Dios entre nosotros. En lo mejor de nuestros sepulcros se pulta tu muerta. Ninguno de nosotros te negará su sepulcro, ni te impedirá que entierres tu muerta. Aquí la pregunta es, ¿cómo lo reconocieron como un príncipe de Dios? Aquí en la época de Abraham, Abraham vivió solo la fe. ¿Se imaginan tener una vida de más de 100 años y vivir solo la fe? ¿Vivir solo solitos la fe? Bueno, Abraham lo hizo. Abraham tenía a Dios, el Dios que nosotros creemos como su Dios y le respetaba y le adoraba. Y sus vecinos y amigos descubrieron en esas actitudes, en esos comportamientos que era un hijo de Dios.
La persistencia de nuestras convicciones expresadas, particularmente en los momentos críticos de nuestra vida, son herramientas muy poderosas a la hora de predicar el Evangelio. Sobre todo los momentos críticos, hermanos. Y la no persistencia en ellos es también una herramienta poderosísima a la hora de invalidar las lecciones del Evangelio. Así como nuestro ejemplo influye para bien, nuestro mal ejemplo influye para mal, tal cual. De hecho, la Escritura dice que acá vayamos a Romanos 2, en Romanos 2. Aquí Pablo, a los judíos que vivían en Roma, en el verso 17 dice, «Ei, aquí tú tienes el sobrenombre de judío y te apoyas en la ley y te glorías en Dios, y conoces su voluntad e instruido por la ley a pruebas lo mejor, y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas, autor de los inductos, maestros de niños que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la verdad. Tú pues que enseñas a otro no te enseñas a ti mismo». Estas son preguntas fuertes, sobre todo cuando uno siente que estas palabras le llegan a uno, ¿verdad?
Y todos los que predicamos tenemos esta doble responsabilidad. Dice, «Tú pues que enseñas a otro no te enseñas a ti mismo, tú que predicas que no seas de urtar urtas, tú que dices que no seas de adulterar adulteras, tú que abominas de los ídolos cometes sacrilegio, tú que te jactas de la ley con infracción de la ley de sonras a Dios, porque como está escrito el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros». No es solamente la doctrina la que se ve menoscabada, sino que es la fuente de quien dio esa doctrina.
Y por eso cuando una persona no es consecuente con lo que dice creer, entonces las personas no solo lo cuestionan a usted o a uno, también cuestionan a quien entregó la ley. Adiós.
Y de allí una doble responsabilidad. Todos los que predicamos tenemos esa doble responsabilidad.
Ahora, ¿alguno de ustedes no predica? La comisión, mis hermanos, que Jesucristo le dio a Su iglesia, es a todos nosotros. Todos predicamos de una u otra manera. Todos predicamos y todos tenemos entonces sobre nuestros hombros esta instrucción. Aprender a ser consecuentes con lo que decimos creer. Porque no solamente caemos en descrédito nosotros, caen descréditos Dios, a quien decimos que tememos. El ejemplo es una muy buena herramienta de predicación y bien vale la pena echar mano de ella, particularmente en los momentos críticos. Podemos hablar mucho acerca de Navidad y de cómo la Navidad es paganismo puro y de cómo esta última semana conforma la Saturnalia y podemos llenarnos de conocimiento a este respecto. ¿Y qué pasa si uno participa de ello? ¿Acaso le van a creer a usted? ¿Acaso no van a hablar de usted y de Dios a quien decimos temer? Y en todos los casos ocurre lo mismo. Si predico acerca de los mandamientos y no guardo los mandamientos, ¿qué clase de mensaje es ese? El mensaje sufre distorsión y descrédito. Así que esa es una de nuestras misiones. Ir al mundo y predicar, predicar de todas las maneras posibles, particularmente con el ejemplo, que le da fuerza a todo lo que nosotros hablamos. Más también la comisión no es solamente predicar el Evangelio al mundo, también hay que enseñar. Y en ese sentido el campamento de jóvenes es una excelente estrategia de preparación para la siguiente generación. Porque querámoslo no, ellos son la siguiente generación. Nosotros somos la generación anterior. Y por eso en el campamento intentaremos preparar a nuestros pueblos, a nuestros jóvenes, en la sana doctrina y también en las buenas costumbres que debe acompañar a la sana doctrina. Lo correcto hay que hacerlo correctamente. Intentaremos en una semana aportar un granito de arena en este sentido. Intentaremos en una semana servir a nuestros hermanos más pequeños, enseñándoles y dándoles algunas herramientas para poder enfrentar al enemigo que batalla en contra de nuestra. Ese es nuestro anhelo, entregarles herramientas. No es obligarlos, porque mi mami decía lo obligado no es cariño. Las cosas se tienen que hacer de corazón.
Si las cosas no se hacen de corazón, entonces uno no las siente y si no las siente, entonces no las vive y si no las vive, esto es toda una cadena. Vamos a entregar herramientas para que los jóvenes puedan enfrentar el mundo en el cual están viviendo. Un mundo con buls, un mundo peligroso, un mundo lleno de tentaciones, un mundo lleno de maldado. Y también intentaremos incorporar buenas y sanas costumbres. Wikipedia dice la palabra costumbre lo siguiente. Las costumbres son formas de comportamiento particular que asume toda una comunidad y que la distingue de otras comunidades. Eso es costumbre. Las costumbres son formas de comportamiento particular.
Y entonces la pregunta, ¿cuáles son las formas de comportamiento particular que debemos tener los cristianos? Servicio, amabilidad, compañerismo, recato, ¿verdad? El recato es algo de lo cual debemos trabajar en ello. Debemos trabajar en ello. Hay que trabajar en ello. Las buenas costumbres son universales y no están asociadas a un país en particular.
Y las malas costumbres también. Por ejemplo, no sé, voy a un nombre, un equis. ¿Verdad?
Robar es malo aquí y en la que habrá aquí. En el Islam también es malo robar. De hecho, los musulmanes cortan el dedo meñique y después la mano. Si a una persona lo pida, lo encuentran cometiendo una fechoría de aquellas. Las malas costumbres. Las buenas costumbres son universales, las malas costumbres también. De hecho, yo diría que las buenas costumbres son manifestaciones de la sana doctrina, las buenas costumbres son manifestaciones de la sana doctrina. Aquí en Hebreos 13 habla de que nuestras costumbres, Hebreos 13, verso 5, dicen, sean vuestras costumbres sin avaricia. ¡Contentos con lo que tenéis ahora! Porque él dijo, no te desempararé ni te dejaré. De manera que podemos decir confiadamente, el Señor es mi ayudador, no temeré lo que me pueda hacer el hombre. Nuestras costumbres deben estar sostenidas en estos principios. Las buenas costumbres cristianas tienen sí un factor o conducta de riesgo. Aquí en Primera de Corintios 15, 33, me voy a pedir cinco minutitos de este mensaje. Me voy a extender cinco minutitos más en este mensaje.
Las buenas costumbres tienen un factor o conducta de riesgo. Primera de Corintios 15, 33. No erréis las malas conversaciones, corrompen las buenas costumbres. Y entonces podríamos decir más también, podríamos decir, las buenas costumbres se fortalecen con las buenas conversaciones. Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. Las buenas conversaciones fortalecen las buenas costumbres. De allí que el campamento puede ser una excelente instancia para ahondar y crecer en la palabra, más también en las buenas costumbres. Buenas conversaciones, desarrollar buenas amistades, desarrollar el compañerismo, desarrollar el servicio, desarrollar el recato, desarrollar todas las cosas positivas en las cuales debiera estar concentrada nuestra mente. Se puede ser joven y se puede pasarlo bien y podemos ser felices sin toda cosa que pueda hacernos de caer espiritualmente. El campamento es una de nuestras estrategias de predicación y preparación para la nueva generación de creyentes. Quiera Dios, y ahí les voy a pedir a toda la congregación sus oraciones para que podamos desarrollar un excelente campamento 2016. Y también, quiera Dios darnos a todos la sabiduría para ser entregadores de una nueva versión del campamento juvenil año 2016. Buenas tardes a todos.