La clave del éxito

Es común que cuando se habla del éxito en cualquier ámbito de la vida, el foco de la conversación sea la parte agradable. Pero ¿Qué hay del proceso que conlleva al éxito? Mensaje entregado el 28 de julio de 2018.

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Una de las escrituras, en las cuales siempre caigo en cuenta a la hora de determinar o de decidir por un mensaje, es la escritura que está mencionado aquí en Lucas 12. Lo hemos mencionado en el pasado, pero no porque lo hayamos mencionado en el pasado deja de ser importante. Hay una indicación respecto a la predicación y todos los que tenemos la función de predicar nos vemos enfrentado sábado en sábado o bien ocasión en ocasión a decidir nos por un tema. Lo hemos conversado con con las personas que predican y lo hemos aprendido también a través de los años y lo hemos enseñado también en algunas ocasiones que una de las cosas más difíciles a la hora de predicar a una congregación es escoger el tema. Es una temas hay muchos. Incluso hay registros anuales donde uno puede encontrar temas pero no todos los temas son atingentes o son apropiados. Cada experiencia de predicación nos deja esta lección. ¿Cuál es el tema que la congregación necesita? ¿Cuál es el tema atingente para tal o cual momento? Y por eso los que tenemos esta función o asignación, como quiera usted entenderlo, repasamos y le pedimos a Dios inspiración para que nos muestre cuál es el tema para entregar cada ocasión que uno tenga la palabra. Aquí en Lucas 12 en esta parábola del siervo infiel, Pedro le pregunta a Jesús si esta parábola se la estaba diciendo a ellos o a otros o a los otros. Y aquí se los voy a leer, Lucas 12, verso 41. Entonces Pedro le dijo, Señor, dices esta parábola a nosotros o también a todos, y todos hemos estudiado este tema respecto de las parábolas que Cristo enseñaba a través de las parábolas y no para que todos entendieran sino que para que los que entendieran entendieran. ¿Verdad? Parece en trabalenguas, pero es así. ¡Verdad! Podemos dejar un dedo donde pero voy a leer primero acá esto, primero, mejor. Y dijo el Señor, ¿Quién es el mayor domo fiel y prudente al cual su Señor pondrá sobre su casa para que a tiempo les dé su ración? La Biblia del lenguaje Simpling incluso dice el Señor Jesús le respondió el sirviente responsable y atento esa quela quien el dueño de la casa deja encargado de toda su familia para que les sirva la comida a tiempo. Y aquí, como digo, todos los que tenemos la función de enseñar intentamos. Lo intentamos. Del corazón lo intentamos entregar el alimento espiritual y el momento necesario. Y como hemos mencionado Jesucristo enseñó por parábolas para enseñarnos a los que teníamos que entender las verdades que Dios ha programado enseñarnos. Es curioso, verdad, que cuando Cristo cuando le preguntaron a Cristo por qué les hablas por parábolas a las gentes. Jesucristo contestó algo que a veces o la primera vez que yo lo escuché lo encontré de lo más paradójico posible. Mente hablando. Aquí se los voy a leer. Mateo 13, verso 10. Mateo 13, verso 10.

Mateo 14, parábolas. Dice entonces acercándose los discípulos, le dijeron por qué les hablas por parábolas. Y la parábola es una herramienta que significa narración breve y simbólica de la que se extrae una enseñanza moral. Eso dice Wikipedia respecto de parábolas y En el verso 11 les dijo, porque a vosotros os he dado saber los misterios del reino de los cielos, más a ellos no les he dado. Eso es lo paradójico. Jesús Cristo le enseñó a las gentes que acudían a él en parábolas para que no entendieran. Cuando Wikipedia dice que la parábola es una narración brevisimbólica de la que se extrae una enseñanza moral, y Jesús dijo, bueno, esto yo lo hago para que no entiendan. O podríamos decirlo en el sentido positivo para que entiendan los que tengan que entender. Eso es algo que uno va aprendiendo o entendiendo con los años. Podríamos decir siempre entendemos porque Dios nos muestra las cosas. Entonces se los sigo leyendo. Dice verso 12, porque a cualquiera que tiene se le dará y tendrá más, pero al que no tiene, aún lo que tiene le será quitado. Por eso les hablo por parábolas, porque viendo no ven y oyendo no oyen ni entienden, de manera que se cumplen ellos la profecía de Isaías que dijo, de oído o iréis y no entenderéis. Y viendo veréis y no percibiréis, porque el corazón de este pueblo se ha engrosado y con los oídos oyen pesadamente y han cerrado sus ojos para que no vean con los ojos y oigan con los oídos y con el corazón entiendan y se conviertan y yo lo san. Jesucristo hablándole a su pueblo, revelándole una de las claves que entendemos en las escrituras. Nosotros entendemos que Jesús nos enseña a través de las parábolas porque nos sentimos parte de ese pueblo. Nosotros sentimos sinceramente que somos parte del pueblo de Dios. Ese pueblo, a quien Dios le ha abierto el entendimiento para que veamos lo que otros no pueden ver. Yo digamos lo que otros han anhelado él y no han oído. Porque las ideas, mis hermanos, hay que entenderlas desde la perspectiva espiritual. Como explicaba Pablo, las cosas hay que discernirlas desde la perspectiva espiritual. Podríamos incluso hacer a cápite todas las cosas, todas las experiencias que nosotros como cristianos vivimos siempre tienen una visión espiritual. Así como uno las vive en el mundo, uno las vive en la carne, pero hay que ver que todas las experiencias y todas las cosas que uno vive tienen una mirada espiritual. Y por eso cuando uno se hace la pregunta ¿cuál será el mejor tema a tratar hoy? Como les he mencionado, siempre el tema es algo que uno le pide a Dios, que le muestre. ¿Cuál será el mejor tema? Y a este respecto, el día de hoy en el Diario Austral de Valdivia apareció una editorial en la página 8 que dice Un éxito sin secretos. Y se los voy a leer.

El trabajo de bienvenido front al frente del remo chileno ha facilitado el notable crecimiento de la disciplina. El más mediático de los deportes, el fútbol, es permanentemente noticia por los encuentros y los desencuentros entre los hinchas y los directores técnicos de los equipos de sus amores, especialmente cuando se trata de profesionales e extranjeros. Los últimos años, especialmente se han caracterizado por auténticas teleserios protagonizadas por entrenadores a cargo de los principales planteles del país, quienes deben convertirse en aventajados equilibristas para mantenerse en sus cargos y además en acorazados humanos para soportar las andanadas de todo calibre en su contra en cuanto no asoma alguna debilidad de su parte o cuando el capricho colectivo decide ponerlos en la mira. Afortunadamente hay disciplinas donde los encargados pueden hacer su amor con la mínima tranquilidad que la actividad soporta y cuyos trabajos pueden ser desarrollados dentro de plazos concienzudamente propuestos, porque no existe la presión del resultado instantáneo ni la presencia de intolerantes deseosos de imponer sus puntos de vista a cualquier precio. Es en un deporte muy identificado con Valdivia, el remo se ha observado en los últimos años la aparición de los frutos del trabajo que desarrolla el técnico catalán Bienvenido Front, que ya ha entregado diversas satisfacciones a Chile, pero que todavía se encuentra en una etapa de crecimiento, como lo demuestra el nivel de los dos esportistas nacionales que se encuentran compitiendo en el campeonato mundial Sud 23, en donde, dicho sea de paso, hay algunos muchachos que son de Valdivia que están participando en este evento y en donde, en los últimos años, en particular en Cochabamba este año, Chile sacó una enorme cantidad de preseas históricas. Nunca ha habido ganado tantas preseas de oro ni de plata como en los últimos juegos. Y esto, dice aquí, por el trabajo sin concesiones, el trabajo sin concesiones que se ha llevado a cabo en los últimos años. Dice aquí, conocido por su carácter exigente y por sus métodos rigurosos, quienes se han hecho sus cercanos, son los más satisfechos con la decisión que en su momento se tomó para dejarlo al frente de las selecciones nacionales, ya que ha terminado por formar una generación de bogadores convencidos de que solamente el trabajo sin concesiones es el que lleva a la conquista de las metas. El trabajo sin concesiones. Y en la última entrevista que le hicieron el 31 de mayo del 2018, al ser consultado por qué se obtuvo este notable paso por la Laguna de Angostura y los secretos del éxito, Frón, bienvenido, se emociona, guarda silencio, respira profundo y responde. No lo sé. Lo que sí sé es la clave del fracaso, porque eso sí lo he vivido. Y a mí me veñó la atención que un hombre que está cosechando una enorme cantidad de éxitos abre del fracaso.

Las claves del fracaso. Habrá claves para el fracaso. La palabra fracaso, Wikipedia lo define así, resultado adverso en una cosa que se esperaba sucediese bien. Esa es la primera, la primera acepción. La segunda, suceso, adverso e inesperado. Hay claves para el fracaso. Definitivamente, claro que hay claves para el fracaso. No obstante, hay algo que debo decir en cuanto al fracaso, o los fracasos. ¿Sabían ustedes que una de las claves para el éxito está dada por el fracaso?

Habían pensado en eso alguna vez. Es algo curioso y casi paradójico. La clave del éxito está en el fracaso. Aquí en aritzurresti.com del 2013 hace la siguiente pregunta. ¿Sabías que el fracaso es una de las claves del éxito? En esta época de evolución vertiginosa y cambios de paradigmas, es preciso romper con muchas ideas erróneas sobre el éxito y el fracaso que dificultan en logro de nuestras metas. El miedo al fracaso que se nos ha inculcado desde niños en el entorno en el que vivimos es responsable de que muchas personas se queden paradas, atenazadas por el miedo a que algo salga mal. Al pánico a cometer un error con el que tantas veces se nos reprocha desde edades muy tempranas. A todos nos ha pasado muchas veces que ante una situación de riesgo a fracasar nos quedamos bloqueados. Eludimos tomar decisiones, evitamos responsabilizarnos y nuestros proyectos se quedan en el aire por el miedo al fracaso. Cuando leí esta columna, no pude dejar de pensar en el tema de este mensaje. Las claves del éxito, las claves del éxito están dadas por los fracasas.

A la manera de Dios, Dios toca los temas del éxito y del fracaso, no como en el mundo. En el mundo se suele enfatizar en el logro personal. En el mundo se suele personalizar los éxitos. Se suele hablar que la persona es exitosa porque es trabajadora, porque es inteligente, porque es formidable, porque hace la vega, porque ha un montón de situaciones. Sin embargo, Dios no piensa así. Dios dice que el éxito y el fracaso nos ocurren a todos en diferentes etapas de la vida y bajo diferentes circunstancias de la vida. Dios dice que tiempo y ocasión nos acontecen a todos. Eso es lo que Dios dice. Dios dice, mire, éxito, sí, a veces en su vida usted va a tener éxitos, pero algunas otras veces usted va a vivir fracaso. También aquí en Ecclesiastes 9, en Ecclesiastes capítulo 9, la escritura dice lo siguiente, Me volví y vi debajo del sol que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aún de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor, sino que tiempo y ocasión acontecen a todos. Esto es una verdad de vida, es una verdad de vida. No depende de los ligeros la carrera, no depende de los elocuentes encontrar favor frente a una tercera persona. Y en el versículo 12, además Dios dice que el hombre no suele ver el tiempo malo, porque no se da cuenta que está viviendo un tiempo malo. Vean lo que dice el versículo 12, porque el hombre tampoco conoce su tiempo como los peces que son presos en la mala red, esas grandes redes que capturan sardinas, que a propósito las sardinas cuando se ven desde el alto cielo actúan como un solo ser. Se mueven al unísono y cuando se ven de lejos, a veces se confunden como si fueran un solo gran pez, cuando en realidad son miles de pequeños peces que se mueven por las aguas al unísono. Y entonces cuando son atrapadas por una gran red, bueno, a veces esa red está rota, pero ellos no lo saben. Y dice aquí, siguiendo el versículo, y como la sabes que se enredan en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo, cuando cae de repente sobre ellos el tiempo malo. La clave está no en pensar y concentrarse en el tiempo malo, porque tiempos malos siempre van a existir, así como hay tiempos buenos.

Lo que uno debe pensar es que hay veces que los tiempos malos llegan y uno no puede intervenir en aquello. A veces nos vemos enfrentado a situaciones que no dependen de nosotros, algunas veces sí dependen de nosotros, pero otras veces no. Por ejemplo, esta semana o dijéramos el día de ayer, hay una gran cantidad de personas que han vivido una frustración, una frustración. ¿Sabían ustedes que el día de ayer hubo un evento cósmico el más grande del último siglo y también podríamos decir el más grande de nuestro siglo XXI? En los últimos 100 años no estaban alineados el sol, la luna y la tierra de manera de poder ver lo que se conoce como esta luna roja y que hay algunos que han llamado la luna de sangre. ¿Verdad? Uno puede pensar durante esta semana o durante estos meses previos cuántas personas hicieron proyecciones a este respecto. Yo me imagino porque este era un evento que se podía ver desde Santiago, seis minutos, seis minutos solamente, pero había un despliegue de recursos, los astrónomos. Yo no pienso también hay restaurantes que son astronómicos aquí en Santiago de Chile, aquí en el trajón del Maipo, de hecho hay un restaurante así. Estaban con la expectativa de ver un evento único, pero amaneció nublado ayer. El jueves estuvo despejado, pero el bien estuvo nublado, con una lluvizna permanente que duró durante todo el día y que no permitió a los santiaginos ver aquí el evento. Y entonces uno se hace estas preguntas. Hay situaciones en las cuales uno no puede intervenir y aunque se hubiese llenado usted de tremendas expectativas a este respecto, bueno, hay situaciones que no dependen de usted. Y uno, por supuesto, enfrenta la situación y puede sentirse apenado porque usted tenía la expectativa de tomar, por ejemplo, esta famosa fotografía de la Luna Roja. Habría sido espectacular tener una fotografía o ver a Mateo porque también es el otro evento que ayer ocurrió en nuestro o con nuestro planeta. Que Mateo es el planeta que iba a estar muy cerca de la tierra, cosa que nunca se había visto en siglos y que se iba a ver de una manera extraordinaria. Pero yo vió y estuvo nubladito durante todo el día, así es que las fotografías que tenemos de aquellos planetas, o sea, de aquel planeta ni de la Luna Roja, la tenemos a través de terceros que han tenido la fortuna de poder ver esta situación. Entonces, como digo, mire, si se enfrenta a este problema, uno se puede sentir entristecido, pero no deprimido. ¿Verdad?

Ahora bien, no es lo mismo cuando las circunstancias dependen de ustedes. Ahí ya las cosas son distintas. Hay un aspecto que sí depende de uno, cuando uno enfrenta un problema. ¿Cuál es ese aspecto que depende de uno a la hora de vivir tal o cual circunstancia? El aspecto que depende de uno va a hacer cómo va a enfrentar usted el problema. Porque problemas siempre van a haber, siempre van a haber problemas. Lo que hace la diferencia entre un problema y otro es cómo enfrenta usted el problema. ¿O cómo ha aprendido usted a vivir un problema? Y como digo, volvamos al tema de este mensaje respecto del fracaso. ¿Cuáles son los consejos a la hora de aprender de un fracaso? Primero que nada, hay que tener presente que el fracaso es una realidad. Es una realidad. Hay que ser realista en este punto. Lo ideal sería no fracasar. ¿Verdad? Eso sería lo ideal. Pero la realidad es que con cierta frecuencia fracasamos. O sea, las cosas nos salen como uno las planeó.

Por ejemplo, por ejemplo, ejemplos bíblicos hay varios. Por ejemplo, Pedro le dijo a nuestro señor, Jesucristo, en un día de Pascua, que siempre estaría con él. Siempre. Vayamos a esta escritura Mateo 26, verso 30. Mateo 26, verso 30. Uno piensa en el contexto, ¿verdad? Estaban, habían guardado recién Pascua. Se habían lavado los pies, habían comido del pan y había bebido el vino. Y Jesucristo les había entregado un mensaje formidable respecto de su relación de Jesucristo con el Padre y de la relación de Él con sus discípulos. Y Pedro allí liberaba, lideraba a aquel grupo. Pedro tenía una manera de ser y de liderar. Y entonces aquí en Mateo 26, en el verso 30, de hecho me parece tan interesante esta escritura. Precisamente esta escritura es la escritura que nosotros leemos cuando terminamos Pascua, todos los años. Con esta escritura del verso 30 nosotros cerramos Pascua porque cantamos un himno y cuando hubieron cantado el himno salieron al monte de los olivos. Entonces Jesús le dijo, todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche, porque escrito está, heriré al pastor y las ovejas del rebaño serán dispersadas, pero después que haya resucitado y deriré delante de vosotros a Galilea. Respondiendo Pedro le dijo, aunque todos se escandalizan de ti, yo nunca me escandalizaré. Esta es la expectativa que tenía Pedro. Mire, eso lo puede decir usted, señor Jesucristo, miren de todos estos que están aquí en el labio de los otros días, porque ya jugando estaba. Usted puede decirlo aquí, de estos, pero no de mí, no de mí. Yo soy Pedro y yo les digo a usted, mirándolo los ojos, yo no me voy a escandalizar a usted. Dice, verso 35, Pedro le dijo, aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo. Pero, pero la escritura menciona lo que pasó. Una cosa es desear, una cosa es planear, una cosa es hipotetizar respecto de cómo me voy a comportar. Otra cosa muy distinta es cuando uno enfrenta una situación. Mateo 26, verso 69, en el mismo capítulo, al final del capítulo.

Pedro estaba sentado fuera en el patio y se le acercó una criada diciendo, tú también estabas con Jesús, el Galileo. Mas, él negó delante de todos diciendo, no sé lo que dices. Saliendo él a la puerta le vio otra y dijo a los que estaban allí. También éste estaba con Jesús, el Nazareno. Pero él negó otra vez con juramento, no conozco al hombre. Verso 73, un poco después acercándose, los que por allí estaban dijeron a Pedro, verdaderamente, también tú eres de ellos, porque aún tu manera de hablarte descubre. Y ¿qué hizo Pedro? ¿no encontró mejor cosa? Empecé a mal decir y a jurar, no conozco al hombre. Y enseguida cantó el gallo. Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús que le había dicho antes que cante el gallo, pero me negará tres veces y saliendo fuera lloró amarganmente.

Este es un fracaso desde el punto de vista espiritual, definitivamente. Definitivamente, como que no Pedro no solamente negó a Cristo, mintió y no solamente mintió, maldijo, que son palabras bastante fuertes.

Otro caso es un caso que don Marcelo mencionó hace un momento atrás, el caso de Juan Marcos. Juan Marcos vivió una experiencia en un viaje misionero con Pablo. Acá se los voy a leer, se los voy a leer, hechos 12.

En el versículo 11, versículo 11 dice, entonces Pedro volviendo en sí cuando una vez que Pedro una vez que Jesucristo, una vez que pasa la fiesta de Pentecostés, por decirlo de alguna manera, para contextualizar. Pedro fue un líder poderoso y portentoso y podríamos decir, se validó ante sus hermanos, ante el pueblo y también ante Dios en su relación. Y Pedro vivió lo que han vivido todos los hombres de Dios a través de la historia, el ser perseguido, el ser enviado a prisión, en este caso el fue liberado en forma milagrosa. Y entonces Pedro volviendo en sí dijo, ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel y me ha librado de la mano de Herodes y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba. Ya viendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos olando. Así es que aquí esta es la primera mención que hace el Línguos de los Hechos de Juan Marcos, que era un hombre, un discípulo que se congregaba y que en la casa de su mamá se congregaban miembros. Pero en un viaje misionero con Pablo, aquí en Hechos 13, verso 13, Hechos 13, verso 13, un poco más adelante, habiendo zarpado de papos, Pablo y sus compañeros arribaron a Perje, de Panfilia, pero Juan, apartándose de ellos, volvió a Jerusalén. Uno se pregunta, bueno, ¿qué habrá pasado allí? La escritura es muy espueta, no dice nada. ¿Qué habrá pasado allí? El famoso Juan Marcos los acompañó en un viaje, pero abandonó el viaje, nos abandonó. Una podría decir quizás no aguantó el tranco, quizás la forma de trabajo que tenía Pablo era una forma difícil de sobrellevar, quizás uno no sabe. La cosa está, hay que Juan Marcos los abandonó. En el verso 36, en el verso 36, 15, no, hecho 15, verso 36.

La escritura relata dice, después de algunos días, Pablo dijo a Bernabé, volvamos a visitar a los hermanos en todas las ciudades en que hemos anunciado la palabra del Señor para ver cómo están. Verso 37, y Bernabé quería que llevacen con sigo a Juan el que tenía por sobrenombre Marcos, pero a Pablo no le parecía bien llevar con sigo al que se había apartado de ellos desde panfilia y no había ido con ellos a la obra. Humanamente hablando, la duda de Pablo era razonable. Uno piensa, el que falló una vez desde el punto de vista humano, ¿qué es lo que uno piensa como humano? El que falló una vez, falló otra vez. Así pensamos nosotros. Pero, como muy bien mencionaba Don Marcelo hace un momento atrás, Bernabé no pensaba así. Bernabé no pensaba así. Y por eso es que tuvieron una pequeña divergencia, una pequeña discrepancia. Pablo y Bernabé. Y aquí el verso 39 dice, y hubo tal desacuerdo entre ellos que se separaron el uno del otro. Bernabé tomando a Marcos navegó a Chipre y Pablo escogiendo asilas salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor y pasó por Siria y Silicia confirmando a las iglesias. Ahora bien, si pensamos en el accionar de estos hombres de Dios, la pregunta que uno se hace aquí es, ¿quién actuó bien? ¿Qué os fracasó aquí en este relato exactamente? Bueno, dice Juan Marco, ve lo que fracasó. Él porque él nos abandonó. ¿Están seguros ustedes de ese análisis? El mismo Pablo enseñó años más tardes que cuando uno tiene diferencias irreconciliables, el mismo Pablo dice, es una falta tener diferencias irreconciliables entre hermanos. El mismo Pablo, no obstante, pasaron bastantes, varios años, porque el relato de los hechos fue escrito más o menos en el 40 de nuestra era y el relato que voy a leerles a continuación, que es de segunda de Timoteo 4, en el verso 9, fue escrito más o menos en el 58, 59 de nuestra era, habían pasado así como unos 15 años, 18 años. Y Pablo le dice a Timoteo, procura venir pronto a verme, porque Demas me ha desamparado.

Verso 10, segunda de Timoteo 4, verso 10.

Verso 9 y 10, procura venir pronto a verme, porque Demas me ha desamparado, amando este mundo y se ha ido a Tesalónica. Cresente fue a Galacia y Tito a Dalmasia. Zoro Lucas está conmigo, toma a Marcos y traele contigo, porque me es útil para el ministerio.

La historia muestra que Pablo también aprendió de sus fracasos, porque cuando uno se pregunta quién fracasó allí al aceptar o no aceptar a Juan Marcos, ¿quién fracasó espiritualmente hablando? Bueno. La historia muestra que Pablo aprendió de su historia también. Así que a la hora de visualizar los fracasos en cualquier área, pero en particular, en el área espiritual que hemos mencionado no es lo ideal. Lo ideal desde el punto de vista espiritual sería que ninguno que lo que está aquí fracasara y que no fracasara nunca, pero los fracasos espirituales son una realidad, son una realidad, forman parte de nuestra vida. Y por eso, lo segundo a tener en cuenta a la hora de visualizar los fracasos es que los fracasos son del pasado, no del presente, ni menos del futuro. ¿Se imaginan ustedes iniciar una guerra pensando que uno va a perder la guerra? Y que uno va a iniciar la guerra porque uno está enojado nada más, porque es malo. ¿Se imaginan eso? La misma escritura dice, aquí en Lucas 14, verso 31. La misma escritura hace este análisis.

¿Qué rey al marchar a la guerra contra otro rey no se sienta primero y considera si puede hacer frente con 10.000 al que viene contra él con 20.000? Y si no puede hacerle frente, cuando el otro está todavía le envía una embajada y le pide condiciones de paz. Nadie inicia un proyecto pensando que ese proyecto va a fracasar, sabiendo que ese proyecto va a fracasar. Todos iniciamos un proyecto, un proyecto de vida como podría hacer, por ejemplo, un matrimonio o como podría hacer, por ejemplo, la vida espiritual. Todos iniciamos ambos proyectos pensando en que esos proyectos van a ser un éxito, por supuesto que sí, sino lo lógico sería no hacer pacto, ni con Dios, ni con los hombres. Así es que, por eso digo, los fracasos mis hermanos están en el pasado. Los fracasos son del pasado.

Es bueno mirar hacia atrás, pero no para criticarnos o pensar en qué pasaría si hubieras hecho las cosas diferentes. Porque esto es un análisis que uno puede hacer, ¿verdad? Si mi abuelita no estuviera muerta, aún estaría viva. Eso lo hemos dicho todos, al menos, al final de la semana. Y, por eso, no sé si lo que se puede hacer es hacer un análisis. Si mi abuelita no estuviera muerta, aún estaría viva. Eso lo hemos dicho todos, alguna vez. Empezar a pensar y si Adán no hubiera pecado. Y si Eva hubiese resistido la tentación. Y si, bueno, pero eso ya no fue pues. Eso ya pasó.

En consecuencia, cuando uno mira los fracasos, los fracasos son del pasado. Están en el pasado. El camino del cliente es el camino de las segundas oportunidades. ¡El camino del cliente es el camino de las segundas oportunidades! David tuvo su segunda oportunidad. Pedro tuvo su segunda oportunidad. Pablo tuvo su segunda oportunidad. Juan Marcos tuvo su segunda oportunidad. Si nos arrepentimos genuinamente, todos tendremos una segunda oportunidad. Piensen ustedes, los judíos que participaron de la muerte de nuestro Señor Jesucristo, tuvieron también su segunda oportunidad. Y aquí estamos hablando de asesinato de Cristo. Vayamos allá, hechos 2, verso 36. Hechos 2, verso 36. Aquí Pedro, inspirado por el Espíritu Santo de Dios, en ese día de Pentecostés, dando un mensaje poderosísimo y portentoso. Ese mismo hombre que días atrás había negado a Cristo tres veces. Ese mismo hombre, pero ahora por inspiración, da una prédica tremenda y poderosa. Uno piensa yo a veces, reflexiono y trato de ponerme en el lugar de Pedro. ¿Con qué cara Pedro se presentó ante sus hermanos después que hubo negado a Cristo tres veces? ¿Ustedes creen que no se supo? ¿Ustedes creen que Pedro negó a Cristo tres veces? Y ninguno de los discípulos que estaban por ahí cerquita escucharon y se dieron cuenta. ¿Ustedes creen que no? Bueno, si ustedes creen así, viven en un mundo diferente al que vivo yo. Porque cuando uno se relaciona con hermanos de una fe, nuestras relaciones van perdiendo esas murallas que hay, por ejemplo, con nuestros vecinos. Mi vecino con suerte sabe mi nombre, pero mis hermanos no, mis hermanos me conocen y yo los conozco o creo conocerlos a un número importante de los que estamos aquí. Y cuando tenemos este tipo de relaciones, uno sabe cuando los hermanos están pasando por alguna dificultad de cualquier índole. Y no es que uno sea un metido, es que uno se entera. Si uno sabe que un hermano está viviendo una dificultad, claro que uno está con ellos. Como mencionaba hace un momento atrás, uno se conduele cuando el hermano sufre. Y uno se alegra cuando el hermano está alegre. ¿Cómo que no? Alegrarnos por el éxito de algunos de nuestros muchachos. ¿Por qué no nos va a alegrar? Claro que sí. Bueno, Pedro aquí en el día de Pentecostés, él separa y frente a sus hermanos, él predica. Y Pedro, inspirado por el Espíritu Santo, allí ya no tuvo ningún miedo en expresar lo que él pensaba. Respecto no de las personas que estaban en el templo, sino de todas las que participaron en el caso de Jesucristo. Y en el verso 36 dice, sepa pues ciertísimamente toda la casa de Israel, que a éste Jesús, aquí en vosotros, crucificasteis. Y aquí no es solamente, mira, una mujer le dice, mira tú andás con el Galileo, no, no, yo no andaba con el Galileo. Aquí ya Pedro dice, no, no señor, mire, ustedes mataron, ustedes crucificaron. Y aquí estos hombres, al escuchar esta palabra, se compungieron de corazón y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles, varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo, arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados y recibiréis el don del Espíritu Santo. Esos israelitas que participaron abiertamente en la muerte de nuestro Señor Jesucristo también tuvieron su oportunidad. El camino del creyente es un camino de segundas oportunidades y es un camino de segundas oportunidades porque la Escritura dice que Dios cuando perdona olvida se había puesto a pensar en aquello, porque no es, ¿por qué no decimos que Dios o que el camino del cristiano es un camino de segunda, de tercera, de cuarta y de quinta y de sexta oportunidades? ¿Por qué es un camino de segundas oportunidades? Porque cuando nosotros nos hemos arrepentido genuinamente, Dios nos perdona y también olvida. Vayamos a esta Escritura. Mi quea 7. Mi quea 7. Mi quea 7. Verso 18.

Dice aquí que Dios como tú que perdona la maldad y olvida el pecado del remanente de su heredad. ¿Ve? Perdón y olvido. No retuvo para siempre su enojo porque se deleita en misericordia. Él volverá a tener misericordia de nosotros, sepultará nuestras iniquidades y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados. El camino del creyente es un camino de segundas oportunidades. Dios siempre nos está dando una nueva oportunidad. Y por eso en los fracasos uno aprende lo que nunca que yo que iba a aprender. En el fracaso uno vive un tiempo excelente para reflexionar. De hecho yo he llegado a pensar que es en los momentos críticos de nuestra vida o cuando más reflexionamos.

De hecho uno aprende más en un fracaso espiritual que en un éxito espiritual. Puedes estudiar y memorizar hechos durante todo el día, pero no hay nada que se compare con el aprendizaje que proviene de la experiencia personal. El fracaso es solo una parte de la vida. La clave es cómo tratar con él. Por ejemplo, los salmos más profundos de David se dan a la hora de la reflexión por el fracaso espiritual que él vivió en primera persona. El salmo 51 es un salmo formidable.

Es un salmo que a uno le llega al corazón. Y ese salmo David lo escribe después que se llegara a ver a ver la esposa de Urias. Vayamos allí un par de versículos. Salmo 51. Y dice aquí... Incluso la versión valera trae un acápite o un subtítulo si ustedes quieren. El salmo 51 que dice al músico principal salmo de David cuando después que se llegó a saber vino a él Natán el profeta.

David compone este salmo en esa circunstancia de un profundo arrepentimiento ante una dolorosa verdad. Cuando Natán le dice tú eres aquel hombre y David dice sí yo soy. Yo he pecado. Y entonces aquí David le plantea a Dios lo siguiente.

Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia. Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad y límpyame de mi pecado porque yo reconozco mis rebeliones. Y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado y he hecho lo malo delante de tus ojos para que seas reconocido justo en tu palabra y tenido por puro en tu juicio. David reflexiona y cae en esta profundidad espiritual. A mí siempre me ha sorprendido este salmo por la profundidad espiritual. No estamos hablando de intelectualismo, hermanos. Estoy hablando de profundidad espiritual.

David logra reconocerse como pecador y logra entender que Dios lo puede perdonar, aún a pesar de sus pecados. Y lo puede transformar, no solamente perdonar, sino que transformar. Así es que cuando uno analiza nuestros fracasos, podemos llegar a estas conclusiones. Y tercero, a la hora de visualizar un fracaso, es bueno intentar aprender de otros que han vivido experiencias similares. Lo que yo he visto con los años es que se puede aprender de otros que han vivido experiencias similares.

Aquí en Primera de Corintios, en Primera de Corintios, en Primera de Corintios, en Primera de Corintios, en Primera de Corintios 10, verso 1. Pablo, a los hermanos en Corinto, les dice, porque no quiero hermanos, y que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube y todos pasaron el mar, y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de la roca espiritual de la nube y de la nubia, y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos comieron la misma bebida espiritual, porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo, pero de los más de ellos no se agradó Dios, por lo cual quedaron postrados en el desierto.

Más estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que nosotros no codiciemos cosas malas como ellos codiciaron. Que uno puede aprender de la experiencia de nuestros padres. Uno puede hacer las cosas, aprendiendo de lo que está escrito de ellos. Dice aquí, ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito, se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar. Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día 23.000.

Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron y perecieron por las serpientes. Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron y perecieron por el destructor. Y estas cosas les sucedieron como ejemplos, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. Así que, el que piense estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana, pero fiel es Dios que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también, juntamente con la tentación, la salida para que podáis soportar.

El aprendizaje a través de las historias de otros que lo han logrado. O por lo menos, que han pasado por situaciones similares, nos pueden ayudar a enfrentarnos, ante nuevas circunstancias, y también, aprender de nuestra historia pasada. Por último, a la hora de visualizar el fracaso, hay que aprender a sacar conclusiones respecto del mismo. Uno de los consejos es, vuelve atrás, y evalúa cuándo y por qué se produjeron los descensos de esfuerzo. Identifica cuándo te sientes desmoralizado o desmotivado, y qué circunstancias externas los desencadenan.

Esto te permitirá anticipar este tipo de eventos y planificar cómo lo puedes superar. En ese sentido, sí podemos visualizar el fracaso. Analizando por qué falló uno. Siempre hay situaciones de riesgo, pero también hay conductas de riesgo.

Son dos cosas distintas. La situación de riesgo es algo externo. La conducta de riesgo es algo interno. Y los fracasos a nivel, o a este nivel, al nivel espiritual, estamos hablando, nos pueden permitir vivir de una manera diferente.

A veces uno piensa que las circunstancias de la vida son hechos casuales, que ocurren porque vivimos en una casualidad permanente. Todo es casualidad. Salgo a la calle y todo es casualidad, que un vehículo venga en forma abrupta y me insulte. ¿Mera casualidad?

¿Todo es casualidad? No es así. No es así. Para Dios no existen las casualidades. Todo lo que vivimos, hermanos míos, Dios lo ha programado así. Y en consecuencia, si miramos las cosas desde esta perspectiva y nos salimos de nuestra vida diaria y empezamos a ver que uno vive circunstancias y vive situaciones en las cuales somos probados. ¿Cómo vamos a reaccionar? Si usted en el pasado ha sido de difícil trato, puede que sea la oportunidad de tener buen trato. Si usted en el pasado ha sido débil frente a una innumerable cantidad de situaciones, la situación que usted está viviendo en el presente, tal vez es una oportunidad para que no sea usted débil.

Cada fracaso es una fuente de aprendizaje invaluable. En particular, si aprendemos las lecciones que Dios quiere que aprendamos. Quiera Dios darnos. Y esto yo siempre lo digo, quiera Dios darnos, pero en realidad Dios siempre quiere darnos. Por eso cuando uno dice quiera Dios darnos, ponen tela de juicio a aquello, pero no Dios siempre quiere darnos la sabiduría, el discernimiento y el valor para aprender y sacar lecciones de nuestros fracasos.

Para que entendamos que en nuestra vida espiritual, la clave del éxito, está en aprender a superar los fracasos. Buenas tardes a todos.

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Nació y se educó en el sur de Chile. Kinesiólogo de profesión se desempeñó como tal además de Anciano Local hasta el 2010. Pastoreó Chile y Argentina hasta principios del 2022. Ahora vive en Valdivia junto con su esposa María Albarrán asistiendo al Sr. Marcelo Saavedra.