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La semana pasada repasamos esta escritura de Gálatas 6, que nos sirvió de introducción al tema que fue tomado la semana pasada en Gálatas 6. El sermón de la semana pasada se inició así. No os engañéis. Dios no puede ser burlado. Es todo lo que el hombre sembrare. Eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción. Más el que siembra para el espíritu. Del espíritu segará vida eterna. No nos cansemos pues de hacer bien porque a su tiempo segaremos si no desmayamos. Esa fue la escritura introductoria de la semana pasada. Hablamos de respecto que la vida espiritual de todos requiere para su progreso y para su desarrollo de inversiones espirituales. Hicimos esta analogía. El que siembra trigo, al final de la temporada lo que espera cosechar es trigo. Ningún agricultor podría pensar que si siembra papas va a producir trigo. O si siembra manzanas va a producir ese árbol de manzanas, va a producir peras. Eso es algo una incongruencia, así también a nivel espiritual.
Si se siembra espiritual, la cosecha es espiritual. Y si uno siembra para lo carnal, la cosecha es carnal. Uno no puede pensar que sembrando en carnalidad va a producir espiritualidad.
Eso fue lo que conversamos la semana pasada. Y también hablamos respecto que para que haya crecimiento, una fórmula para trabajar el crecimiento es despedregar.
Sacar las piedras que obstruyen nuestro crecimiento. La idea del progreso espiritual está ampliamente explayado en las escrituras. Las escrituras nos instan a que los cristianos trabajemos en lo espiritual para que progresemos en lo espiritual. Y la semana pasada tocamos este tema apuntando a que debemos sacar las piedras espirituales.
Hoy día vamos a hablar respecto de los facilitadores en el desarrollo del espíritu.
Así como hay obstrucciones para el desarrollo, las piedras, se acuerda que mencionamos. Acá esta escritura de... vamos a ver... la razón que a veces la razón nos juega en contra. Aquí tengo una escritura al respecto en Romanos 1-21.
Mentionamos la semana pasada cinco obstrucciones, cinco piedras que pueden hacer que nuestras raíces espirituales se vean entorpecidas. Una de ellas fue mencionar a veces la razón obstruye. Bueno, aquí en Romanos 1-21 tengo aquí una escritura hablando de los hombres en el mundo.
Dice, aquí, pues, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos. Aquí dice, y su necio, corazón, fuente nebrecido. Creyendo ser sabios, se volvieron necios. A veces, la razón. La razón nos juega en contra. Una pregunta, ¿cuántas personas inteligentes creen en Dios? O podríamos hacer la pregunta desde la otra perspectiva, ¿verdad? ¿Cuántas personas inteligentes en el mundo no creen en Dios?
Es uno lo ve todos los días. Todos los días uno se encuentra con personas que, en su raciocinio, no logran ver a Dios. Y Pablo, aquí en Romanos, les estaba hablando, a los romanos, diciéndole, mire, Dios, las pruebas de que Dios existen son abrumadoras. La naturaleza habla por sí sola. El universo habla por sí solo. Los millones de estrellas hablan por sí solas. Pero el mundo que investiga las estrellas, que investiga la naturaleza, suele no creer en Dios. Y empiezan a decir, bueno, mire, esto fue producto de la casualidad.
Algo pasó, y no explican qué es ese algo, pero algo pasó y todo surgió. Miren, el verdor de las plantas, el azul del cielo, todo surge de una manera espontánea. Pero hay alguna causa. No mire, pero eso es producto de la sar. Hay otros planetas en otras partes, y aquí ustedes pueden ver, los científicos de la NASA siguen investigando, buscando otro planeta parecido a la Tierra. Bueno, el ser humano la razón, la razón del ser humano.
Otro obstáculo que mencionamos la semana pasada, los pecados. Los pecados obstaculizan nuestra relación con Dios.
Aquí, Isaías 59-1.
Dice la Escritura, que no se ha cortado la mano del eterno para salvar, ni se ha agravado a su oído para oír, pero vuestras iniquidades han hecho división. Los pecados obstaculizan nuestra relación con Dios. Son una piedra, verdad, que hay muy grande, que puede a veces hacer que nuestra vida espiritual, nuestro crecimiento, se vea allí entorpecido. A veces es Satanás y sus huestes, que se alzan y obstaculizan nuestra relación con Dios. Eso la Escritura lo menciona muchas veces. Nosotros, hermanos, no tenemos lucha contra carne y sangre. Si no, como dice Efecio 612, si no contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Nosotros vivimos luchas espirituales todos los días. A veces uno es más consciente de estas luchas espirituales, otras veces es más inconsciente de estas luchas espirituales. Pero las luchas espirituales, las batallas, el cristiano, todos los días. También mencionamos que las raíces de amargura a veces no nos dejan crecer.
Ebreos 12.15 dice aquí, mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios, que brotando alguna raíz de amargura os estorbe, y por ella muchos sean contaminados. A veces, a veces las raíces de amargura. Y dice aquí brote alguna raíz de amargura, nascas alguna raíz de amargura. Se ha mencionado que las raíces de los árboles son capaces de penetrar las rocas más duras. Tienen una sustancia química en los extremos que cataliza y rompe cualquier tipo de sustancia. Y por eso aquí hay que tener tanto cuidado con el trabajo que damos a las raíces de amargura. Hay que sacar las raíces de amargura porque las raíces de amargura obstruyen nuestro crecimiento. También mencionamos la Escritura de Primera de Pedro 3.7, que dice claramente, que una mala relación con Yugal obstaculiza nuestras oraciones.
Y si obstaculiza nuestras oraciones, nuestra relación con Dios se ve obstruida. Aquí está Primera de Pedro 3.7, dice vosotros maridos. Igualmente vivir con ellas, con las esposas, sabiamente dando honor a la mujer como abazo más frágil y como acoherideras de la gracia, de la vida para que vuestras oraciones no tengan estorno. Así es que aquí están estos cinco puntos que mencionamos, estas piedras que obstaculizan o que pueden obstaculizar nuestro desarrollo espiritual.
Y hoy día vamos a hablar entonces de los facilitadores para el crecimiento espiritual. Es interesante que la Escritura una y otra vez nos inste a que crezcamos espiritualmente.
La Escritura una y otra vez reitera la necesidad que tienen los cristianos, que tenemos los cristianos de crecer. Acá vamos a tocar algunas escrituras al respecto. En Segunda de Pedro 3.18, por ejemplo. La Escritura dice, antes bien, crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A ver, sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Una escritura que dice crecer en la gracia y el conocimiento. Otra escritura en Santiago 5.7.
Dice, por tanto, hermanos, tener paciencia hasta la avenida del Señor, mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra. Aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tener también vosotros paciencia y afirmad vuestros corazones porque la avenida del Señor se acerca. Se fijan aquí hablando del crecimiento. También en Primera de Pedro 2.1. Dice, desechando pues toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias y todas las detracciones deseados como niños recién nacidos. La leche espiritual no adulterada para que por ella crezcáis para salvación. ¿Se fijan? El tema del crecimiento espiritual una y otra vez se reitera y se repite en las escrituras. Por eso es que tratar este tema, mirándolo desde una perspectiva, ¿verdad? Saquemos las piedras. Saquemos, trabajemos con nuestra viña. Es una manera.
Ahora bien, el tema de hoy. Facilitadores para el crecimiento. Facilitador. Facilitador. Palabra compuesta que significa hacer fácil. Hacer fácil. ¿Qué o quién nos hace fácil el crecer? O dicho de alguna otra manera, ¿habrá alguna clave que nos facilite el desarrollo y el crecimiento espiritual? Así como hay obstructores del crecimiento y del desarrollo espiritual, también hay facilitadores del desarrollo y el crecimiento espiritual. La primera clave facilitadora desde mi perspectiva en Mateo 7.7, Jesús hablándole a sus discípulos, habló de la oración.
La oración continua y persistente. Es un facilitador del crecimiento espiritual. Mateo 7.7 dice pedir y se os dará, buscado. Ya ya leis, llamad y se os abrirá. Mateo 7.8 dice, porque todo aquel que pide recibe y el que busca haya y al que llama se le abrirá.
Si uno quiere crecer espiritualmente, no sería lógico pensar que uno le pida a Dios que lo ayude a crecer. No sería lógico pensar que Dios lo ayude a uno a crecer. ¿Y qué pasa cuando uno no quiere crecer? ¿No sería lógico pedirle a Dios que le saque a uno esos pensamientos?
Y dice aquí el verso 9, que hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan le dará una piedra. Dios es un Dios que está muy al pendiente de nosotros. Dios no es alguien que está escondido, ya lo hablamos la semana pasada. Dios está en todas partes.
Dios antes que uno pronuncie una palabra, Dios ya sabe lo que nosotros hemos de pedir. Y dice aquí, verso 10, o si le pide un pescado le dará una serpiente. Pues si vosotros siendo malos, y yo que Jesucristo le estaba diciendo eso a sus discípulos, hay uno solo bueno, Dios, el Padre. Dice, pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? Y esto es algo crucial en el desarrollo del carácter cristiano, en el crecimiento espiritual. Uno debe pedirle a Dios todos los días, en la mañana, al mediodía, en la noche, pero constantemente pedirle a Dios que Él nos dé lo que a nosotros nos hace falta. Todos tenemos faltas, pero uno le tiene que pedir a Dios constantemente, ¡persistentemente! Mateo 21, 21.
Dice aquí, respondiendo, Jesús les dijo, de ciertos digo que si tuviera y fe y no dudaréis, no solo haréis esto de la higiera, porque los discípulos estaban sorprendidos, ¿verdad? Jesucristo maldijo la higiera y la higiera se secó, porque no tenía fruto. Y dice aquí, que si tuvierais fe y no dudaréis, no solo haréis esto de la higiera, sino que si a este monte dijereis, quítate y echa en el mar, será hecho. Y todo lo que pidierais en oración, creyendo, lo recibiréis. Es curioso esto, y no es curioso, en realidad es, como lo puedo decir. ¿Han pensado ustedes que a veces uno limita a Dios? ¿No han llegado a esa conclusión a ustedes?
No creo que esto pueda darse. Por eso yo no lo pido, porque en realidad yo no creo que esto pueda darse. ¿Quién le dijo a usted que esto no puede darse? La razón, que es un obstáculo, es una piedra. El otro día leí un aviso que decía, lo maravilloso de los milagros es que a veces ocurren. Lo maravilloso de los milagros es que a veces ocurren. Dios es un Dios de milagros. Dios es un Dios de milagros. Dios es un Dios que no anda con cosas pequeñas, con sus hijos. Somos nosotros los que a veces limitamos a Dios.
Y en nuestras oraciones uno dice, Jesús dijo, mire, si usted tuviera fe, esa convicción de lo que no se ve, si usted pidiera las cosas con fe, y usted lo creyera, eso va a resultar. Por eso es tan importante la oración. Es el nexo, es lo que nos mantiene unidos a nuestro Padre. Don Hype mencionó la escritura de Santiago 513. Repasemoslas de nuevo. Dice aquí, 513, está alguno entre vosotros afligido. ¿Qué dice? ¿Qué dice? ¡Aga oración! ¡Aga oración! Está alguno alegre. ¡Cante alavanzas! ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo. Verso 16 dice, confesados vuestras ofensas unos a otros, llorad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Y menciona un caso, el Ia será un hombre sujeto a pasiones. La vida de el Ia lo demuestra. Un hombre que era capaz de defender la fe y matar a cientos de sacerdotes, degollándolos en una peña. Y después que saberle, dijo, mira, mañana vas a estar muerto y el hombre en vez uno dice, bueno, ¿qué pasó aquí? ¡Uye! ¡Ahoraz! ¿Verdad? Era un hombre que tenía esta fluctuación. Sin embargo, Dios dice, mire, era un hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras. Y oró fervientemente para que no lluviese. ¿Y qué dice? Y no lluvió.
Y otra vez oró y el cielo dio lluvia.
La oración constante y permanente nos puede hacer ver las cosas de esta vida con una perspectiva distinta. O podríamos decir, con una perspectiva correcta. Porque a veces nuestros anhelos nos juegan malas pasadas. A veces uno quiere cosas, pero a veces esas cosas no son para nuestro tiempo.
Dios espera de nosotros, que nosotros nos comuniquemos con Él. Y lo que yo entiendo es que Dios quiere ver en nosotros esta actitud. Él sabe nuestros problemas. ¿Ustedes creen que Dios no sabe nuestros problemas? Nuestras luchas internas, ¿ustedes creen que Dios no las conoce? Todos tenemos luchas internas, todos. ¿Y usted cree que Dios no las conoce? Dios las conoce. Pero la Escritura una y otra vez reitera la necesidad que tenemos los cristianos de orar sin cesar. La Escritura primera de Saloniscense, 517. No dice orar cuando ustedes tengan un problema.
O la hora cuando ustedes estén de ganas. Dice orar sin cesar. Así es que la primera clave para... o el primer facilitador del desarrollo espiritual, lejos es la oración. La oración eficaz. La segunda clave, o el segundo facilitador, es aprender de la experiencia. Aprender de la experiencia de otros. Si bien las experiencias son personales y muchas veces únicas, a veces el conocer como un, entre comillas, otro, ha salido airoso de una prueba o aflicción, hay que ver que ayuda.
No os olviden, este principio está validado por las mismas escrituras. Primera de Corintios 10. Hablando de la historia de Israel. La historia de la nación de Israel. La historia de hombres en Israel. Es en Israel que vivieron en otras épocas, pero vivieron los problemas de esta vida. Los problemas de esta vida. Dice aquí, y estas cosas les acontecieron. Primera de Corintios 10.11. Como ejemplo, ya están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes hemos alcanzado los fines de los siglos. Así que el que piensa estar firme, mire, que no caiga, no os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana. Se fijan, personas no tenían notebook, ni laptop, ni nada de estas cosas, pero vivían problemas, problemas relacionales, los enemigos que los atacaban, que les quemaban las cosechas, que les robaban las cosechas.
Bueno, no nos ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana. Pero fiel es Dios que no os dejará ser probados más de lo que podáis resistir, sino que darás también juntamente con la prueba la salida para que podáis soportar. El ejemplo de un otro que ha salido airoso, de una prueba o aflicción, puede darnos las claves para que nosotros también veamos las cosas con otros ojos.
Segunda de Corintios. Segunda de Corintios. La segunda carta de Corintios es una carta muy emotiva. Pablo habla con los hermanos de Corinto, y no se olviden que en la primera carta de Corinto fue una carta correctiva. Fue una carta muy fuerte. Pero en esta segunda carta vemos a un Pablo que dice, mire, yo he vivido cosas. Vayamos allá. Segunda de Corintios uno dice Pablo Apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios y el hermano Timoteo a la Iglesia de Dios que está en Corinto con todos los santos que están en toda Calla. Gracias y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
Es cuando uno vive una prueba, cuando uno ha vivido un problema y uno ha resuelto ese problema o Dios lo ha ayudado a uno a resolver ese problema, uno tiene la fuerza moral para ponerse en el lugar del otro y consolar al hermano, ayudarlo, darle esas palabras de apoyo. Aprender de la experiencia ajena es un facilitador en nuestro perfeccionamiento, nuestro desarrollo. Aquí quiero leerles.
No me pregunten dónde lo compré, pero aquí en Santiago lo compré. Biblia para la Guerra Espiritual. Así se llama el panfleto. Y aquí hay algo interesante que quise compartir con ustedes. La historia de José. Y dice, confíe en que Dios le haga fructífero en el área de su mayor africción. José era el segundo de los hijos menores de Jacob y el favorito de su padre. Su caminar con Dios comenzó con sueños y visiones. La vida de José es un patrón para muchos que han tenido un genuino llamado de parte de Dios. Nuestro caminar con Dios puede que también haya comenzado con un folleto de viajes, de sueños y visiones en los que Dios nos da un cuadro de su destino para nosotros.
Dice aquí, sin embargo, no podemos ver cómo sus promesas llegarán a cumplirse en nuestras vidas. A veces pasa eso. Sí o no? Todos soñamos con el reino. Sí o no? Todos soñamos con que vamos a llegar allá. Pero cuando uno está viviendo una prueba difícil, complicada de esas pruebas que a uno les hace doler el corazón, uno empieza y dice, bueno, Dios nos ha prometido. Pero no entendemos los insondables caminos del Señor, como dice la escritura.
Bueno, José fue tradicionado por sus hermanos y ellos le abandonaron para que muriese. Uno piensa una familia eximia. En el sur usamos esta expresión. ¿Quién ha jugado truco? Las Coyayquinos juegan truco. Flore y truco. Flore de familia, diríamos. Fue injustamente acusado cuando la esposa de Potifar intentó seducirle. Fue encarcelado y olvidado por todos a excepción de Dios, quien pacientemente observaba y medía la reacción de José en las dificultades.
La escritura muestra que José era un hábil administrador. ¿En dónde lo pusieran? José, sus decisiones, lo llevaban aquí, hicieron una administración excelente. Sin embargo, las circunstancias se le oponían. Lograba un pequeño éxito y venía una cosa terrible. Rico o pobre, bendecido o golpeado, José sirvió a Dios. Él estaba siendo probado, pero siguió pasando sus pruebas. José fue probado delante de los hombres, pero fue hallado inocente delante de Dios. Finalmente, en el momento adecuado, el Señor, de repente, unió todos los cabos sueltos de la vida de José.
Todo lo que José atravesó habría parecido cruel e injusto, a excepción de que el Señor estaba dando forma a un hombre con un propósito.
Dios utiliza todo aquello por lo que pasamos para futuros propósitos, que solamente Dios sabe.
Nosotros no vemos su plan final mientras que estamos en el valle.
Al igual que Él permitió que José pasase por muchas pruebas, también permite que nosotros pasemos por grandes conflictos, porque Él sabe que en nuestras vidas, aquello en que nos hemos convertido por su gracia, ayudará a otros a encontrar el refugio de Dios en sus vidas.
Y aquí, los nombres que les dio a sus hijos, José. Es muy interesante, dice aquí.
Y llamó José el nombre de su primogénito, Manacés, porque dijo, Dios me hizo olvidar todo mi trabajo y toda la casa de mi padre.
Y después, dice, llamó al segundo Efraín, porque dijo, Dios me hizo fructificar en la tierra de mi aflicción.
En la tierra de su aflicción, en su batalla, es donde Dios le hará fructificar. Allí donde somos probados, allí uno logra la experticia.
Allí donde uno es probado, allí uno logra la experticia.
Aprender de la experiencia de otros es un facilitador en nuestro perfeccionamiento.
Entender que a veces uno vive humillaciones y vive problemas, y vive persecuciones, y vive dolores, pero Dios tiene algo preparado para usted y para mí. Y Dios, en su momento, abrirá las puertas, atará los cabos, y así como a José, nosotros también.
Y cuando uno se pone en esa perspectiva del ejemplo, uno dice, ¿qué más podemos aprender de otros? ¿Qué podemos aprender de la vida de Moisés? ¿Qué podemos aprender de la vida de Jefe? ¿Qué podemos aprender de la vida de los muchos hombres y mujeres que han peleado la buena batalla de la fe? Mucho, mucho podemos aprender. De hecho pensaba, desde algún tiempo a la fecha, he venido reflexionando en la misión que tenemos en la iglesia.
Tenemos que llegar al mundo. En el mundo hay 7000 millones de habitantes, y nosotros somos alrededor de 20.000 personas.
Y uno piensa, ¿qué pasa aquí? Bueno, he pensado en Gedeón. Gedeón tenía que enfrentar a los madianitas.
Un ejército de 30.000 soldados. Y él partió con una cifra equivalente. Y Dios le dijo, mira, manda a la casa al que tema y tiemble. Y se fueron y quedaron 10.000. Y entonces Gedeón dice, bueno, mira, tengo que enfrentarme aquí a este ejército de 30.000.
Y Dios le dice, ¿sabes qué? 10.000 son muchos.
Deja 300 no más. Y enfrentate a los 30.000. Los porcentajes, alguien que sepa matemáticas, saben que son ínfimos.
¿Por qué Dios hizo eso?
Aquí en jueces 7, en el verso 1 dice, levantándose pues de mañana Jero Baal, que es el otro nombre, que se le da a Gedeón, y todo el pueblo que estaba con él acamparon junto a la fuente de Arodo y tenía el campamento de los madianitas al norte, más allá del Collado de More, en el valle. Y dijo el eterno Gedeón, el pueblo que está contigo es mucho, para que yo, Dios, entreguen a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo, mi mano me ha salvado. Cuando pienso en la misión que tenemos como iglesia, el mérito de llegar al mundo va a ser de Dios.
Va a ser de Dios.
Ahora, eso no nos exime. Tenemos que hacer nuestra parte. Pero Dios se va a encargar de llegar a esos 7.000 millones de personas.
Los ejemplos positivos son facilitadores en nuestro crecimiento. La Biblia está llena de ejemplos facilitadores para nuestro desarrollo espiritual. Por eso, aprender de la experiencia de otros nos puede facilitar el desarrollo espiritual.
Tercer facilitador en la vida espiritual aprenda a usar la espada de la palabra.
Aprendamos a usar la espada de la palabra. Ebreos 4.12 la Escritura dice porque la palabra de Dios es viva y eficaz y más cortante que toda espada de dos filos. La espada romana, que se hizo famosa porque tenía dos filos y no uno como las anteriores.
Y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos y disierne los pensamientos y las intenciones del corazón. La Espada de la Palabra y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia. Antes bien, todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
La Espada de la Palabra Aprender a usarla. Hay un folleto en la iglesia como entender la Biblia. Como entender la Biblia. Y aquí hay algunas claves para aprender a usar la Biblia.
Todos debiéramos tener una Biblia que fuera de uno, que fuera mi Biblia. De manera que yo pueda conocerla, de manera que yo pueda rayarla, de manera que yo pueda subrayarla, de manera que yo pueda identificar con colores temas importantes.
Y también aprender a usar los libros de consulta. Entre ellos, uno de los mejores consejos es tener, ojalá, otra versión de la Biblia. No solamente contentarse con tener una sola versión de la Biblia.
También una concordancia de la Biblia.
Las concordancias.
Una en ciclopedia o diccionario bíblico.
Un comentario bíblico.
La Escritura nos dice que uno debe estar preparado para presentar defensa. Eso dice la Escritura 1 Pedro 3.14.
Dice más también, si alguna cosa pade 6 por causa de la justicia binaventurada, por tanto no os amedrentéis por temor de ellos ni os conturbéis, sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones. Y estás siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros. ¿Cómo hacerlo?
Aprenda a usar la espada de la palabra. Estudie la palabra. Como decía el Sinoamstrón, no me crea a mí, sino créale a su Biblia.
No me crean a mí. Busquen en las Escrituras. Estudien su Biblia.
Cuarta clave para el crecimiento espiritual.
Aprendamos a ser diligentes. Aprendamos a ser diligentes. No deje para mañana lo que pueda ser hoy.
Efecio 515.
Efecio 515. Pablo nos dice, mirad pues con diligencia, como andéis, no como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo. Porque los días son malos.
Una de las cosas que tiene la vida es que la vida es efímera. Una de las cosas que tiene la vida es que la vida es efímera. Y en esta transitoriedad hay elementos y circunstancias que cambian con los años. Esto es una de las cosas que uno, que todos los que estamos aquí hemos ido viviendo o aprendiendo a vivir.
Las cosas con los años cambian. Una de estas cosas es la visión.
La vida pasa y la facilidad para leer disminuye. Disminuye. No deje para mañana lo que tal vez mañana no puede hacer. No lo de porcentado. Que veamos es un milagro. Que escuchemos es un milagro. Que podamos hablar es un milagro. Que podamos sentir es un milagro. A veces, a veces la vida es tan transitoria. Y digo, tan transitoria, los expertos dirían eso, no es así. Pero a veces uno abre los ojos y se ve cuando tenía 20 años. Y uno cierra los ojos y abre y dice, mira, ahora tengo 25 años. No. Han pasado tantos años. A veces uno no sabe valorar lo que tiene cuando lo tiene. A veces uno no valora el tiempo. ¿Han pensado en eso? Hay circunstancias en la vida en donde uno a veces tiene tiempo y uno no aprovecha bien el tiempo. ¿Cuándo quiere aprovechar bien el tiempo? ¿Cuándo uno no tiene tiempo? A veces, en ese tiempo, no hacemos lo que tiene. A veces suele suceder que uno anda por la vida desfasado. A veces no se han sentido desfasados con el pie cambiado. Cuando tiene que hacer algo, no lo hace. Hay que aprender a ser dirigentes. No. No. No. Hay que aprender a ser dirigentes. Aprovechando estos buenos tiempos. ¿Han pensado que si alguna vez viene una persecución, como dice la escritura que va a venir, que vamos a ser perseguidos? ¿No vamos a tener la tranquilidad para estudiar?
Como la tenemos ahora, vivimos en un país en paz. No hay grandes problemas sociales. ¿Quién les dijo que esto va a seguir así? Por siempre. Uno no sabe. Antes de la Segunda Guerra Mundial, los judíos creían que a ellos no les iba a pasar nada. Ellos fueron apartados en todos los países de Europa. Ya había quietos antes de la Segunda Guerra Mundial. Ellos seguían diciendo que nosotros, los judíos, hacemos producir a Alemania. Así es que nosotros, ¿por qué nos van a perseguir si nosotros somos útiles a Alemania? Y los persiguieron. Y no solamente los persiguieron, los mataron.
A veces uno no hace lo que tiene que hacer cuando está el tiempo para hacerlo. Quinta clave para el desarrollo espiritual. Aprender a hacer un buen amigo. Aprender a hacer un buen amigo. Aprender a hacer un buen amigo de sus hijos. Aprender a hacer un buen amigo de sus padres. Aprender a hacer un buen amigo de su esposa. Aprender a hacer un buen amigo de Dios. ¿Y ustedes dirán, bueno, sí? ¿Y eso qué? ¿Puede ser un facilitador? Yo creo. Yo siento. Esa es mi convicción, que un excelente facilitador en el desarrollo, o para el desarrollo espiritual, es el poder desarrollar relaciones significativas, ya sea con Dios, ya sea con los hombres que fueron hechos a imagen de Dios. Esa es mi convicción. ¿Abraham? En Isaias 4, 41, 8. Abraham, Dios lo llama amigo. Amigo. Pero tú, Israel, si el vomio eres tú, Jacob, a quien yo escogí. Descendencia de Abraham, mi amigo. ¿Y quiénes son amigos? En Juan 15, verso 11 dice, Estas cosas os he hablado para que mi voso esté en vosotros y vuestro voso sea cumplido. Este es mi mandamiento, que os améis unos a otros. Como yo os he amado. Juan 15, verso 13. Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su Señor. Pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre os las he dado a conocer. Aprendamos a ser amigos. Amigos de Dios, amigos de nuestros hermanos.
No hay mayor facilitador en la vida espiritual que sentirse entre amigos, o no.
Igual se puede crecer en condiciones de hostilidad. Pero es mucho más fácil. Y aquí estamos hablando de los facilitadores. Es mucho más fácil crecer cuando uno está rodeado de amigos. Y por eso hay que aprender a ser amigo. Aprender a ser amigo de sus hijos, de sus padres, de sus hermanos. A propósito, a un amigo se le quiere. No se le intenta cambiar. Dios es el que cambia. Uno, si quiere a un amigo, lo quiere con sus virtudes y con sus defectos. Vienen el paquete completo. Eso es lo que siempre decimos cuando hacemos la preparación antes de un matrimonio. Uno dice eso, ¿sí o no? La persona con la cual usted se va a casar tiene virtudes y tiene defectos. A veces uno se enamora de las virtudes. Pero la persona a la cual uno ama tiene virtudes y tiene defectos. Y si uno es amigo de esa persona lo acepta con sus virtudes y con sus defectos. Debemos aprender a ser amigos con virtudes y defectos. Cuando Don Jaime preguntaba esto de dar la vida por el hermano, aquí tengo una escritura. No la traía en mis apuntes, pero me recordé aquí cuando David fue perseguido por su hijo y su hijo buscaba a David para matarlo. Cuando él va huyendo de Jerusalén vino aquí un amigo de él, segunda de Samuel 15, verso 19, alguien que se les unió al grupo. Aquí, Itai Geteo. Itai Geteo, así se llamaba este hombre. Y David le dijo, ¿para qué vienes tú también con nosotros? Segunda de Samuel 15, verso 19. David le dijo, ¿para qué vienes tú también con nosotros? Vuelvete y quédate con el rey. ¿Quién era el rey? Su hijo. Al que estaba usurpando el poder en ese momento. Vuelvete y quédate con el rey porque tú eres extranjero. Tú no estás obligado conmigo. Tú no eres familia mía. Tú eres extranjero y desterrado también de tu lugar. ¿Tú tienes tus problemas? ¿Tú tienes tus cosas? Verso 20, ayer viniste y he de hacer hoy que te muevas para ir con nosotros. En cuanto a mí, yo iré a donde pueda ir. Tú vuelvete, ya volver a tus hermanos. Y el eterno te muestre amor permanente y fidelidad. David lo es culpa y le dice, mira, ¿no es tu problema? Tú no eres familia mía. Aquí mi hijo no te va a matar a ti, no. Porque ha tratado de matarme a mí y a toda la descendencia. Porque así es en Oriente, cuando un rey toma el poder tiene que eliminar a toda la familia. ¿Y qué le responde? Aquí, Itá y Geteo.
Y respondió Itá y al rey diciendo, vive Dios y vive mi Señor el rey. Que o para muerto o para vida. Donde mi Señor el rey estuviere, allí estará también tu siervo. Entonces no es cosa de conveniencia.
No, no, la amistad traciente las conveniencias. Y aquí Itá y le dice, mire, para muerto o para vida. Eso lo importa. Si al rey lo persigue, me persiguen a mí también.
Debemos aprender a ser buenos amigos. Si uno se siente entre amigos, por supuesto que esto se transforma en un aliciente para el desarrollo espiritual.
Sexta clave.
Lo que le dijo Dios a Josué. Aprender a ser perseverantes.
En la tarea encomendada.
En Josué 1-1.
Dice, aconteció después de la muerte de Moisés, siervo del eterno, que el eterno habló a Josué, hijo de Núñ, servidor de Moisés, diciendo, mi siervo Moisés ha muerto. Ahora, pues, levántete y pasa este Jordán. Aquí a Josué le tocó la tarea de repartir la tierra.
Y dice aquí, verso 5, nadie te podrá ser frente en todos los días de tu vida. Como estuve con Moisés, estaré contigo. No te dejaré ni te desampararé. Esfuércate y sé valiente porque tú repartirás a este pueblo por heredad. La tierra de la cual juiré a sus padres, que la daría a ellos.
Solamente esfuércate y sé muy valiente para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito, porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente. No te emas ni desmayes porque el eterno tu Dios estará contigo en donde quiera que vayas.
Nunca te apartes de... Nunca te apartes de su sinónimo es perseverar. Su sinónimo es perseverar, perseverar en el bien hacer. ¿Qué dice la Escritura? Romanos 2, verso 6 de la Escritura dice el cual, hablando de Dios, pagará a cada uno conforme a sus obras, videterna a los que perseverando en bien hacer. Buscan gloria, llorra e inmortalidad, aprender a ser perseverantes. Séptimo facilitador para el desarrollo espiritual. Junto con el primero, este séptimo facilitador deberán concentrar nuestras máximas atenciones siempre. En segunda de Timoteo... En segunda de Timoteo... Pablo, hablándole a Timoteo, le dice, en el verso 3 doy grasa hacia Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesarme acuerdo de ti en mis oraciones noche y día, deseando verte al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de gozo, trayendo la memoria, la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela la oída, y en tu madre e unice, y estoy seguro que en ti también.
Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del Donde Dios, que está en ti por la imposición de mis manos. Avivar el fuego del Donde Dios. La analogía usada por Pablo es de lo más pintoresca. Yo me imagino que Pablo vio muchas veces cómo se consumía el fuego.
Eso es lo que yo me imagino. Yo me imagino que Pablo, estando en la prisión, yo supongo que se calefaccionaban con braceros, ¿han visto alguna vez cómo se hace un bracero? ¿Han visto alguna vez cómo se extingue un bracero? Se empieza a pagar, se empieza a pagar de a poquito. Logra un máximo y luego comienza el descenso. Se puede apagar el fuego. Si le falta oxígeno, si le faltan carbones, si al fuego le quitamos su esencia, el fuego se apaga.
Por poderoso que sea. Un incendio forestal puede quemar mil hectáreas, pero tarde o temprano se va a pagar. Así es que Pablo debe haber visto muchas veces cómo se extinguían esas braceradas. En el ocaso, en la noche, cuando no hay luz más que la luz del fuego, y eso se empieza a pagar.
Y Pablo le dijo entonces a Timoteo, y no sólo a Timoteo, también a los hermanos en Tessalónica, les dijo no apague en el fuego, no apagueis el espíritu. Y por eso aquí la pregunta, tenemos la instrucción. Tenemos que avivar el fuego del Dónde Dios. Y entonces la pregunta del millón es, ¿necesito avivar mi fuego espiritual? Porque podría suponer yo que yo no necesito avivar mi fuego espiritual, porque mi fuego espiritual está en pleno apogeo. Por lo tanto, lo primero que uno tiene que saber es, ¿necesito yo no avivar el fuego del Dónde Dios?
Hay un relato muy llamativo y que uno lo puede tomar como punto de reflexión. El caso de Eliseo. El caso de Eliseo. Eliseo sucedió a Elias en este cargo de profeta. ¿Y qué es lo que pide Eliseo cuando recibe aquí el mando?
En 2 de Reyes 2.9, cuando habían pasado el Ias, dijo Eliseo, pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo, te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.
Este es el relato. El punto de reflexión es, si viviera una situación similar, pediría usted una doble porción de espíritu. ¿No preguntémosnos en tiempo real? ¿Usted desea o anhela ser bendecido con una doble porción de espíritu? Podríamos preguntarlo de otra manera. ¿Tendemos esa hambre espiritual que nos lleve a desear, fortalecer y a vivar el espíritu? ¿Tendemos esa hambre? ¿Se acuerdan del relato de los peregrinos a Emmaus? ¿Se acuerdan cuando Jesús hablaba con ellos, les mostraba las escrituras? Ellos decían, no ardía nuestro corazón cuando Él nos leía las escrituras. Y entonces la pregunta, ¿Arde nuestro corazón cuando leemos las escrituras? ¿Arde nuestro corazón? ¿Arde nuestro espíritu? ¿O no? Si no arde, entonces debemos atacar el problema, porque efectivamente es un problema. Avivar el fuego del Donde Dios es un excelente facilitador para la carrera espiritual que tenemos por delante. Avivar el fuego, darle oxígeno, ponerle convulente. Estos siete facilitadores del desarrollo son tan importantes como el retiro de los obstructores. Estas son dos fases. Uno saca los obstructores, pero también hace gala de estos facilitadores que Dios nos ayude para poder discernir y aplicar los principios, tanto para extraer de nosotros ese pedregal que a veces obtruye nuestro crecimiento e inunda nuestra tierra así como para darle a esa tierra los fértiles, a bonos y facilitadores de su desarrollo. Que tengan todos ustedes una muy buena tarde.