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¿Y aquí no hubo música especial?
177.
Se llama Pueblo del Pacto. Yo sé que este es el himno favorito de varias personas que me lo han comentado. Y después que me lo comentaron, se transformó en mi himno favorito porque me gusta ir rotando el himno favorito, ¿cierto? Entonces, ahora sí, la letra, ¿cierto? Al escuchar la música se genera algo con este himno. Y quiero leer, ¿cierto? La primera parte de este mensaje que dice, en sus mentes yo pondré mi ley y luego las escribiré en su corazón. Y de ellos seré su amante Dios y ellos me serán por pueblo. Después ya podemos, ¿cierto? Se repite esta misma estrofa en la parte final. Voy a dejar acá su eminario después para que lo recupere. Y esto tiene que ver con Pentecostés. En parte, en su mente, ¿cierto? Pondré mi corazón y las escribiré en su corazón. Esa es la parte que a mí me inspiró un poco, ¿cierto? Para este, para el mensaje que preparé para el día de hoy. Y también como introducción al mensaje, las personas que reciben el boletín, ¿cierto? En forma digital. Esta vez fue adjuntada con una carta de nuestro presidente, ¿cierto? del señor Kubek, Victor Kubek, que se envía a nuestro correo y dice desde la oficina del presidente. Así empieza la carta y quiero leer extractos de esta carta, que también tienen que ver con esto del título del mensaje que lo dijo Juan Carlos, Decisiones Inesperadas. Entonces, esto de tener la ley en nuestras mentes escrita en nuestro corazón lo que significa Pentecostés y lo que dice esta carta. Dice, según el conteo regresivo, de 50 días, ¿cierto? porque la fiesta de Pentecostés vamos contando una fiesta que uno se prepara físicamente, al igual que toda la fiesta de la iglesia, ¿cierto? para la panes de Celebadura, uno limpia la casa. Aquí físicamente uno va contando los días o debería ir contando, los días que faltan para Pentecostés. Estamos a menos de una semana. Y al próximo domingo, ¿cierto? es la fiesta. Y voy a saltarme algunos párrafos. Dice, hablando acá del crecimiento de la iglesia, dice, el crecimiento en grande sólo llegó a producirse mediante la acción del Espíritu Santo. Según nos aclara el profeta Joel, aquí él era el momento en que Dios iba a cumplir su propósito especial para que el Evangelio dejara a su huella en el mundo. El libro de los hechos y las epístolas de Pablo nos dan una idea de lo que fue el crecimiento de la iglesia en su primer en el primer siglo. Me alimentan mucho los acontecimientos de Pentecostés y el establecimiento de la iglesia al Nuevo Testamento. El Ministerio de Cristo por sí mismo atrajo a unos cuantos seguidores incondicionales, pero luego con la venía del Espíritu Santo comenzó el crecimiento.
Y aquí continúa, ¿cierto? Otro ejemplo de la fuerza transformadora del Espíritu Santo se halla en Zacarias IV. Los judíos cautivos en Babilonia regresaron de su cautiverio a Judea con el deseo de reconstruir el templo de Dios que había sido destruido. Este otra miraba, ¿cierto? Zacarias IV, de lo que conversamos hace tres sábados atrás de la reconstrucción del templo, de la inspección de la obra y del aliento que Dios les dio para seguir adelante con esta obra de construcción. Dice, pero fueron recibidos con oposición. Los cautivos se sentían impotentes en el proyecto de reconstrucción. Parecía imposible. El profeta Zacarias exhortó a la gente a no desanimarse, sino a confiar en que el poder del Espíritu Santo de Dios y no en su propia fuerza marcaría la diferencia y el fracaso entre el fracaso y el éxito.
Después dice, más adelante dice, el proyecto de construcción finalmente tuvo éxito y el templo se convirtió en la estructura que fue utilizada durante cientos de años antes de ser destruida por los romanos. Este relato nos enseña a confiar en el ánimo que infunde y hace posible el poderoso Espíritu de Dios. Puede que no nos sintamos pequeños e insignificantes, pero Dios igual prospera nuestros esfuerzos para que tengan éxito y se cumplan sus propósitos. Más adelante dice, Dios está muy presente en la iglesia de hoy, a pesar de su tamaño.
Juan escribe esto de su mensaje a la iglesia de Filadelfia. Esto es en la Apocalipsis 3, del versículo 7 al 10. Dice, esto dice el Santo, el verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra y cierra y ninguno abre. Yo conozco tus obras, he aquí puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar, porque aunque tienes poca fuerza, ha guardado mi palabra y no has negado mi nombre.
He aquí yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que dicen ser judíos si no lo son, sino que mienten. He aquí yo haré que vengan y se postren a tus pies y reconozcan que yo te ha amado por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia. Yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero para probar a los que moran en la tierra.
El día de Pentecostés es un día que debe infundirnos gran aliento, ya que simboliza el poder de Dios trabajando en la creación, en la iglesia y en nuestras vidas. En servicio a Cristo, Víctor Cúbic. Entonces, el día de hoy, yo quiero conversar o quiero traer a colación y resaltar la importancia de estar bajo la guía del Espíritu de Dios al tomar decisiones, al tomar las decisiones en nuestra vida, la importancia de estar bajo la guía de Dios para tomar esas decisiones inesperadas o esas decisiones que son fuera de lo común.
Y para eso, quiero ir a tres personajes, o tengo preparado tres personajes, vamos a ver si el tiempo permite abarcar estos tres personajes bíblicos y aprender de las decisiones que ellos tomaron y las lecciones y los efectos de esas decisiones. El primer personaje del cual quiero hablar es María de Betania, la hermana de Marta y de Lázaro, amigos de Jesucristo. Y antes de ir directamente al relato, quiero leer Lucas 8, el versículo 1, para entender un poco el contexto de esa época.
No se me olvidó mencionar los anuncios, la semana pasada, con algunos jóvenes adultos en el litoral central, parte desconocida de Chile por mí. Lo único que conocía del litoral central era Maite Encillo y Viña del Mar, pero parte que no había recorrido nunca.
Entonces, estuvimos ahí pasándolo bien y aprendiendo. Y una de las cosas que conversamos, que yo dije de una clase que escuché, a través, es que hay un ministro que nos dijo, nos enseñó, que antes de entrar a un versículo y sacar lecciones, había que leer el contexto.
Y es como una casa, antes que uno entra a una habitación, uno golpea primero y ve si se puede entrar. O sea, uno se prepara para entrar a cierto lado. No es lo mismo estar en la cocina, que estar en el baño, o estar en el dormitorio, que están en el living, tienen funciones, propósitos diferentes. No hay que leer un versículo y sacar una doctrina de un versículo, sino prepararse un poco antes de entrar.
¿Cierto? Entonces, basado en eso mismo que dije, que aprendí, quiero leer primero antes de leer a Lucas 10, leer el contexto acá, o interiorizarnos un poco. En Lucas 8, en el versículo 1, dice, aconteció después que Jesús iba por todas partes, por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el Evangelio del Reino de Dios. Y los 12 con él. La parte que yo quiero resaltar, cierto, que Jesús no andaba solo, iba los 12 con él. Y aquí, cierto, ahora me pasa un poco que ya, cierto, mi familia aumentó en un 33%, ¿cierto? Ahora ya somos 3, entonces cuando llega una casa ya no llego yo solo ni con mi señora, sino ya llegamos 3.
Y a veces, cierto, yo la hospitalidad, la desentido de todos ustedes, pero también unos 7, es cierto, que ya no es lo mismo cuando llega uno que cuando llega 3 a una casa. Entonces aquí el contexto que les quiero decir, que Jesús dice, iba predicando y los 12 con él.
Ya, al Jesucristo llegaba una casa, iban 12 con él. Dice, y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos, de enfermedades, María, que se llamaba Magdalena, esta es otra María, ¿cierto? que le habían salido 7 demonios, Juana, mujer de Chusa, Intendente de Herodes y Susana y otras muchas que le servían de sus bienes. Entonces aquí las mujeres, ciertos, servían de esa manera, atendiendo, ¿cierto? Cuando llegaba Jesucristo con los 12 y a lo mejor con algunos más. Entonces no era algo fácil. Cierto, esto tiene que ver un poco con lo que conversamos antes, de cada uno hace su parte, de que cada uno tiene su rol y lo cumple. Estas mujeres tenían por rol, ¿cierto?
No tengo entendido, ¿cierto? que uno no era persona con escasa situación económica, podríamos decir, porque servían con sus bienes. Es decir, que tenían la posibilidad de hacerlo. También uno tiene que saber cuáles son sus posibilidades, ¿cierto? Y lo hacían y de buena manera, y no he leído ni un relato de alguna queja, ¿cierto? De Jesucristo, de algunos sovapóstoles acerca de esto. Y esto aparece, un poco, ¿cierto? No voy a ir allá, pero en Romános 12 del 1 al 13 ustedes pueden leer los dones del Espíritu y aquí se habla, ¿cierto?
Específicamente en el versículo 13 de la Hospitalidad. Es parte del trabajo de la Iglesia. Es parte de predicarle el Evangelio. Aquí quiero ser una agradecida, ¿cierto? De las veces que me ha tocado viajar y recibido hospitalidad en las partes que he ido, Santiago, ¿cierto? Cuando iba a Temuco. Ahora ya soy de Temuco, en Neuquén, y Bahía Blanca. No tengo nada que quejarme, ¿cierto? Y las personas que han ido allá también saben que las personas cumplen con esa función. Y es parte del trabajo de la Iglesia. Bueno, vamos al relato del que tengo pensado, ¿cierto?
Para entender un poco el contexto, ¿cierto? En Lucas 10, el versículo 38, dice... Y este es un relato que se ha conocido por todos nosotros. No hemos leído más de una vez. Dice... Y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. ¿Cierto? Las mujeres y Jesucristo vimos recién que normalmente no andaba solo. Así que no tiene que... andaba con su comitía, su delegación.
Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual sentándose los pies de Jesús oía la palabra. Pero Marta, preocupada con muchos quehaceres, acercándose dijo... Señor, no te da cuidado que mi hermana deje servir sola. Dile, pues, que me ayude. Y respondiendo a Jesús le dijo... Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. Aquí Marta, ¿cierto? Le recibió en su casa. Estaba su hermana María. Y Marta dice... Y aquí hay una parte que quiero llamar un poco su atención. Y lo había notado en otro relato de la misma mujer, de misma Marta.
Que es cuando, cierto, se acerca Jesucristo... Después lo voy a leer. Pero aquí dice... Primero, Marta, como amiga de Jesucristo, ¿cierto? Que no era la primera vez que venía estaba junto. Y como se caracterizan los amigos, los amigos que conversan, ¿cierto? Y que se dicen las cosas de frente.
Las cosas que a ellas les parecen. No murmuró o se lo dijo a otro para que se lo dijera, sino que las cosas se las dijo de frente. Pero como dice, cierto, el mago al día, pero con respeto. Porque, como dice acá, ¿cierto? Dice, señor, si es manteniendo el respeto de su amigo, que era en esos momentos, ¿cierto? Quien era la autoría, le dice, no te da cuidado, que mi hermana no esté ayudándome.
Y esto lo podemos ver, ¿cierto? En otra parte, pero vamos a seguir adelante.
Entonces Marta aquí recibe a Jesucristo y su cometida, ¿cierto? Y hay muchas cosas que hacer.
Y Marta hace lo que es normal, lo que es común, lo esperado, lo que la gente espera de nosotros. Ella tiene que hacer hospitalidad, ¿cierto? Y la gente que tenemos en la Bila, que es algo que debemos hacer, la gente de día 0 hospitalaria, comida para 13 o más personas. Entonces, la pregunta, Marta está haciendo algo incorrecto, ¿está haciendo algo malo? ¿Tomó la mala decisión? En efecto, o sea, lo que ella hace no es malo, pero ella está haciendo lo predecible. También, lo podemos poner aquí, puse otras cosas, ¿cierto? Ella está dando, está ayudando, está alimentando, está cuidando a la familia, se hace cargo de los huéspedes. Y ella está haciendo lo que el mundo espera de ella, de una persona hospitalaria. El mundo espera muchas cosas de nosotros. Espera que seamos exitosos, estudiosos, trabajadores, irresponsables. Y todas esas cosas de sí no son malas. Todos los contrarios son cosas buenas, pero muchas veces, ¿cierto? Y a lo que quiero llegar es de tomar esas decisiones que son inesperadas. Y María, ¿cierto? María de Betania. Ella está sentada a los pies de Jesucristo, sentada en una posición donde las personas escuchaban, ¿cierto? al Maestro. Y Cristo señala que ella ha cogido la buena parte. Ella ha cogido la mejor. No está diciendo que Marta cogió lo malo, pero está diciendo que María cogió la buena parte, lo mejor. Marta priorizó. Y priorizó por aquello que no será quitado. Esta semana, no sé si algunos de ustedes vieron la noticia, ¿cierto? Hay una cantante famosa, creo que es la que vendió más disco al Río del Mundo, se llama Adele. Y está dando un concierto vivo, ¿cierto? y cantando sus canciones, que la gente... ¿cuánta plata pagará por ver un concierto Adele, cierto? a 10, 20 metros. Y estaba en medio del recital y de repente paró y retó a uno de sus fanáticos porque estaba instalando el trípode, instalando la cámara y preocupado del trípode y que la cámara grabara todo lo que estaba... porque la persona que estaba seguramente dijo, o sea, esto lo tengo que grabar. Hoy en día a todo el mundo yo he visto cuando hacen estas presentaciones en vivo, están todos con el celular grabando, pero a él le dijo, o sea, estar en vivo, nunca más va a estar en vivo a lo mejor a esa distancia. Eso era lo prioritario, escuchar, concentrarse en el concierto o dejarse llevar por la música, no sé, a las personas que les gustan. Video puede bajar un millón por internet o otras grabaciones en el que está al lado y tan preocupada de la cámara, tan preocupada de que le quedara bien grabado, que dejó de priorizar en ese momento, dejó de, ¿qué era lo importante? Lo importante es que ella pagó la entrada por ver al cantante y nunca más a lo mejor va a estar ahí. María escogió, priorizó, no se preocupó de la cámara, no se preocupó del, no estoy diciendo que se preocupó de la cámara porque es muy importante, ¿cierto, ahora? Pero en esos momentos, cierto, cuando uno deja de lado el escuchar o por hacer lo técnico, deja de lado lo espiritual. Eso es lo que Jesucristo está diciendo acá, tomar las decisiones inesperadas. Debemos asegurarnos nosotros de guardar nuestro tipo de cuando estemos en vivo, de tomar esas decisiones que a veces, a esas decisiones que son cosas buenas, no son lo mejor para nuestro crecimiento espiritual, no son lo mejor para ser parte del pueblo de Dios. Como María, escogamos lo que no puede ser quitado. Como María, ¿cierto? Y dejemos dentro, dejemos que Dios actúe dentro de nosotros, que escriba su ley, ¿cierto?, en nuestros corazones.
Ahora quiero ir a otro relato, esta vez del Antiguo Testamento, de otra mujer que tomó una decisión inesperada, esta mujer es Ruth, Ruth que, después de jueces, y aquí en esta historia de Ruth, lo que quiero resaltar, ¿cierto?, es las consecuencias que tuvo o que va a tener, ¿cierto?, tomar estas decisiones que no son habituales, estas decisiones inesperadas.
Entonces vamos a seguir el mismo patrón, ¿cierto? Y vamos a seguir el último versículo del libro anterior, que es una página antes, cierto, de Ruth, en jueces 21, el capítulo 25, o sea, capítulo 21, versículo 25, dice, en estos días no había reyes en Israel, y cada uno hacía lo que le parecía. Así termina el libro de los jueces. Y el libro de Ruth comienza en el versículo 1, ¿cierto?, hablando de esto, un poco dice, en los días que gobernabas los jueces hubo hambre en la tierra. ¿Cierto? El libro de los jueces un poco muestra el ciclo, este que siempre se da, ¿cierto?, de obediencia, bendiciones, desobediencia y maldición, y así transcurre el libro de jueces. Lo pueden analizar de esta manera. Entonces aquí dice, en el día de los jueces, seguramente en una época de desobediencia, no hubo hambre en la tierra de Israel. Y aquí quiero leer, ¿cierto?, traje un comentario del estudio bílico bajo el lente de la ciencia. Hablando de esto, para no leer el comentario, el relato completo de la Biblia, dice, sin embargo, no mucho, porque acá, ¿cierto?, ve el versículo 2.
Os les voy a relatar. Entonces, no he mí, ¿cierto?, hubo hambre en la tierra. El y Melek tomó a su señora, a su hijo, y se fue de la tierra, a la tierra de Moab, ¿cierto?, a buscar mejores destinos para poder satisfacer, ¿cierto?, la hambre que había en la tierra Israel. Y dice, no mucho tiempo después murió, y no he mí, quedó viuda. Estoy leyendo ahora el comentario del bajo lente de la ciencia. Aparentemente, ahora libre de la autoridad paternal, los hijos que no le hacen caso a la madre y se casan con unas Moabitas, algo prohibido en la ley de Dios. Esto porque cada uno, ¿cierto?, el bajo gobierno de los jueces, ¿cierto?, cada uno hacía lo que quería, o lo que bien le parecía. Cada uno decidía lo que era bueno y lo que era malo. No mucho tiempo después, mueren los dos hijos de algún mal no mencionado. Dice, sus nombres, este es don Mario, ¿cierto?, aquí entrepanente, y se pone, sus nombres no eran buenos augurios, porque uno se llamaba enfermizo y otro, a dolorido. Eran los nombres, entonces dice, sus nombres no eran muy buenos augurios para lo que iba a ocurrir. Así quedan también viudas las dos no eras Moabitas. Entonces, acá es donde empieza la parte que me quiero centrar, ¿cierto?, en el versículo 8 del capítulo 1 de Ruth, dice, no emilla sus dos no eras, andad y volveos cada una a la casa de su madre. El Eterno haga con vosotros misericordia, como habéis hecho con los muertos y conmigo. Os conceda el Eterno, que ayeis descanso cada una en la casa, en casa de su marido, y las besó y ellas alzaron su voz y lloraron.
Pero le dijeron, ciertamente, nosotras iremos contigo. Aquí una respuesta emocional de parte de ella, ¿cierto?, una despedida, le está diciendo que vayan, que sigan su camino, y ellas emocionalmente, ¿cierto?, ante tan emotiva despedida, dijeron, no, iremos contigo. Entonces, no emí, les dio argumentos lógicos, o lógico-mana, ¿cierto?, les dio argumentos esperados para que tomaran su decisión, y les explicó lo que iba a ocurrir. Voy a leer desde el versículo 11 al 13. Respondió, no emí, volveos hijas mías, para que habéis de ir conmigo. Tengo yo más hijos en el vientre, que puedan ser vuestros maridos. Volveos, hijas, eídos, porque yo ya soy vieja, para tener marido. Y aunque dijiese esperanza, tengo, y esta noche estuviese con marido, y aún dice a luz, hijos, habrías vosotras, avíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes, avíais de quedarnos sin casar por amor a ellos, no, hijas mías, qué mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano del eterno ha salido en contra de mí. Entonces aquí les dio los argumentos, de la parte emocional, quisieron despedirse, les dio los argumentos lógicos. Y ambas entendieron, porque dice, ya ambas, otra vez, alzaron otra vez su voz y lloraron. Ya habían llorado por la parte emocional, cuando les dio la parte técnica, lógica, se veon cuenta que iba a ser así, y ambas lloraron. Orfa besó su suegra, más Rup se quedó con ella.
Y aquí nuevamente la pregunta, Orfa hizo algo malo, Orfa hizo algo ilógico, ella hizo lo esperado, ante la petición de Noemi, ante la insistencia de Noemi, ante los argumentos lógicos de Noemi. No había futuro en esa elección, no había futuro lógico en esa elección de irse con Noemi. En cambio, el elegir por Dios tiene futuro y consecuencia, que a veces no son tan claras de ver, y son más allá de lo físico.
Y estas palabras que Rup dice a partir del versículo 16, podemos tomarlas cierto como, el libro de Rup se lee, o hasta el día de hoy cierto, antes de la fiesta de Pentecostés en el pueblo hebreo, y tiene simbolismo cierto, dos marios cierto, después puede leer su comentario, que el libro fue cambiado de orden, estaba en el rollo de las fiestas. Este libro se leía para la fiesta de Pentecostés, y tiene mucha tipología, y representa esta fiesta de Pentecostés, donde aparece cierto en forma de la egoría a Dios, Jesucristo, la Iglesia y los gentiles que quieren ver, y la Iglesia, y los gentiles que quieren entrar a la Iglesia. Entonces esta oración que hace Rup, la podemos tomar como nuestra, como nosotros, diciendo la Iglesia, a partir del versículo 16, dice, y pensemos cierto, no me ruelles que te deje, pensemos nosotros cierto, hablándole cierto a la Iglesia, no sea, y me aparte de ti, porque donde quiera que tú fueres, yo iré yo. Donde quieras que vinieras, vivieras, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios, mi Dios, donde tú murieras, moriré yo, y allí seré sepultada, así me haga el eterno, y aún me añada, que solo la muerte hará separación entre nosotras.
Entonces, esta decisión que tomó firme, Ruth, de ser parte, de tomar la decisión inesperada, trajo consecuencias fundamentales dentro del plan de Dios. Y aquí hay otro comentario que quiero resaltar, dice, porque ustedes saben, cierto, voy a ir a Mateo, antes de leer el comentario, en Mateo 1, en el versículo 5, déjenme un... voy a volver después a Ruth, pero en Mateo 1, el versículo 5, dice, y Salmón, no Salomon, cierto, Salmón, engendró a Raad, de Raad a vos, vos engendró a Ruth, no, vos engendró de Ruth a Obed, y Obed ahí saí, y Said engendró al Rey David. O sea, se transformó en parte de la familia de Dios, por esa decisión inesperada. Y acá el comentario de Don Mario, dice, de dos viudas, una estéril, por la edad, y otra moabita, Dios traería descendencia, de 9.000 apellidos, y de Ruth la parte física, del más grande rey, David, y más tarde, de Jesucristo el Mesías. O sea, las consecuencias de esta decisión inesperada, de tomar parte por lo de Dios, traen consecuencias, cierto, en esta decisión inesperada, de ser parte, de entrar en la familia de Dios.
Ruth tomó esta decisión inesperada y dejó que Dios trabajara en su corazón, que sus leyes, que sus leyes, cierto, entraran en su corazón para tomar sus decisiones, que les diera sus leyes, y ella las vivió, dejó que Dios las escribiera en su corazón. Entonces, las decisiones inesperadas, o la decisión inesperada aquí, sobre lo que no son las lógicas, que es tomar parte por el lado de Dios, dejar de lado, la parte técnica del trípode, de estar escuchando, de tener una grabación buena, sino estar apreciando en vivo las enseñanzas de Dios, hacen que uno sea cierto consecuencia física de ella, ser parte física de la familia de Dios, pero principalmente ser parte de la familia espiritual de Dios en su futuro regreso.
Ahora quiero ir a la tercera, a la tercera personaje, que nos va a ayudar a ilustrar, cierto, estas decisiones inesperadas que son, o resaltar, cierto, lo importante que es tomar estas decisiones bajo la influencia del poder de Dios, porque esta historia, cierto, que viene a continuación a lo personal, es más alentadora para las personas del día de hoy. Voy a hablar de Pedro, uno de los discípulos de Jesucristo, cercano a Jesucristo. Entonces, ya nos vamos a pasar, cierto, al nuevamente el Nuevo Testamento. Voy a ir al Evangelio de Juan para leer parte de las declaraciones que hacía Pedro cuando Jesucristo estaba en vida.
Física.
En Juan capítulo 13, el versículo 37, es el que se ha hecho en el que se ha hecho. Aquí hablan de Jesucristo, es cierto, el mensaje que da ante la Pascua, de que iba a morir, y les dice, ¿cierto, a donde yo voy? No puedes seguir ahora, y Pedro le dice, ¿por qué no te puedo seguir ahora? Mi vida pondré por ti. Esas son las declaraciones de Pedro, ¿cierto? Un discípulo que había pasado tiempo con Jesucristo. Un poco más adelante, ¿cierto?
Para entender un poco qué es lo que Jesucristo pide nosotros, esto de poner la vida por Jesucristo, Jesucristo dice en el mismo Evangelio de Juan, en el capítulo 14, versículo 15, dice, ¿si me amáis? ¡Guárdame mis mandamientos! Esto es poner la vida por Jesucristo. ¿Por qué? ¿Qué mayor que pone de cierto la vida por sus amigos? ¿Si me amáis? ¡Guárdame mis mandamientos! Eso es poner la vida. Cuando uno pone la vida, ¿cierto? No, es poner la muerte. Es vivir de acuerdo a lo que Jesucristo quiere. Eso es dar la vida por Jesucristo. Vivir una vida de acuerdo a los mandamientos de Dios. Si me amáis, ¡guárdame mis mandamientos! Y después repite en el versículo 21, dice, El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama, y el que me ama será amado por mi padre, y yo le amaré, y me manifestaré en él. Dios quiere que pongamos nuestras vidas a él. Dios quiere que tomemos estas decisiones inesperadas, que sean que prioricemos por Dios, en vez de nuestras propias prioridades. Pero él no espera ni quiere que hagamos esto solo. Él quiere y espera que tomemos estas decisiones inesperadas con él. Como decía el último versículo, ¿cierto? Y yo me manifestaré en él.
Y Pedro estaba decidido, ¿cierto?, a tener a él dijo, mi vida pondré por ti, pero él viviría una de las experiencias más difíciles de enfrentarse, ¿cierto?, a su cobardía, de enfrentarse a las pruebas de querer hacer las cosas por él mismo. Y vamos a ir al relato de Lucas, a Lucas 22.
¿Cierto? Conocido por todos nosotros, que Jesucristo le dijo, ¿cierto?, que antes que cantara el gallo lo negaría. Y aquí está el relato de lo que ocurrió en el versículo 59 en adelante. Entonces aquí, Pedro, enfrentándose a él mismo, a su decisión, ¿qué le había dicho? Mi vida pondré por ti. Y el versículo 59, como una hora después, ¿cierto?, ya para no leer todo el relato, dice otro afirmado diciendo verdaderamente también, este es el que estaba con él. ¿Por qué Jalileo? Y Pedro dijo, hombre, no sé lo que dices. Y enseguida, mientras todavía hablaba, cantó el gallo. Y aquí viene una parte de cierto que a mí, lo personal me conmueve. Dice, entonces, vuelto el Señor, Jesucristo, miró a Pedro. Y Pedro, entonces, se acordó de la palabra del Señor, que había dicho antes que el gallo cante, me negará tres veces. ¿Se imaginan ver? Él está ahí. No lo conozco. Y en ese momento canta el gallo. Según lo que dice el relato de Luca, cuando Jesucristo lo miró de frente, él se recordó de las palabras que él había dicho. Yo pondré mi vida por él. Él solo, sin la ayuda de Dios, al igual que todos nosotros. Es por esto que yo encuentro que este relato, es más alentador para todos nosotros. Por lo menos me siento identificado, la cobardía de ese momento, de negar a Jesucristo y que te mire de frente su amigo, su maestro, la persona que iba a dar la vida por él. Y él se recuerde que le había prometido dar la vida y que lo ha negado tres veces. El relato continúa, en el último versículo que tengo acá cierto, el 62 dice y Pedro salió fuera y lloró amargamente. El sentimiento que tiene que haber sentido, el sentimiento que sufrió, que vivió en esos momentos, lloró amargamente. Para tomar estas decisiones inesperadas, para poner la ley en nuestros corazones, debemos tener y usar la ayuda de Dios. Esa ayuda que el mismo Jesucristo prometió. Vamos a volver al relato de Juan, el Evangelio de Juan, el capítulo 14.
Pedro quería hacerlo, pero quería hacerlo por el mismo. Muchas veces nosotros no nos pasan. Queremos hacer las cosas, solucionar los problemas, como nosotros pensamos que se solucionan los problemas. Y aquí la importancia a este mensaje es resaltar que para tomar estas decisiones debemos tener la ayuda de Dios a través de su espíritu. El capítulo 14, en el versículo 22, le dijo Judas, no al escariote, Señor, ¿cómo es que te manifestaras a nosotros? ¿Cómo es que te manifestaras a nosotros? Que lo había dicho antes. Y Él respondió, Jesucristo, y dijo, Él que me ama, mi palabra guardará. Y mi Padre le amará. Y vendremos y haremos morada con Él.
Y el versículo 26, más adelante, dice, más el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas. Y os recordará todo lo que yo he dicho. Esa es la promesa que hizo Jesucristo, ¿cierto? Él envió el Espíritu Santo, para que sea esa ayuda que necesitamos, para tomar estas decisiones inesperadas, estas decisiones fuera de lo común, que son las que nos van a ayudar a ser parte de la familia espiritual de Dios. El Espíritu Santo, su ayuda divina, su poder, es uno de los simbolismos de la próxima fiesta que viviremos, cierto, en Pentecostés. Dios entregó sus leyes por escrito en un día de Pentecostés. Y también entregó el Espíritu Santo, simbólicamente, para enseñarnos que esta herramienta es esencial para hacer estas decisiones inesperadas. Para guardar la ley que estaba escrita en piedra, guardarla en nuestros corazones, necesitamos el Espíritu Santo de Dios.
Para tomar estas decisiones que tengan como prioridad el camino de Dios, necesitamos el Espíritu Santo de Dios. Vamos a continuar con la historia de Pedro. Ahora nos vamos a saltar, cierto, a Hechos. A Hechos capítulo 2.
Voy a leer desde el versículo 32. Hechos 2 desde el versículo 32. Dice a este Jesús, resucitó Dios, del cual todos somos, todos nosotros somos testigos.
Así que, exaltándolo por la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa, de la que se ha hecho el Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís, porque David no subió el cielo, porque la gente no va al cielo, ¿cierto? Pero no subió a los cielos, pero el mismo dice, el Señor dijo el Señor a mi Señor, siéntate a mi diestra, hasta que ponga tus enemigos por estrado a tus pies. Esto, de cierto, aparece en Salmo 110-1, cuando el rey David, cierto, escribió este Salmo profético, de que Jesucristo sería exaltado a la diestra del Señor. Y estas cosas, ciertos, son... Jesucristo vino a revelar al Padre. Y son cosas que lo inspiran el Espíritu Santo a decir acá a Pedro. Cepa, pues, ciertizamente, toda la casa Israel, que a este Jesús, que vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. Al oír esto, se compungieron de corazón y dijeron a Pedro y a otros apóstoles, varones, hermanos, ¿qué haremos? ¿Qué haremos? Y aquí, Pedro, es cierto, este versículo que debería ser uno de los... o a lo mejor es uno de los versículos que hemos memorizado, ¿cierto? Hechos 2, 38. Dice que parte de nuestras doctrinas. Dice... ¡Arrepentíos! Esto de mostrar frutos de arrepentimiento, ¿cierto? Llevar una vida antes del bautismo, ¿cierto? ¡Mostrar frutos de arrepentimiento! Como dice el Juan el Bautista, que es el que se llama el Padre. El Padre se llama el Bautista en uno de los evangelios. Dice... ¡Arrepentíos! Bautísese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para el perdón de los pecados, reconocer que somos pecadores y recibirais el don del Espíritu Santo. Eso es lo que representa, es cierto, esto que Pedro está diciendo, parte de nuestra doctrina. A veces a Cristo, menos de dos meses atrás, ahora habla y enfrenta la Asamblea a todos, ¿cierto? Este que ustedes crucificaron, o sepa ciertísimamente la casa de Israel, que a este Jesucristo que vosotros crucificaste, le habla cierto a ese mismo que ahora se... que toma cierta esta posición de líder y le habla de este discurso fuerte, potente y a la vez conmovedor. Y eso es gracias al Espíritu Santo, que produce una transformación en la vida de Pedro. Y más adelante, ¿cierto? Este mismo Pedro se atrevió a hablar en otras partes, públicamente. En Hechos 3, el versículo 1, vamos a seguir un poco con el relato de Pedro. Hechos 3, el versículo 1, dice Pedro y Juan, subían juntos al templo a la hora novena de la oración. O sea, fueron al templo. A ese mismo templo, es cierto, que estaba en reconstruyó Zorovael. Y en el versículo 11, dice, y teniendo... aquí se produce cierto la curación del cojo, entonces, el... el... dice aquí, teniendo asidos a Pedro y a Juan, el cojo, que había sido sanado, todo el pueblo atónito concurrió a ellos al pórtigo que se llama de Salomón.
Y viendo esto, Pedro, o sea, poniendo atención a la circunstancia, a los momentos, a las puertas que se le estaban abriendo para predicar el Evangelio, respondió al pueblo Barón y Sierra de Lita. Y, en el versículo 11, respondió al pueblo Barón y Sierra de Lita, ¿por qué os maravilláis de estos? ¿O por qué no ponéis... ¿por qué ponéis ojos en nosotros? Porque si nuestro... como si nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a este, reconociendo que lo que había hecho cierto era obra de Jesucristo, hablando de Jesucristo con Valentías, cierto, ahí en el pórtico.
Entonces, esto no le gustó, cierto, a las personas que estaban a cargo en este momento del templo, al Sanedrin, y me río, ¿cierto? Porque cuando veo un grupo de Barones, siempre digo que está al Sanedrin reunido, y entonces creo que lo comenté y di a con alguien, entonces me dio la risa, para que entiendan, cierto, mi... mi cara. Entonces, en el versículo... en el capítulo 4, vamos a leer, ¿cierto? Vamos a saltarnos unos pocos versículos y me oye de lo que quiero decir, cierto, el versículo 1 del capítulo 4, dice, hablando ellos, al pueblo, hablando, cierto, dando este discurso, predicando acerca del Jesucristo y de Dios, vinieron sobre hoy, sobre ellos los sacerdotes, con el jefe de la Guardia del Templo y los aduceos resentidos de que enseñaban al pueblo y anunciaban y anunciacen en Jesús la resurrección de entre los muertos les echaron mano y le pusieron en la cárcel hasta el día siguiente porque ya era tarde. Esa es la misma persona que conspiraron por la muerte de Jesucristo.
Hace menos de dos meses atrás habían tomado presos a Jesucristo, lo habían encarcelado y habían provocado cierto la muerte pública y cruel de Jesucristo. A veces, las personas que tomaron presos a Pedro ahora, ¿cierto? y Pedro lo sabía, él estaba ahí cuando estaba haciendo afrentado Jesucristo. Él mismo en esos momentos negó tres veces a Jesucristo y ahora él es enfrentado a ellos. El versículo 8 dice entonces Pedro hablando y respondiéndole, ¿cierto? cuando le preguntaban por ¿por qué predicas esto? Pedro lleno del Espíritu Santo les dijo que el pueblo de Israel y ancianos de Israel puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo de qué manera este haya sido sanado sea notorio a todos vosotros y a todo el pueblo de Israel que en el nombre de Jesucristo de Nazaret ¿a quién vosotros crucificasteis? ¿a quién Dios resucitó los muertos? ¿por qué él? ¿por qué él este hombre está en vuestra presencia? ¿por él este hombre está en vuestra presencia? ¿sano? Este Jesucristo es la piedra reprobada por vosotros los edificadores al cual ha tenido hacer cabeza del ángulo ¿cierto? ¿de dónde se construye este segundo pan de mesido, ¿cierto? esta segunda simbolismo del pan, ¿cierto? ¿de dónde el mar iba poniendo las láminas de pan? ¿de dónde a partir de él se iba construyendo, ¿cierto? él no es parte del pan porque él le agavía mesida la piedra angular la piedra del ángulo y en ningún otro hay salvación porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos este, el mismo Pedro, ¿cierto? que había sido estaba asustado ante parte del pueblo que lo quería lo quería acusar de que él era parte o lo acusabas de que él era parte o que conocía a Jesucristo asustado por eso por eso pueblerinos podríamos decir, ¿cierto? ahora se enfrenta a las máxima autoridades los mismos que compiraron contra Jesucristo que lo asesinaron público y cruelmente él habla, ¿cierto? como dice acá en el versículo 13 entonces viendo el denuedo de Pedro y de Pedro y de Juan y sabiendo que eran hombres sin letras y de bulgo se maravillaban y les reconocían que habían estado con Jesús ¿cierto? el denuedo significa hablar con energía con valor con decisión de las cosas que él estaba anunciando es así como él veía, ¿cierto? y ya no era un hombre cobarde ya no sentía esa cobardía porque como decía cierto el primer versículo el versículo 8 decía lleno del Espíritu Santo y estas personas se maravillaban de cómo un hombre sin letras, ¿cierto? como dice del bulgo que no tenía que no había sido no había sido un estudioso no era profesional de las escrituras podía ahora estar hablando de las cosas y reconocían que habían estado con Jesucristo entonces aquí en el versículo 18 y 19 hay una de las reglas de oro de la iglesia, ¿cierto? llamándoles, les intimidaron que en ninguna manera hablacen y enseñacen en el nombre de Jesús más Pedro y Juan respondían diciendo juzgad, si es justo delante de Dios, obedecer a vosotros antes que a Dios y esto la deberíamos, ¿cierto? guardarnos, ¿cierto? ¿qué es más importante? ¿obedecer a los hombres? obedecer a Dios ¿dónde están las prioridades de nuestra vida?
luego más adelante, ¿cierto? lo intimidaron, ¿cierto? lo lo lo asustaron y los dejaron libre. Aquí no voy a leer toda esta parte por la hora pero del versículo 24 adelante de acá de hecho, 4 en el 23 dice puesto, voy a leerlo rápidamente, puestos en libertad vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y ancianos habían dicho y ellos, las personas aquí a los suyos, ¿cierto? habiendo los oídos alzaron unánimes la voz a Dios y dijeron. Entonces aquí hay una oración que hace el pueblo, ¿cierto? o la iglesia por los líderes que están predicando, les imagino. Entonces también este trozo de la escritura de de repente nosotros debemos tomarlo y leerlo y para pensar en las personas que están haciendo la obra de Dios. Señor Qubic, ¿cierto? que es el presidente de la iglesia que anda esta carta, las personas que aparecen, ¿cierto? en los videos de Bello en Today, las personas que están haciendo las traducciones en Colombia, los que están encargados en la página web, ¿cierto? en la traducción que todo esto vaya funcionando? Son parte de esto y aquí el pueblo hace una oración o la iglesia, ¿cierto? hace una oración por los líderes para que confianza y valor ante las personas que están haciendo el trabajo. Y lo voy a leer. Dice, sobrano, tu Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra y el mar, y todo lo que en ellos hay. Porque por boca de David, tu siervo, dijiste, porque se amotinas la gente, si los pueblos piensan cosas vanas. Se reunieron los reyes de la tierra y los príncipes se juntaron en uno contra el Señor y contra Cristo. Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu Hijo Jesús, a quien ungiste herodes, pilato, los gentiles y Israel. Se juntaron todos en uno para destruir a Jesucristo. Para hacer cuánto tu mano y tu consejo habían determinado que sucediera. Ahora, Señor, mira sus amenazas y conseja a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra mientras extiendes tu mano para que se hagan señales, sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu Santo Hijo Jesús. Y dice, y cuando vieron orado, esta fue una eración que hicieron a Dios para que les diera valor, para que se predicara la palabra de Dios, para que se hiciera evidente el poder de Dios en la obra de Dios. Se abrieran puertas, se produjiera aquello. Y el pueblo, cierto orada, para que estas personas recobran fuerza. Porque así es la misión de todos. No es misión de los presentadores de Beyond Today. Es misión de nosotros también. Como aquí lo dice, cierto orada, para que ellos recobren fuerza, que la página de internet se vea para que el Evangelio, cuál es nuestra misión, para dedicar el Evangelio. Mateo 28 Voy a ir allá para aflaciar, dice Don Jaime. 19.20, me parece que es. Mateo 28 predicar el Evangelio a todo el mundo.
Dice, por tanto, ir y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándole que guarden todas las cosas que he mandado, y aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Y en el Capítulo 24, el versículo 14, también nos da otra otra clave. Dice, y será predicado este Evangelio las buenas noticias del reino en todo el mundo para testimonio de todas las naciones y entonces vendrá al fin. Por eso es lo que debemos orar, para que esto se cumpla, para pedir por la vuelta de Dios y que este Evangelio sea predicado a todo el mundo. Que como dice Apocalipsis, iba a ser así, cuando Jesucristo regrese, se va a encontrar haciendo la obra.
Luego, en el Capítulo 15 de Hechos, Capítulo 5 de Hechos, después de esta oración que pedían por la valentía de Pedro y de los líderes de la Iglesia, continúa cierto Pedro no decayendo y sigue predicando el Evangelio. Podríamos decir, cierto, como un herrero al fierro machacando hasta darle forma a esto y dándole una y otra vez, y volviendo otra vez, machacando el hierro para darle forma a ese fierro caliente.
En el 517, entonces dice, y levantándose el sumo sacerdote y los que estaban con él, esto es la secta de los aduceos, se llenaron de celos, viendo nuevamente que este Pedro, cierto, otra vez estaba, y lo volvieron a encarcelar y un ángel los liberó en el versículo 19, y nuevamente en el versículo 21, dice, y enseñaban en el templo de nuevo. Y en el versículo 27-28 dice, y nuevamente fueron presentados ante el concilio, y dice, cuando les trajeron, se presentaron en el concilio, y les preguntó diciendo, ¿no os mandamos estrictamente, que no enseñasen en ese nombre?
Ya, ni siquiera nombraban a Jesucristo, porque era algo que les provocaba que no enseñasen en ese nombre.
Y ahora veis, llenado a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre, y respondiendo a Pedro y los apóstoles, de la que les preguntaron. Es necesario obedecer a Dios antes que los hombres. Nuevamente, esta regla de oro. Y más adelante, como última escritura, el mismo capítulo, el versículo 40, dice, y combinieron con Él, y llamándole los apóstoles después de azotarlos, les intimidaron que no hablásen más en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad. No sin antes azotarlos, con este azote que hacían de 39 golpes, para que no fuera 40, que era el límite. Entonces, ellos ya no le dan sola amenaza, sino que fueron azotados, fueron golpeados físicamente, dolor, y ellos salieron de la presencia al concilio, gozosos de haber sido tenido por dignos de padecer la frente por causa del nombre. ¿Y qué hicieron? Y todos los días, en el templo y por las casas, no se sabían de enseñar y predicar a Jesucristo, predicar el Evangelio del Reino de Dios. El Espíritu de Dios es ser guiado por el Espíritu de Dios la herramienta que nos ayuda a tomar estas decisiones inesperadas. Lo lógico era claudicar. Lo lógico era no seguir con esto adelante. Lo lógico era atender a la gente que llegaba a la casa. Pero Dios nos pide que hagamos las cosas inesperadas. Decisiones como tomar o dejar un trabajo de acuerdo a las leyes de Dios.
Tomar, continuar o dejar este camino son las decisiones que Dios nos está pidiendo hoy en día. Ver o no ver los estudios bíblicos de miércoles por la noche. Ahí está la palabra de Dios. Ahí está la forma de hacer clic para que esto se predique más en el Evangelio. Ayudar o no ayudar en las actividades de la Iglesia para predicar el nombre de Dios. Proponer o no nuevas ideas, nuevos trabajos a la Iglesia. Tenemos muchas decisiones que tomar. Algunas pueden ser buenas o otras malas. Pero con la ayuda de Dios tomaremos esas decisiones que son las que Dios quiere. Tomaremos esas decisiones que son las inesperadas.