De Belén a Jerusalén

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Conocer cómo fue realmente el nacimiento y primeros años de Jesucristo, puede ayudarnos a tener una imagen más realista de él y de el Padre. Mensaje entregado el 9 de octubre de 2021.

Transcripción

De Belén a Jerusalén

INTRO

Ya llevamos unos días de haber finalizado las hermosas Fiestas de Dios. Desde Pascua al Octavo Día, ¿cómo estuvo su año? ¿Hubo crecimiento, o se mantuvo, o se ha enfriado? 

Por alguna razón curiosa, siempre que finalizamos el ciclo y regresamos al mundo del que no somos parte, la historia se ha encargado de posicionar en los próximos días varias celebraciones llenas de orígenes paganos, con mentiras, mezcolanzas y confusión. La mayor parte del mundo las celebra con buenas intenciones buscando algo de “gasolina espiritual”, pero lo cierto es que es una gasolina turbia de dudosa proveniencia que está aguada, y que no le hace nada bien al motor.

De todas ellas, la que más causa tristeza es la Navidad, sobre todo cuando vemos alrededor de ella toda la parafernalia rimbombante que ha creado el ser humano desde que el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Es así como se ha perdido mucho contenido rico en verdades bíblicas.

Tengamos como base que esta celebración NO es algo bíblicamente válido ya que jamás vemos a algún apóstol celebrando el nacimiento de Jesús, y ni siquiera se menciona en la Biblia dicha festividad. En contraste, si leemos acerca de la Pascua, la primera fiesta de Dios, donde conmemoramos la muerte de Cristo, así como la celebración de los Panes sin Levadura, Pentecostés, Trompetas, Expiación, Tabernáculos y Octavo Día. Ese fue nuestro año.

Teniendo el conocimiento de las fiestas de Dios y sabiendo que Cristo es la figura principal de ellas, y que no hay instrucción alguna para celebrar su nacimiento por muchas razones, lo que sí podemos hablar es sobre la importancia de su nacimiento, un hecho escrito y profetizado en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos de las Escrituras Hebreas. 

Hoy no quisiera hablar de los orígenes de la Navidad, o de las Saturnales romanas, o de la adoración al sol, sino más bien a ciertos elementos que realmente ocurrieron y que nos ayudan a visualizar y a agradecer con mucho júbilo y alegría el nacimiento de Jesús. 

OBJETIVO

El día de hoy veremos algunos antecedentes del nacimiento de nuestro Salvador en Belén y del por qué sus padres fueron a Jerusalén.

TÍTULO: De Belén a Jerusalén

DESARROLLO

Vamos al momento previo de su nacimiento cuando José se encuentra en una situación muy compleja: su legalmente mujer, con quien NO se había juntado todavía de acuerdo a las costumbres judías tocante al matrimonio, “...se halló que había concebido…”. José era un hombre bueno y “justo” dice la Escritura, al igual que su mujer, María. Por eso cuando él decide dejarla en secreto para que ella no tuviera problemas, tuvo un sueño:

Mateo 1:20-21

20 Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.

21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

V.20: La mayoría de las traducciones que conocemos tienen la tendencia de referirse acerca del Espíritu Santo como si fuera una 3er persona, es decir, fueron interpretadas por quienes creían en la Trinidad. Encontré que la versión “Dios Habla Hoy del 94” lo esclarece un poco mejor al traducir: “...no tengas miedo de tomar a María por esposa, porque su hijo lo ha concebido por el poder del Espíritu Santo”.

En otras palabras, María quedó encinta de manera milagrosa y espiritual (no por un acto físico). Esta fue la voluntad de Dios que se concretó ejerciendo su fuerza, su espíritu, (Espíritu Santo), y no por una 3era persona.

V.21: En el verso 21 está el nombre que fue ordenado por Dios mediante su mensajero que se le apareció en un sueño a José: Jesús, que en griego es iesus, y hebreo Yeshua, que significa: “Dios salva”. 

Cuando se relata la historia de la “Navidad”, al hablar de José y María, se cuenta que andaban en un burrito medio desesperados porque María estaba embarazada y a punto de dar a luz. Y entonces justo van llegando a Belén y estaban los hoteles llenos, y José la llevó a un establo de animales para que diera a luz.. etc..

¿Fue realmente así? Aunque la comunidad cristiana lo cuente y lo crea, sabemos que no fue así. 

Si hablamos de José y María, ¿ha escuchado que se hable de ellos como un matrimonio TEMEROSO DE DIOS que GUARDABA la ley según el Antiguo Pacto de Dios?...Estoy seguro que no, y que ninguna caricatura o relato para niños lo cuenta.

Hagamos algo. Leamos lo que dice la Biblia y veamos quiénes son los padres de Jesús. 

De María, podemos verla como una mujer piadosa, por lo que relata el capítulo 1 de Lucas, versos del 46 al 55, donde ella agradece a Dios haber “mirado la bajeza de su sierva” y expresa su sentir al decir que “su espíritu se regocija en Dios, su salvador”. Y no sólo esto, sino que ella cita al menos 12 pasajes de la Biblia, siendo la mayor parte de los Salmos. Leamos algunos de ellos:

Lucas 1:46-49

(46)  Entonces María dijo: 

Engrandece mi alma al Señor;

(47) Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.

(48) Porque ha mirado la bajeza de su sierva; 

Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.

(49)  Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre,

(50)  Y su misericordia es de generación en generación A los que le temen.

  • En relación al verso 47

María se conecta con Ana, la madre de Samuel en los primeros versos. Dice 1 Samuel 2:1 “Y Ana oró y dijo: Mi corazón se regocija en Jehová…”

Ana y María citan a Salmos 34:2, que dice: “En Jehová se gloriará mi alma; Lo oirán los mansos, y se alegrarán”

Salmos 35:9 “Entonces mi alma se alegrará en Jehová; Se regocijará en su salvación”.

Habacuc 3:18 “Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación”.

  • En relación al verso 48

Salmos 138:6 Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos.

  • En relación al verso 50

Salmos 103:17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos;

Y así podríamos encontrar varias referencias de estos pasajes. 

No sólo los niños eran instruidos en una sinagoga, sino también las niñas. María, al igual que las muchachas de su época, fue instruida desde niña en las Escrituras, y esto es un claro ejemplo que estaba muy empapada de la Biblia. 

De José la Escritura no dice mucho. De hecho, se cree que José murió en algún punto después de los 12 años de Jesús, ya que no se le menciona más. De hecho, En las bodas de Caná, donde ocurre el primer milagro de Jesús, José ya no es nombrado, sino su madre, hermanos y discípulos (Juan 2:12).

Pero si dice Mateo 1:19 que “José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente”. Esta sola palabra tiene mucho peso en las Escrituras, porque habla de la justicia no según sus ideas, sino un carácter santo y piadoso, es decir, una persona temerosa de Dios. 

Veamos un poco más de ellos. Habiendo llegado José y María a su pueblo Belén, nace Jesús. Y ¿qué hacían los judíos piados cuando les nacía un varón? Veamos...

Lucas 2:21-24

21  Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido.

22 Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor

23 (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor),

24  y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos.

Alguien que no entiende la importancia de lo que fue el Antiguo Pacto y el Nuevo y mejor Pacto bajo el cual estamos, podría pensar que estas cosas raras que se hacían y que tenían que ver con los judíos, sólo era una costumbre antigua y olvidada sin relevancia alguna. Pero si está escrito en la Palabra de Dios, entonces lo cierto es que sí es necesario prestarle atención.

Primero que todo, el matrimonio le puso por nombre: Jesús, tal como el ángel le había dicho a José. Esto refleja el TEMOR y obediencia a Dios. 

Segundo, fue circuncidado según la ley de Dios entregada a Moisés, que está basada en el pacto de Dios con Abraham: la circuncisión. Esto se puede leer con calma en Génesis 17:12 y Levítico 12:3.

Tercero, sobre las ofrendas en forma y tiempo. Lucas nos habla de dos ofrendas que inician con el verso 22: “Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor”.

¿A qué llevaron a Jesús? No lo llevaron a la circuncisión, porque esto se hacía en su lugar de nacimiento en los primeros días del nacimiento y tenía que pasar un tiempo para que se cumplieran los días de su purificación.

Veamos lo primero que está descrito en el verso 23: “como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor”. Esto está interesantemente conectado con una fiesta…….. ¡y no es la Navidad! sino la Fiesta Santa de la Pascua, aquella mencionada en el libro de Éxodo, indicada en Levítico 23. 

  1. Rescate del primogénito

Éxodo 13:11-15

11 Y cuando Jehová te haya metido en la tierra del cananeo, como te ha jurado a ti y a tus padres, y cuando te la hubiere dado,

12 dedicarás a Jehová todo aquel que abriere matriz, y asimismo todo primer nacido de tus animales; los machos serán de Jehová.

13 Mas todo primogénito de asno redimirás con un cordero; y si no lo redimieres, quebrarás su cerviz. También redimirás al primogénito de tus hijos.

14 Y cuando mañana te pregunte tu hijo, diciendo: ¿Qué es esto?, le dirás: Jehová nos sacó con mano fuerte de Egipto, de casa de servidumbre;

15 y endureciéndose Faraón para no dejarnos ir, Jehová hizo morir en la tierra de Egipto a todo primogénito, desde el primogénito humano hasta el primogénito de la bestia; y por esta causa yo sacrifico para Jehová todo primogénito macho, y redimo al primogénito de mis hijos.

Esto lo leemos cada año, y aquí encontramos su vigencia en el contexto del nacimiento de Jesús, con sus padres que guardaban celosamente la ley de Dios indicada a su pueblo 1,500 años antes. Veamos otro pasaje donde nos habla de esto.

Números 18:15-16

15 Todo lo que abre matriz, de toda carne que ofrecerán a Jehová, así de hombres como de animales, será tuyo; pero harás que se redima el primogénito del hombre; también harás redimir el primogénito de animal inmundo.

16 De un mes harás efectuar el rescate de ellos, conforme a tu estimación, por el precio de cinco siclos, conforme al siclo del santuario, que es de veinte geras.

En la historia del Éxodo, la muerte de los primogénitos de Egipto, y la protección de los primogénitos hebreos tiene un alto impacto en la historia de Israel por muchas cosas. Aquí vemos una, que desde este momento se instruye acerca de esta ley de quien abriese la matriz. Y ¡fue la misma ley que José y María guardaron!

Jesús fue su primer hijo quien abrió la matriz de María, y lo menciona Lucas 2:23:

“(como está escrito en la ley del Señor <aquí no dice Moisés>:

Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor)”.

Por eso José y María lo llevaron a Jerusalén, al templo, a presentarlo, a dedicarlo a Dios y a pagar rescate por él, dos razones según la ley de Dios para haberlo llevado a Jerusalén, como lo estamos viendo.

Es interesante notar que José y María redimieron a su hijo, lo rescataron, “pagaron el precio” como lo acabamos de leer en Números, “un precio de cinco siclos conforme al siclo del santuario”.

Rescataron al primogénito de María, según la ley de Dios lo indicaba. Ellos redimieron a Jesús, y Jesús en breve iba a redimir a todos con su muerte... 

Veamos ahora la segunda ofrenda que es mencionada en Lucas 2:24 “...y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos”.

  1. Ofrenda de purificación

Levítico 12:6-8

6 Cuando los días de su purificación fueren cumplidos, por hijo o por hija, traerá un cordero de un año para holocausto, y un palomino o una tórtola para expiación, a la puerta del tabernáculo de reunión, al sacerdote;

7 y él los ofrecerá delante de Jehová, y hará expiación por ella, y será limpia del flujo de su sangre. Esta es la ley para la que diere a luz hijo o hija.

8 Y si no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno para holocausto y otro para expiación; y el sacerdote hará expiación por ella, y será limpia. 

Lucas menciona que tenían que cumplirse los días de su purificación, y aquí es justamente lo que estamos leyendo. El verso 8 menciona una alternativa a la ofrenda que debía entregarse (cordero) si la familia no podía por un tema económico.

¿Qué ofrenda es mencionada en Lucas? No un cordero (la ofrenda más cara), sino un par de tórtolas o palominos, tal como lo menciona el verso 8 de Levítico 12.

¿Qué podemos ver aquí?

Que a pesar de que José y María eran pobres, eran obedientes a la ley de Dios.

Que Cristo nació en un hogar sin lujos, un hogar que contaba cada centavo para vivir, y que a pesar de todas las circunstancias eran fieles a Dios y su Palabra en forma y tiempo.

Recordemos que ellos esperaron el tiempo que indica la ley (en el caso de un varón 40 días), y no ofrendaron cualquier cosa, sino lo que indicaba la ley en su circunstancia económica, una familia pobre. 

Se dice que el matrimonio era pobre porque no tenían donde quedarse al llegar a Belén, quedándose en un establo de animales para tener a su 1er hijo. Esta es la “historia clásica”, una historia muy lejana a la realidad que ni siquiera se acerca a las leyes de Dios, y tergiversa mucho a los personajes. ¿Era José un hombre descuidado que improvisó un lugar para que su esposa diera a luz? Claro que no. José era un hombre justo y cuidadoso con su esposa. Recuerden que quiso dejarla en secreto “para no difamarla”. José y María eran temerosos de Dios al igual que todos los judíos piadosos que conocían estas leyes que fueron entregadas por Dios a Moisés.

No nos contaminemos con las caricaturas para niños. Veamos la verdadera historia alrededor del nacimiento de nuestro Salvador y sepamos que José y María eran pobres porque la ofrenda que dieron era una ofrenda de pobres, y era una ofrenda instruida según LA LEY DE DIOS. Ninguna caricatura para niños mostrará este GRAN DETALLE. 

Recapitulemos lo que hemos extraído de Lucas:

  1. Lucas 2:21  Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido.

Aquí tenemos las dos primeras instrucciones atendidas por el matrimonio: Circuncisión y el nombre de Jesús.

  1. Lucas 2:22 Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor

Esto nos lleva a comprender la razón por la cual se llevaron a Jesús después de un tiempo específico.

  1. Lucas 2:23 (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor),

Y aquí está la instrucción atendida, la ofrenda por el primogénito para redimirlo, una instrucción que encuentra su origen en la primera Pascua del Éxodo. 

  1. Lucas 2:24 y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos.

Aquí está la referencia de la ley de purificación, sobre los 40 días en el caso de un varón, y la ofrenda para expiar y purificarse de un par de tórtolas o dos palominos, 

 

Es así como vemos que José y María fueron obedientes a Dios con el nombre de Jesús, la circuncisión, el rescate del primogénito y la ofrenda para purificarse.

CONCLUSION

Todo esto nos ayuda a comprender el contexto en el cual nació Jesucristo, específicamente sus padres y de cómo realmente procedieron siendo obedientes a la ley del Señor. Ellos eran una familia humilde pero temerosa y piadosa.

Lo que hicieron ellos de Belén a Jerusalén nos conecta mucho más con el carácter de Dios, un Dios que no cambia y que es íntegro y perfecto en relación a sus promesas, pactos, profecías; y que nos enseña a adorarle. ¿Cómo? “En espíritu y en verdad” (Juan 4:23). Esta adoración incluye sus mandamientos, sus leyes, sus fiestas santas, como lo vimos en el rescate del primogénito que pagaron José y María, instrucción que nos remonta a la Pascua de hace 3.500 años atrás. 

Halloween, Muertos, Santos, La Vírgen, La Navidad, Año Nuevo, Reyes Magos… 

Todo lo que sucederá en este mundo en los próximos días con sus festividades no tiene nada que ver con Dios y no debemos acercarnos a ellas en absoluto.

No hablan de sus leyes, no hablan de cómo Dios desea que le adoremos, sino que buscan atajos y alternativas para llenarse de respuestas inventadas y para cumplir sus propios caprichos.

Gracias a Dios conocemos su verdad, y hemos conocido un poco más de su carácter este año por medio de sus leyes y sus fiestas que han finalizado. Ahora ya sabemos lo que realmente ocurrió de Belén a Jerusalén.

Para todos los que deseen participar en un rato más del estudio, quiero contarles que será la segunda parte de este mensaje con un fragmento muy interesante de lo que ocurrió en Jerusalén con dos personajes poco nombrados: Simeón y Ana. Los espero.