#173 - Isaías 12-16: "Cántico del Milenio; historia de Lucifer; Petra"

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#173 - Isaías 12-16

"Cántico del Milenio; historia de Lucifer; Petra"

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Comienza Dios relatando sobre “aquel día”, que culmina con el establecimiento de su Reino. Dice: “En aquel día dirás: Cantaré a ti, oh Eterno; pues, aunque te enojaste contra mí [el pueblo de Israel y la Iglesia], tu indignación se apartó, y me has consolado. He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es Jah Eterno, quien ha sido salvación para mí” (Isaías 12:1-2). Tal como el pueblo de Dios cantó un himno de alabanza cuando cruzaron el Mar Rojo, así también está profetizado que lo haga la iglesia al cruzar el Egipto de este mundo y entrar en el Milenio. En Apocalipsis 15:3 dice: “Y cantan el cántico de Moisésdiciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios… todas las naciones vendrán y te adorarán”. El Comentario de Unger dice: “Este cántico será cantado “en ese día”, es decir, en el día de juntar a Israel de todas las naciones y su rescate final del Egipto de este mundo. Se repite la canción de triunfo de Moisés luego de ser rescatados al cruzar el Mar Rojo” (p. 318). De nuevo vemos el paralelo entre el primer y el segundo éxodo del pueblo de Dios.

El cántico sigue: “Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación” (Isaías 12:3). Esta frase es muy importante para nosotros, pues se relaciona con el inicio del Milenio y la Fiesta de los Tabernáculos. Dice el Comentario Exegético: “La idea de salvación estaba asociada de manera peculiar a la Fiesta de los Tabernáculos. De ahí el grito ¡Hosanna! (significa “Sálvanos, te rogamos), cuando Cristo entró en Jerusalén, lo que es señal de la perfecta “salvación” que él traerá a su pueblo en su segunda aparición en Jerusalén (Hebreos 9:28 y Zacarías 14:16). Así como la Fiesta de los Tabernáculos les recordaba a los judíos sus peregrinaciones en tiendas de campaña a través del desierto, así la futura iglesia judeocristiana recordará con acciones de gracias las diversas etapas pasadas por donde Dios, finalmente, la condujo… En el último gran día de la Fiesta de los Tabernáculos, los judíos solían llevar en procesión un jarro de oro lleno de agua de la fuente de Siloé, la cual, mezclándola con vino, la derramaban sobre el altar, en medio de gran regocijo. A esta costumbre aluden las palabras de Jesús dichas “el postrer día de la Fiesta” (Juan 7:2, Juan 7:37-39). El verter el agua significaba arrepentimiento (1 Samuel 7:6, Zacarías 12:10) y el agua, un posterior derramamiento del Espíritu Santo” (p. 571). Esta es una clara referencia a guardar la Fiesta de Tabernáculos en el Milenio como también en Zacarías 14:16.

Ahora Dios le revela a Isaías una tercera profecía, que tiene que ver con las naciones que atacan a Israel y el papel que cumplirán en los tiempos del Fin. La primera es Babilonia. Dice: “Profecía sobre Babilonia, revelada a Isaías [noten, a Isaías no de Isaías]... Vienen de lejana tierra, de lo postrero de los cielos, el Eterno y los instrumentos de su ira, para destruir toda la tierra [descrito en Apocalipsis 19]. Aullad, porque cerca está el día del Eterno; vendrá como asolamiento del Todopoderoso… He aquí el día del Eterno viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raerá de ella a sus pecadores. Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor. Y castigaré al mundo por su maldad… y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes. Haré más precioso que el oro fino al varón… Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación del Eterno… He aquí que yo despierto contra ellos a los medos, que no se ocuparán de la plata, ni codiciarán oro… Y Babilonia, hermosura de reinos y ornamento de la grandeza de los caldeos, será como Sodoma y Gomorra, a las que trastornó Dios. Nunca más será habitada… sino que dormirán allí las fieras del desierto” (Isaías 13:1-22). Se encuentran más detalles en Apocalipsis 6:12-13; Apocalipsis 8:12; Apocalipsis 18:2.

¿Por qué menciona Dios todo esto en este momento? El comentario de Unger acierta al decir: “En contraste con la bendición y el gobierno divino mencionado en el capítulo 11, Babilonia (de Babel, “confusión”) simboliza aquí el desorden político y gubernamental que caracteriza la tierra durante todo el tiempo de los Gentiles (Lucas 21:24). El clímax de esta confusión llegará en el Día del Señor, cuando   los pecados de la Babilonia política llegarán a su colmo, y estará lista para su destrucción (Apocalipsis 18). Los versículos 12-16 describen los juicios apocalípticos del Día del Señor (Apocalipsis 6 al 16), que culminarán en la destrucción religiosa (Apocalipsis 17) y política (Apocalipsis 18) de Babilonia. La Babilonia de Nabucodonosor II (605-562 a.C.), que se convirtió en la señora del mundo y que cayó en manos de Ciro, el Medo-Persa, en 539 a.C., es la primera referencia. Pero la Babilonia con el cautiverio de los judíos es un tipo o símbolo de la Babilonia política que reinará hasta su destrucción en la Segunda Venida de Cristo (p. 318).

Añade Halley: “En los días de Isaías, Asiria era la potencia dominante del mundo. Babilonia era una dependencia de Asiria. Babilonia se hizo potencia mundial en el 606 a.C., y cayó en 539 a.C. Así pues, Isaías cantó la caída de Babilonia cien años antes de que surgiera. Por esto los críticos modernos opinan que estas palabras no pueden ser de Isaías sino de algún otro profeta posterior. Sin embargo, se dice específicamente que son palabras de Isaías (Isaías 13:1)... Babilonia, opresora de los judíos, fue contraparte y sombra de una potencia descrita en el Nuevo Testamento que un día habrá de esclavizar a la Iglesia [en la Gran Tribulación] (Apocalipsis 17-19)” (p. 262).

Dios ahora continúa explicando que el establecimiento de su reino y la reunión de Israel no tendrá lugar hasta que la Babilonia política y religiosa sea destruida. Comienza: “Porque el Eterno tendrá piedad de Jacob, y todavía escogerá a Israel, y lo hará reposar en su tierra… y cautivarán a los que los cautivaron, y señorearán sobre los que los oprimieron” (Isaías 14:1). Comenta Unger: “Esta sección no se refiere a Nabucodonosor II o a Belsasar, último rey de Babilonia, sino al líder del Imperio Romano restaurado [en los tiempos del Fin] (Apocalipsis 13:1-8). Se refiere al “hombre inicuo, el hijo de perdición” (2 Tesalonicenses 2:3-4), y “el pequeño cuerno” (Daniel 7:8, Daniel 7:24-27; Daniel 11:36-45). Se verá cómo es lanzado en el lago de fuego (Apocalipsis 19:20)” (p. 319).

Luego de predecir la caída de la Bestia, que estará a cargo de este sistema babilónico, ahora Dios describe quién está detrás de todo este falso imperio mundial: Satanás. Dice Unger: “Satanás, el organizador y la cabecilla de este sistema de gobierno mundial está asociado en forma tan íntima con este último y más diabólico líder (“cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos” - 2 Tesalonicenses 2:9) que la ocasión de la caída del rey de Babilonia trae a la memoria de Dios los detalles sobre la caída original de Satanás y la entrada del pecado en el universo. También nos revela el papel que Satanás cumple en los gobiernos humanos...” (p. 319).

Así empieza esta famosa descripción de la caída de Satanás: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo” (Isaías 14:12-14).

Se revelan varias cosas importantes aquí. 

  1. El nombre original de Satanás es Lucero, o Lucifer en el latín. Significa portador de luz, y así es descrito aún por Pablo, pero ahora como un falso portador de luz: “Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz [Lucero]” (2 Corintios 11:14). 
  2. Dice que subirá al cielo, es decir, no estaba en el cielo cuando se rebeló. Dice que fue cortado por tierra. El mismo Diablo menciona que recibió autoridad sobre la tierra, y es obvio que esto fue antes de que se rebelara. Le dijo el diablo a Cristo: “A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos, porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy (Lucas 4:6). Además, Dios revela que cuando Lucero fue creado, fue puesto en la tierra: “Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura… los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación” (Ezequiel 28:12-13). Esta descripción indica que el bello Lucero estuvo en la tierra (Edén) anterior al de Adán y Eva, pues cuando conoció al ser humano, ya había pecado y se había convertido en Satanás. Cristo también indica que luego de subir al cielo, Satanás fue lanzado a la tierra donde actualmente se encuentra (Lucas 10:18).
  3. También muestra que los motivos de la rebelión de Lucero fueron por su ambición. La codicia del poder. Deseaba sustituir a Dios y estar a cargo de todo. Además, indica que el tercer cielo, donde está Dios, se encuentra “a los lados del norte”, en dirección al norte de la tierra.

Sigue el relato: “Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo. Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos; que puso el mundo como un desierto...?” (Isaías 14:15-17). Más tarde, Dios revela cuándo será esto: al principio del Milenio. Dice: “Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón… que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años, y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones” (Apocalipsis 20:1-3). Según Isaías 14:16, muchos durante el Milenio podrán contemplar a un Satanás materializado que se revolcará dentro de ese abismo.

Después de describir el destino de Satanás, Dios vuelve al relato del destino del rey de Babilonia y su contraparte en los tiempos del Fin, ese líder mundial llamado la Bestia en Apocalipsis 19:19. Parece como un cuento de hadas, pero no lo es – es real y ocurrirá tal como Dios lo ha determinado y nada lo podrá detener. Dice: “Porque el Eterno de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo impedirá?” (Isaías 14:27).

Ahora bien, Dios describe no sólo el destino de Babilonia, sino también el castigo de las naciones vecinas que atacarán a su pueblo. Hubo una coalición contra Israel. Por eso Dios describe el castigo de cada vecino que traicionó a Israel, y lo harán otra vez en los tiempos del Fin. Dios les dice a los filisteos que, aunque se salvaron por el momento de los asirios, su destrucción total vendrá pronto (Isaías 14:29-32). Lo mismo le dice a Moab, que, a pesar de ser pariente de Israel, al tener a Lot como su fundador, fue desleal a Israel (capítulo 15).

En el capítulo 16, Dios explica qué le pasará a su Iglesia durante estos tiempos del Fin. Dios entrega una descripción velada a su iglesia. ¿Por qué en forma velada? Como explica un comentarista: “Las verdades de Dios suelen ser presentadas en forma simbólica o alegórica. Si toda la Biblia fuera escrita en forma clara y literal, es obvio que hubiera sido destruida como las palabras de locos [o verdades que irían en contra de esta sociedad]” (Petra, N.W. Hutchings, p. 129). Dice Dios: “Enviad cordero al señor de la tierra, desde Sela [en griego es Petra] del desierto al monte de la hija de Sión… esconde a los desterrados, no entregues a los que andan errantes. Moren contigo mis desterrados, oh Moab; [en Jordania] sé para ellos escondedero de la presencia del devastador; porque… el pisoteador será consumido de sobre la tierra. Y se dispondrá el trono en misericordia; y sobre él se sentará firmemente, en el tabernáculo de David [refiriéndose a Cristo en su venida], quien juzgue y busque el juicio, y apresure la justicia… Esta es la palabra que pronunció el Eterno sobre Moab:... Dentro de tres años, [¿se refieren también a los 3 años y medio de la Gran Tribulación?]... será abatida la gloria de Moab, con toda su gran multitud; y los sobrevivientes serán pocos, pequeños y débiles” (Isaías 16:1-5, Isaías 16:14).

Esta es la primera mención que Dios hace de Petra, o Sela en hebreo, que significa “la gran roca”. Era la capital de los edomitas y puede ser el lugar de refugio para el pueblo de Dios en los tiempos del fin. A través de todo Isaías, Dios añade más detalles sobre la protección de su iglesia en los últimos días. En Isaías 26:19-21 se refiere al tiempo de la Primera Resurrección y su pueblo estará protegido en “aposentos”. Dice: “Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos. Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación [de la ira en el día del Señor]. Porque he aquí que el Eterno sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella [homicidios], y no encubrirá ya más a sus muertos”. Hay miles de aposentos desocupados actualmente en Petra. La única “puerta” para entrar es por un desfiladero de pocos metros de ancho, llamado el Siq, que tiene dos kilómetros de largo. Puede ser que la expresión “cierra tras ti tus puertas”, significa que se cerrará ese desfiladero para que nadie más pueda entrar. 

Comenta en su libro, Petra en la historia y en la profecía, H.W. Hutchings: “Petra está a 150 km. al sudeste de Jerusalén… La advertencia de Cristo es que “cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora (que inicia el período de 1290 días hasta su venida, según Daniel 12:11)... entonces los que estén en Judea, huyan a los montes” (Mateo 24:15-16). El punto más alto en Israel es de 1300 metros y no provee mucha protección. Sin embargo, las montañas más altas e inaccesibles son las que están en la zona de Petra. Este lugar sería de difícil acceso al Anticristo. Él sabrá todo sobre las personas, y nadie podrá comprar o vender sin tener su marca. Leemos en Apocalipsis 13:7: “...se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación”. Sin embargo, habrá una nación que será librada del control del Anticristo, y esta es Jordania, la vecina de Israel y donde está Petra. Leemos en Daniel 11:41: “...mas éstas escaparán de su mano: Edom, Moab, y la mayoría de los hijos de Amón”. Las fronteras de estos pueblos forman lo que hoy se llama Jordania. Cuando Winston Churchill trazó las fronteras de Jordania en 1921 y declaró que Israel no tendría autoridad sobre este territorio, no sabía que estaba cumpliendo una profecía. Respecto a por qué Jordania se escapará de las manos del Anticristo... Quizás la autonomía de Jordania será una de las consideraciones de un tratado de paz que el Anticristo negociará en el futuro, y lo cumplirá con Jordania, pero no con Israel

La mayoría de los turistas que visitan a Petra sólo ven un 5% de la ciudad total. Este vasto complejo de moradas en las piedras cubre 30 km. cuadrados y en sólo una de estas cuevas, pueden morar hasta 1000 personas. Petra tiene lugar para hasta un millón de personas. No tendrá que ser desocupada, pues está vacía en la actualidad. Mientras que la referencia de Petra como un lugar desértico no es suficiente para calificarla con el lugar de refugio, el hecho de que tenga miles de “aposentos” es otra pista muy importante. Además, otro lugar que indica que es Petra en Jordania es Salmos 60:1-2, Salmos 60:9-11, donde Dios dice que en el tiempo de la Gran Tribulación los protegerá en Edom, cuya capital era Petra: “Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste; te has airado; ¡vuélvete a nosotros! Hiciste temblar a la tierra... ¿Quién me llevará a la ciudad fortificada? ¿Quién me llevará hasta Edom? ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado?... Danos socorro contra el enemigo, porque vana es la ayuda de los hombres. En Dios haremos proezas, y él hollará a nuestros enemigos”. Según consideramos la posibilidad de Petra como el lugar de espera para la venida del Mesías, hay suficiente agua para abastecer a un millón de personas. Hay muchos arroyos y pozos en el área. Aunque el suelo es rocoso en Petra, es también muy fértil”.

Otra referencia a Petra se encuentra en el Isaías 33:14. Dice: “¿Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas? El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias… el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; éste habitará en las alturas; fortaleza de rocas será su lugar de refugio; se le dará su pan, y sus aguas serán seguras. Tus ojos verán al Rey en su hermosura [verán la Venida de Cristo desde ese lugar]; verán la tierra [de Israel] de lejos… tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud [cuando venga Cristo]... Porque ciertamente allí será el Eterno para con nosotros fuerte [Estará Cristo allí]... No dirá el morador: Estoy enfermo [¿se refiere a que todos en Petra estarán a salvo de todas las enfermedades y estarán sanos?] al pueblo que more en ella le será perdonada la iniquidad” (Isaías 33:14-24). Luego en el siguiente capítulo se describe lo que sigue – la batalla de Armagedón.

En Apocalipsis 3:10 Dios promete a su pueblo fiel en la era de Filadelfia una protección segura, y parece relacionarse con Petra. Dice: “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra”. Además, en Apocalipsis 12:13-14 vemos que la iglesia huye a su lugar [en la tierra] por tres años y medio: “Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón [la verdadera iglesia]. Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo [tres años y medio]”.

Según nos acercamos a ese tiempo, todas las profecías del tiempo del fin se irán esclareciendo. Como Pedro dijo: “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro [no hay mucha claridad por el momento], hasta que el día esclarezca [por fin llegue el tiempo final] y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones [la venida gloriosa de Cristo]” (2 Pedro 1:19). De nuevo, sólo podemos estudiar las Escrituras para estar velando según ocurran los sucesos mundiales. Cristo dijo: “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lucas 21:36). Ahora bien, aún quedan muchas profecías por aclarar, de modo que lo referente a Petra es sólo lo que tenemos disponible para mejor “velar” pero no pensar que es definitivo o que estamos próximos al momento de huir.