Dado que la reproducción en la naturaleza es fundamental para la producción de alimentos y la perpetuación de la vida, a la humanidad siempre le ha intrigado el tema de la fertilidad. ¿Se ha preguntado alguna vez por qué los huevos y los conejos –los populares distintivos de la Pascua– fueron escogidos como símbolos de la fertilidad?

"En la religión popular tradicional, el huevo es un poderoso símbolo de fertilidad, pureza y renacimiento. Se utiliza en rituales mágicos para promover la fertilidad y restaurar la virilidad; para mirar hacia el futuro; para atraer el buen tiempo; para fomentar el crecimiento de las cosechas y proteger tanto al ganado como a los niños contra la desgracia, especialmente el temido mal de ojo. En todo el mundo representa la vida y la creación, la fertilidad y la resurrección . . . Más tarde [las costumbres relativas a los huevos] se vincularon con la Pascua. La Iglesia no se opuso a ello, aunque muchas costumbres relacionadas con el huevo eran de origen precristiano, porque el huevo proporcionaba un símbolo fresco y poderoso de la Resurrección y de la transformación de la muerte en vida" (The Encyclopedia of Religion [Enciclopedia de la religión], 1987, p. 37, "Huevo").

El conejo de Pascua es el sustituto moderno de "la liebre, símbolo de la fertilidad en el antiguo Egipto" (Encyclopædia Britannica, 15ª edición, Micropædia, p. 333, "Pascua"). No es ningún secreto que los conejos son extremadamente prolíficos. Sus hembras paren varias camadas de dos a ocho crías cada año, y la gestación dura aproximadamente un mes. En contra de las instrucciones de Dios, estos símbolos paganos de la fertilidad atribuyen poderes divinos a la creación (conejos y huevos) en lugar de al Creador (Romanos 1:21-25).

En contraste con las celebraciones paganas, Dios se propuso bendecir a su pueblo con abundancia a cambio de su amor y obediencia. Observe las palabras de aliento de Moisés a Israel poco antes de su muerte:

"Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto por obra, el Eterno tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres. Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría.  Bendito será más que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados" (Deuteronomio 7:12-14).

Las personas tienen la opción de acudir a Dios como su Creador para obtener bendiciones reproductivas, o venerar la creación. Después de examinar  la historia de los conejos y los huevos como símbolos paganos de fertilidad, ¿cree que a Dios le complace que la gente los incluya como símbolos de su culto? (Véase Deuteronomio 12:2-4, 28-32).  BN