Instrumentos de Dios

Contrario a la tendencia de nuestro tiempo, de usar y desechar; Jesucristo desea perfeccionarnos para que seamos instrumentos de la obra de nuestro Padre.

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Seguramente en esta sala estarán escuchando en estos momentos o de manera diferida algún niño o algún joven que tal vez está pensando o ya está haciendo algo para decidir y responder la pregunta que se les hace a los niños. ¿Qué quieres ser cuando grande? ¿Qué te gustaría hacer cuando grande?

Yo creo que todos aquí hemos recibido esa pregunta en algún momento de nuestras vidas y si no, todos aquí hemos tenido los adultos esa incursijada que vamos a hacer con nuestras vidas. Cuando ustedes los niños o cuando ustedes adultos eran niños, ¿qué pensaron que querían ser cuando adultos? ¿Cuáles eran esas ideas que teníamos? Generalmente el niño tiene una manera de ver la vida futura de una manera muy distinta a la que la ve un adulto. Por eso les relato que cuando yo era niño, la primera profesión que quería llevar a cabo cuando adulto era ser un basurero.

Esa era mi idea, esa era mi afán, mi sueño. ¿Por qué? No por andar revolto en la basura, sino porque yo veía el camión de la basura que pasaba por la calle y me encantaba como los operarios se colgaban del camión. Eso a mí me fascinaba porque claro, siempre uno se sube con un carro y tiene que estar adentro, pero ellos no, ellos estaban afuera y agarraban la basura y la lanzaban adentro, después el camión era como una boca que se comía de toda la basura, entonces era toda una entretención que yo miraba desde la ventana de mi casa.

Después, años más adelante, quise ser joyero como mi padre biológico. Él trabaja las joyas y entonces encontré muy interesante esa oficio, esa profesión. Luego, ya más joven, decidí que era el área del diseño, por eso estudié el diseño y ahora en estos momentos como que podríamos decir que hago un poco de todo después de varias ideas que tuve en el pasado.

Independientemente de lo que usted sueño cuando niño, dependientemente de lo que está realizando hoy, la verdad es que en el mundo existen oficios algunas veces poco convencionales o carreras o oficios, podríamos decir, la gente que se dedica a algunos se han ido olvidando por la tecnología que va un poco reemplazando al hombre, se van automatizando las tareas, pero hay algunos que van quedando por ahí desde la revolución industrial que comenzó esto de que ya el hombre no era necesariamente disponible para trabajar con sus manos, sino que ya podía hacer todo con un botón.

Hoy día casi todo es desechable, por eso las cosas se dicen que no las hacen como antes, todo como que dura un rato y ya después se estropea. Algunas actividades hubo oficios del pasado, por ejemplo, son el nochero, no sé si aquí se hablaba de el sereno, era quien pasaba las noches con una luz antiguamente en la época de la colonia, o el aguatero, que podría ser reemplazada quizás por los camiones que surten agua en las calles aquí en México. Por ejemplo, el alfarero, el curtidor, curtidor de pieles, son oficios que se han ido olvidando.

Otros, por ejemplo, que se han podido mantener a lo largo de los años, puede ser, por ejemplo, un zapatero, una máquina no puede arreglar un zapato todavía, un panadero, a pesar de que hay máquinas involucradas en la fabricación del pan, siempre hay panaderos, un minero, por ejemplo, también, que tiene que estar bajo tierra, excavando y buscando esa materia tan apreciada. ¿Y qué me dicen, por ejemplo, de algunos que tal vez usted nunca ha escuchado?

¿A qué se dedica un escudero trinchante? Quizás nunca lo ha escuchado. Es un poco antiguo a la profesión o el oficio, pero esta persona era la que se dedicaba exclusivamente a cortar, que es trinchar, a cortar todo tipo de carnes y distribuir el servicio a la mesa y confección de postres. Esto es puertas adentro de una casa, obviamente, de alta alcurnia. Solamente se dedicaba a eso. ¿Qué me dicen de un pato ecologista? ¿Qué es un pato ecologista? La palabra no nos dice nada, pero si ustedes vieron la peluca de Jurassic Park, es la persona que tiene que revisar las deposiciones de los animales para ver y estudiar eso.

No es un oficio quizás muy agradable, pero puede ser quizás bastante bien pagado. ¿Qué hace una plañidera? Esto es en China se usa bastante. Una plañidera es un actriz que cobra por rendir homenaje a un difunto mediante canciones tristes. Eso todavía es activo, un oficio activo. ¿Y qué me dicen de un luthier? ¿He escuchado usted la palabra luthier? Quizás no mucho, pero es un oficio que hoy día está y sigue en pie. Vamos a hablar de este último oficio y lo vamos a relacionar con nuestra vida.

Vamos a aprender de esta analogía y vamos a ver cómo podemos ser instrumentos de Dios. Ese es el nombre del mensaje de hoy. Como se hablaba al comienzo en la oración, los instrumentos de Dios, no solamente quienes llamamos al frente, sino que de todos, instrumentos de Dios. Etimología. Lo que significa la palabra luthier. El nombre luthier proviene de la palabra francesa luth, el luth h, que a su vez procede de la palabra árabe al hud. La hud, un instrumento muy antiguo. ¿Qué significa madera?

La madera. Derivada del alemán, esta palabra también se utilizó en apellidos de algunas personas. Por ejemplo, Martin Luthero. Viene de esta palabra luthier o Martin Luther King. También en los Estados Unidos. ¿Y cómo oficio? ¿Qué es luthier? ¿Qué hace esta persona? Un luthier, que también se le llama laudero del laud, o también luthero, es una persona que construye, ajusta y repara instrumentos de cuerda frotada y pulsada. Eso es lo que es el oficio de un luthier. Construye, ajusta y repara. Un poco de historia. En Cremona Italia, aquí está la cuna de los grandes luthieres, al siglo XVII, destaca un luthier llamado Nicola Amati.

Desde un frustrado e incipiente deseo de convertirse en un gran violinista, uno de sus discípulos, de Nicola Amati, llamado Antonio Stradivari, se convierte, entonces, rápidamente en un destacado luthier. Y a los 17 años ya fue encomendado que construyera por completo un violín. Desde la selección de la madera, la maduración de la madera, el barniz, el ensamblaje y todo lo que conlleva la construcción de un violín.

Con el tiempo, Antonio mejoró el arco del violín, el espesor, la densidad de la madera, hizo un cálculo más exacto de esta misma de la madera. El barniz lo hizo más colorido, un poco más rojizo y con otros materiales, y también modificó un poco el mástil, que es el diapasón, la madera más larga que hay donde se ponen los dedos. Los violines de Antonio Stradivari destacan por su fuerza, dulzura, poder y expresión.

Antonio construyó, se dice, mil cien instrumentos en su vida, de los cuales 650 se encuentran hoy en la actualidad. En grandes orquestas, algunos con mucho orgullo dicen este violín es de Antonio Stradivari. ¿Cuánto cuesta un instrumento? Porque puede ser un contrabajo, un chelo, un violín. ¿Cuánto cuesta? ¿Cuánto cree usted que puede llegar a costar un violín de hace bastantes cientos de años que todavía suenan muy bien? 16 millones de dólares puede costar un solo instrumento. Bueno, otras palabras, 300 millones de pesos mexicanos. Un instrumento. Probablemente muchos de los grandes violinistas desearían tener uno de esos violines donde Antonio firmaba el violín y le ponía Antonio Stradivari Cremonensis Facibatano, que en italiano significa Antonio Stradivari de Cremona, fabricado hacia el año y se ponía el año que había sido construido.

Han surgido muchas teorías que intentan explicar por qué un violín hecho por Antonio Stradivari tiene una sonoridad y una característica tan increíble y que todavía se mantiene y el valor que ustedes acaban de escuchar. Dicen que el barniz es mágico, tenía algo el barniz, dicen que el tratamiento de la madera era también quizás lo más importante, como se trataba la madera, la maduración de la madera, o también algunos dicen que había un árbol cerca del río donde él sacaba la madera y entonces cuando construían violín todavía tenía el sonido del río en la madera, cosas que inventan, tal vez o tal vez que lo sacaba de una madera de los barcos hundidos de ahí de la zona de Italia y también hasta el insecticida que se usaban en aquellos años.

Una madera está expuesta a las termitas y a la erosión del tiempo, entonces el insecticida que se le aplicaba era necesario y ese tipo de insecticida quizás era lo más lógico que podía ser. También lo último que yo considero que bastante estuve leyendo un poco de esto, tal vez lo más lógico de por qué son tan buenos, una que era un experto en crear violines y lo otro es que en esa época del año en Europa hubo justo 70 años de mucho frío lo que hacía que la madera madurara de manera más lenta y tenía más densidad la madera.

Entonces parece ser que eso también influyó para que estos violines queden todavía ahora. Por eso se construyen hoy violines pero no con esa calidad a pesar de que sean tan perfectos. Recuerden lo que hace luthier. Independientemente del factor que haya influido para que un Stradivarius hoy día sea como tal, lo que importa del luthier es que no solamente construye un violín, no solamente lo fabrica, sino que también lo repara y lo ajusta.

Un violín se tiene que ir ajustando y si hay un accidente lo repara. Un luthier se encarga de todo el proceso desde la recolección de la madera y su tratamiento hasta los últimos detalles de ornamentación de un instrumento de cuerda y ajusta y repara lo necesario. Entonces construye, ajusta y repara tres puntos respecto a este instrumento. Aquí les traje un violín a escala, pequeñito, pero que me va a servir para ilustrar lo siguiente.

Cuando una persona, un luthier construye o cualquier persona construye un violín, a ver si lo puede ver la cámara aquí, acercarse un poquito, inmediatamente uno puede saber si acaso el instrumento ha sido preparado por un luthier. Cualquier persona que vaya a comprar un violín se fija en él y no se sabe si fue ajustado o no. Y para saberlo hay que ver por ejemplo algunos detalles, los que más destacan son las clavijas. Si ustedes se dan cuenta un violín o un instrumento de cuerda no tienen nada tecnológico, es solamente presión de una cuerda.

Entonces las clavijas, si están mal lijadas y la presión de ellas sobre el mástil se suelta, quiere decir que no ha sido pasado por luthier. Se pueden ver incluso alguna vez hasta las astillas de la madera. Eso quiere decir que no ha sido preparado por luthier, porque uno lo apretan y se suelta, se desafina.

No está preparado el violín para tocarse. Otro punto es, aquí no se ve muy bien, pero dentro del violín hay un palito que se llama alma, que se dice que es el que genera la vibración de un violín o de un instrumento. Si el alma está mal puesta, no va a sonar bien. Entonces para ponerla hay que meterle unos fierritos y empezar, no es fácil el trabajo de luthier.

Es bastante complejo. Esto, entonces, podríamos, esto obviamente es de juguetes y esa escala, pero me ayuda a graficar y mostrar si usted algún día va a comprar un violín, fíjese en las clavijas y fíjese en el palito en el alma que está ahí abajo. Si eso no está puesto o las clavijas están mal pulidas, ese violín no está preparado para que se toque como debe ser. Todos nosotros hemos sido creados, construidos con una perfección y un sello divino, una creación del hombre.

El problema es que cuando pase el tiempo, esta creación puede necesitar ajustes, puede necesitar correcciones o reparaciones. Y las personas generalmente no les interesa ser ajustados o reparados. En otras palabras, muchos seres humanos, aún cuando han sido creados por un ser divino, hechos para ser buenos instrumentos, se han ido estropeando en el camino, con el correr de los años. Nuestra primera escritura está en Efecios. Vayan por favor al libro de los Efecios capítulo 2, versículo 10.

Efecios capítulo 2, versículo 10. ¿Qué nos dice acá?

Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús, para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que enduríesimos en ellas. Fuimos hechos para ser buenas cosas. Ese fue el objetivo de nuestra creación. Uno de los objetivos. Podríamos decir que hasta un extradivarius de 300 millones de pesos mexicanos puede estar desafinado, puede estar o necesitar un ajuste, lógicamente. El objetivo de nuestra creación es uno de los puntos más estudiados, pero menos entendidos. ¿Por qué estamos aquí? Esa pregunta. Esa pregunta tan realizada por tantas personas. ¿Por qué estamos aquí? La sencilla idea de nosotros como seres creados implicó también que cuando nosotros fuimos creados, no fuimos abandonados para decirnos ahí se ven cómo se la reglan. Uno de los objetivos de nuestra creación es tener una relación directa con nuestro creador a lo largo del tiempo, una vez creados. No puede ser una creación tal cual como así y que después te olvidas de quién te hizo.

La creación no puede mantenerse por sí sola hablando de nosotros, no podemos mantenernos por sí solos, no podemos ajustarnos y no podemos repararnos en nosotros mismos. Ya hablando un poco más espiritualmente, necesitamos una mantensión continua como lo tienen los automóviles cada cierto kilómetro de la gente, necesitan ir al taller, cambiar el aceite y revisar otras cosas, los frenos, etcétera. Todos nosotros necesitamos un luthier, todos nosotros necesitamos un luthier. Recuerden, construye, ajusta y repara, eso es lo que hace un luthier y todos nosotros necesitamos su luthier. Uno de los puntos doctrinais de la iglesia respecto a la revelación o la definición de lo que es Dios Padre y lo que es Dios Hijo y el poder del Espíritu Santo, ese es el primer punto doctrinal, incluso de los 20 puntos en el folleto de los puntos doctrinais de la iglesia. Aquí habla de la revelación de Jesucristo como el dios del Antiguo Testamento, como la roca que habla ahí en I.G.10, la roca del Antiguo Testamento, quien, junto al Padre, diseñaron un plan para crearnos y para que fuéramos parte de su familia, lo que comúnmente se ha conocido como esa frase que dice el gran potencial humano. ¿Cuál es nuestro potencial? No somos el producto caprichoso y arbitrario de una explosión sin sentido. Estamos aquí con un objetivo para desarrollar nuestro potencial y para ser parte de la familia de Dios.

Entonces, veamos los tres puntos que hace luthier y relacionémoslo con nosotros.

La pluralidad de la palabra Elohim, que se habla en Génesis en el primer capítulo, habla de dioses, que nosotros en la reina valera leemos Dios en los primeros versículos, pero Elohim es la pluralidad de Dios. Y esto nos habla de la conversación que hubo entre dos seres para que nosotros existiéramos o la creación existiera. En un principio, recuerden cuando habla dice, hagamos el hombre a nuestra imagen. Hay una pluralidad, hay una conversación, hay un muto acuerdo de dos seres. Hagamos el hombre a nuestra imagen.

Vayamos aquí a Juan 1.1, que es el que se utiliza para decir, bueno, Génesis 1.1 es el principio, pero en Juan 1.1 nos habla de antes de Génesis 1.1.

En Juan capítulo 1, vamos a leer el versículo 1.1. Juan 1.1 dice, en el principio era el verbo y el verbo era con Dios y el verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por Él fueron hechas y sin Él nada de lo que ha sido hecho fue hecho.

Entonces, aquí tenemos y vamos a tomar esta analogía del luthier de quién nos construyó.

Jesucristo, el verbo con las instrucciones de Dios el Padre nos construyó.

Como lo ven en el versículo 3, todas las cosas por Él fueron hechas y sin Él nada de lo que ha sido hecho fue hecho.

Veámoslo todavía esto en hebreos 1. No es una independencia de llevar a cabo esta creación.

En hebreos 1, versículo 1 al 3, Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo y por quien a sí mismo hizo el universo, el cual siendo el resplandor de su gloria y la imagen misma de su vida. Y por eso, en el versículo 3, Dios, habiendo hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo y por quien a sí mismo hizo el universo, el cual siendo el resplandor de su gloria y la imagen misma de su sustancia, a quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo afectoado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó la diestra de la Majestad en las alturas. Entonces, si lo tomamos como a Cristo, como nuestro Lutier, quien nos construyó, repito, por instrucciones y en común acuerdo y armonía con Dios el Padre, como lo vemos en Juan 1-1, tenemos nuestro constructor, nuestro Lutier, que nos construye. Elige la madera, elige el barniz, elige el tamaño y tenemos todos una creación de nosotros.

Cada una distinta entre sí. Esa es la construcción. Veamos la segunda cosa que hace un Lutier, que ajusta. Aquí mismo en Juan 1-1, volvamos a Juan, en Juan 1-1, versículo 22, aquí encontramos las tres acciones de Lutier en relación con nosotros. Cristo construye, ahora Cristo ajusta, versículo 22. Le dijeron, pues, ¿quién eres? Para que demos la respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo? Dijo, yo soy la voz de uno que clama en el desierto, enderezar el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías, que su Cristo es capaz de enderezar nuestros caminos, de ajustar nuestros caminos, porque si nos alejamos a nuestra propia voluntad, empiezan los desajustes. Cristo aquí, entonces, puede enderezar nuestros caminos.

Y en el versículo 29, tenemos el siguiente día dió Juan a Jesús, que venía a Él, y dijo, ¡Ey aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! Cristo nos puede reparar, puede quitar de nosotros ese pecado.

Esa es la reparación, cuando ya tenemos serios problemas. Y pecamos. Cristo, podemos poner el gran luthier, podemos poner un título todavía como simbólico respecto a este mensaje. Cristo, el gran luthier, que nos creó, también su voz clama en el desierto para ajustar nuestros caminos, para que nos enfoquemos en Dios. Y aunque hagamos nuestro mayor esfuerzo, aunque seamos muy apegados a esos caminos, podríamos tener desgastes y necesitaríamos una reparación. Eso es lo que también hace Jesucristo, repara, para andar en ese camino de mejor manera. Todos nosotros aquí pecamos y necesitamos repararnos. Entonces Cristo construye, ajusta y repara, tomando nosotros como, si fuésemos, un instrumento. Somos una creación muy detallada, hechos a la imagen de Dios. Eso es algo bastante increíble, de que somos hechos a la imagen de Dios. Sin embargo, a pesar de que somos hechos a su imagen, a pesar de esta obra exquisita y maravillosa obra divina que somos, podemos convertirnos como instrumentos de deshonra. Podemos convertirnos en instrumentos de deshonra. En Juan 8, vamos un poco más adelante, aquí en Juan capítulo 8, versículo 44 viene una frase muy directa, fuerte sobre los fariseos, los judíos que estaban aquí, teniendo una manera de vivir bastante alejada y bastante deshonrosa. En Juan capítulo 8 y versículo 44, fíjese lo que le responde aquí, Juan, perdón, Cristo, en Juan 8, 44, vosotros sois de vuestro padre el diablo y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla, porque es mentiroso y padre de la mentira. Fuiimos creados en Cristo Jesús para buenas obras, para mantenernos en la verdad, para honrar a nuestro creador. Pero el ejemplo anterior demuestra que podemos ser una deshonra, un instrumento de deshonra.

Si cumplimos el deseo de Satanás, ¿cuál es el deseo de Satanás? Mantenernos en la mentira y no permanecer en la verdad. No moriréis el quebrantamiento del 9º mandamiento, no moriréis, y hasta el día de hoy sigue con sus mismos engaños. Se mantiene en la mentira y no permanece en la verdad. A lo largo de los años en la iglesia se han hablado de crisis, o rupturas o divisiones de hace bastante décadas atrás. Hay muchas historias de muchas personas y de situaciones que han sido lamentables. Algunas veces se les pone el nombre de una crisis doctrinal o una crisis administrativa. Algunas veces solemos tener ese tipo de divisiones. Y podemos hablar en ciertas ocasiones en la historia que hay personas que lamentablemente han dejado la verdad de Dios. Se habla de que una persona asista a la iglesia y todo, y de repente uno dice, bueno, ya la persona se va al mundo, no permanece en la verdad de Dios, sabiendo la verdad y se va a la mentira, estaría quebrando uno de los mandamientos de Dios primeramente, según lo que hablamos aquí en Juan 844, no permanece en la verdad. Esto podría ser no una crisis administrativa, sino que sería una crisis doctrinal.

Si quebrantamos el sábado es un quebrantamiento del cuarto mandamiento. Y si quebrantamos el noveno mandamiento, o si adulteramos, eso es una crisis doctrinal.

¿Qué pasa si un grupo de personas utiliza un quebrantamiento de uno de estos mandamientos para hacerse otra iglesia? Eso no es una crisis administrativa. Eso es una crisis doctrinal. Y eso suele suceder y seguirá sucediendo. La Iglesia de Dios y todos nosotros somos probados con fuego. Y todavía nos faltan grandes pruebas por venir. Podemos convertirnos en instrumentos de deshonra. Esto es cuando nos descuidamos y olvidamos los mandamientos de Dios. Si olvidamos los mandamientos, nos vamos convirtiendo en instrumentos de deshonra. Pero si recordamos y utilizamos a nuestro gran luthier, a Señor Jesucristo, quien bajo la armonía y perfecta unión e instrucciones de Dios Padre nos creó, recordaremos que puede ajustarnos por medio de la ley que cumple el objetivo de, primeramente, bendecirnos, pero también de llevarnos a Jesucristo y por consecuencia a Dios Padre. Recuerdense romanos 14 cuando habla que el fin de la ley es Jesucristo. Cuando la traducción original ahí es el objetivo de la ley es que lleguemos a Jesucristo. Si no tenemos ley, no tenemos a Jesucristo.

Y además nos repara, este gran luthier nos puede reparar. Podemos errar, podemos tener caídas, pero podemos ser reparados por Jesucristo. Nuestros pecados pueden ser perdonados y ser aceptados frente a Dios en su trono de gracia y misericordia. Ahí tenemos entonces estas tres acciones de luthier en la simbología, como nosotros como símbolo, como creación. Nos ajusta y nos repara. Hemos utilizado esta alegoría de lo que puede y debe hacer Jesucristo en nuestras vidas, como si todos aquí fuésemos un instrumento, como si fuésemos un instrumento, como si fuéramos un violín, por ejemplo. Y ya que estamos con nuestro luthier, falta ahora el músico que nos tome en sus manos. Falta el músico. Si algún día usted ha vivido una situación o un deseo de hacer un bien a una persona, o de guardar los mandamientos de Dios quizás con una fuerza especial, sepa usted que ese deseo, esa voluntad, no es propia. Los méritos de ese gesto, de ayuda que quizás usted ha hecho en algún momento en sus vidas, los méritos son para nuestro creador. Veamos aquí en Filipenses 2-3. Aquí esto es que tiene que ver con la honra que nosotros damos cuando hacemos el bien. No es para nosotros, no es humana. Aquí en Filipenses 2-13. Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer. Por su buena voluntad. Si hacemos el bien, no es una gloria o honra de nosotros mismos, es para gloria y honra de Dios. Por eso dice la Escritura, hacer todo para gloria y honra de Dios, no para nosotros. Es Dios quien nos puede tomar y puede realizar y ejecutar cuando nos toca con la verdad. En Hebreos 13-21, dice, os haga aptos en toda obra humana para hacer su voluntad. Podemos hacer la voluntad de Dios, podemos estar en sus manos. Jesucristo, el verbo, el logos, la roca del antiguo testamento. Además, es la verdad que es la verdad que es la verdad que es la verdad que es la verdad. Además, de todo lo que hizo como Dios en la carne, tuvo una misión muy importante aquí en la tierra. Y esa misión fue dar a conocer a Dios el Padre. Dar a conocer a Dios el Padre. Vayan a Juan 1 y versículo 18. Juan 1, versículo 18. Adiós, nadie le dio jamás. El unigénito Hijo que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer. Cristo vino a hablar del Padre. Cristo vino a hacer la voluntad del Padre. Ni siquiera la propia. Y esta expresión de estar en el seno del Padre significa una relación tan íntima entre Dios y Jesucristo. Recuerden, cuando el apóstol Juan, el apóstol amado, estaba en el pecho de Jesucristo. Esa es una relación íntima, una relación muy amorosa. Esa misma expresión utiliza aquí Juan de la intimidad y de la estrecha relación que hay entre Dios Padre y Dios el Hijo. Pero nosotros no conocemos al Padre directamente. Lo conocimos por medio de Jesucristo. No hemos escuchado su voz, no lo hemos visto, pero la presencia de su Hijo, las obras que Él hizo, las obras que Él cumplió para testimonio, dan fe y hacen que el Padre exista o que sea real para todos nosotros por medio de Jesucristo. Y sabemos que Cristo fue enviado por Dios el Padre. Cristo nos ha acercado al gran músico que estamos buscando acá, en este punto, el músico.

Emanuel, cuando se le da el aviso a María, se le dice, le pondrás por nombre Emanuel, eso significa Dios con nosotros. Es una extensión. La familia Dios iba a estar con nosotros por medio de Jesucristo. Cristo ha dado a conocer el gran músico. Fíjense aquí en Juan 17, Juan capítulo 17, en esta oración para nosotros que Jesucristo le habla a Dios Padre.

Aquí hay una relación íntima entre dos seres. Hemos hablado de esto en algunos sermones, de la refutación de un tercer ser que no entra en estas Escrituras. Juan 17, versículo 25, dice, Padre, Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido y estos han conocido. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido y estos han conocido que tú me enviaste y yo les he dado a conocer tu nombre y lo daré a conocer aún para que el amor con que me has amado esté con ellos y yo en ellos. Eso es lo que una de las grandes tareas que vino a cumplir Jesucristo, a dar a conocer el Padre.

Sólo Dios es capaz de tomarnos en sus manos y así ser buenos instrumentos para su honra y no ser instrumentos de deshonra. Por medio de el gran luthier, podemos también llegar a conocer al gran músico. Son dos seres, pero en un conjunto tienen el mismo sentimiento.

Por medio de Jesucristo, podemos llegar a conocer a Dios el Padre. Ahora bien, ya habiendo sido creados, ya habiendo sido ajustados y reparados, tenemos entonces el virtuoso músico que nos puede tomar en sus manos. Y por medio de Jesucristo, el gran luthier, podemos interpretar una bella melodía. ¿Cuál es esa melodía? ¿Qué música vamos a interpretar si tenemos a nuestro luthier, si tenemos a nuestro músico y estamos en sus manos? ¿Qué música vamos a interpretar? Primera corintios 13-1.

Si yo hablas el lengua humana hacia angélicas y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o símbolo que reteigne. Podemos tener un extraviario en nuestras manos, pero si no sabemos la melodía, si no tenemos a nuestro luthier, si nuestro músico no está con nosotros, vamos a tener un sonido como dice aquí, como metal que resuena o símbolo que reteigne, porque no estaremos interpretando esa melodía que es el amor. Esa melodía es el amor que podemos nosotros extender. La bella música que podemos exteriorizar como buenos instrumentos de Dios es la esencia misma de nuestro creador. Dios es amor. Primera, Juan, vamos aquí. Capítulo 4.

Primera de Juan, capítulo 4, versículo 8. Primera de Juan, capítulo 4, versículo 8. El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Y versículo 16. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor. Y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios en él. Esta melodía fue la que Cristo le pidió al Padre que conociéramos para que hubiera unidad entre nosotros. La misma que tuvo Cristo con el Padre en el principio. No vayan ahí, en Juan 17.5 dice, Padre, glorífícame tú al lado tuyo con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. Una relación estrecha e íntima. En el versículo 21 dice, para que todo sea uno, como tú o Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno de nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste yo les he dado para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. Recapitulando, entonces, ¿qué llevamos? ¿Cómo podemos ser buen instrumentos de Dios y no de deshonra?

El primer paso, aquí estamos solamente haciendo un resumen. El primer paso es, inherente a nosotros, estamos ya creados, estamos ya hechos. Hemos nacido. Somos un milagro de la creación por el hecho de respirar y estar conscientes de ello. Somos seres conscientes, racionales. En el principio, el verbo que su Cristo nos creó por indicaciones del Padre en una armonía y un muto acuerdo. El Gran Lutier nos construyó. Ese es el primer paso. Segundo paso, al crecer necesitamos ciertos ajustes en nuestro andar. Somos carne y sangre y estamos siempre expuestos a los desajustes, pequeñas desdiaciones de estos caminos. El Gran Lutier es capaz de realizar ajustes a nuestros caminos. De nuevo tenemos a este oficio del Lutier. Tercer paso, más allá de los caminos torcidos, podemos incluso equivocarnos gravemente. Aquí entra en juego la necesidad del perdón, la paga de ese pecado. Sólo Cristo es capaz de cubrir esa paga. El Gran Lutier es capaz de reparar si fuera necesario. Está leyendo un poco de los extradivarios. Hay una orquesta que utiliza cuatro instrumentos de renombre. Se le cayó uno y se le rompió el día pasado. Una millonada, en un segundo se le acabó eso. Tuvo que ser reparado, pero ya bajó el costo. Obviamente siguió siendo un extradivario, pero tuvo que ser reparado. Así nosotros podemos ser también reparados. Cuarto paso. Habiendo aceptado Jesucristo como nuestro Salvador y Maestro, también aceptamos y conocemos por medio de Él al Padre. Tenemos acceso al trono de gracia del Padre y podemos ser considerados como justos frente a Dios. Esto es justificados. El Gran Músico puede utilizarnos ahora e interpretar una melodía. El Lutier nos prepara y ahora entonces estamos con Dios para que nos tomen sus manos. Y el quinto paso. La bella melodía es el amor. Esta misma fue la que existió en el principio entre Dios y Cristo. La que los llevó a armonizar y desarrollar un plan perfecto que se está llevando a cabo. Un plan basado en esta melodía, en el amor. Un plan lleno de misericordia.

En Marcos 12, leavangelio de Marcos, capítulo 12, versículo 30.

Nos habla de esta melodía ya en su transversalidad de lo que hemos estado hablando. En Marcos, capítulo 12, versículo 30.

Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que esto. Esto del amor. Esto del amor es lo que estamos hablando. Esta melodía. Amar a Dios. Los primeros cuatro mandamientos. Amar al prójimo. Los segundos seis mandamientos. Ahí está toda la ley.

He visitado algunas veces algunos hogares donde algunos años atrás alguien tocó una guitarra, un violino o cualquier instrumento. Y como ya pasó el tiempo y llegó a la familia y ya no hubo momento para practicarlo, lo cuelgan en el muro. No sé si usted ha visto por ahí una guitarra que la ponen como de... de... para adornar una casa, una habitación.

Y si yo me he encontrado con eso, pero cuando he tomado por ejemplo una guitarra, un instrumento de cuerda, y que ha pasado colgado, y tocamos una cuerda, ¿cómo suena? Opaco. Gris. Muy, muy, muy hacia dentro. No es necesario saber. La música solamente toque una cuerda y el sonido va a ser muy, muy opaco. Eso sucede porque como dicen todas las personas que los virtuosos de la música dicen, mientras más utilices el instrumento, mejor suena. Eso es una realidad. El instrumento colgado se llena de polvo. Las cuerdas empiecen a desgastar, no vibran. Y no va a sonar bien. Asimismo, nosotros tenemos que buscar esa manera de practicar esa melodía a diario, de manera constante. Esa melodía del amor tiene que sonar. O si no, no empezamos a desgastar, a apagar. Mientras más somos utilizados para practicar esa melodía, mejor vamos a sonar. Mejor vamos a tener esa aplicación del amor, esa melodía. Estas cosas debemos hacer para ser buenos instrumentos de Dios. Nos lo resumimos en el gran loutier. Construye, ajusta, repara. Tenemos al músico. Un músico es el que manda hacer un instrumento. Dios Padre. Así entendemos nosotros esta relación que hay tan estrecha entre Dios Padre y Dios Elivio. Están en la misma sintonía. Este gran músico puede interpretar en nosotros ese amor. No es algo propio, no es algo que nosotros tengamos inerentes, sino que necesitamos tener a Dios para que Él se manifieste en nosotros. Y podamos tener esa melodía como si fuésemos un instrumento, pero un buen instrumento de Dios.

Ya llegando a la conclusión, tenemos todas estas analogías, esta manera de entender un poco más esta relación y lo que nosotros tenemos que hacer con nuestro Dios. También podemos reflexionar que el mundo debe comprender que si no es preparado antes, no conocerá al verdadero amor. El amor va a ser uno de los temas en el campamento. ¿Qué dicen los medios de comunicación del mundo? ¿Qué es el amor a los jóvenes? ¿Qué le dicen qué es el amor? Es un corazón, es un fajo de dientes, es una limosina. ¿Qué es el amor? Es algo mucho más que eso. Eso no tiene nada que ver con el amor de Dios.

El mundo está desafinado. El mundo no tiene a specioso. El mundo no tiene a luthier que lo repare. El mundo está colgado en esos muros, algún día van a ser tomados. Van a ser preparados. Ya fueron creados por Dios por este gran luthier y necesitan preparados. Muchos de ellos no serán preparados en este tiempo. Tienen sus cuerdas tensas. Algunas veces estos instrumentos que uno los toma, toca un poco y clink y la cuerda se rompe. Está tensa, está ahí con el polvo que se mete entre medio y provoca que no haya una flexibilidad de la cuerda. Algunas veces, años atrás, los instrumentos se han roto en los instrumentos cuando se tocan. Se les sale del puente, se les sale de cuajo. Toda la tensión de las cuerdas se lo llevan porque esa guitarra no ha tenido esa... la madera respira, la madera es flexible. Así nosotros también debemos estar practicando. El mundo no tiene ese luthier. Nosotros sí, nosotros sí tenemos esa manera de poder ser preparados. Aquí tengo otra cosa que les voy a mostrar.

Aquí tenemos uno de verdad. Aquí tenemos un violín de verdad. Acuerdan el primero que mostramos, uno pequeñito, que tenía la madera desgastada, de juguete y todo lo que ustedes quieran. Pero un violín puede estar desajustado. Un violín puede estar sucio, puede estar... quizás necesita que el puente sea reparado, que se lime, para que las cuerdas estén bien pegadas al diapasón. O las clavijas, como vimos en un principio. Aquí no hay astillas. Este es un violín que debería sonar bien.

Y aunque esté quizás un violín muy desgastado, todo violín puede ser tratado. Todo instrumento puede ser tomado y puede ser ajustado y puede ser reparado. No importa la madera, no importa el color, no importa el tamaño, no importa la edad. Todo violín puede ser tratado.

Obviamente, este no es un extradivarius. Pero, nos estamos hablando de esa firma que estamos buscando para que tenga un violín extradivarius. Recuerdan, cuando hablamos de la firma, que Antonio extradivari le ponía su violín cuando lo terminaba.

Nosotros tenemos un gran luthier que nos ayuda. Y gracias a él y al músico, podemos permitir que nos tome y que produzca una bella melodía, la melodía del amor.

Quiero leer aquí Apocalipsis II acerca de esta firma.

Todos nosotros somos un instrumento.

Estamos en este proceso de ser reparados, de ser ajustados, de interpretar esta música gracias a Dios y su melodía por medio de nosotros. En Apocalipsis II, estos mensajes a las iglesias de Asia, hay un detallito que aquí quiero resaltar.

Las promesas que Dios le da a las iglesias que perseverarán hasta el final.

En Apocalipsis II, 17, dice el que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias, al que venciere daré a comer del maná escondido. Y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce, sino aquel que lo recibe.

Así como muchos virtuosos que desean tener en sus manos un violín firmado por Stradivarius, o Stradivari, perdón, nuestro deseo es que algún día, nosotros como instrumentos, habiendo trabajado esta melodía, habiendo sido reparados, habiendo sido ajustados, y cuando ya lleguemos al final de nuestras carreras, habiendo interpretado una bella melodía, tomemos o nos veamos a nosotros mismos, y veamos en nuestra mente, en nuestro corazón, en nuestras manos, que diga la leyenda del nombre que vamos a tener según Apocalipsis, que nadie sabe, hasta ese momento, y a continuación diga Hijo de Dios. Esa es la firma que nosotros necesitamos buscar, y que tengamos al final de este mundo tan complicado, y que se hunde en la maldad. Prepáremonos para ese momento, aprovechemos que no estamos colgados en las murallas, aprovechemos que podemos estar practicando esa melodía, que podemos tener a Dios, que nos ayuda con desarrollar ese amor, y que debe ser a diario. Podemos practicar su voluntad, y podemos entonar estas bellas melodías. Entonces, mis hermanos, seamos buenos instrumentos de Dios. Buenas tardes.

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Pastor para la República Mexicana. Junto a su esposa y sus tres hijos, viven en la Ciudad de México. Sirve de tiempo completo a las congregaciones del país, y produce y administra contenido para los medios digitales de la iglesia.