Si ha recibido la inquietante o incluso aterradora noticia de que su hijo por nacer tiene un problema grave de desarrollo, entonces es posible que se haya preguntado si debería considerar abortar al bebé.

Puede ser muy difícil hacerse una idea de por qué ha sucedido esto; por qué su bebé no es el niño sano y “normal” que esperaba, al mismo tiempo que se esfuerza por entender que Dios realmente tiene un propósito para toda su creación.

Aunque puede que se encuentre en medio de un camino difícil, recuerde: su bebé no nació por accidente. No se encuentra condenado por un ciego designio del destino, ni preso de una fuerza impersonal, como un corcho flotando en el océano. Hay una conexión poderosa entre Dios y su hijo.

Salmos 139:13-16 resume las maravillosas obras de Dios en la vida de su bebé. De este pasaje de las Escrituras, podemos asumir con confianza que Dios no solo dirige el tiempo, el lugar y la naturaleza de la concepción de su hijo, sino también la familia en la que ese niño o niña nacerá. En pocas palabras, sin importar el desafío físico, ¡su hijo es un regalo especial que Dios le ha dado específicamente a usted!

Entonces, ¿qué puede hacer si se enfrenta al cuidado de un bebé que nacerá con problemas físicos? Comprométase a ser bíblico en su pensamiento.

Cuando abrimos nuestras Biblias descubrimos dos verdades fundamentales con respecto a la vida:

Primero, su hijo es un regalo de Dios.

Cada niño en el vientre de su madre es formado cuidadosa y maravillosamente por Dios. “Entonces El Eterno Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente ”(Génesis 2:7). Job 31:15 pregunta: “El que en el vientre me hizo a mí, ¿no lo hizo a él? ¿Y no nos dispuso uno mismo en la matriz?”.

En segundo lugar, su hijo está hecho a imagen de Dios.

Esta profunda verdad se encuentra en Génesis 1:27: “ Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó". La humanidad es distinta de cualquier otra parte de la creación de Dios en tanto el Hombre ha sido creado a imagen de Dios. La vida humana es, por lo tanto, la cosa más preciosa del mundo.

¿Qué nos dicen estas verdades?

Que Dios nos ha formado a cada uno de nosotros con un propósito único que cumplir. Eso es maravilloso, porque significa que nadie podrá transformar la vida de quienes los rodean exactamente como lo hará su hijo. Es en la individualidad donde podemos encontrar un gran valor.

La aparente debilidad y limitaciones de su hijo pueden ser su mayor activo para el propósito de Dios.

A menudo, aquellos que vienen a esta vida con limitaciones o debilidades físicas son capaces de desarrollar cualidades de un carácter espiritual poderoso, como la compasión y el coraje, características deseables para Dios, y que pueden tener un gran impacto en este mundo.

Con los desafíos que se avecinan, recuerde que el mismo Dios que le ha dado este regalo, también le dará la fuerza para culminar el plan para su bebé.

Proverbios 16:9 dice: "El corazón del hombre (de cualquier persona) piensa su camino; Mas El Eterno endereza sus pasos". Este versículo nos dice que nuestro Creador está operando de algún modo en todo lo que sucede en nuestras vidas y caminará junto a aquellos que ponen su fe y confianza en él, en lugar de dejarnos sucumbir a nuestros propios miedos o deseos.

Tenga fe en aquel que le ha dado el precioso regalo de un bebé hecho a su propia imagen. Su creador le ama y le proporcionará el apoyo y la fuerza que necesite todos los días. ¡Confíe en él y él lo traerá a usted y a su hijo al día en que se cumplirán sus maravillosos propósitos! Se acerca un momento, justo en el horizonte, en que las personas con dolencias físicas serán sanadas (véase Isaías 35:3-6).

Para obtener más información sobre su propósito y el de su bebé, lea nuestro folleto ¿Por qué existimos?