¿Por qué existimos?

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En sus años como pastor de ovejas, David pasó muchas noches a la intemperie, contemplando el cielo lleno de estrellas.

Los seres humanos tenemos un componente espiritual dentro de nosotros.

El apóstol Pablo nos dice que Dios hizo planes para nuestro maravilloso futuro aun antes de crear a nuestros primeros padres, Adán y Eva.

Las Escrituras indican que todas las personas son descendientes de los dos primeros seres humanos, Adán y Eva.

Las Escrituras indican claramente que hay un solo Dios. Sin embargo, es evidente que ese Dios único comprende más de un ser, viviendo juntos como una familia divina, donde la familia humana es un modelo físico.

Como explica este folleto, las Escrituras revelan que el propósito del hombre es ser procreado por Dios en un sentido real, con su Espíritu Santo implantado en nuestras mentes para engendrarnos como sus propios hijos.

A pesar de que los escritos de los hombres no siempre son fieles a la Biblia, demuestran que en los primeros siglos después de que fuera escrito el Nuevo Testamento muchos entendían todavía las claras implicancias de sus enseñanzas respecto al potencial divino del hombre.

El gran propósito de Dios para crear a la humanidad es verdaderamente inspirador y asombroso.

¿Qué significan las expresiones “a imagen” y “semejanza” de Dios en Génesis 1:26?