La familia “Dios”

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Las Escrituras indican claramente que hay un solo Dios (Isaías 46:9; Malaquías 2:10; Romanos 3:30: Santiago 2:19). Sin embargo, es evidente que ese Dios único comprende más de un ser, viviendo juntos como una familia divina (compare Efesios 3:14-15), donde la familia humana es un modelo físico.

En el Antiguo Testamento, la palabra hebrea traducida como “Dios” es Elohim, un sustantivo plural que indica más de un ser todopoderoso—esencialmente, significa “dioses”. Sin embargo, cuando se refiere al verdadero Dios de Israel su uso se vuelve singular, en cuyo caso se acompaña de verbos y adjetivos también singulares. Cuando tales pasajes bíblicos son citados en el Nuevo Testamento, la palabra griega usada para traducir el término Elohim es la palabra singular Theos, que significa “Dios”.

En el español existe un ejemplo parecido de un sustantivo que es plural en su forma, pero singular en su uso: el nombre nacional Estados Unidos. Mientras que la forma plural representa una comunidad de estados, el uso singular muestra que sus estados constituyentes forman una unidad. Podemos decir “los Estados Unidos va a intervenir”, pero no “los Estados Unidos van . . .” Por lo tanto, hay un Estados Unidos compuesto de una pluralidad de estados, unidos bajo ese nombre. De la misma manera, en dos lugares del libro de Génesis, en vez de usar los pronombres singulares “yo” o “mi”, Dios usa los pronombres plurales “nosotros” o “nuestros” (1:26; 3:22). El Nuevo Testamento revela a dos seres como Dios—Dios el Padre y El Verbo, aquel que llegó a ser  Jesucristo (Juan 1:1-3, Juan 1:14).

El título de Cristo, como El Verbo, se refiere a su posición como aquel que habla y actúa de parte del Padre (compare Juan 8:26-28; Juan 12:49-50; Juan 14:10). Numerosos pasajes bíblicos se refieren a Jesucristo como a “Dios” (Isaías 9:6; Juan 20:28; 1 Timoteo 3:16; Tito 2:13; Hebreos 1:8-9). 

El aspecto plural de Dios a menudo se utiliza como evidencia para respaldar la teoría de la trinidad, que sostiene que Dios está conformado por tres personas distintas (Padre, Hijo y Espíritu Santo) en un solo ser. Sin embargo, esta idea se contrapone a la razón y a la lógica.

Aún más importante, esta teoría no es bíblica. Una vez más vemos que Dios —es decir, la familia Dios— actualmente comprende a Dios el Padre y a Dios el Hijo, Jesucristo. El Espíritu Santo nunca se menciona en las Escrituras como una tercera persona que a la vez es Dios. Por ejemplo, el apóstol Pablo dice que debemos aspirar a entender el “misterio de Dios el Padre y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” (Colosenses 2:2-3). Aquí no hay ninguna mención del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo no es una persona, sino que es el poder, la mente, la vida y la esencia compartida de Dios (Compare Lucas 24:49; Hechos 1:8; Romanos 15:13; Romanos 8:27; 1 Corintios 2:16; Juan 4:24; Juan 5:26; Juan 6:23).

Además, contrariamente a la perspectiva trinitaria, en que el Padre y el Hijo son copartícipes en autoridad (junto con el Espíritu Santo), Jesucristo no solo dijo, “mi Padre . . . es mayor que todos” (Juan 10:29), sino que también dijo, “el Padre mayor es que yo” (14:28; vea también 1 Corintios 11:3; 1 Corintios 15:27-28).

La doctrina de la trinidad ha sido responsable en gran manera de oscurecer la verdad pura de las Escrituras, de que Dios es una familia. Dios es el nombre del Padre, y es también el nombre del Hijo —además del nombre de ambos juntos. Por otra parte, Dios quiere que su nombre familiar también sea el nombre de los otros hijos que él está en proceso de traer a su gloria, como se explica en el resto de este folleto.

Ireneo, un obispo del segundo siglo, tenía razón cuando comentó: “No hay nadie más llamado Dios en la Escrituras excepto el Padre de todos, y el Hijo, y aquellos que poseen la adopción [es decir, la filiación como hijos de Dios]” (Contra los Herejes, libro 4, prefacio; compare el libro 3, cap. 6). Note que no hay aquí ningún indicio de una fórmula trinitaria en este primer período. Esta doctrina no fue formulada sino hasta muchos años más tarde.

Una vez más vemos que Dios es una familia, que en el presente consiste de dos seres divinos, el Padre y Cristo, pero que en el futuro contará con más integrantes que se incorporarán y que del mismo modo llevarán el nombre de la familia. De hecho, la familia humana fue diseñada como un modelo a menor escala de esta realidad espiritual superior. El matrimonio es otra manifestación de esto, porque la intención de Dios es que aquellos que son añadidos a su familia entren en una relación matrimonial divina con Jesucristo, al ser el pacto humano diseñado según un nivel divino superior (compare Efesios 5:22-23; Apocalipsis 19:7-9).

Para aprender más sobre lo que la Biblia tiene que decir respecto a estos temas, asegúrese de leer nuestros folletos gratuitos La verdadera historia de Jesucristo y ¿Quién es Dios?.