El día que cambió todo

La fiesta de Trompetas marcaba, en tiempos del Antiguo Testamento, un antes y un después en cada año que pasaba. Asentaba el cambio entre el trabajo arduo de Sol a Sol y la espera paciente hacia la cosecha.

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Uno de los problemas que tenemos todos los predicadores, todos los que tenemos esta función de entregar la palabra, es, por una parte, escoger el tema. Lo hemos conversado en el pasado, el alimento tiene que ser recibido a su tiempo. No obstante, cuando uno piensa en días como este, en donde tenemos cuatro mensajes que se han entregado, tres mensajes, antes de este, uno dice, ¿cómo hacerlo para que no coincidan las escrituras o los temas? Más de alguno de nosotros, más de alguno de ustedes, alguna vez en la vida han tenido la experiencia de tener que operar su mensaje.

Me recuerdo años atrás, hace muchos años atrás, estando en una fiesta en Maite Encillo, en donde vi salir a un ministro después del servicio de la mañana corriendo a su lugar temporal, a su morada temporal, y quedarse encerradito allí para extraer un segundo mensaje diferente al que él tenía. Bueno, en esta ocasión no es así. En esta ocasión el tema que he traído, si bien es cierto, coincide con los mensajes que se han entregado.

No obstante, tiene una fórmula de presentación diferente. De hecho, podría yo decir que los mensajes que se han entregado son una buena introducción al tema que expresaremos en contar de este momento.

Como les mencionaba en el mensaje anterior, en el mensaje de hace dos días atrás, el mensaje del día sábado, esta fiesta era para el pueblo de Israel el momento más esperado del año.

Y porque digo, esta fiesta era la fiesta más esperada del año, una de las razones por las que esta fiesta era tan esperada, se debía a que esta fiesta señalaba el inicio de la tercera temporada de fiestas.

Con esta fiesta, la fiesta del día de las trompetas, la fiesta de la luna nueva del mes séptimo, con este día se iniciaba el séptimo mes y en consecuencia se iniciaba la tercera temporada de fiestas.

Y como ya hemos mencionado y también lo mencionan los historiadores, la tercera temporada era esperada porque en el fondo con la temporada de fiestas santas se cerraba el ciclo de fiestas santas anuales.

Así que la fiesta del día de las trompetas era esperada porque marcaba el año, marcaba el año, definitivamente lo marcaba antes y en un después.

Antes de la fiesta, podríamos decir, era trabajo, arduo, porque era una sociedad agrícola, y las sociedades agrícolas, una de las características que tienen las sociedades agrícolas es que las personas que viven en sociedades agrícolas son personas muy trabajadoras, muy trabajadoras, se levantan de muy temprano en las mañanas habitualmente al amanecer o antes del amanecer, para que al amanecer ya puedan desarrollar sus tareas agrarias que demandan mucho esfuerzo físico.

Y trabajan durante todo el día mientras puedan, mientras pueden, a no ser que el sol sea muy abrazador, y entonces allí esperan un momento hasta el ocaso y siguen trabajando. Bueno, cuando el sol se oculta, ya nada que hacer, nada supera a la luz del sol, todos saben aquello, hay lugares en donde yo he visto, para las cosechas de trigo, por ejemplo, que trabajan con luz artificial, pero nada supera la luz del sol. Así es que son muy escasos los lugares en donde se cosecha, por ejemplo, con luz artificial. Además que todos deben entender que la producción de grano, si bien es cierto, nutre de alimentación al mundo, no es muy bien pagada cuando sale recién de la tierra. Entonces, también hacer este tipo de inversiones son muy caras, muy costosas, así es que en general lo que uno ve en el pequeño agricultor es más bien un trabajo árduo mientras haya sol. Ya una vez puesto el sol, las personas descansan y las cosechas habitualmente ocurren en primavera, en donde el sol se deja caer en un día largo, por lo tanto las noches son más cortas, los días son más largos y las personas trabajan mucho. Así es que, como digo, en Israel la fiesta de las trompetas señalaba un punto de cambio en la sociedad agraria de esa época. Antes de la fiesta era trabajo, arduo y luego de la fiesta venía el periodo, verdad, del descanso.

Antes de la fiesta había febrilidad y laboriosidad. Después de la fiesta seguía una época distinta, una época de descanso. La tierra sigue ejerciendo o las personas siguen trabajando de la misma manera. Después de las cosechas viene un periodo de remanso, en donde la tierra entra en un proceso de reposo y las personas que trabajan de la tierra también disminuyen sus tareas habituales. Así es que la fiesta de las trompetas señalaba aquello y por eso era una fiesta muy anhelada por todos, ya sea por los adultos, quienes definitivamente eran los que trabajaban, ya sea por todos aquellos que no trabajaban en la producción. Toda la sociedad entera entraba en este proceso. Así es que terminar una faena y celebrar por el término de las aflicciones que impone la faena era algo realmente esperado por todos. Díganme si no es agradable tener, por ejemplo, cuando ocurren metas en los trabajos, le imponen a algunos trabajadores, no sé, vamos a poner una cifra, mil cosas de tal cual artículo y las personas trabajan, trabajan, trabajan, cuando por fin terminan, díganme si no es agradable. Ay, por fin se terminó tal o cual tarea. Así también en Israel terminaba la cosecha y ya venía ese período de calma y el pueblo anhelaba aquello. Y los hombres y todas las personas, los habitantes de Israel, se alegraban con ello. ¿Cómo no hace gratificante cerrar un ciclo, terminar? La tercera temporada de fiestas se le señalaba todo aquello y en consecuencia debemos caer en la cuenta que el día que señalaba el inicio del fin de las jornadas era precisamente esta fiesta. Con esta fiesta se daba inicio a la tercera temporada de fiestas y entonces se cerraba este ciclo de trabajo y empezaba el ciclo del descanso. Y era muy anhelado en Israel. Aquí en el Salmo 81 nos encontramos con esta escritura en donde se hace mención a esta fiesta, pero vean el énfasis que hay en esta escritura respecto de esta fiesta. Salmo 81.

Dice aquí, en versículo 1, cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra, al Dios de Jacob, aclamad con júbilo, en tonad, canción, y tañed el pandero, el alpa deliciosa y el salterio, tocad la trompeta en la luna nueva, en el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne, porque estatuto es de Israel, ordenanza del Dios de Jacob. Pero el énfasis aquí de lo que venimos hablando, cantad con gozo a Dios, cantad con gozo a Dios, y alegrarse en este día de fiesta. Este Salmo 81 da cuenta de lo que venimos diciendo. Este día de fiesta era el más esperado del año, porque señalaba algo que bien podríamos decirlo así.

El día en que todo cambiaba. El día en que todo cambiaba. El día en que todo cambiaba en Israel era o estaba señalado con este día. Y si lo ponemos en la perspectiva de lo que creemos, en un futuro que a todas luces uno siente o yo siento que está mucho más cerca ahora que cuando fuimos llamados a un par de años atrás. Cada día que pasa uno siente que los tiempos están más cerca ahora que mucho en el pasado. Y entonces, si lo ponemos en perspectiva, podríamos decir y señalar también que en algún día, en el futuro, diremos de este día. El día en que cambió todo.

Y por eso el título de este mensaje he decidido llamarlo así. El día en que cambió todo. Y no existe evento que pueda compararse con este momento en la historia. Don Gerardo, a su momento atrás, habló de aquello. En el momento en que va a cambiar toda la historia del ser humano, el punto de inflexión, el punto de sagra en la historia humana va a hacer este día en el futuro. Y la historia dirá al futuro, ¿verdad? Cuando miren hacia atrás dirán el día en que todo cambió. El día en que todo cambió. Va a suceder cuando conmemoremos, mirando al pasado, el día en que Jesucristo interviene en los asuntos mundiales. Aquí una escritura ya leída, pero no por eso menos importante, sino con más fuerza leerla. Apoca, apocalipsis 11, verso 15. Apocalipsis 11, verso 15.

Al sonido de la séptima trompeta, Jesucristo interviniendo en los asuntos mundiales, el séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo que decían los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo. Y él reinará por los siglos de los siglos. El día en que Jesucristo regrese será el día en que las generaciones futuras dirán de este día el día en que todo cambió. Vayamos a otra escritura aquí en Hechos, en el libro de Hechos, en el capítulo 3. Podemos comenzar a leer desde el versículo 11, donde dice, y teniendo asidos a Pedro y a Juan, el cojo que había sanado. Esto lo leímos la semana el sábado pasado. El milagro de Pedro y Juan, con este cojo de nacimiento que había sido sanado. Todo el pueblo atónito concurrió a ellos al pórtico que se llama de Salomón. Viendo esto, Pedro respondió al pueblo, varones israelitas. ¿Por qué os maravilláis de esto? ¿O por qué ponéis los ojos en nosotros como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste? Aquí uno da cuenta de esta característica de los hombres de Dios, hombres convertidos que declaran quién hace los milagros. ¿Quién es el que hace los milagros? No, no son las personas las que hacen los milagros. Es Dios que quién hace el milagro. Dice aquí el verso 3, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. El Dios de nuestros padres ha glorificado a su Hijo Jesús. ¿A quién vosotros entregastéis y negastéis delante de Pilato? Cuando éste había resuelto ponerle en libertad. Aquí le estaba hablando a personas que habían vivido y que habían estado en ese momento. Y entonces no podían aquí excusarse diciendo, mire, nosotros no sabíamos, nosotros no estuvimos presentes. Así es que, si hubiésemos estado presentes, como muchos dicen, yo habría actuado de una manera distinta. Pero aquí Pedro les llama la atención a los israelitas. Verso 14, más vosotros negastéis al Santo y al Justo y pedísteis que se os diece una omicida y matasteis al autor de la vida a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. Y por la fe en su nombre, a éste que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre. Y la fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros. Más ahora, hermanos, sé que por ignorancia lo veis hecho como también vuestros gobernantes. Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer. Aquí dando luz respecto de el Mesías, el Cristo, esta dicotomía que presentan las escrituras, el mundo judío, hasta el día de hoy. No entienden aquello y ellos están esperando la primera venida. No entienden que son dos venidas. No entienden que uno era el siervo sufriente y la otra escritura que muestra al siervo siendo rey. Como un acto se transforma en dos actos. Hasta el día de hoy el mundo judío no logra entender aquello. Pero entendemos que eso ocurre porque el mundo vive con un velo.

No entienden y no es porque no tengan inteligencia para entender. Es porque el Isa y llanamente no les ha amanecido. Dios no les ha abierto el entendimiento. Y entonces aquí dice que su Cristo había de padecer. Así que arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados, para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. Y Él envíe a Jesucristo que os fue antes anunciado.

Aquí en desierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas, que han sido desde tiempo antiguo. Así es que aquí Pedro está expresando el meollo de las Escrituras, un punto central en las Escrituras. Cristo va a regresar. Cristo va a regresar y va a restaurar todas las cosas. Él va a estar a cargo de restaurar todas las cosas y de tomar el control sobre este mundo. Como mencionó Don Gerardo, un mundo corrupto.

Como mencionaba Don Omar en la mañana, los gobernantes de este mundo se han corrompido. Cuando él hablaba esto en la mañana, Don Omar decía que gobernante tiene como impronta, esto de la verdad. Las personas no se preocupan de la verdad, las personas quieren llegar al poder. Y me hacía recuerdo de una estadística que surgió después del debate presidencial en los Estados Unidos, el país más importante del mundo en la actualidad.

Me llamó la atención que hicieron una estadística respecto de cuánto habían mentido, ambos, ambos, no uno, ambos. Bueno, uno ganó escandalosamente 16 mentiras en un debate presidencial de un par de horas. 16 mentiras, pero el contrincante, no los analistas no dijeron, mire, no mintió, sino que dijeron, que dijeron, mintió menos. Así que tenemos que estarnos conformes, porque aquí un candidato mente mía, mente menos. Así se mueve el mundo. Años atrás tuve ocasión de ver un discurso que estaba preparando un señor que trabajaba en donde yo ejercía mis labores y el discurso lo tenía encima de la mesa, no es que yo haya sido un fissbón, simplemente iba pasando y lo vi allí.

Y cuando lo vi, no me acuerdo del discurso, o no quiero acordarme, pero en mi mente yo dije, ¿pero cómo vas a escribir esto? ¿Cómo puede ser que vas a escribir esto? Y él me dijo, no, pero sí, estos discursos uno los hace para la gente tonta, no los hace para las personas inteligentes, y la memoria colectiva estadísticamente se dice que dura más o menos seis meses, así que al séptimo medio puedes empezar a mentir. Así es el mundo en la política, así es. El que piense lo contrario es porque realmente no vive en el mismo mundo en el cual uno se desarrolla.

Así es que el día en que todo cambió. ¿Cuándo va a ser eso? La restauración de todas las cosas, cuando Cristo retorne. Y eso es lo que está explicando el libro de Hechos. Así también, desde la perspectiva profética, el día en que todo va a cambiar, va a ser el día en que nuestro Señor Jesucristo va a volver. Y la escritura lo menciona. Aquí en Zacarias 14, en Zacarias 14 está esta escritura. En el verso 1 dice, Aquí el día del eterno viene y en medio de ti serán repartidos tus despojos.

Verso 2. Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén y la ciudad será tomada y serán saqueada las casas y violada las mujeres y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, más el resto del pueblo no será cortado de la ciudad. Verso 3, en la versión Valera, dice, Después saldrá el eterno y peleará con aquellas naciones como peleó en el día de la batalla.

Aquí la versión Dios habla hoy del año 96. Traduce mejor este versículo porque una de las dudas que alguna vez alguien ha presentado es cómo lucha, como peleó en el día de la batalla. ¿A qué batalla se está refiriendo? Y entonces Dios habla hoy igual la Biblia de la Encuase Simple, también nace la traducción siguiente, dice, pero luego saldrá el Señor a luchar contra esas naciones como cuando lucha en el día de la batalla. Esa es una mejor traducción. ¿Y cómo lucha en el día de la batalla? Y el verso 4 lo trae. Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos que está en frente de Jerusalén al Oriente.

Y aquí, entonces, sacaría es 14, describe el momento en que Jesucristo retorna. ¿Dónde retorna? En el mismo lugar donde ascendió. Allí ustedes lo pueden buscar después, en el libro de Hechos, los discípulos quedan mirando hacia el cielo como Jesús asciende y desaparece de las nubes. Los ángeles miran a los discípulos y les dicen, bueno, que están mirando ustedes aquí. Este mismo Jesús que asciende a los cielos va a descender de los cielos en ese día. ¿Cuál día? El día futuro en que Jesucristo va a intervenir en los asuntos mundiales, a la séptima trompeta. Y por eso entendemos que el cumplimiento futuro de esta fiesta será cuando Jesucristo retorne. Ahora ya no va a venir como un humilde carpintero que fue maltratado y escupido por sus pares de esa época.

A esa época, ahora viene, como dice la Escritura, como rey de reyes, como señor de señores, con toda esa potencia que solo Dios puede manifestar. Y aquí dice, y el monte de los olivos se partirá por en medio. ¿Se imaginan eso? ¿Se imaginan un monte de más o menos mil metros de altura que al posarse los pies se deshaga? Y dice aquí, haciendo un valle muy grande y la mitad del monte se apartará hacia el norte y la otra mitad hacia el sur.

Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal. Y es la manera que huísteis por causa del terremoto en los días de Ucías, rey de Judá. Todos los que hemos vivido la experiencia de un terremoto. ¿A dónde huye uno cuando hay un terremoto? ¿Hay algún lugar donde uno pueda huir cuando hay un terremoto? Si sale a la calle caen los postes. Si se queda en la casa, se cae en la casa. ¿A dónde huye? El temor que genera el terremoto. He tenido ocasión de conversar con personas que vivieron el terremoto del año 60. Estuve ocasión de vivir en Valdivia, donde estuvo muy cerca el epicentro del terremoto del año 60.

Y las personas hasta el día de hoy, un pequeño temblor y les recuerda ese momento. Por 10 minutos, con grado 9.1, con un grado 8, ya está asustado y corriendo. ¿Se imaginan el 9.9? Por 10 minutos, y luego las réplicas, que fueron de varios minutos. ¿A dónde huye uno? Bueno, aquí se dice, mire, cuando vivamos aquello, las personas van a huir, van a huir por este temblor tremendo. Piensen ustedes, el monte de los olivos se va a deshacer.

Y como dicen los científicos, la materia no desaparece, sólo cambia. Y dice aquí, en verso 6, si acontecerá en ese día, no habrá luz clara ni oscura. Será un día el cual es conocido del eterno, que no será ni día ni noche, pero sucederá que al caer la tarde habrá luz. Acontecerá también en aquel día que saldrán de Jerusalén aguas vivas. La mitad de ellas hacia el mar Oriental y la otra mitad hacia el mar Occidental, en verano y en invierno. Y aquí entonces uno empieza a notar el cambio. El cambio que va a ocurrir en el mundo entero. Aguas, como menciona Ezequiel, aguas salutíferas. Aguas que van a sanar, las aguas contaminadas de los mares que el ser humano se ha encargado de contaminar.

Y dice aquí, ¿y será el Eterno rey sobre toda la tierra? En aquel día el Eterno será uno y uno su nombre. Aquí no van a haber distintas religiones. Aquí va a haber una religión y va a estar Dios gobernando desde Jerusalén. Y esta intervención no va a ser, entre comillas democrática, no se le va a preguntar al mundo si quiere o no quiere por misericordia de nosotros hacia nosotros. La escritura dice, a causa de los escogidos. A causa de los escogidos, Jesucristo va a tener que intervenir. Y esto no va a ser democrático. No se les va a preguntar al ser humano. Mire, ¿sabe qué? ¿Usted quiere vivir un gobierno de mil años? ¿En dónde va a haber justicia? ¿En dónde le vamos a retirar el poder a usted? No se les va a preguntar. Dios va a intervenir. Aquel día la tierra iniciará un proceso transformador. Esto no es solamente un evento. Jesucristo llega y todo cambia. No es así. Aquel día la tierra inicia un cambio. Aquel día la humanidad inicia un cambio. Aquel día el mundo inicia un cambio. Aquel día el hombre inicia un cambio en su relación con el verdadero Dios. De hecho, la Escritura usa la expresión aquel día. Vayamos a repasar algunas escrituras que mencionan o que tienen esta frase como su centro en aquel día. Isaías 2. Isaías 2.

Vamos aquí. Isaías 2, en el verso 11, dice aquí, la altivés de los ojos del hombre será abatida y la soberbia de los hombres será humillada y el eterno sólo será exaltado en aquel día. ¿Ve? Esto va a ocurrir en aquel día.

La altivés de los ojos del hombre. Una de las cosas más terribles es cuando hay orgullo en el corazón de un hombre. ¿Cómo se trabaja aquello? ¿Cómo se trabaja aquello? Aquí Don Gerardo mencionó algunos líderes que han tenido esa característica. Altivés de espíritu. No doblegarse ante nadie. Y para mantenerse en el poder, si hay que matar a un 20% de su población, de las personas a las cuales hay que servir, entonces se mata. ¿Cuál es el problema? Los matamos y el 80% me sigue. Y uno piensa que es terrible, ¿no? Entregarle el poder a una persona para que luego lo maten a uno. Bueno, en ese día la altivés del hombre va a ser controlada.

Dice aquí, verso 12. Porque día del eterno de los ejércitos vendrá sobre todo soverbio y altivo, sobre todo enaltecido y será abatido. Aquí el ser humano va a tener que ser corregido. Y esto no va a ser democrático. ¿No le van a preguntar a la persona? ¿A usted quiere que yo lo correga? Ah, si usted me dice que sí, entonces yo lo voy a corregir. No va a ser así. El ser humano va a ser corregido. Y dice aquí, verso 13. Sobre todo los cedros del Líbano, Altos y El Guidos, y sobre todas las encinas de Basán, sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados elevados, sobre toda Torre Alta, y sobre todo Muro Fuerte, sobre todas las naves de Tarsis, y sobre todas las pinturas preciadas, la altivés del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada, y sólo el eterno será exaltado en aquel día, y quitará totalmente los ídolos. Y dice aquí, y se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra, por la presencia temible del eterno y por el resplandor de su majestad, cuando él se levante para castigar la tierra, aquel día arrojará el hombre a los topos y murciélagos, sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase, y se meterá en las cendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia formidable del eterno y por el resplandor de su majestad, cuando se levante para castigar la tierra. Aquí, las personas teniendo sus ídolos, ídolos de yeso, en muchos casos, en donde van a tener que ser corregidos. Dios abomina la idolatría, abomina la idolatría, y en ese día Dios va a castigar eso, va a corregir aquello.

En aquel día el hombre se relacionará con Dios de una manera correcta. Aquí, Isaías 12, Isaías 12. El hombre se humillará ante su Dios creador. Ya estos ídolos van a quedar atrás. Cuando uno piensa en aquello, cuando uno vivía en la ignorancia en el pasado, ¿cuántas veces los que vivimos en esa ignorancia no nos arrodillamos frente a lo que no es Dios? Y nos negamos a arrodillarnos ante Dios. ¿Ah, pero arrodillarse ante un mono de yeso? Ah, ahí sí. ¿Cómo es eso? Bueno, eso es orgullo, van a gloria.

En aquel día, en el verso 1 de Isaías 12, en aquel día dirás, cantaré a ti, o eterno, pues, aunque te enojaste contra mí, tu indignación se apartó y me has consolado. Los sobrevivientes de las naciones van a reconocer a Dios como su Dios y van a agradecer la corrección y la consolación.

Dice aquí, y aquí Dios es salvación mía. Me aseguraré y no temeré porque mi fortaleza y mi canción es ya eterno, quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación y diréis en aquel día, cantad a el eterno, aclamad su nombre a seres célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido, cantad salmos a el eterno porque ha hecho cosas magníficas. Se ha sabido esto por toda la tierra. El ser humano se va a relacionar con Dios de una manera correcta, agradeciéndole a Dios todas las cosas, agradeciéndole la vida, agradeciéndole la salud, agradeciéndole los recuerdos, los recursos. Es Dios quien entrega los recursos. No es mi brazo, mi inteligencia, mis capacidades que me hacen ser tan hábil para los negocios. Es Dios quien entrega las cosas. Y en aquel momento seremos agradecidos de eso. Tendremos conciencia de quién es el que entrega las cosas.

Isaías 17.7.

Isaías 17.7.

¿Se fijan aquí esta frase en aquel día? En aquel día mirará el hombre a su hacedor y sus ojos contemplarán al santo de Israel y no mirará a los altares que hicieron sus manos, ni mirará a lo que hicieron sus dedos, ni a los símbolos de acera, ni a las imágenes del sol.

El ser humano se va a relacionar con Dios de la manera correcta, no habiendo ídolos e idolatría frente a ellos.

Isaías 25.6.

En aquel día el mundo vivirá un proceso de cambio.

Y algo muy importante que a veces uno suele pasar por alto, lo mencioné hace un momento atrás, ¿por qué no entienden las personas? ¿Por qué no entienden las naciones? ¿Por qué tienen un velo? ¿Las naciones, las personas? ¿Se han tenido ustedes la experiencia? Yo creo que sí la han tenido. Todos los que estamos aquí alguna vez hemos tratado de explicar estas hermosas y maravillosas verdades a personas a las cuales amamos, a las cuales tenemos una buena relación con ellos. ¿Y qué ha pasado? ¿Acaso las personas le han dicho, ¡ah, mira, gracias por enseñarme esto! ¡Qué maravilloso! Estoy extraordinariamente contento contigo.

Muy pocas personas. Muy pocas personas entienden esto. ¿Por qué no lo entienden? ¿Por qué hay un velo? ¿Por qué no lo entienden? Porque no les ha amanecido.

Isaías 25.6. Dice, el eterno de los ejércitos hará en este monte, a todos los pueblos, banquete de manjares suculentos, banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados, y destruirá en este monte la cubierta con que están cubiertos todos los pueblos y el velo que envuelve a todas las naciones.

Este es un proceso que va a ocurrir a partir de este día de trompetas en su cumplimiento profético. Dios va a quitar el velo que hay sobre las naciones y va a comenzar, entonces, un proceso de cambio.

En aquel día, la Casa de Jacobo será puesta a prueba también. Jeremías 30.

Jeremías 30.

Jeremías 30.

En el verso 7 dice, ¿Cuán grande es aquel día? Tanto que no hay otro semejante a él, tiempo de angustia para Jacobo, pero de ella será librado. Y dice aquí, en el verso 8, en aquel día dice el Eterno de los ejércitos, yo quebraré su yugo de tu cuello y romperé tus conyundas, y extranjeros no lo volverán más a poner en servidumbre, sino que servirán a el Eterno su Dios y a David su Rey, a quien yo les levantaré el cumplimiento profético sobre la Casa de Israel, los herederos del nombre de Israel. Efraín Imanasés, en su representación.

Aquel día será de castigo y corrección a las naciones. En aquel día la tierra entrará en un proceso de corrección y cambio. El milenio comenzará no de una manera democrática. Esto no será algo que los hombres hayan pedido. De hecho, cuando una persona está equivocada o cuando una nación o un mundo ha vivido de una manera equivocada por tantos años, no quiere cambiar. No quiere cambiar. Se acostumbran a vivir así. Y entonces uno piensa, ¿verdad? Usted puede vivir la vida sin mentir. Ahora que se mencionó aquello, usted puede vivir la vida sin mentir. Pero las personas han vivido toda la vida mintiendo. Entonces dicen, ¿yo no puedo vivir sin mentir? Bueno, si uno lo lleva o lo extrapola al mundo entero, el mundo entero está acostumbrado a vivir de una manera pecaminosa. Mintiendo, robando, haciendo todo tipo de fechorías, adulterando, fornicando. Decirle a ellos, mire, ¿sabe que él así no se vive? Bueno, no es por ellos aceptable. Por eso esto se va a tener que imponer. Imponer. En aquel día el hombre, la tierra, la sociedad entrará en un proceso de corrección. Ensofonías 1, ensofonías 1. Aquí en el verso 1, de Sofonías 1. Palabra del eterno que vino a Sofonías, hijo de Cusi, hijo de Guedalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, en días de Josías, hijo de Amón, Rey de Judá. Destruiré por completo todas las cosas de sobre la faz de la tierra, dice el eterno. Así va a ser la corrección sobre la humanidad. Destruiré por completo todas las cosas de sobre la faz de la tierra. Destruiré los hombres y las bestias. Destruiré las aves del cielo y los peces del mar. Y cortaré a los impíos. Y raeré a los hombres de sobre la faz de la tierra, dice el eterno. Extenderé mi mano sobre Judá y sobre todos los habitantes de Jerusalén. Y exterminaré en este lugar los restos de Vahal y el nombre de los ministros y dólatras con sus sacerdotes. Así va a ser la corrección. Y aquí la escritura es tan categórica y tan dolorosamente verdadera cuando dice, exterminaré de este lugar los restos de Vahal. Y dice aquí, ya los ministros y dólatras con sus sacerdotes y a los que sobre los terrados se postran al cielo, al ejército del cielo. Y a los que se postran, jurando por el eterno y jurando por Milcom. Esto es lo que se conoce como el sincretismo religioso. Adoro a los demonios y adoro a Dios también. Y Dios me va a entender.

Bueno, en este camino uno no puede estar con un pie aquí y un pie acá. Y dice aquí, ya los que se apartan de impós del eterno, ya los que no buscaron al eterno ni le consultaron. Y dice aquí, en verso 7 de Sofonías 1, Caya en la presencia del eterno el Señor, porque el día del eterno está cercano, porque el eterno ha preparado sacrificio y ha dispuesto a sus convidados. Y en el día del sacrificio del eterno castigaré a los príncipes, ya los hijos del rey, ya todos los que visten, vestido extranjero. En el verso 14, cercano está el día grande del eterno, cercano y muy próximo. Es amarga la voz del día del eterno, gritará allí el valiente. Día de ira, que el día, día de angustia y de aprieto, día del boroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenembre cimiento, día de trompeta y de algasada sobre las ciudades fortificadas y sobre las altas torres, y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra el eterno, y la sangre de ellos será derramada como polvo y su carne como estiércol. Es fuerte. Así va a ser el día de la corrección.

Y nada podrá salvarlos.

Dice el verso 18, ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira del eterno, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo, porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra el día de la corrección. Y ahí uno piensa, ¿verdad? las personas que atesoran tanto dinero. Los hombres juntan dinero, juntan, juntan. Hay personas que en la actualidad poseen fortunas que nunca van a poder gastar. ¿Se imaginan aquellos? Tener tanto dinero que nunca, nunca haga lo que haga, nunca va a acabar. Porque tienen tanta riqueza, tanta riqueza que están, ellos dicen, asegurados. Tienen el futuro asegurado, mejor que cualquier otra AFP. Tienen el dinero a mares en su casa. Bueno, ese día el dinero no los va a salvar.

De ese día las generaciones futuras van a hablar, van a recordar ese día como el día en que todo cambió.

Ahora bien, en el mensaje pasado hablamos que así como antaño el día más esperado de todos era la fiesta y que para estar a la altura de las circunstancias en Israel el pueblo todo se preparaba para guardar fiestas. Así también este día el cual entendemos va a ser el día en donde todo va a cambiar. Uno se pregunta, también habrá alguna manera como prepararnos para aquel día a nosotros que nos dice Dios a nosotros. La Escritura nos ha abierto la mente. Dios por medio de su espíritu nos ha dado un entendimiento que otros seres humanos no tienen. Y entonces la pregunta, ¿cómo podemos prepararnos para aquel tiempo? Jesucristo mismo lo pidió a sus discípulos que Jesucristo les dijo, estado preparados. Aquí en Mateo 24, verso 44, Mateo 24, verso 44, Jesucristo a sus discípulos, en esta Escritura reveladora de Mateo 24 les dijo a sus discípulos. En verso 44, por tanto, también vosotros, estado preparados. Hay que prepararse, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no penséis. Aquel día vendrá, la Escritura lo dice, por misericordia de sus escogidos. Aquel día vendrá y se hará manifiesto como un lazo sobre las naciones. ¿Qué le dice la Escritura? Aquel día vendrá y cuando se manifieste, la Escritura dice, uno será tomado, otro será dejado. Y entonces la pregunta, Jesucristo nos dijo, hay que prepararse. Entonces, ¿cómo prepararnos para este día? ¿Qué debemos hacer mientras esperamos la manifestación gloriosa de los hijos de Dios? ¿Hay algo que podamos hacer? O simplemente es dejarse llevar por una corriente y solito solito vamos, unos van a estar a la derecha, otros van a estar a la izquierda. Y no hay ninguna acción de parte nuestra. Aquí en Primera de Corintios, en Primera de Corintios, Pablo, dijo lo siguiente, Primera de Corintios 4, verso 1.

Primera de Corintios 4, verso 1. Dice aquí, así pues, tengan los hombres por servidores de Dios y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores que cada uno sea hallado fiel. Cada uno de nosotros somos administradores de algo que Dios nos ha entregado. Dios nos ha abierto el entendimiento. Y una vez que hemos vivido la experiencia del bautismo y nos han impuesto manos, Dios ha compartido con nosotros el primer depósito del Espíritu Santo. De manera que cada uno es responsable de aquello, responsable de producir frutos. En el verso 3 de este mismo capítulo, Pablo dice yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros o por tribunal humano, y ni aún yo me juzgo a mí mismo, porque, aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado. Pero el que me juzga es el Señor. ¿Quién va a evaluar nuestras vidas? Dios. Dios es el que evalúa las vidas. Dios es el juez. Y entonces aquí el verso 5 dice, Así que no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas y manifestará las intenciones de los corazones. Y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios. A la espera del retorno de nuestro Señor Jesucristo, aquí Pablo nos daba un consejo. Miren, no condenen, porque aquí la palabra juzgar precisamente apunta a aquello, ese juicio condenatorio. Juicio condenatorio. En la Biblia del Lenguaje simple dice, de este versículo 5, por eso no culpen a nadie antes de que Jesucristo vuelva. Cuando Él venga dará a conocer todo lo que está oculto y todo lo que piensa cada uno de nosotros, entonces Dios nos dará el premio que merezcamos. Jesucristo es el encargado de evaluar nuestras vidas. Así que cada opinión que uno pueda tener antes de ese día y cada opinión condenatoria, no nos compete a nosotros. A la espera de la manifestación gloriosa de los hijos de Dios y en consecuencia del retorno de nuestro Señor Jesucristo. Uno puede tener una opinión respecto. Todos tenemos opiniones respecto de muchas cosas, pero lo que Pablo está diciendo aquí no condenemos. Porque quién es el que evalúa la vida del otro, o la mía. ¿Es la mía mi vida? Jesucristo. Y eso, la Escritura lo avala. Aquí, Romanos 2. Romanos 2. En el verso 6, hablando de nuestro Señor, dice, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras. Que Pablo también decía un momento antes. Las intenciones del corazón. ¿Qué sabe uno de las intenciones del corazón de otro? ¿Acaso puedo yo evaluar la intención del corazón de otro? Uno puede evaluar acciones, pero no intenciones. Porque las intenciones solo Dios las conoce. Uno qué sabe de aquello. Aquí dice, verso 7, Romanos 2. Vida eterna a los que perseverando en bien hacer buscan gloria y honra e inmortalidad. Pero híjole y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia. Tribulación y angustia, sobre todo, ser humano, qué hacerlo malo. Bueno, en el día del retorno de nuestro Señor Jesucristo se va a corregir a las naciones, a todas las naciones.

Al que hace lo malo, tribulación y angustia. El judío primeramente y también el griego. Pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno. Al judío primeramente y también al griego. Porque no hay acepción de personas para con Dios. ¿Qué debemos hacer a la espera de Jesucristo? ¿Qué más dice la Escritura en 1º de Timoteo 6?

¿Cómo prepararnos para los tiempos que vienen?

1º de Timoteo 6, verso 11, 1º de Timoteo 6, ¿Dice más tú o hombre de Dios huye de estas cosas? ¿Y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre? ¿Pelea la buena batalla de la fe? Echa mano de la vida eterna, a la cual a sí mismo fuiste llamado Habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos, temando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo.

¿Qué debemos hacer mientras esperamos que Jesucristo retorne? La versión Dios habla hoy de este versículo dice, te pido que obedezcas lo que te ordeno, manteniendo una conducta pura e irreprensible hasta la venida gloriosa de nuestro Señor Jesucristo.

Y en la Biblia de Lenguaje Simple de este versículo dice, te pido que obedezcas en todo lo que te ordeno para que nadie pueda acusarte de nada, hasta esto, hasta que vuelva nuestro Señor Jesucristo. ¿Qué debemos hacer mientras esperamos? Mientras esperamos, no debemos juzgar nada antes de tiempo. Por un lado y por otro lado debemos pelear la buena batalla de la fe y cómo se pelear la buena batalla de la fe. Obedezcas todo lo que te ordeno para que nadie pueda acusarte de nada. Esto compete a nuestro comportamiento, a mi comportamiento. Pablo le da un consejo a un hombre de Dios y usa la expresión, tu hombre de Dios. Pablo le estaba escribiendo a Teimoteo, pero uno siente esas palabras dichas a uno. Somos hombres de Dios. Claro que sí, o por lo menos debemos intentar hacerlo. ¿Y cómo permanecer en este camino? Primero, huir de estas cosas. ¿De qué estaba hablando Pablo allí? Pablo le estaba hablando a Teimoteo respecto de las tentaciones. De las tentaciones. Y Pablo le estaba diciendo este consejo a Teimoteo, este ministro joven. Y le decía, huye de las pasiones. De las tentaciones que batallan contra el alma. Y la palabra huir viene del griego feugo. Fugarse. Escaparse. Pablo le pide a su hijo en Cristo que huya de las tentaciones, que batallan contra el alma. En primera de Teimoteo 6, verso 6, dice, pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento, porque nada hemos traído a este mundo y sin duda nada podremos sacar. Así que teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, en muchas codicias necias y dañosas que hunden a los hombres en destrucción y perdición. Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos se extraviaron de la fe y fueron traspasados de muchos dolores. Y el siguiente versículo, Pablo, le dice, huye de estas cosas, de estas cosas. Y también le dice que perseveren sin nada reprochable. ¿Qué otra indicación encontramos en las escrituras en cuanto a este tiempo de espera? ¿No es solo conocer las cosas? ¿No es solo saber las cosas? Hay tareas que tenemos que hacer.

Aquí, segunda de Pedro. En segunda de Pedro. En el capítulo 3. En el verso 9. Dice aquí el Señor no retarda su promesa. Estaba hablando, ustedes pueden analizarlo después. El capítulo 3 de segunda de Pedro. Estaba hablando Pedro aquí, de los que se mofan respecto de que el día del Señor se demora. ¿Cuántas veces hemos escuchado hablar que el Señor viene? A través de la historia, muchas veces. Bueno, de tanto escuchar esto es como el cuento del lobo.

De tanto escuchar, las personas tienden a dejar de creer. Ahora, Pedro entonces dice aquí el Señor no retarda su promesa. Según algunos, la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros. Siempre, siempre me ha llamado la atención esta escritura. ¿Con quién es paciente Dios? Con nosotros. Con nosotros. No con el mundo. El mundo tiene su forma de vivir y como hemos mencionado, el mundo está muy conforme con la forma de vivir que tienen. Y no quieren cambiar. Y van a tener que ser corregidos y humillados para que acepten a Dios.

Y entonces la pregunta es ¿Por qué Dios tiene que ser paciente con nosotros? ¿Por qué podría ser que tuviese que ser paciente con nosotros? Aquí sigamos leyendo. No queriendo que ninguno perezca. Cuando Dios nos llamó a este camino y nos abrió la mente, todos tenemos la posibilidad de llegar al reino. Tenemos la posibilidad de ser llamados hijos de Dios. Tenemos la posibilidad de alcanzar la vida eterna. Tenemos la posibilidad de reinar con Cristo.

Esas son posibilidades. Y cuando Dios nos llamó nos ofrece a todos nosotros eso. Eso. Nos promete la vida eterna, nos promete reinar con Él, nos promete tantas cosas. Y Dios no es hombre para que mienta. Dios no quiere que ninguno de nosotros abandone este camino. Ninguno. Cuando Él nos llama, hace las cosas completas. No hace trabajos a medias. Dios quiere que nosotros procedamos al arrepentimiento. Porque si no nos arrepentimos, nadie llega a ninguna parte, hermanos.

Nadie. Esto no lo vamos a heredar como pensaban los judíos. ¿Verdad? Mira, yo soy judío. No importa lo que yo haga, yo sigo haciendo a judío. Hijo de Dios. No. No es así. No es así. Y entonces aquí dice el Señor, no retarda su promesa. Según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedamos al arrepentimiento. Dios está esperando por nosotros. Dios está esperando que nosotros nos arrepentamos.

Verso 10 dice, pero el día del Señor va entrar como ladrón en la noche, en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán desechos y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Verso 11, se puesto que todas estas cosas han de ser desechas. ¿Cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir?

Esperando y apresurandoos para la avenida del día de Dios, en el cual los cielos encendiéndose serán desechos y los elementos siendo quemados se fundirán. Dios está esperando de nosotros, que nosotros procedamos al arrepentimiento. Él es paciente con nosotros. Él no quiere que ninguno de los que Él ha llamado se pierda. En espera de estas cosas, en espera del día que cambiará la historia, las recomendaciones que encontramos en las escrituras son a título personal. Dios quiere que todos y cada uno de los que está aquí no se arrepintamos. Cambiemos. Dios quiere que mantengamos una conducta sin tacha.

¿Se han pensado en aquello? Una conducta sin tacha, intasheable, que nadie tenga nada que decir de nosotros. Y cuando uno se pregunta, ¿quiénes son ese nadie? Bueno, eso depende de lo que hagamos. La esposa del Rey, aparte de ser esposa del Rey, tiene que parecer esposa del Rey. Dios quiere que mientras esperamos nuestras conductas sean de crecimiento espiritual. Dios quiere que nos vistamos con las armas de luz, como dice Efecios.

Dios quiere que dejemos atrás el pasado, que nos arrepintamos de aquello. Y que esperemos el día en que Él se va a manifestar. ¿Cuándo? En el futuro. ¿Cuándo? En un día de trompetas. ¿Cuándo? Cuando la historia diga, en un día de trompetas, fue el día en que cambió todo.

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Nació y se educó en el sur de Chile. Kinesiólogo de profesión se desempeñó como tal además de Anciano Local hasta el 2010. Pastoreó Chile y Argentina hasta principios del 2022. Ahora vive en Valdivia junto con su esposa María Albarrán asistiendo al Sr. Marcelo Saavedra.