Tercer mes
Vicisitudes de la vida e injusticia del hombre
Salomón observa que hay un tiempo para todo asunto bajo los cielos y que, mientras tanto, Dios le ha dado a la humanidad trabajo en que ocuparse. Las mismas obras de Dios son buenas y cada cosa tiene su tiempo apropiado. El hombre común nunca puede sondear completamente la sabiduría y los propósitos de Dios. Por tanto, lo que el hombre tiene que hacer es aceptar el don de Dios, regocijarse, hacer el bien por muy duro que sea el trabajo que hizo (1 Corintios 15:58; Filipenses 4:4). Las obras de Dios permanecen para siempre porque tienen un propósito; nadie puede añadir o quitarle algo.
¿Por qué pondera Salomón esta línea de razonamiento? Porque en este sistema de cosas a menudo no se practica el juicio ni la justicia, sino hay un Juez Supremo que a su tiempo juzgará todo con justicia. (Leonardo da Vinci). Esto es inobjetable, aunque la gran mayoría de la humanidad muere al igual que las bestias, y todos vuelven al polvo, sin ninguna prueba de que haya cualquier diferencia en la condición en que están al morir. Salomón escribe: “He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres. Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó. Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí impiedad; y en lugar de la justicia, allí iniquidad. Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace” (3:14-17).
Desde el punto de vista meramente humano, Salomón ve que acontecen muchos actos de injusticia y opresión, sin ninguna esperanza a la vista, de manera que la persona muerta y apartada de todo, está en una posición mejor, libre de rivalidad y necedad. En tal caso, un poco de descanso es mejor que toda esta lucha. Los compañeros son una ayuda valiosa y por medio de ellos se puede evitar mucha calamidad, pues pueden socorrerse mutuamente y aunar sus fuerzas contra la opresión. En ese sentido, el libro de Hebreos dice:“Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios” (Hebreos 10:24-27).
Salomón contrasta la obra del hombre con la obra de Dios. La del hombre es pasajera y siempre imperfecta por más que se afane uno a la perfección. En cambio, las obras de Dios son todas perfectas y duraderas. Como ejemplo tenemos la obra maestra de Dios en la naturaleza que nos rodea. No podemos quitar ni añadir nada. Esto fue otra de las grandes frustraciones de Salomón. A pesar de tratar de hacer obras magníficas, como la del Templo, siempre sabía que era imperfecto y sujeto al desgaste. Por ejemplo Leonardo fue un químico, músico, arquitecto, anatomista, botánico, ingeniero mecánico, artista y hasta matemático. No sólo conocía la matemática abstracta sino que supo aplicarla para solucionar problemas de ingeniería. Fue uno de los genios singulares de la historia, y en su brillantez, se dio cuenta de que, por mucho que uno trate de encontrar sentido a la vida en forma meramente humana a través de las matemáticas, pero sin considerar a Dios, sólo terminará con cosas y no con verdaderos valores. Al final, Salomón se dio cuenta que el hombre, partiendo de sí mismo, nunca podrá encontrar el verdadero sentido de la vida.
Ciclo hidrológico: Calor del verano. Atmósfera clara y seca.
Cosecha de la temporada: Trigo en general. Primeros higos, brevas, y manzanas
Nombre del mes: Sivan (su cubierta o techo) Ester 8:9; Levítico 23:1;
10) Pentecostés o Fiesta de las Semanas. Se ofrecen dos panes el día 50º a contar del ofrecimiento de la gavilla mecida al finalizar el sábado semanal dentro de la Fiesta de los Panes sin Levadura. Ex. 23:16; Lev. 23:15-21. Esta fiesta también conmemora la entrega de las tablas de la Ley en el monte Sinaí Ex. 19:1; 20:1-21 Fue celebrado por los apóstoles He. 2:1-4; Celebrada por Pablo He. 13:14; 16:13; 20:16; 1 Cor. 16:8 Pentecostés es la única Fiesta Santa que no cae en una fecha fija, se celebra 50 días después del sábado semanal de los días de Panes sin Levadura, es decir, el primer día de la segunda semana del tercer mes del Calendario Sagrado.