#118 - 2 Samuel 13-15: "El pecado de Amnón; La conspiración de Absalón"

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#118 - 2 Samuel 13-15

"El pecado de Amnón; La conspiración de Absalón"

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Se multiplicaron estos conflictos al haber David violado el mandamiento de no tomar a muchas mujeres (Deuteronomio 17:17). Así sembró las semillas de discordia en su hogar por sus muchas esposas. Brotarían las disputas y las rivalidades entre ellas durante toda su vida – especialmente al maniobrar todas para que sus hijos heredaran el trono. A la vez, los hijos de cada madre también estarían maniobrando para conseguir la corona. David tenía que vivir diariamente entre estas disputas. La ilustración en esta página, de la familia de David muestra los muchos pretendientes que había al trono:

Con todas estas posibilidades para la intriga, no tardarían en llegar los conflictos sangrientos. Comienzan por el enamoramiento de Amnón, el primogénito de David y sucesor al trono de su media hermana, Tamar. Amnón era hijo de la segunda esposa de David, Ajinoam de Jezrael (2 Samuel 3:2). Recuerden que Mical, su primera esposa no tuvo hijos. Y para mal de colmo, este conflicto se produjo por el mismo tipo de pecado que tuvo David: la inmoralidad sexual que llevó al asesinato.

Al ser princesa y virgen, Tamar era cuidadosamente custodiada. Dice el Comentario Exegético: "Las hijas solteras eran rigurosamente separadas de la compañía de los varones; no se permitía que las vieran los extraños, ni aun los parientes, sin la presencia de los testigos" (p. 255). Al no poder verla, "estaba Amnón angustiado hasta enfermarse por Tamar su hermana, pues por ser ella virgen, le parecía a Amnón que sería difícil hacerle cosa alguna… y día tras día (iba) enflaqueciendo" (2 Samuel 13:2).

Aquí vemos el caso de una enfermedad "sicosomática" inducida por los pensamientos inmorales. Entendamos lo que le sucedió a Amnón para evitar que esto suceda en nuestras vidas o en las de nuestros seres queridos. El Dr. Samuel.I. McMillen en su libro "Ninguna Enfermedad" explica lo que ocurre: "Con cada año que pasa conseguimos mayor comprensión de la capacidad que tiene la mente (psiquis) para producir diversos trastornos en el cuerpo (soma); de ahí el término psicosomático.

“La tensión emocional invisible en la mente, es capaz de producir en el cuerpo cambios asombrosamente visibles que pueden llegar a ser graves y mortales… ¿Cómo pueden ciertas emociones causar enfermedades físicas tales como apoplejías cerebrales, embolias mortales en el corazón, úlceras sangrantes del aparato digestivo, espasmos de los músculos de la espalda y gangrena del tejido de las piernas, por mencionar solamente unas cuantas?”

"El cerebro, dónde se procesa toda la tensión emocional, es el centro de control del cuerpo entero. Desde allí, millones de fibras nerviosas salen hacia cada órgano de la persona. Las sustancias químicas liberadas por dichas fibras controlan o influyen en cada una de las reacciones que se producen en cada órgano del cuerpo. Ya que nuestra salud depende del debido equilibrio de todas esas reacciones químicas, no es de extrañar que el trastorno emocional en nuestros cerebros pueda interrumpir las reacciones en un órgano muy alejado y causar la enfermedad. El cerebro produce esos cambios generalizados mediante tres mecanismos principales:

  1. Alternando la cantidad de sangre que fluye hacia un órgano;
  2. Afectando las secreciones de ciertas glándulas y
  3. Cambiando la tensión de los músculos" (p. 132).

Se nota que Amnón sufrió de estos tres trastornos: primero, se sintió débil por la fuerte tensión emocional del deseo obsesivo por Tamar. Esto a la vez produjo una estrechez vascular de su sistema circulatorio. Luego, el apetito sexual también afectó las secreciones de ciertas glándulas al fluir la adrenalina y suprimió el apetito físico por eso enflaquecía. Finalmente, la tensión muscular también hizo apretar los músculos estomacales y creó también la inapetencia y debilidad.

Sigue el Dr. McMillen: "Entre las actitudes que pueden provocar enfermedades, tenemos: el miedo, los celos (se puede incluir a la codicia), la envidia, la rabia, el resentimiento y el odio, además de otras emociones cuando se dan en exceso, tales como la pena, la ambición, la frustración y la necesidad de amor o seguridad" (p. 142).

Al verlo tan afligido, Jonadab, un amigo de Amnón, planea la forma de que pueda estar a solas con Tamar. Como ya tenía síntomas de debilidad por sus tensiones, sería fácil fingir que su palidez y enflaquecimiento se debían a una enfermedad física. Nadie dudaría de ello y entonces podría pedirle a su padre, David, que lo atendiera Tamar. Así fue, y una vez a solas, procuró seducirla, primero con palabras amables, pero al ver la resistencia de ella, usó la fuerza. "Se asió de ella, (y) le dijo: Ven, hermana mía, acuéstate conmigo. Ella entonces le respondió: No, hermano mío, no me hagas violencia; porque no se debe hacer así en Israel. No hagas tal vileza. Porque ¿a dónde iría yo con mi deshonra. Y aun tú serías estimado como uno de los perversos en Israel. Te ruego pues, ahora, que hables al rey, que él no me negará a ti" (2 Samuel 13:12).

En forma estricta, estaba prohibido el matrimonio entre hermanos o medios hermanos. En Levítico 18:9 dice: "La desnudez de tu hermana, hija de tu padre o hija de tu madre, nacida en casa o nacida fuera, su desnudez no descubrirás". Sin embargo, Tamar conocía algunos precedentes, como el caso de Abraham con Sara.

A pesar de sus súplicas, "él no la quiso oír, sino que pudiendo más que ella, la forzó, y se acostó con ella.  Luego la aborreció Amnón con tan gran aborrecimiento, que el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado" (2 Samuel 13:14-15).

Este violento cambio de pasiones entre el deseo sexual y el odio es bastante común. El Dr. William Sadler explica: "Nadie como un médico puede apreciar tan plenamente el asombroso porcentaje de enfermedades y sufrimientos humanos que son directamente achacables a la preocupación, el miedo, el conflicto, la inmoralidad, la disipación Y la ignorancia, a los pensamientos malsanos y a una manera de vivir impura" (Ídem. p. 143). Menciona más tarde que más de la mitad de las aflicciones presentes en la humanidad podrían evitarse al aplicar los principios cristianos del amor, el respeto y la humildad" (p.143).

Amnón se había dejado llevar por los pensamientos impuros y al ver la virtud de su hermana, más se sintió culpable y sucio. La echó de su casa, que para ella era aún mayor insulto. Ella le respondió: No hay razón; mayor mal es este de arrojarme, que el que me has hecho. Mas él no la quiso oír… Su criado, pues, la echó fuera, y cerró la puerta tras ella. Entonces Tamar tomó ceniza y la esparció sobre su cabeza, y rasgó la ropa de colores de que estaba vestida, y puesta su mano sobre su cabeza, se fue gritando" (2 Samuel 13:16-19).

¡Cuántas veces se ha repetido el caso de Tamar desde ese entonces! Informa "El Mercurio" de febrero 14 de 1993, "En Chile, cada 26 minutos hay un caso de violación o unos 20,000 casos al año. Circulan por las calles de Chile más de un millón de víctimas de ataques sexuales". Es decir, andan un millón de muchachas como Tamar.

¿Por qué salió ella gritando? Veamos lo que dice el psicólogo chileno Juan Manuel Gálvez, encargado de CAVAS (Centro de Atención a Víctimas de Atentados Sexuales): "La violación es un atentado contra la vida, un sometimiento aterrante que acerca a la muerte. El recuerdo es una experiencia torturadora que se sigue vivenciando… a las víctimas se les destruye la autoestima, se les vulnera la libertad, se las pone en el lugar de cosas de uso sexual… El daño es irreparable, la cosa es cómo vivir con el asunto de tomarlo con una actitud diferente para disminuir los síntomas del temor a los sitios oscuros y a hombres desconocidos, de tener ideas sobre la muerte o el daño, las pesadillas y ansiedades en general" (Ídem).

Así vemos cuánto daño se hace al violar el Séptimo y el Décimo Mandamiento. Dice el Dr. McMillen: "Los individuos demasiados volcados en el sexo y el egocentrismo (como Amnón) no sacan prácticamente nada de las relaciones sexuales por la sencilla razón de que tampoco ponen nada más en las mismas, aparte de esfuerzo físico. Su vida sexual es insatisfactoria porque les falta el amor genuino; y como resultado de ello siempre están decepcionados y frustrados sexualmente… Dos personas no pueden permanecer juntas por mucho tiempo a menos que exista algún tipo de fuerza que los una; y el sexo es un aglutinante de corta duración, como lo han demostrado desde hace largo tiempo los matrimonios de Hollywood. Como el sexo es el único elemento de cohesión que conocen muchos matrimonios, no es ninguna sorpresa que una de cada dos uniones termine en el divorcio" (p. 86).

La pobre Tamar huyó a la casa de su hermano carnal, Absalón. Él resolvió matar a Amnón, su medio hermano, en el momento oportuno. No le dijo nada a nadie. Al enterarse David de la violación de Tamar la Biblia sencillamente dice que, "se enojó mucho" (2 Samuel 13:21), pero lo dejó sin castigo.

Absalón esperó dos años hasta que encontró la excusa apropiada: la celebración de su esquila de ovejas. Primero invitó a su padre con toda la familia pues sabía que no podrían ir todos. Finalmente convenció a su padre que fueran por lo menos sus hermanos, con Amnón incluido. Así logró que, durante el banquete, cuando Amnón estuvo bajo los efectos del alcohol, sus siervos lo asesinaran.

En la confusión, le llegaron noticias a David que todos sus hijos fueron asesinados, pero luego lo tranquilizaron al notificarle que sólo Amnón había muerto.

Mientras tanto, Absalón sabía que las leyes de Dios lo sentenciaban a la muerte por el asesinato premeditado (Números 35:21) y huyó de Israel a Gesur de Siria, donde reinaba su abuelo por el lado de su madre Maaca (2 Samuel 3:3). "Y David lloraba por su hijo todos los días" (2 Samuel 13:37). En el fondo de su corazón, David sabía que estas maldiciones de sus hijos venían por su propio pecado y por eso lloraba por su culpa en ellos.

Después de tres años, David deseaba traer a Absalón de nuevo a su casa, pues sabía que había obrado mal, pero fue por vengar a su hermana Tamar. No se justificaba, pero era un atenuante. Por medio de otra parábola, esta vez una de dos hijos que lucharon y murió uno, pero la madre suplicó que perdonaran al que quedó, Joab hace ver a David que ya es tiempo de perdonar a Absalón. Así David pidió que trajeran a Absalón, pero no quiso verlo por dos años.

Absalón usó su amistad con Joab para reconciliarse con su padre y por fin logró el perdón de David. Sin embargo, estaba resentido con su padre. Absalón era ahora el pretendiente al trono, pues de Quileab, el único por delante de él en la sucesión, no se sabe nada y quizás murió. Los hechos muestran que Absalón sentía que su padre lo iba a pasar por alto en la sucesión del trono por lo que había hecho. Tenía que buscar otra forma de llegar al trono y fue por medio de la traición más vil.

"Y se levantaba Absalón de mañana, y se ponía a un lado del camino junto a la puerta; y a cualquiera que tenía pleito y venía al rey a juicio, Absalón lo llamaba y le decía: ¿De qué ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel. Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien te oiga de parte del rey. Y decía Absalón: ¡Quién me pusiera por Juez en la tierra para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocio, que yo les haría justicia! Y acontecía que cuando alguno se acercaba para inclinarse a él, él extendía la mano y lo tomaba y besaba. Así hacía con todos los israelitas que venían al rey a juicio; y así robaba Absalón el corazón de los de Israel" (2 Samuel 15:2-6).

Veamos cómo se llevó a cabo la traición, pues jamás debemos usar estas tácticas: "Al final de su reinado, David, o por la creciente' debilidad de su ancianidad o por las preocupaciones de las guerras, había dejado algunas causas privadas sin decisión y creó un profundo descontento entre el pueblo. Este sentimiento era astutamente fomentado por Absalón quien atendía a los demandantes y después de oír su relato, complacía a cada uno con una opinión favorable de su causa. Ocultando cuidadosamente sus propósitos ambiciosos, expresó el deseo de ser investido con poder oficial para acelerar el curso de la justicia y adelantar los intereses públicos. Sus aspiraciones tenían la apariencia de una generosidad y un desinterés genuino. De modo que con su forma aduladora de prodigar favores a todos a cabo de cuatro años se volvió el favorito del pueblo. Hizo que vieran al gobierno de su padre como débil, descuidado y corrupto y así sedujo los afectos de la multitud, los cuales no se dieron cuenta de sus verdaderos motivos" (Comentario Exegético. p. 257).