#064 - Levítico 8 - 11: "Animales limpios e inmundos: El cerdo"

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#064 - Levítico 8 - 11

"Animales limpios e inmundos: El cerdo"

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En el capítulo 10 hay un incidente que ha dejado a muchos perplejos ¿por qué murieron los dos hijos mayores de Aarón, quienes apenas iniciaban su sacerdocio? En los versículos uno y dos sólo se menciona que "ofrecieron delante del Eterno fuego extraño, que él nunca les mandó. Y salió fuego de delante del Eterno y los quemó, y murieron delante del Eterno."

¿Cuál fue la razón del castigo tan severo? Es necesario entender primero cómo debía ser ofrecido el incienso. "Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará. Y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso; rito perpetuo delante del Eterno por vuestras generaciones. No ofreceréis sobre él incienso extraño" (Éxodo 30:7-9). Aquí vemos que era Aarón y no sus hijos quien debía ofrecer el incienso. Además, noten que tomaron "fuego extraño", es decir, no lo tomaron del fuego del altar de bronce. Ellos no cumplieron con la ley de Dios y usaron cualquier fuego.

Un último punto se nota en el Levítico 10:9, a Dios advertirle a Aarón, después de este incidente, que "Tu, y tus hijos contigo, no beberéis vino ni sidra cuando entréis en el tabernáculo de reunión, para que no muráis" (por inferencia, como le sucedió a los dos hijos). Aquí vemos que ningún ser humano, por noble o importante que sea su título es indispensable para Dios. Aarón apenas podía cumplir sus funciones con sus cuatro hijos, y ahora, sólo le quedaban sus dos hijos menores. No obstante, fue tan grave la profanación ante Dios que lee los corazones, que determinó por sus actitudes que no merecían la misericordia. Dios no hace acepción de personas: "Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas" (Colosenses 3:25).

Ahora llegamos a la sección más importante sobre la alimentación – el capítulo 11 de Levítico, también complementado en el capítulo 14 de Deuteronomio. Es muy útil leer el folleto "¿ES TODO TIPO DE CARNE PROPIO PARA ALIMENTO?".

Dios sabiamente dividió los animales terrestres aptos y no aptos para el consumo humano según sus características físicas. Uno de esos rasgos es el rumiar, que tiene razones higiénicas. El Comentario Exegético, p.101 dice al respecto: "Los animales rumiantes, por una estructura especial de sus estómagos (por ejemplo, la vaca tiene cuatro estómagos) digieren su alimento más completamente que otros. Se ha descubierto que, en el acto de rumiar, una porción grande de las propiedades venenosas de las plantas por ellos comidas, es eliminada por las glándulas salivales. Este poder de separar los efectos venenosos de los vegetales, se dice que es especialmente notable en las vacas y cabras. Su carne por lo tanto está en mejor condición como alimento, porque contiene más de los jugos nutritivos, y es más fácilmente asimilada. Los animales que no rumian transforman menos perfectamente su alimento; su carne pues es malsana, y es fácil que produzca desórdenes escorbúticos (afectan las encías) y escrofulosos (afectan el sistema linfático)."

Otra característica del animal limpio es que tendría la pezuña hendida. También tiene su razón higiénica: "En el caso de animales con pezuñas partidas, cuando pastan en situaciones desfavorables, una cantidad prodigiosa de materias fétidas es descargada, y circula entre los dedos; mientras que los animales con pezuña no dividida, pastando en el mismo terreno, llegan a ser severamente afectados de las piernas, por las plantas venenosas entre el pasto" (Ídem).

El primer animal prohibido que estudiaremos es el cerdo, pues es el animal inmundo que más se come.

El Comentario Exegético dice los siguiente sobre el cerdo: "Es animal asqueroso, de hábitos sucios en el comer, y le falta una de las disposiciones naturales para la purificación del organismo, 'no rumia'; en climas cálidos, el comer carne de cerdo es especialmente propenso a producir la lepra, escorbuto y varias erupciones cutáneas" (además de la principal y temible enfermedad: la triquinosis).

Se supone que el cerdo fue domesticado del jabalí salvaje por los chinos en los albores de la humanidad. Por eso fue prohibido en la Biblia como un animal inmundo desde el comienzo, pues ya existía la tentación. Noé sabía muy bien la diferencia entre el animal limpio e inmundo (Génesis 7:2).

El cerdo cumple un papel muy importante en la naturaleza al ser uno de los principales basureros y limpiadores de la inmundicia. Prácticamente puede comer cualquier cosa orgánica, viva o muerta.

El Dr. Louis Lasagna, en su libro, "El Dilema del Médico" apoya la prohibición del consumo de cerdo y conejo por razones médicas:

"Muchas de estas normas son médicamente acertadas… La prohibición de comer conejo y cerdo ciertamente debió disminuir las enfermedades, considerando la capacidad de estos animales para transmitir la tularemia y la triquinosis respectivamente."

A continuación, aparecerán siete razones importantes para evitar comer la carne de cerdo:

  1. ES UN MANDAMIENTO DE DIOS

Ante todo, el hombre vivirá "de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mateo 4:4). No necesitamos una justificación científica para obedecer a Dios. Abraham no le hizo mil preguntas a Dios sobre por qué debía salir de su hogar. Sencillamente confiamos en él y en lo que nos ha mandado. Cristo es nuestro ejemplo y él guardó toda la ley de Dios, que incluye las normas alimenticias. Él nunca comió cerdo. Jamás cambió estas leyes, y, por lo tanto, "El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo" (1 Juan 2:6).

  1. EL PELIGRO DE LA TRIQUINOSIS

Cuando el hombre ingiere esta carne infestada, sus jugos digestivos disuelven los quistes y quedan en libertad las larvas, las cuales, después de alcanzar el estado adulto, se reproducen, llegando a dar cada hembra hasta 1500 hijos; éstos son transportados por la corriente sanguínea a diversos lugares del organismo, en los que causan graves trastornos patológicos. Los dolores son muy agudos y duran hasta dos semanas. Pueden suscitar la muerte, pero lo más normal es que se vuelvan pasivos al convertirse en quistes en el tejido muscular, pero pueden activarse más tarde".

Es hasta hoy día una enfermedad incurable, aunque los síntomas son tratables con bastante éxito.

Sin embargo, este no es el único problema que tiene la carne de cerdo. El profesor en medicina, Hans Heinrich Reckeweg, escribió en 1983 un artículo sobre el tema: "La Adversa Influencia del Consumo de Cerdo para la Salud" enumera varias razones más. A continuación, tenemos un extracto del artículo donde elabora los efectos nocivos.

  1. LA TOXICIDAD

"La carne de cerdo debe ser considerada como una toxina para el ser humano. Esta toxicidad activa los mecanismos de defensa del cuerpo que se manifiestan en una variedad de inflamaciones y enfermedades.

El hecho de que el cerdo causa stress y permite un aumento de la contaminación del organismo es bien conocido. Es obvio que esto no sólo se aplica al cerdo fresco sino también a los embutidos de cerdo. El consumo de productos del cerdo fresco, ya muerto, causa agudas respuestas del organismo, tales como inflamaciones del apéndice, la vesícula, efectos cólico-biliares, agudo catarro intestinal, gastroenteritis, síntomas de tifus, paratifus, eccema aguda, furúnculos, abscesos sudoríparos y otros trastornos.

Un ejemplo puntual se encuentra en la experiencia alemana durante y posterior a la Segunda Guerra Mundial. Debido a la escasez de alimentos, la carne de cualquier procedencia fue sólo adquirida en pequeñas cantidades y la del cerdo fue raramente disponible. Había muy poca grasa, poco azúcar, pero una gran cantidad de granos, verduras y cereales. Durante este período no hubo casi ningún caso de apéndice inflamada, cálculos biliares, problemas cardíacos, esclerosis o presión alta de la sangre. Sin embargo, en 1948, una vez que los productos de cerdo, particularmente el jamón y el tocino, volvieron a ser disponibles, la salud de la población alemana cambió drásticamente. Volvieron al mismo nivel que antes la guerra las inflamaciones del apéndice, los cálculos biliares, abscesos sudoríparos. Alarmante fue el incremento en casos de cáncer en ese tiempo.

  1. ADICCIÓN A LA CARNE DE CERDO

Además, los que se acostumbran a consumir carne de cerdo pronto se encuentran adictos a ésta en diferentes grados por la tolerancia a las toxinas. Estas personas buscarán cualquier excusa para comer algo de cerdo. Tal como los adictos a los cigarrillos o al alcohol, ignoran cualquier molestia o enfermedad debido a este vicio y justifican su consumo. Sin embargo, los que logran romper el hábito, y se desintoxican de la carne de cerdo notan que el olor y el gusto a esta carne se vuelven desagradables y hasta repugnantes, tal como el exfumador encuentra el humo del cigarrillo ofensivo.

El gran peligro para el ser humano es que, al consumir la carne de cerdo, su sistema es incapaz de luchar contra el exceso de grasa, colesterol, el aumento de hormonas, sustancias mucosas y otros factores tóxicos.

La carne de cerdo no se puede desintoxicar en el cuerpo humano mediante el sistema normal de eliminación: la orina, la respiración, la secreción intestinal o de la piel. Esto no puede ser tampoco aliviado a través del mecanismo de la excreción. La única desintoxicación posible es a través de la eliminación patológica, llamadas las inflamaciones.

  1. LA GRASA INTRACELULAR

La grasa del cerdo se encuentra principalmente dentro de las células mientras que en otros animales la grasa está casi exclusivamente fuera de estas células en los tejidos conectivos, en la forma de células grasosas. Esto hace imposible remover la grasa de la carne de cerdo. Por este motivo la carne de cerdo se fríe normalmente sin usar aceite. Al calentarla, de la misma carne sale el aceite de la grasa.

La grasa siempre está asociada, con el colesterol. Un tipo de colesterol es responsable por la formación de plaquetas que tapan las arterias y producen la presión alta y el riesgo de un infarto.

  1. SIMILITUD CON LA CARNE HUMANA

Durante la Edad Media, cuando eran prohibidas las autopsias de seres humanos, los estudiantes de medicina usaban a los cerdos para sus estudios debido a la similitud anatómica con el hombre. Además, la piel del cerdo es muy parecida a la humana, y se usa para injertos de piel en casos de quemaduras graves.

El parecido entre la carne de cerdo y la carne humana hace posible un pequeño intercambio bioquímico de los componentes. Se produce un intercambio de los firmes tejidos conectivos humanos por los tejidos nutrientes mucosos del cerdo. Por tal razón aquellos que consumen mucho cerdo rápidamente se van pareciendo al animal que han comido. Todos hemos escuchado el dicho: "Usted es lo que usted come".

Los pacientes que han comido una gran cantidad de tocino (producida de la carne de la espalda del cerdo) muestran una típica protuberancia atrás del cuello. Lo mismo ocurre con el consumo del tocino que proviene del estómago del cerdo, las pacientes muestran protuberancias de grasa en sus propios estómagos. La gente que ha comido jamón (del muslo del cerdo), especialmente las mujeres, muestran una irregular deformación en las caderas sin darse la menor cuenta que el jamón fue el causante.

  1. PROVECHO COMERCIAL

El cerdo tiene muy pocos músculos, pequeños huesos y una abundancia de tejidos conectivos, grasa, sangre y órganos. Casi cada centímetro del cerdo es usado por el carnicero para la preparación de alimentos.

Sin embargo, el cerdo normalmente no vive mucho tiempo; no llega a ser muy viejo, primeramente, debido al hecho de que su edad biológica está limitada a unos pocos años. En segundo lugar, los cerdos no pueden vivir más allá de los seis años como reproductores puesto que las señales de cáncer son inconfundibles.

El cerdo tiende a ser un animal muy enfermo con una abundancia de tejido conectivo mucoso y grasoso. Es común que sufra una degeneración grasosa del músculo cardíaco, del hígado y hormonas tóxicas. Todos estos factores son asimilados cuando se consume el cerdo.”

RESUMEN

El cerdo debe reconocerse como un importante factor en las enfermedades. Las sustancias venenosas contenidas en el cerdo causan muchas de las enfermedades que son crónicas y difíciles de tratar. Estas enfermedades pueden ser curadas al abstenerse de consumir la carne de cerdo" (Fin de la cita).

Con esto terminamos la sección sobre el cerdo como animal inmundo.