Una mirada más detallada a la Hermandad Musulmana
Es importante fijar nuestra atención en la organización que ha cosechado más beneficios a raíz de las revueltas árabes:al-Ikhwan al-Muslimun,la Hermandad Musulmana, la madrina de todos los grupos supremacistas. Ella cuenta con partidos políticos y organizaciones sociales que la representan en muchas naciones musulmanas, y numerosas ramas y agencias en países occidentales. En Occidente, muchos la consideran una asociación moderada y pacífica.
“Sin embargo”, indica Steven Simpson en el sitio de InternetCanada Free Press (Prensa libre de Canadá), “si uno busca verdad y claridad (no como la actual administración estadounidense, que neciamente trata a la Hermandad y sus perspectivas como moderadas), verá que la Hermandad es un violento movimiento fascista que persigue una dominación islámica global. De hecho, [la Hermandad] es la falange y protectora de todos los grupos islámicos que han brotado a través del mundo musulmán. Para decirlo sin tapujos, es lo más parecido a una hidra islámica [la hidra era una serpiente mitológica con nueve cabezas; si una era cortada, aparecían en su lugar otras dos], y un enemigo implacable de Occidente, Israel y los países no musulmanes”(“Why the Arab Spring Will Descend Into and Islamic Ice Age” [Por qué la primavera árabe se sumirá en un invierno islámico de la Edad del Hielo], abril 16, 2012).
La Hermandad Musulmana fue fundada en Egipto en 1928 por un maestro de escuela e imán (líder religioso musulmán) llamado Hassan al-Banna, quien deseaba el resurgimiento del califato islámico. El califato —comunidad internacional de creyentes musulmanes liderados por un califa, o sucesor de Mahoma— había llegado a su fin con la caída del Imperio otomano al concluir la Primera Guerra Mundial y también por la influencia modernizadora de Kemal Ataturk, quien transformó con gran dificultad Turquía hasta convertirla en un estado secular.
Al-Banna fue asesinado en 1949, poco después de que la Hermandad fuera prohibida en Egipto, pero ésta siguió operando, guiada ahora por el discípulo principal de al-Banna, Sayyid Qutb, quien había trabajado como funcionario del departamento de educación de Egipto.
En palabras del ex Procurador General de los Estados Unidos, Michael Mukasey, Qutb causó suficientes problemas en Egipto como para que en 1948 lo mandaran fuera del país. Lamentablemente para nosotros, Qutb optó por viajar a Greeley, Colorado [E.E.U.U.]. Y aunque difícilmente podría uno imaginar un lugar más pacífico que Greeley, Colorado, después de la Segunda Guerra Mundial, para un hombre como Qutb era ni más ni menos, Sodoma y Gomorra. Él odiaba todo lo que veía: los cortes de pelo estadounidenses, el entusiasmo por los deportes, el jazz, y lo que él llamó “la mezcla animal de los sexos”, incluso en las iglesias.
Su conclusión fue que los estadounidenses eran insensibles a la fe en el arte, a la fe en la religión y a la fe en los valores espirituales, y que los musulmanes debían considerar al hombre blanco, ya fuera europeo o americano,
[como] nuestro principal enemigo
. . .
[Más tarde, él] continuó escribiendo y agitando los ánimos a favor del islam y en contra de la civilización occidental, atacando particularmente a los judíos, a quienes culpaba de materialismo ateo y a los cuales consideraba como los peores enemigos de los musulmanes (Executive Power in Wartime [Poder ejecutivo en tiempos de guerra],Imprimis, oct. 2011).
Con el tiempo, Qutb llegó a ser el líder de la Hermandad Musulmana y eventualmente fue muerto en la horca en Egipto, en 1966. Perosu hermano Muhammad Qutb huyó a Arabia Saudita junto a otros miembros de la Hermandad, y con el tiempo enseñó la ideología de Sayyid a figuras poco conocidas en aquel tiempo, como Osama bin Laden y su posterior hombre de confianza, Ayman al-Zawahiri, el líder de al-Qaeda desde la muerte de bin Laden. Estos personajes de al-Qaeda y sus seguidores a veces son conocidos como Qutbistas.
Otro partidario de los escritos de Sayyid Qutb fue Omar Abdel-Rahman, más conocido como “el jeque ciego” y consejero espiritual de los terroristas que bombardearon el Centro de Comercio Mundial en 1993, quien se encuentra encarcelado en los Estados Unidos cumpliendo una condena de por vida. Bin Laden y al-Zawahiri exigieron su liberación antes del ataque de al-Qaeda al destructor de misiles estadounidense U.S.S. Cole, en Yemen, el año 2000.
El jeque ciego sigue siendo un héroe entre los islamistas, por lo cual tal vez no sea ninguna sorpresa que los recientes llamados para su liberación no hayan venido de al-Qaeda, sino de los actuales líderes de la Hermandad Musulmana en Egipto: los así llamados moderados.