Declaración de un califato islámico: ¿Qué significa?

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Declaración de un califato islámico

¿Qué significa?

El 29 de junio del año en curso, cuando los musulmanes celebraban el primer día de ramadán (mes sagrado del islam), el grupo separatista de Al Qaeda, EIIS o EIIL (Estado Islámico de Irak y Siria o Estado Islámico de Irak y el Levante, conocido también como ISIS o ISIL por sus siglas en inglés), que ha tomado por la fuerza amplias zonas de Irak y casi todo el norte de Siria, declaró oficialmente la creación de un Estado islámico transnacional, o califato. Junto con ello, el grupo cambió su nombre a EI(siglas de Estado Islámico), ya que el califato pretende gobernar a los musulmanes de todo el mundo.

El jefe del grupo, conocido por el seudónimo Abu Bakr al-Baghdadi, fue proclamado como el nuevo califa del Estado Islámico, y ahora se llama Califa Ibrahim. Un vocero del grupo “hizo un llamado a todos los que viven en las áreas controladas por la organización para que juren lealtad a al-Baghdadi y lo apoyen. ‘La legalidad de todos los emiratos, grupos, estados y organizaciones queda anulada por la expansión de la autoridad del califato y el arribo de sus tropas a sus áreas’, dijo el vocero” (“ISIS Declares Creation of Mideast Caliphate Accross Iraq and Syria” [EIIS declara la creación de un califato en Irak y Siria],CBS News, jun. 29, 2014).

A continuación, al-Baghdadi arengó a los musulmanes para que se congreguen en su nuevo Estado y conquisten al Occidente cristiano, declarando: “Quienes puedan inmigrar al Estado Islámico deben hacerlo, ya que la inmigración a la casa del islam es un deber . . . Musulmanes, apresúrense a venir a su Estado. . . Este es el consejo que les doy. Si obedecen, ustedes conquistarán Roma y se adueñarán del mundo, si Alá quiere” (citado por Damien McElroy, “Rome Will Be Conquered Next, Says leader of ‘Islamic State’” [Roma será la próxima en ser conquistada, dice líder de ‘Estado Islámico’], The Telegraph, jul. 1, 2014).

El legendario deseo de restablecer el califato

El deseo de restablecer el califato está motivado por la meta de reunir a todos los musulmanes bajo una sola legislación, como en los días del fundador del islam, Mahoma, y sus sucesores inmediatos (o califas) en el siglo VII. De acuerdo a dicha legislación, todos deben someterse estrictamente a la charía (ley o jurisprudencia islámica) y seguir el camino de la yihad (guerra santa) para conquistar al mundo.

Distintos imperios islámicos establecieron califatos a lo largo de los siglos, siendo el último de ellos el de los turcos otomanos, que acabó al estallar la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, todos ellos son considerados corruptos por los musulmanes actuales, quienes desean restaurar el “justo” califato original.

Los grupos terroristas islámicos de todo el mundo, incluyendo Hamás, Al Qaeda, la Yihad Islámica, el Talibán, la Hermandad Musulmana, etc., “promulgan el resurgimiento del califato islámico, régimen establecido por los justos sucesores de Mahoma, los califas, y que se ha convertido en el icono ejemplar que debe ser imitado por todas las futuras generaciones de musulmanes” (Raphael Israeli, From Arab Spring to Islamic Winter [De la Primavera Árabe al invierno islámico], 2013, p. XIII).

Durante y después de los levantamientos de la Primavera Árabe ocurridos en 2011-2012, el fervor que ésta originó hizo pensar en la formación de un califato, especialmente por la nominación de un candidato de la Hermandad Musulmana, Mohammed Corsi, a la presidencia de Egipto. Sin embargo, después del golpe militar en Egipto el año pasado, que derrocó a Morsi y provocó una gran represión en contra de la Hermandad, el entusiasmo por un califato pareció haberse enfriado.

Pero se puede decir que aunque esa puerta se cerró, otra se abrió justo ahora que millones de extremistas islámicos en el Medio Oriente siguen insistiendo en el sueño musulmán.

¿Cómo podemos interpretar estos nuevos acontecimientos?

Algunos grupos y prominentes clérigos  islámicos no apoyan la promulgación del Estado Islámico, porque consideran que ésta es prematura y que promueve las rencillas internas entre grupos y estados islámicos. Sin embargo, la declaración también ha recibido un considerable apoyo desde lugares muy lejanos. No cabe duda de que mucha sangre será derramada a consecuencia de ella entre los mismos musulmanes y entre los musulmanes y el mundo no islámico.

Si consideramos bien el asunto, debemos preguntarnos: ¿cómo se materializó el Estado Islámico, y cuáles son sus posibilidades de éxito en un califato resucitado? ¿O existirá otro grupo que pueda gozar de mayor aceptación en dicho papel? ¿Qué nos dice la profecía bíblica sobre tales acontecimientos?

El surgimiento de EIIS y Abu Bakr al-Baghdadi

El contingente de Al Qaeda en Irak, encabezado por Abu Musab al-Zarqawi a mediados de la década del 2000, pasó por varias encarnaciones antes de convertirse en el Estado Islámico de Irak, o EII, que comenzó a ser comandado por Abu Bakr al-Baghdadi en 2010, cuando las fuerzas estadounidenses se estaban retirando del país.

La extrema brutalidad de este grupo y su asesinato a compañeros musulmanes originó una brecha entre él y el liderazgo internacional de Al Qaeda, que consideraba a Zarqawi y sus seguidores demasiado extremistas y los criticaba por distanciar a la gente de la causa islámica.

Más aún, el sucesor de Osama bin Laden, Ayman al-Zawahiri, sostuvo (al igual que muchos eruditos islámicos que se oponen a la actual declaración de un califato) que un califato solo debía establecerse después de la purificación de todo el mundo musulmán, y que debía basarse en el consentimiento del público.

Pero como Margaret Coker explica en el periódico estadounidense The Wall Street Journal, Baghdadi y sus partidarios “rechazan esta doctrina de un consenso religioso y social progresivo. En cambio, creen que solo mediante la fuerza es posible imponer un régimen islámico puro” (“The New Jihad” [La nueva yihad], jul. 11). De hecho, esta es la forma en que el califato fue impuesto en siglos pasados.

La lucha llegó a su clímax en abril de 2013, cuando Baghdadi declaró su toma del control del Frente Al-Nuzra, una milicia vinculada a Al Qaeda que combatía contra el presidente Bashar al-Assad en Siria, y afirmó que se uniría con EII para formar EIIS. El Frente Al-Nuzra rechazó la oferta de alianza, y Zawahiri ordenó a Baghdadi que se fuera de Siria y se limitara a sus operaciones en Irak. Pero en una descarada afrenta a Al Qaeda, Baghdadi dijo que en cambio seguiría a Alá y mantuvo la fusión y así se formó EIIS. Como consecuencia, Zawahiri renegó formalmente del grupo.

EIIS procedió entonces a apoderarse de amplias zonas de Siria e Irak, arrasando la región mediante una brutal guerra relámpago y publicando sus actos de extremo salvajismo en medios de comunicación social para desmoralizar a la resistencia. Esta táctica permitió a EIIS tomar control de la gran ciudad de Mosul y sus alrededores en junio de este año, y el ejército iraquí tuvo que replegarse debido a las masivas deserciones de soldados. 

La conquista de esta zona puso en las manos de EIIS descomunales cantidades de armamentos estadounidenses de última generación y también cientos de millones de dólares robados a los bancos, todo lo cual lo convirtió en un movimiento mucho más rico que lo que Al Qaeda fuera alguna vez. Y como las fuerzas militares de Estados Unidos ya se retiraron, el nuevo Estado Islámico tiene espacio de sobra para maniobrar y parece estar decidido a transformar el Medio Oriente (y tal vez todo el escenario mundial) de manera dramática.

Infundiendo miedo en los corazones y mentes de sus oponentes

Joseph Farah, editor ejecutivo del noticiero independiente en línea WorldNet Daily, comentó lo siguiente antes de la proclamación del califato: “¿Acaso creo que EIIS conquistará el Medio Oriente, África del Norte, parte de Europa y Asia en el siglo XXI? Claro que no. Pero sí creo que habrá una increíble mortandad, destrucción y derramamiento de sangre como resultado de este movimiento –mucho más, tal vez, que lo proyectado por otros analistas. EIIS actúa con tal ferocidad, que hace que hasta Al Qaeda se sienta incómodo. [EIIS] ya posee más riquezas y armamentos, incluyendo armas químicas, que muchos países del mundo.

“El modus operandi de EIIS consiste en una brutalidad que para los occidentales es difícil siquiera imaginar. Ésta promulga tácticas de tierra quemada[estrategia militar que comprende destruir todo lo que sea útil al enemigo, incluyendo seres humanos, mientras se invade o abandona un área] contra sus enemigos, entre los que se cuentan cristianos, chiíes, alauíes [rama del islamismo que  considera que el Corán no debe ser entendido de forma literal, por lo cual no suele cumplir con los ritos habituales del islam], judíos, no creyentes, y todos los que no son suníes. El liderazgo de EIIS promulga y practica el barbarismo, diseñado para infundir temor en los corazones y las mentes de sus oponentes y en cualquiera que no esté de acuerdo con ellos respecto a su estricto código charía-suní.

“Los depredadores de EIIS ya han crucificado y degollado a sus víctimas y llevado a cabo ejecuciones masivas de soldados y civiles iraquíes. Ninguna atrocidad es demasiado grande para ellos” (“ISIS Rising—What It Portends” [El surgimiento de EIIS y qué significa], jun. 23, 2014).

Farah compara la velocidad de su conquista con la marcha original del islam, e incluso con Alejandro Magno. “El éxito de campañas como ésta depende de que fuerzas superiores se desmayen de miedo ante las hordas enemigas. Uno puede ver que esto ya está sucediendo en Irak”.

¿Es viable un nuevo califato?

El corresponsal de la BBC Frank Gardner entregó un análisis práctico de la situación al responder la pregunta de si EIIS es capaz de mantener su gobierno y viabilidad: “Los analistas indican que apoderarse de territorios es una cosa, pero gobernarlos es otra muy distinta” (“‘Jihadistan’: Can ISIS Militants Rule Seized Territory?” [‘Yihadistán’: ¿Pueden los militantes de EIIS gobernar los territorios conquistados?], jul. 8, 2014).

Él agrega que a pesar del notable éxito militar logrado en los inicios de su guerra psicológica, “EIIS en realidad ‘se ha metido en camisa de once varas’, para usar un refrán popular”. Sus cifras de entre 10 000 y 15 000 combatientes son muy bajas en comparación con las de sus oponentes. Gardner cita a un periódico árabe que afirma: “La habilidad de EIIS para controlar los territorios ocupados ha dependido de tratos con militantes locales que están dispuestos a ‘gobernar’ por ellos”.

Él destaca además que, por otro lado, Baghdadi y sus seguidores parecen no haber aprendido de los errores de sus predecesores bajo Zarqawi en Irak, cuando trataron de manera tan brutal a la población que no pudieron ganarse los corazones ni las mentes de la gente. Respecto a EIIS, “abundan las historias de castigos despiadados por la más mínima ofensa, mujeres confinadas a sus casas, crucifixiones públicas, secuestros y extorsión mediante impuestos a los negocios . . .”

Por otro lado, Gardner comenta que EIIS se está encargando de labores municipales como la recolección de basura, pero que la careta del servicio público ya se les ha caído.

Gardner agrega: “Para tener éxito como estado viable, y aún más, como ‘califato’ transnacional, EIIS necesitará acceso a fuentes de petróleo y agua”. Pero el hecho es que EIIS/EI cuenta con ambas, ya que controla las refinerías y principales represas en Siria e Irak.

Gardner argumenta que el nuevo Estado Islámico no va a desaparecer: “La única fuerza capaz de deshacerse permanentemente de EIIS son las tribus de las regiones que ellos gobiernan, y éstas tienen muy pocos incentivos para hacerlo mientras siga recrudeciendo la guerra civil en Siria . . .

“Lo cual abre la posibilidad de que una milicia religiosamente intolerante, violenta, extremista, bien armada y bien financiada, se convierta en un factor permanente del paisaje del Medio Oriente, una suerte de ‘yihadistán’”. Además, agrega él, al igual que sucedió con Afganistán, ella serviría de trampolín para perpetrar crecientes ataques en contra de países vecinos y el mundo occidental.

Varias ventajas claves de EIIS para proseguir con su causa

A pesar de las denuncias hechas por algunos expertos islámicos y la desaprobación de Al Qaeda y otras organizaciones yihadistas, este grupo tiene muchas cosas a su favor en el mundo musulmán. Una de ellas es la declaración misma del califato, ya que es improbable que otros comiencen a proclamar su propio califato a riesgo de echar por tierra la idea de un estado que abarque a toda la comunidad islámica en el mundo.

Más aún, el hecho de que EIIS/EI esté llevando eficazmente a cabo campañas importantes y obteniendo masivas ganancias, con la proclamación del califato como la guinda del pastel, es suficiente para cautivar la imaginación de la generación más joven de yihadistas.

Como lo expresó la revista Newsweek:“Los brutales ataques del 11 de septiembre sucedieron hace casi 13 años; muchos de los combatientes yihadistas que ahora componen el frente de ataque eran solo niños en aquel entonces. Ellos han crecido viendo a Al Qaeda siempre a la defensiva y celebrando escasos éxitos propios, mientras que EIIS ha impresionado al mundo con sus victorias en Siria e Irak” (Kurt Eichenwald, “Iraq’s ISIS is Eclipsing Al-Qaeda, Especially With Young Jihadists” [EIIS de Irak está eclipsando a Al Qaeda, especialmente entre los yihadistas jóvenes], jul. 7, 2014).

De hecho, en su sitio web Intelwire,el autor J.M. Berger comenta en cuanto a Al Qaeda que “una de las pocas tácticas que le quedan sería despilfarrar la totalidad de cualesquiera sean los recursos que aún tiene en un ataque a Occidente, con la esperanza de recuperar su reputación” (“A New Day for ISIS” [Un nuevo día para EIIS], jun. 11). Esto debería servir de aguda advertencia al mundo sobre el gran peligro a que se expone en el corto plazo.

Desde la proclamación del nuevo Estado Islámico, éste ha recibido muchísimo apoyo de musulmanes en todo el mundo. Pero aún si este grupo fracasa en sus propósitos de gobernar a todo el mundo islámico, hay otros que todavía podrían intentar establecer el califato.

Y desde luego, todavía existe Al Qaeda, y también el Talibán en Afganistán y Pakistán (por medio del cual el califato podría adquirir armas nucleares). La Hermandad Musulmana todavía goza de una amplia red de apoyo en el mundo islámico, y Egipto podría eventualmente volver a un gobierno que represente a su mayoría islámica, en particular porque su economía está prácticamente en ruinas. Por otro lado, el primer ministro de Turquía, Recep Erdogan, todavía sueña con un califato liderado por los turcos, como en tiempos del Imperio otomano.

No obstante, ahora que ya se ha proclamado un califato, un amplio espectro de musulmanes de todo el mundo podría intentar unir fuerzas para que éste se haga realidad, lo cual podría convencer a otros líderes islámicos para ofrecerle su apoyo. Por otro lado,algunos consideran que la proclamación del califato fue una arriesgada apuesta de parte de Baghdadi, y que le podría salir el tiro por la culata si las cosas no se dan a su favor. Tendremos que esperar y ver cómo evolucionan los acontecimientos.

La agencia noticiosa internacional más antigua del mundo, Agence France-Presse, informó que como anticipo de lo que serán las cosas, una de las primeras medidas del nuevo califato fue promulgar una fatwa, o edicto religioso, ordenando que “todas las mujeres de entre 11 y 46 años se sometan a la mutilación de sus genitales” (jul. 24).

Como ya dijimos, parece muy lógico pensar que habrá gran derramamiento de sangre por culpa de este califato ya proclamado, tanto por los ataques mutuos entre musulmanes, como por los ataques a los no musulmanes.

Acudamos a la única fuente confiable para los avances noticiosos

Frente a estos acontecimientos, si queremos saber a dónde realmente se dirige el mundo debemos acudir a la única fuente confiable de conocimiento respecto al futuro: la Santa Biblia, la Palabra misma de Dios. En el Salmo 83, la profecía bíblica parece decir que una confederación de pueblos del Medio Oriente se unirá con la intención de destruir a Israel, y aparentemente estará compuesta de árabes, palestinos, turcos, y otros pueblos de la región.

También Daniel 11 se refiere a un “rey del sur” de los tiempos del fin, quien maquinará para involucrarse en un conflicto con el norte –un Imperio romano resucitado, con sede en Europa– y la Tierra Santa quedará atrapada en medio de ambos.

¿Podría esta confederación y el “poder del sur” en estas profecías referirse a un califato restaurado? Parece bastante plausible; después de todo, el principal factor unificador de todos estos pueblos es el islam, así que un nuevo imperio islámico que los unifique a todos no es una idea tan descabellada.

¿Es el actual Estado Islámico tal poder? Sus líderes son tan extremistas, que será un gran desafío para esta entidad ganarse un apoyo masivo. Además, entre sus miembros no se encuentra Egipto, nación que según Daniel 11 estará probablemente incluida en el poder del sur, o al menos le servirá de sede. Y es posible que el Estado Islámico no sea capaz de llegar tan lejos en su actual configuración.

O podría ocurrir que así como la Unión Europea actual parece ser la forma embrionaria de la superpotencia europea que está por aparecer, también el Estado Islámico sea la forma embrionaria de un califato mucho más grande en el futuro. Estos acontecimientos sin duda reflejan el deseo de millones de musulmanes de establecer un califato.

Ponga especial atención a la meta establecida por el Estado Islámico: “conquistar Roma y adueñarse del mundo”.Muy bien podría suceder que este deseo acariciado durante tanto tiempo por los musulmanes conduzca a las condiciones descritas en la última parte de Daniel 11, donde el rey del sur de los últimos tiempos provoca al rey del norte para invadir África del Norte y el Medio Oriente.

El futuro traerá eventos muy peligrosos y trascendentales. Permanezca alerta y acérquese a Dios y a su Palabra con todo su corazón. Sin importar lo que suceda, ¡él lo protegerá!