Perspectiva bíblica de la invasión rusa a Ucrania
“Hay décadas en las que no pasa nada, y hay semanas en las que pasan décadas”. Esta frase se atribuye a Vladimir Lenin, el fundador de la Unión Soviética. Sin duda esto encaja muy bien en los tiempos actuales.
La invasión rusa a Ucrania en marzo ha desatado acontecimientos que podrían no haber sucedido en las próximas décadas. En toda Europa y otros países, los Gobiernos están reevaluando con preocupación los temas del orden global predominantes desde el final de la Guerra Fría, e incluso desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Mientras escribo este artículo, las tropas rusas se encuentran básicamente estancadas en Ucrania, enfrentando una fuerte resistencia del ejército ucraniano y de ciudadanos voluntarios que han tomado las armas. Las tropas rusas están usando misiles para bombardear indiscriminadamente las ciudades, generar miedo en la población civil y provocar el colapso de la nación. Millones de ciudadanos han huido a países vecinos en busca de refugio, y se está viviendo la peor crisis humanitaria en Europa desde 1945.
Muchos se preguntan si en la profecía bíblica hay indicios que nos ayuden a entender lo que está sucediendo. La respuesta es que sí los hay. En este artículo analizaremos un pasaje del libro de Daniel que presenta una perspectiva profética sobre los acontecimientos en marcha.
Esta invasión, que tiene una extraordinaria importancia, exige que prestemos gran atención a la Palabra de Dios y reflexionemos seriamente en cuanto al impacto humano de esta guerra. Las escenas que hemos visto de ataques con misiles a hospitales y edificios públicos que albergan civiles demuestran la enconada ferocidad de la invasión rusa. El hecho de haberse perpetrado sin una causa realmente justificada nos hace tomar conciencia de la dureza y frialdad de las fuerzas involucradas. La realidad oculta es que en este conflicto están operando fuerzas espirituales de otra dimensión; somos testigos de una guerra que tiene su origen en el diablo, quien ha sido homicida y mentiroso desde el principio (Juan 8:44).
Jesucristo resume los sucesos del tiempo del fin
Casi al final de su ministerio en la Tierra, los discípulos de Jesús le preguntaron: “¿Qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?” (Mateo 24:3). En su respuesta, Jesús enumeró varias señales o condiciones importantes. Las cuatro primeras se relacionan con los primeros cuatro sellos de Apocalipsis 6. La apertura de cada sello describe un jinete y un caballo que representan un aspecto predominante que se intensifica en el tiempo del fin. En conjunto, normalmente se les conoce simplemente como los cuatro jinetes del libro del Apocalipsis.
Notemos cómo los describió Jesús en Mateo 24, comenzando con el primero: “Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán” (vv. 4-5, énfasis nuestro en todo este artículo a menos que se indique lo contrario).
Luego continúa: “Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores” (vv. 3-8).
Religión falsa, guerras, hambrunas, plagas y desastres conforman la lista del comienzo de los dolores o, como se traduce en otras versiones, “dolores de parto”, que aumentan en frecuencia e intensidad.
Todas estas calamidades han formado parte de la situación mundial a lo largo de la historia humana. Sin embargo, la cercanía del fin de esta era y la apertura de los sellos por el Cordero (Apocalipsis 5:9) muestran una mayor gravedad, como preámbulo de juicios más severos de Dios y de la ira del diablo durante el tiempo de agitación mundial conocido como la gran tribulación (Mateo 24:21).
Hace dos años vimos un precursor de las enfermedades cuando el mundo fue puesto en cuarentena por la pandemia de coronavirus. Los informes muestran que millones han muerto a causa de esta plaga global; sin embargo, esto no se compara con lo que la profecía revela que vendrá sobre el mundo cuando el cuarto jinete, que representa la pestilencia y otras plagas mortales, comience a cabalgar. Lo que hemos vivido es, en cierto modo, una pequeña muestra de lo peor que aún está por venir.
Europa despierta del sueño
Y ahora ha estallado la guerra en Europa. Este conflicto es diferente a los recientes en otros lugares como Irak o Afganistán. Históricamente, Europa ha sido el centro de las dos catastróficas guerras mundiales del siglo xx. Muchos millones de personas murieron en esos conflictos y el orden mundial cambió. Esas guerras fueron parte de la historia predicha en Daniel 7 y Apocalipsis 13 y 17 respecto a la sucesión de los poderes geopolíticos y sus gobernantes descritos como diferentes “bestias”, cuyas cabezas y cuernos tienen significado profético.
El infortunado repliegue de Estados Unidos de Afganistán, y ahora la violenta invasión rusa a Ucrania, han obligado a los Estados europeos a replantear sus estrategias de seguridad. Alemania anunció intenciones de aumentar significativamente su gasto militar e incrementar sus fuerzas armadas. Cualquiera que conozca de historia sabe que el poder de una Alemania armada en el corazón de Europa siempre ha sido una sombra siniestra.
Europa ha jugado un papel clave en los asuntos mundiales y la profecía bíblica desde los días del Imperio romano. La intervención rusa ha despertado a otras naciones europeas del letargo. Grandes acontecimientos que conducen a importantes cumplimientos proféticos están avanzando rápidamente.
Un artículo del Wall Street Journal expresó claramente este hecho: “En Europa, la agresión de Putin logró prácticamente de la noche a la mañana lo que décadas de discursos por parte de los presidentes estadounidenses no consiguieron. El canciller alemán Olaf Scholz eliminó Nordstream 2, el gasoducto de 11 000 millones de dólares que transportaba gas a Alemania, y se comprometió a buscar alternativas a los suministros de Rusia. Anunció que Alemania aumentaría inmediatamente el gasto en defensa en 100 000 millones de euros y prometió desembolsos anuales para tal propósito que ascenderían al 2 % del Producto Interno Bruto alemán, frente al 1.4 % actual. También se comprometió a enviar armas a Ucrania, incluidos cohetes antitanques y misiles Stinger que pueden derribar aviones rusos.
“La neutralidad se está desvaneciendo. Finlandia, que no es miembro de la OTAN, y Suecia, que es neutral, se alinearon sólidamente con Occidente en contra de Rusia y, por primera vez, las mayorías en ambos países ahora están a favor de pertenecer a la OTAN. Ambos están enviando armas a Ucrania” (Richard Fontaine, The World That Putin Has Made [El mundo que ha creado Putin], 11 de marzo de 2022).
Refiriéndose a este hecho trascendental como si Europa hubiera “cruzado su propio Rubicón”, el artículo sigue confirmando la verdad del dicho: “Hay semanas en las que pasan décadas”.
También agregó: “Putin intenta detener la expansión de la OTAN, hacer retroceder los avances de la alianza y ejercer dominio sobre lo que él considera la esfera de influencia rusa. Pero es más probable que el resultado sea lo opuesto. Su guerra podría finalmente causar un mayor fortalecimiento de la OTAN, haciendo que se unifique más, que se arme mejor y que efectúe sus despliegues militares más cerca de Rusia. Por décadas, cuando los miembros de la UE debían lidiar con Rusia generalmente se dividían en dos bandos, oriental y occidental, según su ubicación respecto a ella. Ahora afrontan los problemas por medio de una cooperación conjunta. Una guerra terrestre en el continente bien podría haber contribuido al surgimiento de una nueva Europa”.
¿Se avecina una escasez de alimentos?
Otra diferencia entre esta invasión rusa y otros conflictos recientes es la posibilidad de una escasez masiva de alimentos en todo el mundo. Ucrania y Rusia producen más del 20 % de los cultivos de cereales del planeta y suman alrededor del 30 % de las exportaciones mundiales de trigo. Las naciones en desarrollo más pobres de África, Asia y Oriente Medio dependen grandemente de este suministro de alimentos. Naciones como Kenia y Egipto importan granos esenciales de esa región.
Pero los ucranianos no van a sembrar mucho, si acaso lo hacen, porque este año apenas están luchando por sobrevivir ellos mismos. Además, las sanciones a Rusia impedirán que esta pueda comerciar. La cadena de suministro de alimentos se interrumpirá aún más, haciendo que la gente sufra y muera de hambre. Algo que agrava mucho más el problema es el hecho de que Rusia y Ucrania también se encuentran entre los mayores exportadores de fertilizantes del mundo, y esos suministros se reducirán por las mismas causas. Los costos de los fertilizantes ya se están disparando en todas partes, lo que conducirá a mayores costos y menor rendimiento de los cultivos.
El estratega geopolítico Peter Zeihan escribió esto en su columna del 7 de marzo de 2022: “Rusia es el mayor exportador mundial de trigo y ha invadido a Ucrania, el quinto exportador mundial. La estrategia de guerra de Rusia utiliza técnicas como las usadas inicialmente en la devastación de Grozny durante la segunda guerra chechena, que luego fueron perfeccionadas durante la destrucción de Alepo en la guerra civil siria. La artillería rusa ahora está destruyendo la infraestructura civil de Ucrania, acabando con una ciudad a la vez.
“Estamos siendo saturados con el festín de violencia visual de la destrucción en curso de las ciudades ucranianas con las que nos hemos familiarizado recientemente: Kiev, Kharkiv, Mariupol. Pero acallado en el fragor de la devastación de los grandes centros de población de Ucrania está la aniquilación mucho más metódica, y claramente hitleriana, que Rusia inflige a las ciudades y pueblos ucranianos, que son el alma y vida para el sustento del sector agrícola del país. Ucrania no plantará cultivos esta primavera o verano. El mundo ha perdido una de sus fuentes más grandes y confiables de trigo, girasol, cártamo y cebada.
“Ucrania tampoco volverá a ser uno de los principales proveedores de alimentos. La ola rusa de destrucción deliberada pronto llegará a la ciudad portuaria de Odesa. Esta ciudad no solo es la capital comercial de Ucrania (su caída no solo significaría el cierre del acceso marítimo de Ucrania), sino que además es el punto de exportación de casi toda la producción agrícola de la nación. Hasta que sea liberada del control ruso y restaurada, estaremos lejos de acceder a las exportaciones ucranianas a gran escala” (The Ukraine War: Agriculture Edition [La guerra en Ucrania: El tema de la agricultura], Zeihan.com, énfasis en el original).
Esto es una muestra de lo que vemos en la profecía de Cristo y en el escenario de Apocalipsis. La guerra genera caos; el caos produce escasez de alimentos; esto da lugar a la hambruna; esta a su vez acarrea enfermedades y epidemias, y todo esto conlleva a otras cosas similares.
Esto debiera hacer que nos detengamos a reflexionar un momento sobre lo que la Biblia dice que va a suceder en los próximos años. La profecía es tan real como cualquiera de los titulares de hoy; de hecho, más real, pues hay muchas mentiras en lo que dicen los medios y los Gobiernos. Cuanto más entendamos acerca de la profecía, mejor equipados estaremos para lidiar con el desasosiego y la confusión. Dios nos advierte con antelación lo que sucederá en el mundo para que podamos arrepentirnos y aceptar el evangelio de su reino venidero de paz y salvación.
¿Y qué sigue?
Daniel 11 contiene la profecía más larga y detallada de la Biblia. A partir del versículo 40, describe específicamente los sucesos del tiempo del fin: “Pero al cabo del tiempo el rey del sur [en relación a Jerusalén] contenderá con él [un futuro rey del norte]; y el rey del norte se levantará contra él como una tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchas naves; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará. Entrará a la tierra gloriosa, y muchas provincias caerán; mas estas escaparán de su mano: Edom y Moab, y la mayoría de los hijos de Amón” (vv. 40-41).
Esta crucial profecía detalla la invasión del Medio Oriente por un poder llamado el rey del norte. La historia y la profecía identifican a este poder como un sucesor de los sirios, los griegos y los romanos, un renacimiento del Imperio romano del tiempo del fin centrado en Europa. El rey del sur es una potencia con sede en el Medio Oriente y en el norte de África y probablemente se trate de una confederación de Estados árabes-musulmanes que “embestirán” (atacarán) a esta potencia del norte, provocando una represalia. Este poder europeo del norte luego invadirá la “tierra gloriosa”, la Tierra Santa de Israel y Jerusalén. Probablemente habrá una conexión religiosa con este hecho, como lo indican otras profecías.
Este escenario tiene un patrón a lo largo de la historia que se remonta al surgimiento del islam y su invasión de las regiones que antes formaban parte del Imperio romano: Israel, Egipto, el norte de África, España y la Galia (Francia), donde fueron vencidos en la batalla de Poitiers en el año 732 d. C. por los ejércitos de Carlos Martel, abuelo de Carlomagno. Más tarde, en el siglo xii, la Europa cristiana lanzó las cruzadas enviando ejércitos para recuperar Jerusalén del control musulmán. Durante la Edad Media y el Renacimiento, los ejércitos musulmanes intentaron dos veces volver a apoderarse de Europa, pero los ejércitos del Sacro Imperio Romano Germánico los detuvieron a las puertas de Viena. La profecía de Daniel muestra otro choque entre estos dos poderes en el tiempo del fin.
A través del tiempo, muchos se han preguntado cómo podría ocurrir esto. Durante décadas, Europa ha carecido de la capacidad militar y la voluntad para hacer algo semejante. ¿Cómo podría cambiar esta realidad geopolítica para dar paso a un suceso tan decisivo? Con el ataque de Rusia a Ucrania, una nación soberana contigua a la Unión Europea, ahora podemos ver una Europa que se despereza y levanta de su letargo, como una bestia que despierta. Europa ha experimentado una abrupta remecida.
Aparentemente Rusia juega un papel en la profecía de Daniel 11. Con respecto al rey del norte, que entonces se encontrará en el Medio Oriente, el versículo 44 dice que “las noticias del oriente y del norte lo atemorizarán”. Esto podría significar tanto el oriente como el norte o la dirección combinada nororiente, para la que no existía una palabra específica en el idioma hebreo en el que escribió Daniel. De cualquier manera, Rusia está al norte de Israel y la región circundante, así como al nororiente, y se extiende por toda Asia.
La invasión de Tierra Santa por parte del rey del norte tendrá un efecto dominó en otras partes del mundo. Las naciones musulmanas que rodean a Jerusalén, cerca o lejos, probablemente considerarán esto otra “cruzada” contra el islam y reaccionarán. La tradición musulmana todavía considera su conflicto con Europa y Occidente como parte de la interminable yihad, o lucha, por la supremacía.
Más allá de estas naciones musulmanas del norte solo hay una gran potencia: Rusia. La profecía no excluye la posibilidad de que China pueda estar involucrada en este hecho, particularmente si “oriente” se entiende por separado, y Apocalipsis muestra a varios reyes de Oriente oponiéndose a la invasión del Medio Oriente por parte de Europa.
Otras profecías en Apocalipsis describen dos importantes avances de tropas desde el oriente que incluyen el río Éufrates, límite oriental del antiguo Imperio romano. Los ejércitos avanzarán sobre Tierra Santa en preparación para lo que se describe como “la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso” (Apocalipsis 16:14). Para obtener más detalles sobre estas importantes profecías, descargue o solicite nuestra guía de estudio gratuita El Medio Oriente en la profecía bíblica.
¿Por qué tiene importancia todo esto?
La mayoría de nosotros puede pensar que Ucrania está muy lejos y que su situación no nos afecta. ¿Se apresurarán otras naciones a derramar la sangre de sus soldados en Ucrania? Después del desastroso abandono de Afganistán el año pasado, la mayoría de los analistas creen que Estados Unidos no enviará tropas, y parece probable que otras naciones europeas tampoco lo harán.
Más allá del terrible costo humano y las consecuencias económicas en otras naciones, ¿por qué es importante esta crisis internacional? ¿Por qué debe preocuparle un evento como este a alguien que estudie la Biblia?
El sentimiento generalizado entre muchos es que esto no tiene nada que ver con la Biblia ni la vida espiritual de uno. Sin embargo, pensar así es un error. Como hemos demostrado, lo que está sucediendo ahora en Ucrania está cambiando el panorama de Europa, y podría transformar al mundo rápidamente cambiante que conocemos en algo sustancialmente diferente, con consecuencias que podrían afectar a muchos países y a millones de personas.
Cuando terminó la Guerra Fría con la disolución de la Unión Soviética en 1991, el mundo entró en lo que algunos han llamado “unas vacaciones de la historia”. Al año siguiente, el politólogo y economista Francis Fukuyama escribió un libro titulado The End of History and the Last Man (El fin de la historia y el último hombre). Se pensó que los principales conflictos mundiales finalmente terminarían y surgiría un período con un orden global de paz.
Ese sueño se hizo añicos el 11 de septiembre de 2001. Hoy, dos años después del estallido del covid-19 como pandemia mundial, China busca reemplazar a Estados Unidos como líder mundial en todos los ámbitos de preeminencia. Estados Unidos está pasando por una agitación interna que amenaza su papel histórico entre las naciones. En cuestión de solo semanas estamos presenciando el despertar de una nueva Europa tras décadas de letargo. El mundo se sorprenderá con el resultado final. Puede que no sea de inmediato, pero se está gestando.
El corolario de “unas vacaciones de la historia” es “unas vacaciones de la profecía”. Tal vez usted piense que no tiene ninguna necesidad real de comprender la profecía bíblica y su relevancia en el escenario mundial de hoy, pero nada podría estar más lejos de la realidad. Uno no puede tomarse “un descanso de la profecía” y ser a la vez un estudiante serio de la Biblia.
Los acontecimientos mundiales no se van de vacaciones, ni tampoco Dios. La profecía bíblica es la única herramienta para comprender adecuadamente lo que está sucediendo en nuestro actual escenario geopolítico, cultural y religioso. Si uno cuenta con una sólida base de comprensión profética, puede tener la confianza, la tranquilidad y la seguridad de que Dios controla la historia y los principales acontecimientos mundiales.
Cuando la profecía bíblica se entiende como corresponde, debe motivarnos a tomar en serio la vida y a conducirnos correctamente (2 Pedro 3:11). Estamos viviendo un momento delicado de la historia contemporánea. Las semanas van pasando velozmente. Los eventos de los últimos dos años han cambiado drásticamente al mundo, y en nuestra vida el cambio será aún más traumático y devastador. ¡Usted tiene que estar preparado!
Ojalá que estos sucesos sean una advertencia para su vida, como escribió el apóstol Pablo a los creyentes en Romanos 13:11: “Y esto, sabiendo el tiempo, que ya es hora de levantaros del sueño; porque ahora nuestra salvación está más cerca que cuando creímos por primera vez”. BN