Momentos claves

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Momentos claves

La expresión momento clave últimamente se ha puesto de moda. Aparece con frecuencia en los medios de comunicación y en los noticieros, y por lo general se refiere al momento preciso en que se produce un cambio decisivo en determinada situación: el punto en que las circunstancias dan un vuelco definitivo.

Los historiadores pueden señalar varios momentos claves en la historia, en los cuales pueblos y naciones hicieron dramáticos y decisivos cambios de dirección, algunos para mejor y otros para peor.

Algunos se preguntan si la inesperada elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos podría convertirse en uno de esos momentos claves. Después de todo, él fue el candidato anti Obama, anti Hillary y antizquierda.

El Sr. Trump prometió revertir órdenes ejecutivas y legislaciones en una amplia gama de programas y políticas, que van desde el sistema de salud hasta la inmigración ilegal y el cambio climático. También se comprometió a nombrar personas para la Corte Suprema que respeten estrictamente la Constitución,construir un muro en la frontera sureña, llevar de vuelta a su país los empleos que se han ido al extranjero, reconstruir el ejército y “hacer nuevamente de Estados Unidos una gran nación”.

Valiéndose de uno de los eslóganes del expresidente Ronald Reagan, Trump juró “drenar el pantano en Washington” y “hacer que nuestro país sea honesto nuevamente”. Y aunque muchas de las promesas de su campaña parecen ser claros ejemplos de pretensiones excesivas, algunos miembros de su gabinete aseguran que él habla muy en serio cuando se refiere a cambiar el sistema en Washington y modificar la trayectoria de la nación.

¡Y vaya si la trayectoria de la nación necesita ser modificada! En los últimos años, Estados Unidos ha experimentado un gran deterioro debido a la imposición de políticas y leyes que contradicen directamente las enseñanzas y valores bíblicos.

Cuando el presidente Obama firmó la legislación sobre el sistema de salud, entre otras cosas obligó a los empleadores a pagar a sus empleados por drogas para inducir abortos — esencialmente, forzando a los dueños de negocios a financiar el asesinato de bebés en gestación.

Por otro lado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ordenó a todas las escuelas del país que permitieran a los estudiantes usar cualquier baño que les pareciera apropiado de acuerdo a su preferencia de sexo, sin importar la realidad de su sexo biológico. El gobierno no expresó ninguna preocupación por los estudiantes que no desean compartir los baños o vestidores con compañeros del
sexo opuesto.

El gobierno federal ha promovido agresivamente su agenda pro-homosexual, creando un clima legal en el cual los dueños de pastelerías, proveedores de recintos para eventos matrimoniales y fotógrafos de bodas han debido sufrir la ruina de sus negocios por el solo hecho de actuar de acuerdo a sus conciencias (y sus valores bíblicos) y negarse a participar en celebraciones de matrimonios homosexuales.

Después vino la horrorosa revelación de que la organización Planned Parenthood (Planificación familiar), que recibe quinientos millones de dólares anuales en fondos gubernamentales, estaba almacenando y vendiendo partes de cuerpos de bebés abortados (Planned Parenthoodes el mayor proveedor de abortos en Estados Unidos, y se calcula que cada año acaba con las vidas de aproximadamente 300 000 bebés en gestación).

En las páginas de Las Buenas Noticias hemos cubierto regularmente estos y otros temas acerca de los cuales los gobiernos han impuesto leyes, regulaciones y políticas que se oponen abiertamente a la voluntad y a la verdad de Dios, y continuaremos haciéndolo como parte de nuestro esfuerzo por enseñarle al mundo los verdaderos valores de nuestro Creador y por qué el mundo se encuentra en un estado tan calamitoso.

Nuestra esperanza es que todas las naciones puedan experimentar algún tipo de momento clave positivo y no tengan que pasar por los continuos y cada vez peores problemas que nos hemos acarreado por darle la espalda a Dios.

Note que Dios mismo expresa la esperanza de que demos un vuelco positivo en Ezequiel 33:11: “Diles: Vivo yo, dice el Eterno el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?”

¿Por qué nos dice Dios esto? Porque él nos ofrece a cada uno un momento clave, tanto a los individuos como a las naciones. “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia” (Deuteronomio 30:19).

¡Ojalá todos tengamos la sabiduría para escuchar y prestar atención a lo qué él nos dice!  BN