Pareciera que la afirmación “toda injusticia es pecado”, que aparece en el verso 17, contradice la expresión “pecado que no sea de muerte”, específicamente porque Romanos 6:23 claramente enseña que: ”la paga del pecado es muerte”. Para comenzar le informamos sobre la necesidad de estudiar toda la escritura relacionada con la muerte y la salvación.

Jesús enseño que el pecado puede conducir a la muerte, pero también afirmó que un pecador puede escapar de la muerte. En Lucas 13:3-5 explicó que toda persona perecerá a menos que se arrepienta.

Cualquier transgresión puede resultar en muerte, y esto sucederá a menos que el transgresor se arrepienta. Por el contrario, no se necesita pecar para “morir”. Si una persona se convierte, obtiene el perdón de Dios a través del sacrificio de Cristo y de su obediencia a partir de ese momento.

El hecho es que un pecado que no conduce a la muerte es aquel en el que el pecador no está endurecido, sino que por el contrario, esta arrepentido.

Le recomendamos leer el folleto “Transforme su vida: La verdadera conversión cristiana”. Allí encontrará explicaciones valiosas acerca del proceso de arrepentimiento y perdón, la recepción del Espíritu Santo de Dios y la continuación con fe en el camino de vida a través de Jesús.

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