Ha habido un alboroto en los últimos meses por varias tiendas que no decoraron árboles, tazas de café que no tienen un tema de Navidad, y los empleados públicos ya no diciendo cosas como "Feliz Navidad". La gente pelea en las redes sociales, escriben e-mails a las compañías e incluso le piden a la gente que boicotee estos negocios, pero ¿es todo este alboroto basado en algo importante para los cristianos?

¿Ser cristiano significa que tienes que aceptar la Navidad, o hay algo detrás?

Debido a cientos de años de tradición, la gente cree que la Navidad está relacionada con Cristo. Incluso hacen comentarios sobre "Mantener a Cristo en la Navidad", pero aparte del nombre de Cristo en el título, no hay base para decir que el día tiene algo que ver con él. La Navidad se asocia con muchas cosas que le dan a la gente felicidad y comodidad: reunirse con la familia, grandes comidas, fiestas, decoración, compras, regalos y viajes. Todas estas cosas dan a la gente sentimientos cálidos y felices, por lo que no es sorprendente que la gente no quiera renunciar a ella. Pero el argumento de que lo hacen "por Cristo" simplemente no es sostenible.

El problema es que las tradiciones del hombre no hacen que la festividad sea correcta. De hecho, a Dios no le podrían importar menos nuestras tradiciones. Él quiere que mantengamos las tradiciones que él  ha establecido, no tradiciones de hombre. Note lo que dice 2 Tesalonicenses 2:15 acerca de guardar lo que se enseña o lee en las epístolas: "Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra". ¿Puede entender la importancia aquí? Debemos apoyar y guardar la Palabra directa de Dios.

La Biblia también dice: "Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo" (Colosenses 2:8). Y Jesús dijo a los fariseos: "Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres" (Mateo 15:8-9).

Usted podría argumentar que el Día de Acción de Gracias cae en la misma categoría porque es creación del hombre, pero no. Mientras que el Día de Acción de Gracias es una fiesta ideada por el hombre, fue creada para alabar a Dios. Nunca se basó en otra cosa. La Navidad no fue creada para alabar u honrar a Dios. Fue adoptada y adaptada de otra adoración de dioses falsos y todo el simbolismo del día viene de esa adoración pagana.

Opiniones adoptadas

Expertos en el tema se dan cuenta de que Cristo no pudo haber nacido el 25 de diciembre. Esa fecha fue adoptada debido a varias tradiciones pre-cristianas asociadas con esa fecha. En el siglo XVII, la celebración de Navidad fue incluso prohibida por los puritanos que estaban tan molestos con la idea que la prohibición fue reforzada por un Ejército.

A lo largo de los años, más tradiciones o variaciones de esta fiesta surgieron. Gente que agrega tradiciones de sus propias culturas a la celebración. Muchas de éstas fueron luego incorporadas completamente a como la gente guarda este día hoy. Troncos navideños, coronas, intercambios de regalos y otras decoraciones fueron tomadas de religiones antiguas. Esto era adoración hacia lo que la Biblia llama dioses extranjeros.

Aunque el querer que Cristo no sea olvidado es una gran cosa por la cual luchar, debemos hacerlo apropiadamente. Debemos seguir lo que Dios y Cristo dijeron que quieren, no lo que nos hace felices. No podemos decir que no importa lo que hagamos mientras sea en alabanza a Dios y a Cristo. Dios no quiere ninguna parte de un día originada para dioses paganos. ¿Le gustaría que la gente se acordara de su nacimiento en el cumpleaños de su hermana o de su aniversario en algún día al azar seleccionado mucho antes de que usted naciera? Sería raro y no se sentiría como que les  importa en absoluto. Imagine cómo se siente Cristo cuando le hacen lo mismo. Cuando adaptamos los días de adoración a los ídolos o al sol para honrarlo, le estamos diciendo que no nos preocupamos por sus deseos.

Nuestra fe no está ‘envuelta en papel’ verde y rojo. No brilla con acebo y brillantina. No tiene escrita encima las palabras ‘Feliz Navidad’ o ‘Felices Fiestas’. Nuestra fe viene de oír la Palabra de Dios (Romanos 10:17). No viene de una brillante estrella en la cima de un árbol, sino que de vivir como Dios quiere que vivamos y de ser una luz al mundo usando a Cristo como nuestro ejemplo.  

Fuente: UCG.org