Meditación de mi corazón
En el trabajo, se nos pidió que pensásemos sobre lo que nos motiva día a día. Me pregunté a mí misma: "¿Qué me mantiene en pie?". Mi respuesta es saber que tenemos un Dios tan maravilloso y bondadoso, y mirar hacia el tiempo en que vendrá su Reino y se hará su voluntad en la Tierra como en el Cielo. Estaría muy asustada por la situación del mundo hoy si no supiera que nuestro Salvador intervendrá y detendrá este tiempo de Satanás (Apocalipsis 20:2). La Palabra de Dios es verdadera, y lo que él ha dicho que hará, pasará.
Me gusta pasar tiempo meditando sobre cómo Dios restaurará la Tierra a su estado primero, anterior a las decisiones equivocadas que se tomaron en el Jardín del Edén.
La historia se ha escrito en la miseria y el trato injusto de aquellos que no tenían poder. La ignorancia y la pobreza han sido la norma durante la mayor parte de la historia de la humanidad, con un déspota tras otro creyendo que tiene el derecho de imponer su voluntad a sus súbditos y beneficiarse de su trabajo. Incluso hoy, una gran mayoría de los miles de millones de personas en nuestro planeta nunca han tenido paz, prosperidad o la libertad de elección que consideramos normales.
Puedo imaginar el cambio cuando todas esas personas que alguna vez han vivido en la Tierra, reciban cada uno un corazón nuevo y una mente nueva, teniendo cada uno su propia vid y su propia higuera (Miqueas 4:4; Ezequiel 36:26). Puedo ver a cada uno con la oportunidad de tener su propia casa de campo y un terreno de tierra para proveerse en paz. Será un mundo donde el labrador alcanzará al cosechador, y el hambre debilitante y adormecedora será cosa del pasado (Amós 9:13). Un mundo donde todos serán educados en los caminos de Dios.
Un número incalculable de personas que se han visto inhibidas por sus creencias supersticiosas finalmente tendrán la oportunidad de crecer. Los que tienen discapacidades mentales encontrarán sus mentes y pensamientos sanados. Aquellos tan oprimidos que pasaron toda su vida en modo de supervivencia aprenderán cómo es sentarse bajo su árbol y disfrutar de los frutos de su trabajo, y poder meditar sobre el Dios tan maravilloso que tienen.
Estoy segura de que habrá un período de ajuste a medida que las personas se den cuenta de que deben llevarse bien y mostrar respeto por los demás. Aquellos que fueron los señores del pasado estarán allí también, y al principio, pueden sentir el impulso de continuar como antes. En el gobierno de Dios, serán detenidos y se les dirá: "¡Este es el camino, andad en él!" (Isaías 30:21).
Algunos dicen que creemos que las personas tienen una segunda oportunidad, pero lo que creemos es que todos tendrán su única oportunidad. Para algunos, su tiempo es ahora, pero la mayoría de las personas que alguna vez vivieron no han sabido del verdadero Dios. Esta será su oportunidad, su tiempo, para elegir. Dios no está dispuesto a que ninguno perezca. Me doy cuenta de que este puede ser un concepto difícil de entender, pero hay una amplia evidencia en la Biblia que demuestra que a Dios le importa. Él dará a todos los que alguna vez hayan vivido, la oportunidad de conocerlo.
Un tiempo sin sufrimiento
Una de mis actividades favoritas es conducir por carreteras secundarias sin rumbo y ver la naturaleza sin tantas “intervenciones” modernas. No creo que en el mundo por venir nuestro paisaje se vea afectado por las líneas eléctricas que se extienden por todas partes. Nos veo más bien utilizando formas de energía "fuera de la red" que no causarán daño ni perjudicarán la belleza natural de nuestro planeta. Ya hemos aprovechado muchas fuentes de energía que no perjudican, y creo que las podremos usar ampliamente.
Generaciones de familias se conocerán y verán una vez más a aquellos que pensaron que se les habían perdido. Los pequeños bebés y jóvenes doncellas que fueron ofrecidos como un sacrificio al dios del mundo anterior tendrán la oportunidad de vivir sus vidas. Los hombres jóvenes que perdieron la vida en los campos de batalla ya no aprenderán los caminos de la guerra y vivirán sus vidas al máximo. Sus familias se regocijarán de verlos una vez más. ¡No solo eso, sino que los sordos escucharán, los ciegos recibirán la vista y los cojos saldrán brincando como un ciervo! (Isaías 65:20; Isaías 2:4).
¡Habrá una gran reunión familiar! Me encantaría escuchar las historias de mis antepasados y cómo llegaron a este país para comenzar una nueva vida. Y cómo sus hijos hicieron el viaje hacia el oeste y terminaron instalándose donde lo hicieron. Muchos hoy en día ni siquiera saben los nombres de sus tatarabuelos. ¡Los conocerán personalmente! (Apocalipsis 20:5; Ezequiel 37).
Mientras conduzco por esos caminos y veo el enmarañado crecimiento con flores que se abren camino, pienso en esas mismas flores en un mundo donde los espinos y las zarzas se mantienen a raya. Intento imaginar cómo se debe haber visto en el Edén. Miro la belleza de las mariposas zumbando alrededor de las flores y me pregunto: ¿serán tantas volando como las flores? ¡No creo que mueran vidas en ningún lado debido a los animales salvajes, porque no habrá ninguno! El león morará con el cordero, y el lobo y el oso pacerán con la vaca. Las serpientes ya no serán venenosas, y los niños pequeños podrán recogerlas y admirar sus colores sin ser lastimados (Isaías 11:6-8). ¿La gente gozará al ver a sus pequeños montar en los lomos de un tigre? Todo parece increíble, pero Isaías se inspiró para describir nuestro mundo en un momento en que Dios haría pacíficos a los animales salvajes.
No más guerra. No más odio. No más asesinato. No más mentes retorcidas por lo que se les hizo cuando eran niños. No más enfermedad.
Y luego el último enemigo que se conquistará: No más muerte (Apocalipsis 21:4).
¡Incluso grandes criminales tendrán un corazón nuevo y una mente nueva! Todavía tendrán libre elección al mal (el libre albedrío no será eliminado), pero Dios los eliminará para siempre si lo hacen. Incluso con todo lo que Dios hará para mostrar su amor eterno, algunos probablemente elegirán el camino equivocado. Algunos pensarán que sus caminos son más atractivos que la paz que Dios les mostrará. Creo que la mayoría se comparará con su pasado y se dará cuenta de cuán mejor es la vida bajo el gobierno de Dios.
"No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento del Eterno, como las aguas cubren el mar" (Isaías 11:9).
"El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús." (Apocalipsis 22:20, énfasis agregado).