Díselo a Dios
Cuando estamos pasando dificultades, quienes nos rodean pueden consolarnos y acompañarnos en nuestro dolor; pero al final debemos encontrar nuestra propia forma de salir del sufrimiento que experimentamos.
Todos llevamos cierta carga de problemas en nuestras vidas. Santiago nos instruye compartir nuestras aflicciones unos con otros, porque “la oración eficaz del justo puede mucho” (Santiago 5:16). Hay mucho de verdad en esa afirmación.
Sin embargo, también es cierto que estamos dispuestos siempre a ser los primeros en expresar nuestras necesidades, penas y problemas; por lo que muchas veces las personas se sentirán incómodas y. ya no querrán hablar con nosotros.
La mejor manera para resolver esto, está implícita en las propias palabras de Santiago. Nos dice que “la oración eficaz del justo puede mucho”, eso quiere decir que incluso podemos llegar a ser ese justo nosotros mismos.
Es bueno acudir a nuestros amigos y familia en la fe para que oren por nosotros cuando lo necesitamos; pero también necesitamos dar esperanza y luz a otros para sus vidas. Hay suficientes nubes para todos. Por ello, también es bueno contener las nubes de nuestro dolor y dejar que el sol brille para otros, llevando nuestras aflicciones a Dios en oración.