Dios triunfa sobre nuestras amenazas

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Dios triunfa sobre nuestras amenazas

Hace varias semanas, tuve la grata experiencia de ir al cine con mi padre y mi hermano y vimos la muy popular película de guerra de la actualidad, "Dunquerque". Cuenta la historia de cómo se efectuó el rescate a las Fuerzas Expedicionarias británicas en las playas de Dunquerque al norte de Francia, cuando el ejército inglés estaba rodeado por los alemanes que poco a poco se acercaban para aniquilarlos. Lo interesante es que la trama explora el peligro que todos los personajes enfrentan desde tres perspectivas: tierra, mar y aire.

Lo que me llamó mucho la atención fue la manera en que el director explotó el miedo y suspenso de los soldados ante el peligro inminente del enemigo. Siendo una producción bélica, esperaríamos ver en pantalla a ambos ejércitos combatiendo entre ellos. Sin embargo, decidieron no mostrar al ejército enemigo, a excepción de pocos aviones cazas nazis en algunas escenas.

En muchas escenas vemos a los soldados en las playas siendo disparados y bombardeados, mas no nos muestran al enemigo atacándolos. La cámara se enfoca puramente en mostrarnos lo que quiere que veamos, los protagonistas ante un enemigo "invisible" que sin cesar inflige el terror.

Siendo cristianos, enfrentamos a diario a un ejército enemigo invisible y muy real (Efesios 6:12). Estos huestes espirituales no frenarán hasta sembrar el miedo a la humanidad y vernos caer. Satanás anda como león rugiente buscando a quién devorar.

Resultaría fácil aterrorizarse y hasta llegar a temblar ante las amenazas de nuestro adversario. Sin embargo, siendo hijos de nuestro Padre, no podemos dejarnos flaquear. Es aquí que, debemos tener la seguridad y confianza de Eliseo cuando este se encontraba frente a un enorme ejército sirio. Acompañado de un joven que temía ante la presencia de una grande y visible amenaza, Eliseo, firme y lleno de fe en Dios, dijo:

“No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos...y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.”

2 Reyes 6:16-17

Gedeón solo tuvo trescientos hombres para lidiar contra las fuerzas madianitas y por la voluntad de Dios, triunfó (Jueces 6-7). No importa cuán grande sea la amenaza que enfrentemos. Dios es más grande que esos obstáculos. Él, incomprensible muchas veces a nuestra razón humana, pelea nuestras batallas y nos salva. Solamente nos requiere usar los que él nos da y depositar fe en su palabra.

“…pues no es difícil para El Eterno salvar con muchos o con pocos.”

1 Samuel 14:6