[Steve Myers] Por ley, ningún general romano podía llevar sus tropas a Roma. En el 49 d.C., Julio César condujo a su [Decimotercera] 13ª Legión a través del río Rubicón hacia Italia. Ya no había vuelta atrás y no la hubo. Esto generó una guerra civil que duró años hasta que finalmente se convirtió en gobernante absoluto.

Esa idea de cruzar el Rubicón es la de llegar al punto de no retorno. En el que no hay vuelta atrás. Y se ha hecho conocido por ese nombre, punto sin retorno.

Y si lo pensamos... como sociedad ¿hemos cruzado el Rubicón? ¿Hemos llegado al punto sin retorno? Cuando miramos los valores de la cultura que nos rodea, hay una guerra en curso y es una que nos está destrozando. Y es más que solo política. Es implacable. Está a nuestro alrededor. Y ya sea en la radio cuando escuchamos música o si son las noticias o si se trata de cualquier aspecto de lo que vemos o escuchamos. Es algo que nos bombardea desde todas partes con valores que la mayoría de las veces no son piadosos.

¿Hemos llegado al punto sin retorno? Quiero decir, ha habido un realineamiento dramático de lo que es importante para nuestra sociedad actual, y estamos atrapados en el medio como pueblo de Dios.

No puedo evitar pensar en un pasaje que está en el libro de Lamentaciones. No suelo citar el libro de Lamentaciones, pero en Lamentaciones 2:14 encontramos una advertencia para el antiguo pueblo de Judá. Habían ignorado a Dios y lo habían hecho durante tanto tiempo... En este libro de Lamentaciones, realmente se apunta al hecho de que habían llegado al punto sin retorno. Y, por supuesto, hoy tenemos conexiones. Y en Lamentaciones 2:14, dice: "Tus profetas vieron para ti vanidad y locura; Y no descubrieron tu pecado para impedir tu cautiverio, Sino que te predicaron vanas profecías y extravíos".

Sí, nuestra sociedad habla mucho sobre lo grandiosa que es esta maravillosa nueva perspectiva, nuevos valores, nuevas formas de hacer las cosas, pero esas son profecías falsas. Y lo que le ha sucedido a nuestro mundo es que hemos llegado a un punto sin retorno. Entonces, nosotros, como pueblo de Dios, tenemos que asegurarnos de alejarnos de ello. No podemos caer cautivos en los valores de este mundo. Y lo que le sucedió a Judá es solo un modelo de lo que está profetizado que sucederá a medida que nos acercamos al tiempo del retorno de Cristo.

Entonces, es un recordatorio. No es demasiado tarde para nosotros. No tenemos que cruzar el río. Este no es “el punto sin retorno” para nosotros. Estemos seguros de no dejarnos atrapar por los valores y las formas de pensar de este mundo. No te distraigas. No permitas que esto suceda. Así que guarda tu corazón, manténte alerta y no caigas cautivo como esas tropas que cruzaron el Rubicón.

Eso es "BT Daily". Hasta la próxima.