Cómo se hará realidad un mundo de ensueño
Alguna vez ha escuchado decir que alguien tiene “una vida de ensueño?”Esta expresión se usa para describir la experiencia de una persona que posee y disfruta lo que otras apenas solo pueden imaginar. El “ensueño” consiste en tener una vida ideal, lo que en general comprende riquezas, descanso y ausencia de preocupaciones.
La idea más común consiste en tener una gran casa, un veloz auto deportivo, un yate y una esposa bonita. Y, supuestamente, esta es la fórmula para lograrlo: estudiar para conseguir un buen trabajo y luego trabajar sin descanso para comprar una buena casa, un gran auto, encontrar la esposa perfecta, o un esposo rico; seguir trabajando, viajar por el mundo, criar hijos inteligentes, ojalá atendidos por niñeras y que vayan a escuelas privadas, y que finalmente hereden de sus padres. Para muchos, vivir ese sueño se ha convertido en una carrera consumista en la cual el éxito solo se mide comparando con otros lo que se tiene y que solo se puede adquirir con dinero.
La Real Academia de la Lengua Española define “ensueño” como “ilusión, fantasía; ideal, fantástico, maravilloso”. Otra definición en Internet dice: “Suceso, proyecto, aspiración o cosa que se anhela o se persigue pese a ser muy improbable que se realice y en el que se piensa con placer”.
¿Viviendo un ensueño, o una pesadilla?
Entonces, ¿vive su ensueño la mayoría de la población mundial? ¿Viven su ensueño los cristianos en Irak, Egipto y Siria en tanto son perseguidos y atacados implacablemente? ¿Viven su ensueño las personas sin hogar que subsisten en las calles? ¿Y qué hay de la persona promedio en su ciudad que lucha por ganarse la vida y mantener a su familia?
¿Y qué se puede decir de quienes viven en países desgarrados por guerras y conflictos? ¿Qué hay del pueblo norcoreano que se muere de hambre mientras su líder fabrica ojivas y misiles nucleares? ¿Qué hay de todos los intentos por crear utopías en esta Tierra a lo largo de la historia, y que siempre han terminado en estruendosos fracasos?
¿Cómo le ha ido a la humanidad hasta ahora “viviendo el ensueño”? Aunque sea triste admitirlo, la gran mayoría de la humanidad elige comer el fruto del “árbol del conocimiento del bien y del mal” del cual habla el libro de Génesis. Casi todos los seres humanos deciden por sí mismos lo que está bien o mal, lo que consideran que es lo mejor y que se ajusta a sus propios deseos.
Mire a su alrededor. Nuestro mundo contemporáneo refleja esa elección en sus múltiples y contradictorias religiones, hambrunas, plagas, violencia, guerra, conflicto, y corazones y mentes destrozados. Para muchos, ¡sus ensueños se han convertido en verdaderas pesadillas!
Pero este no es el destino final de la humanidad. Veamos un tipo de utopía verdaderamente exitosa y benéfica para todos, en qué consistirá y cómo será establecida y mantenida en el mundo.
El “Reloj del Apocalipsis”
Los discípulos de Jesús sabían, incluso hace 2000 años, que el mundo empeoraría cada vez más, y que llegaría un momento en el cual la maldad y el egoísmo alcanzarían su punto máximo. Jesús les dijo que volvería para comenzar una nueva era de paz, y ellos le preguntaron: “¿Cuándo sucederá esto, y cuál será la señal de tu venida y del fin del mundo?” (Mateo 24:3, Nueva Versión Internacional).
La respuesta de Jesús se refería a todo el mundo, pero una frase en particular llamó la atención de los discípulos: “Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados” (Mateo 24:21-22, énfasis nuestro en todo este artículo).
Estos versículos describen el escenario del día del juicio final de Jesucristo, quien les aseguró que el mundo sería destruido a menosque él interviniera.
Hoy en día, incluso quienes no son religiosos creen en la posibilidad de una destrucción mundial. El “Reloj del Apocalipsis”, también llamado “del Juicio Final”, es un reloj simbólico, mantenido desde 1947 por la junta directiva del Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago (EE. UU.), la cual usa la analogía de la especie humana que siempre está “a minutos de la medianoche”. Esta hora representa la “destrucción total y catastrófica” de la humanidad. Cuanto más acerquen los científicos las manecillas movibles a la medianoche, más cercana creen ellos que está una hecatombe mundial.
Cuando se inauguró dicho reloj, durante la Guerra Fría, sus manecillas señalaban siete minutos antes de la medianoche. Posteriormente se ha retrasado o adelantado según se perciben la condición del mundo y las perspectivas de una guerra nuclear.
En 2012 el reloj pasó de seis a cinco minutos para la medianoche debido a varios factores: el estancamiento de las negociaciones para reducir los arsenales nucleares en los Estados Unidos y Rusia; la expansión y modernización de arsenales nucleares en China, Pakistán e India; el almacenamiento inadecuado de material nuclear en todo el mundo; y la continua construcción de plantas nucleares carentes de dispositivos de seguridad a toda prueba.
Luego, en 2015, el reloj desgraciadamente avanzó nuevamente a tres minutos antes de la medianoche. Y a principios de este año, incluso avanzó otro medio minuto cuando la directiva científica anunció: “La probabilidad de una catástrofe global es muy alta, y las medidas necesarias para reducir los riesgos de un desastre deben tomarse muy pronto”.
¡Están advirtiendo que el futuro de la humanidad está en juego! Jesucristo identificó el momento de su regreso como una época en la cual sería posible la extinción humana.
Sin embargo, ¡él prometió que no permitiría que eso sucediera! Sin duda el mundo será testigo de una gran catástrofe global, pero la buena noticia es que, antes de que podamos autodestruirnos, la historia cambiará radicalmente.
De pie en el monte de los Olivos
Cuando usted ora que venga el Reino de Dios (según la instrucción de Mateo 6:10), ¿puede imaginar vívidamente a Jesús posando sus pies en Jerusalén, enel monte de los Olivos?
En lo que a mí respecta, me imagino el pasaje de Zacarías 14:4, donde se nos dice que “en ese día [el tiempo del fin] sus pies [de Jesús] se afirmarán en el monte de los Olivos . . .”
Pero esta profecía no se limita al Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento nos dice lo mismo en el relato de Jesucristo ascendiendo al cielo: “Y estando ellos [los discípulos] con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo. Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar” (Hechos 1:10-12).
Esto nos indica que Jesucristo regresará literalmente a esta Tierra, ¡y nada menos que al territorio más disputado del planeta, conocido como Jerusalén! Tal como al resucitar ascendió a las nubes desde el monte de los Olivos ante los ojos de sus discípulos, Cristo descenderá en las nubes a la Tierra, pero esta vez con poder y gran gloria, y se posará sobre el mismo monte.
¡Esta será la noticia más importante de la historia!
La profecía bíblica describe en detalle el periodo de gran angustia y tribulación que devastará la Tierra en el tiempo del fin. ¡Guerras, desastres, hambrunas y epidemias arrasarán la población antes de que Jesús finalmente descienda al monte de los Olivos para salvar a la humanidad de la extinción!
Y luego, por fin vendrá un nuevo amanecer, un nuevo inicio con la promesa de paz y regocijo, de alegría y anhelos, de felicidad y éxito. Las pesadillas de la historia desaparecerán, y los sueños de la humanidad empezarán a cobrar vida. Y comenzará con Jesucristo posándose en el monte de los Olivos. Este es un gran paso para que la humanidad pueda vivir su sueño, ¡el sueño correcto, de la manera correcta!
Viviendo el ensueño
Una famosa frase atribuida a Buda dice: “No vivas en el pasado, no sueñes con el futuro, concéntrate en el momento presente”. Pero este ideal religioso de vivir únicamente el momento es muy miope y egoísta. El Creador del universo tiene mucho máspara ofrecernos si lo seguimos.
Walt Disney dijo: “Puedes diseñar, crear y construir el lugar más maravilloso del mundo, pero se necesita gente para que el sueño se haga realidad”. Podríamos agregar que se necesita a Dios para hacer que ese sueño sea una realidad. Necesitamos a Dios para transformar el mundo. Necesitamos a Dios para alcanzar el anhelo de la eternidad.
Jesucristo prometió regresar y no solamente erradicarla corrupción que domina esta sociedad, sino reemplazar por completotodos los sistemas de este mundo con un gobierno nuevo y perfecto, uno que realmente sirva a la gente, que guíe a la humanidad a vivir un ensueño como Dios siempre ha deseado.
Esto será mucho más que el “primer día” después de una elección o golpe de Estado. Será la intervención total, asombrosa, “sobrenatural” del Reino de los Cielos, que luego descenderá a la Tierra y se impondrá a una población agobiada, en necesidad de alivio de su propia naturaleza humana corrupta. En otras palabras, ¡el hombre será salvado de sí mismo nada menos que por el mismo Creador de la humanidad!
¡Este es nuestro sueño, al fin y al cabo! Esta es la razón de nuestras oraciones y anhelos, y esto es lo que imaginamos: a Cristo descendiendo sobre el monte de los Olivos junto con sus seguidores resucitados, sus santos fieles, que se reunirán con él (ver 1 Tesalonicenses 4:16-17).
Toda la Tierra será renovada y restaurada después que el Padre envíe a Jesús: “. . . y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas”(Hechos 3:20-21).
Cuando Jesucristo se pose en el monte de los Olivos veremos el inicio del tiempo de refrigerio, el tiempo de la restauración que el apóstol Pedro y todos los santos profetas proclamaron. ¡Esto realmente será “vivir el ensueño”!
Esta no será la renovación de una idílica edad dorada de autogobierno humano, sino la restauración del perfecto gobierno de Dios que se perdió cuando los primeros seres humanos lo rechazaron en el huerto de Edén.
Vivir el ensueño requiere de líderes como Cristo
En el ámbito humano, hasta los mejores los líderes a menudo se sienten frustrados por las trabas, la corrupción burocrática y los problemas que el hombre no puede resolver. Y, tristemente, muchos de ellos también terminan atrapados en las redes de corrupción y escándalo.
La corrupción en nuestro mundo está absolutamente fuera de control. Es la herramienta que usan los funcionarios públicos que tienen poder para obtener ganancias ilegítimas. Las formas de corrupción varían, pero incluyen soborno, extorsión, amiguismo, nepotismo, mecenazgo, trampa y malversación. La corrupción puede facilitar la actividad criminal como el tráfico de drogas, el lavado de dinero y el tráfico humano.
Pero Dios ha estado trabajando con ciertas personas para forjar en ellas su propio carácter justo, de modo que sean incorruptiblesen todo sentido al regreso de Cristo. Aquellos que hayan sido fieles, y algunos de los cuales incluso asesinados como mártires, serán transformados o “levantados incorruptibles”, con poder divino e inmortalidad en ese entonces. Estos serán los nuevos gobernantes y maestros de Cristo en la Tierra. Leemos acerca de esta asombrosa resurrección a la vida eterna en 1 Corintios 15.
Estos santos de Dios resucitados ayudarán a Cristo a servir con justicia, misericordia y eficacia a aquellos que sobrevivan a las catástrofes del fin de esta era de mal gobierno humano bajo la influencia de Satanás.
Con el poder y el amor del Creador en ellos, como líderes semejantes a Cristo, esos siervos de Dios podrán eliminar la corrupción y cortar los nudos gordianos que han tenido subyugada a la humanidad.
Vivir este sueño requiere de líderes dispuestos a servir, y esto incluye no solo a los fieles que mencionan las Escrituras, sino también a todas las personas que venzan y perseveren hasta el fin.
No más academias de guerra
En la ciudad de Nueva York, a un lado del edificio de las Naciones Unidas, se erige una famosa escultura obsequiada por la Unión Soviética. Ella representa a un hombre que forja una espada en un implemento agrícola, expresando así el anhelo de la humanidad por la paz e indicando la forma en que realmente sucederá.
La inspiración para dicha estatua y la verdadera esperanza para el desarme, la paz y la vida con la cual la humanidad ahora solo puede soñar, proviene de una hermosa profecía en Isaías 2 que se repite en Miqueas 4. Note la versión de Miqueas:
“Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa del Eterno [el gobierno de Dios] será establecido por cabecera de montes [otros gobiernos], y más alto que los collados [gobiernos pequeños], y correrán a él los pueblos. Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte del Eterno, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas . . . y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente . . .” (Miqueas 4:1-4).
¡Qué maravillosa visión! Finalmente las disputas entre naciones se resolverán sin recurrir a los horrores de la guerra. Por fin las naciones se verán obligadas a desarmarse y pronto se darán cuenta de que no tienen nada que temer, ya que sus vecinos también estarán desarmados.
Las academias de guerra serán clausuradas y las fuerzas militares se disolverán. ¡En vez de desperdiciar las mentes más brillantes y los mejores recursos para desarrollar armas de destrucción masiva, las naciones podrán invertir para mejorar la vida de todos sus ciudadanos!
Hoy en día, algunas de las naciones más empobrecidas del mundo importan cantidades desmesuradas de armas a un alto costo. Se acabará el derroche de esta carrera armamentista y las regiones peligrosas de hoy en día, como Oriente Medio, a donde se exporta el cuarenta por ciento de las armas, serán finalmente pacificadas.
Con el nuevo gobierno mundial de Cristo, la paz se extenderá gracias a la enseñanza de “sus caminos”, que incluye “el camino de la paz [que] ellos no conocieron” (Isaías 59:8).
Pablo describió algunos de los elementos de este camino de paz en su carta a los romanos:
“Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres . . . si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber . . .”(Romanos 12:16-20).
Como vemos, ¡el camino de la paz es una actitud! Muchos otros pasajes bíblicos detallan la actitud y el enfoque de los pacificadores. ¿Podría usted compararse con este alto estándar? ¿Está preparándose para ser un pacificador en la vida eterna venidera, ejercitando este aspecto del carácter de Dios en su vida actual? ¿Está convirtiendo las “espadas” simbólicas de su vida en “rejas de arado”?
Restauración y renovación
Después de las más devastadoras guerras en la historia humana, que precederán el regreso de Jesús y culminarán con él, habrá mucho que hacer en cuanto a limpieza y reconstrucción. Pero esta vez las cosas se harán de forma organizada, ecológica y permanente. Las ciudades serán limpias y seguras. Las aldeas y tierras de cultivo serán productivas y bellas. Piense en lo que describe el profeta Amós sobre esa era venidera:
“He aquí vienen días, dice el Eterno, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán . . . edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos” (Amós 9:13-14).
Incluso Jerusalén, el territorio más disputado de la historia, finalmente hará honor a su nombre como una ciudad de paz y seguridad: “Aún han de morar ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén, cada cual con bordón en su mano por la multitud de los días. Y las calles de la ciudad estarán llenas de muchachos y muchachas que jugarán en ellas” (Zacarías 8:4-5).
Aquel mundo sin guerra será indescriptiblemente mejor que el actual, pero no solo habrá ausencia de guerra: el mundo entero conocerá la verdadera paz, resultado de seguir el camino de paz de Dios. ¡Aquello será fantástico, más allá de toda imaginación!
¡Dios promete que habrá un mundo renovado de paz y prosperidad! Es lo que la humanidad siempre ha querido, pero nunca ha podido lograr.
El Jarvik 7 espiritual
¿Por qué no se ha logrado aún la paz en la Tierra? La ciencia y la tecnología no la han conseguido. Todos los experimentos en varios sistemas gubernamentales y económicos a lo largo de los siglos, en vez de acercarnos más a la paz, parecen acercarnos cada vez más a la destrucción.
El hecho es que el camino de Dios nunca se ha seguido verdaderamente en este mundo.Pero, ¿por qué no? ¿Qué se necesita?
¿Alguna vez ha oído hablar del Jarvik 7? Fue el primer corazón artificial implantado con éxito en una persona en 1982, llamado así en honor a Robert Jarvik, del equipo de diseño.
Este dispositivo, implantado en el paciente Barney Clark, llamó la atención de los medios de todo el mundo. Si usted ve una foto, ¡tal vez se asombraría de lo rudimentario que parece ahora! Pero, sorprendentemente, funcionó, y fue lo suficientemente pequeño como para caber en la caja torácica de Barney.
La versión actual del dispositivo es el Corazón Artificial Total, de SynCardia CardioWest, diseñado como reemplazo cardíaco permanente, aunque solo aprobado para uso temporal mientras se hace el trasplante de corazón. Hasta ahora se ha implantado en más de 800 personas.
¿Qué tiene que ver esto con la ausencia de paz en la Tierra? El problema radica en el corazón humano, espiritualmente hablando. Como dice Jeremías 17:9, “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso”. Todas las personas necesitan recibir un nuevo corazón, ¡un trasplante de corazón espiritual, por así decirlo!
Y eso es precisamente lo que va a suceder. Como Dios dice: “Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne” (Ezequiel 36:26, NVI). Esta es una imagen alegórica de Dios reemplazando los corazones duros y obstinados por corazones blandos y sumisos, es decir, con una nueva actitud de estar dispuesto a seguirlo y obedecerlo en humildad.
Además se nos dice: “Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo” (Hebreos 8:10, citando Jeremías 31:33). ¡Esta promesa de un nuevo corazón no es solo para los descendientes de Jacob o Israel, sino para todas las naciones!
“Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan” (Romanos 10:11-12, cita de Isaías 28:16).
En el perfecto plan de salvación de Dios, él ha hecho posible que tengamos un corazón nuevo, capaz de seguir su camino de amor, obedecer sus leyes y estar llenos de su Espíritu Santo, que es la forma en que su carácter amoroso se derrama en nuestros corazones (Romanos 5:5). Este no será el corazón mecánico Jarvik 7, sino un corazón que puede ser influenciado y dirigido por el Espíritu de Dios.
Vivir el ensueño requiere un cambio de corazón, un trasplante de corazón espiritual. Y con el Espíritu de Dios, este proceso requiere arrepentimiento, o sea, apartarse de una vida pecaminosa; no solamente entender la necesidad de perdón y conversión, sino buscar activa y humildemente la misericordia de Dios y comprometerse por completo a una vida de cambio. Incluye la fe en Dios y la aceptación del sacrificio de Cristo como pago por los pecados individuales y los de todo el mundo.
El ensueño se materializa
Los nueve aspectos del fruto del Espíritu de Dios, descritos en Gálatas 5, conforman un todo para producir el corazón y la mente de Dios dentro de nosotros. Imagine un mundo donde estos abundan y se extienden por todas partes: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22-23).
¡Imagine esa clase de vecinos! Imagine cómo será para la gente tener compañeros de trabajo, supervisores, maestros y empleados de gobierno que siempre la trate de esa manera, ¡a la manera de Dios! ¡Qué maravilloso será ese mundo! ¡Qué futuro tan increíble está por venir!
Jesucristo trae consigo el Reino de Dios, para guiar al mundo en sus caminos. Todos tenemos una opción: escoger entre la vida y la muerte, el bien y el mal, y entre el Reino de Dios y el de Satanás. En este momento, la humanidad ha elegido el camino de Satanás, simbolizado por el árbol del conocimiento del bien y del mal.
Pero pronto empezará un nuevo reino, no dominado por el caos y la voluntad personal, sino por un Rey que ama la paz y reinará con amor, sirviendo a toda la humanidad. Las guerras cesarán cuando las naciones se reúnan como familia para adorar a Dios en espíritu y en verdad. La enfermedad y el dolor desaparecerán y las calles rebosarán de gozo y alegría.
Esto verdaderamente será vivir la vida que muchos hoy solo pueden soñar. Los hijos de Dios participarán en esta misión: ¡ayudarán a la humanidad a hacer los cambios universales necesarios para vivir realmente un ensueño!