Estas son otras sugerencias de personas que han vivido la misma experiencia antes que usted. Las ofrecen con amor y comprensión, esperando que usted y su familia puedan beneficiarse de sus experiencias. Estos consejos son para las personas que están considerando no celebrar la Navidad por primera vez y así de a poco poder ayudar a los familiares y amigos a comprender que usted ya no desea ser parte de esta celebración.

• Si vive con personas que celebran la Navidad: cónyuge, padres, hijos, compañeros de habitación, usted podría sugerir que algunas áreas estén libres de decoraciones y que las películas navideñas y la música se limiten a ciertas horas.
• Si comparte una cuenta bancaria con un cónyuge que celebra la Navidad, acuerde una cantidad que él, o ella, pueda gastar en regalos para familiares y amigos.
• Si alguien le da un regalo, o a sus hijos, no lo rechace o devuelva. Simplemente agradezca, sin hacer gestos de desagrado, y espere el momento oportuno para explicarle sus preferencias.
• Enfatice las creencias que tienen en común, como el ejemplo de Jesús y la necesidad de un Salvador.
• Si alguien genera malestar entre la familia (por ejemplo, diciendo: “Tenemos que hacer esto por culpa de fulano”), actúe rápidamente, en privado y con respeto (vea Proverbios 15:18).
• Acepte que la temporada navideña creará tensión, al menos por un tiempo. Esfuércese lo más que pueda por preservar la paz (Romanos 12:18).
• Recuerde que Dios también tiene un plan para su familia y amigos, cuando llegue el mejor momento para ellos (ver 2 Pedro 3:9 y 1 Timoteo 2:4).