Piense antes de tomar una decisión
De acuerdo con el informe de la oficina del alguacil del Condado de Hamilton, en Cincinati, el 22 de mayo, un ciclista de 61 años fue muerto por un conductor quien admitió haber usado heroína antes de tomar el volante.
El joven, llamado Sickle, admitió haber consumido la droga antes de comenzar a conducir. En el reporte se menciona que Sickle dijo a la policía haber comprado heroína en el centro de la ciudad de Cincinati por un valor de $10. El joven fue acusado de dos felonías: abandonar el lugar de la escena de un accidente automovilístico mortal y homicidio vehicular agravado. Como consecuencia resultaron dos vidas arruinadas debido a que alguien de 33 años mató a otra persona al haber tomado la mala decisión de conducir bajo los efectos de una droga.
El 29 de marzo de 2017 un bus que transportaba los miembros del coro de la Primera Iglesia Bautista de New Braunfels, una pequeña ciudad situada proximadamente a 35 millas al noreste de San Antonio Texas, se vio involucrado en un accidente terrible. Habían participado por tres días en un retiro espiritual y estaban de regreso a la Iglesia cuando ocurrió lo impensable.
Cada decisión que adoptemos puede tener consecuencias masivas. Cada decisión, buena o mala, puede afectarnos de una manera u otra.
Un joven, quien conducía un camión pesado, perdió el control y se introdujo en el carril equivocado colisionando de frente con el bus. Fue un accidente horrible, donde ese día perdieron la vida 13 personas.
Jack Dillon, de 20 años de edad, admitió que estaba enviando mensajes de texto mientras conducía –una decisión que afectó para siempre el resto de su vida, y de paso el de otras personas.
En repetidas ocasiones vemos avisos que advierten que no se puede enviar mensajes de texto mientras se conduce. En Cincinnati estas advertencias aparecen continuamente. Estoy segura que si Jack Dillon hubiera prestado atención a estos consejos, las cosas hubieran sido diferentes.
El Estado de Texas, de donde Dillon es oriundo, se encuentra en el proceso de promulgar una ley estatal que prohíbe enviar mensajes de texto mientras se conduce. Texas, como muchos otros Estados, tiene advertencias colocadas a lo largo de sus autopistas. También trasmite mensajes en televisión recordando a los conductores apagar sus celulares y fijar su atención en las carreteras.
La historia de Dillon me recuerda la de Kenny Isaacs, un joven acerca de quien escribí hace algunos años.
En 1993, Kenny también hizo caso omiso a una señal de advertencia. En lugar de ir a la velocidad límite estipulada en el aviso, decidió acelerar en una curva perdiendo el control y fue a parar a un terraplén muriendo instantáneamente. La vida de su familia cambió para siempre. Mi hija y yo asistimos al funeral y fue impactante ver las caras apesadumbradas de sus padres.
¿Por qué Dios nos ordena obedecer las leyes terrenales? Jesús nos da la respuesta en Mateo 7:12 “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas”.
Note que cuando se obedecen las leyes de la tierra, no solo es bueno para quien las acata, sino para aquellos que eventualmente pueden sufrir las consecuencias de la desobediencia. Siempre hay víctimas afectadas por nuestras decisiones desacertadas de infringir tanto los mandamientos de Dios como las leyes humanas (Romanos 13:1-6).
“Un completo extraño puede tener la capacidad de alterar la vida de otra persona irremediablemente. Este efecto dominó puede cambiar el curso del mundo entero. Esto es lo que es la vida, una cadena de reacciones individuales colisionando entre si e influenciando la vida de otros sin que nadie se percate de ello. Una decisión que puede no ser importante para ti puede ser monumental para el destino del mundo”.
(Cita textual del libro Caged by Damnation de J.D. Stroube.)
Cada decisión que adoptemos puede tener consecuencias masivas. Cada decisión, buena o mala, puede afectarnos de una manera u otra.
Kenny y Jack, y ahora Sickle, son ejemplos de lo anteriormente citado. Ellos tomaron una decisión aparentemente inofensiva que se tornó fatal para muchos otros. Sus decisiones no pueden ser revertidas.
De acuerdo como lo expresa Mary Hoffman en su libro City of flowers (Ciudad de Flores): “Existen algunas actuaciones que solamente pueden realizarse una sola vez. No puedes regresar al punto donde decidiste actuar y decidir nuevamente”.
Tenga la gran precaución de obedecer las leyes de la tierra. En cada decisión que tome, pregúntese si tendrá buenas o malas consecuencias. Comience obedeciendo los Diez Mandamientos, los cuales lo conducirán a obedecer y respetar las leyes terrenales.
Fuente: UCG.org