#162 - Salmos 1-150 - Parte 1: "Los salmos para la oración"

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#162 - Salmos 1-150 - Parte 1

"Los salmos para la oración"

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#162 - Salmos 1-150 - Parte 1: "Los salmos para la oración"

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¡Llegamos al fascinante libro de los Salmos! Creo que nos dejará asombrados. Contiene tanta información vital para todos nosotros. Era uno de los libros favoritos de Cristo, él constantemente citaba de los Salmos, por ejemplo, sólo en el libro de Mateo los cita trece veces:

  • Mateo 5:5 – (Salmos 37:11): “Los mansos heredarán la Tierra”.
  • Mateo 5:8 –   (Salmos 24:4): “Los de limpio corazón”.
  • Mateo 5:35 – (Salmos 48:2): “Jerusalén... la ciudad del gran Rey”.
  • Mateo 7:23 – (Salmos 6:8): “Apartaos de mí, hacedores de maldad”.
  • Mateo 13:35 – (Salmos 78:2): “Declararé cosas escondidas...”.
  • Mateo 16:27 – (Salmos 62:12): “Pagará a… uno conforme a sus obras”.
  • Mateo 21:9 – (Salmos 118:25): “Bendito el que viene en el nombre”.
  • Mateo 21:16 – (Salmos 8:2): “De la boca de los niños perfeccionaste”.
  • Mateo 21:42 – (Salmos 118:22,23): “La piedra que desecharon...”.
  • Mateo 22:44 – (Salmos 110:1): “Dijo el Señor a mi señor”.
  • Mateo 26:24 – (Salmos 41:9): “¡Ay de aquel hombre por quien…”!.
  • Mateo 27:46 – (Salmos 22:1): “¿por qué me has desamparado?”.
  • Mateo 27:48 – (Salmos 69:21): “vinagre… le dio de beber”.

Con razón que Cristo dijo, “Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros; que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos” (Lc 24:44). Muchos de los salmos son proféticos, pues se referían a Cristo, casi mil años antes de su nacimiento. Dios usó los salmos para describir, no sólo la primera venida de Jesucristo, sino en particular la segunda y lo que le sucederá a los santos antes y después de ese acontecimiento.

En realidad, los Salmos se parecen a una mini-Biblia, pues cubren prácticamente todos los grandes temas en las Escrituras. Describen desde la Creación en Génesis (Salmos 104) hasta el establecimiento del Reino de Dios en Apocalipsis. De hecho, al final del Plan de Dios vemos que Apocalipsis 22:12 es una cita de Salmos 28:4. De modo que este libro es un manual de instrucción “para todas las ocasiones” y sería una gran pérdida espiritual no llegar a conocerlo como Dios lo intencionó para nuestra propia edificación.

Lo primero que debemos entender de este libro es que es un himnario completo. Salmos viene del griego, “Psalmoi” que significa “himnos”. Dios sabe que, aunque estaríamos muchas veces solos, sin poder congregarnos por las persecuciones u otras razones, podríamos contar con su himnario dentro de la Biblia para consuelo o alegría. Así lo hicieron Pablo y Silas cuando fueron encarcelados: “Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios” (Hch 16:23-25). De modo que, para cualquier situación, tenemos los salmos para ayudarnos espiritualmente.

Salmos es la sección musical de la Biblia. Dios ama la buena música. Le enseñó a sus ángeles a cantar, como vemos en Apocalipsis 5:8-9: “Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas… y cantaban un nuevo cántico...”. Los hombres de Dios han amado la buena música para alabar a Dios. Tenemos los ejemplos de Moisés e Israel (Ex 15:1-21) y cantaban mientras iban hacia la Tierra Prometida (Nm 21:17-18); de Débora y Barak (Jueces 5:1-31); desde luego, de David, eximio compositor y ejecutor musical (2 S 6:5) que dejó una orquesta de 4000 músicos (1 Cr 23:5). En el Nuevo Testamento, Cristo y sus discípulos también cantaron himnos (Mt 26:30). En el Reino de Dios habrá mucha música nueva por la alegría que tendrá todo el mundo bajo Cristo. Dice: “Ciertamente consolará el Eterno a Sión; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto del Eterno; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto” (Is 51:3).

Por eso vemos la importancia que tiene la música para el cristiano. Si es posible, todos debemos aprender algo de la música en esta vida. Los instrumentos que se ocupaban para tocar estos Salmos en los tiempos de David eran:

  • Instrumentos de cuerda: la lira, el arpa y el salterio
  • Instrumentos de viento: la flauta, cuerno y trompeta
  • Instrumentos de percusión: el pandero y el címbalo

Respecto al libro de los Salmos, está dividido en 5 secciones: 1-41, 42-72, 73-89, 90-106, 107-150. Cada parte termina con una alabanza a Dios. A David se le atribuyen directamente 73 de estos salmos, a Asaf, (1 Cr 16:5-7) su director principal, 12; a los de hijos de Coré, 12; a Salomón, 2; a Moisés, 1 (Salmos 90); y a Etán, 1, (Salmos 89). Es importante también notar que hay una sección de himnos dedicados a las Fiestas Santas, del 120 hasta el 134. Hay salmos como el 119 que está dividido en secciones por las letras del alfabeto hebreo. Recuerden también que estos himnos están escritos según la poesía que ya tocamos en el libro de Job. Hay paralelismos que comparan, contrastan o agregan al pensamiento anterior.

La forma que vamos a estudiar estos salmos será temática, para que sea más útil. De esta manera, cuando quiera saber cómo orar con los salmos, estarán todos juntos. Cuando quiera saber cuáles tienen que ver con Cristo, estarán todos agrupados, y cuando quiera estudiarlos respecto a los tiempos del fin y el establecimiento del Reino de Dios, allí estarán todos. Estos serán los tres grandes temas de los Salmos. En este estudio cubriremos el primer tema.

  1. Cuando Orar
  • De noche - Salmos 3:4-6: “Con mi voz clamé… me acosté y dormí, y desperté, porque el Eterno me sustentaba” (también Salmos 4:8).
  • De mañana - Salmos 5:3: “De mañana oirás mi voz, de mañana me presentaré delante de ti”.
  • Tres veces al día – Salmos 55:17: “Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré”.
  1. Qué Pedirle
  1. Para el Desarrollo Espiritual
  • Salmos 5:8: “Guíame, Eterno, en tu justicia… endereza delante de mí tu camino”.
  • Salmos 15: “quién habitará en tu tabernáculo”. Atributos en Salmos 17:5: “Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen”.
  • Salmos 25:4-5: “Muéstrame, oh Eterno, tus caminos… encamíname en tu verdad y enséñame”.
  • Salmos 37:4-11: “Deléitate asimismo en el Eterno, y él te concederá las peticiones de tu corazón”.
  • Salmos 119:33-34: “Enséñame, oh Eterno, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin, dame entendimiento, y guardaré tu ley”.
  • Salmos 139:23-24: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos: y ve si hay en mi camino de perversidad, y guíame en el camino eterno”.
  1. Por el Perdón y la Misericordia
  • Salmos 25:7: “De los pecados de mi juventud y de mis rebeliones, no te acuerde, conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad”.
  • Salmos 32:1-2: “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien el Eterno no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño”.
  • Salmos 36:5-12: “Eterno, hasta los cielos llega tu misericordia, y tu fidelidad alcanza hasta las nubes… ¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia!”.
  • Salmos 37:24: “Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque el Eterno lo sostiene”.
  • Salmos 40:6-8: “Sacrificio y ofrenda no te agrada; has abierto mis oídos; holocausto y expiación no has demandado… el hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón”.
  • Salmos 51:1-19: “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones”.
  • Salmos 65:2-4: “Tú oyes la oración; a ti vendrá toda carne. Las iniquidades prevalecen contra mí; mas nuestras rebeliones tú las perdonarás. Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti”.
  • Salmos 103:1-22: “Bendice, alma mía, al Eterno, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana tus dolencias”.
  • Salmos 130:3: “Eterno, si mirares a los pecados, ¿quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón”.
  • Salmos 145:8-9 “Clemente y misericordioso es el Eterno, lento para la ira, y grande en misericordia. Bueno es el Eterno para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras”.
  1. Meditar sobre la Grandeza de la Ley de Dios
  • Salmos 19:7-13: “La ley de Dios es perfecta, que convierte el alma”.
  • Salmos 33:4-9: “Porque recta es la Palabra de Dios, y toda su obra hecha con fidelidad”.
  • Salmos 37:31: “La ley de su Dios está en su corazón, por tanto, sus pies no resbalarán”.
  • Salmos 111:10: “El principio de la sabiduría es el temor del Eterno, buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos”.
  • Salmos 119: La totalidad de este capítulo ensalza la grandeza de la Ley de Dios.
  1. Pedirle por la Protección
  • Salmos 11:1: “En el Eterno he confiado; ¿cómo decir a mi alma, que escape al monte cual ave?”.
  • Salmos 16:1: “Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado”.
  • Salmos 17:7-8: “Muestra tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu diestra, de los que se levantan contra ellos. Guárdame como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas”.
  • Salmos 18:1-50: “Te amo, oh Eterno, fortaleza mía… mi libertador… invocaré al Eterno, quien es digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos… En mi angustia clamé invoqué al Eterno… Él oyó mi voz desde su templo”.
  • Salmos 23: “El Eterno es mi pastor; nada me faltará”.
  • Salmos 27:1: “El Eterno es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré?”.
  • Salmos 31:1-18: “En ti, oh Eterno, he confiado... Porque tú eres mi roca y mi castillo... en tu mano encomiendo mi espíritu”.
  • Salmos 34:4: “Busqué al Eterno, y él me oyó, y me libró de todos mis temores”.
  • Salmos 37:18,19: “Conoce el Eterno los días de los perfectos, y la heredad de ellos será para siempre. No serán avergonzados en el mal tiempo, y en los días de hambre serán saciados”.
  • Salmos 40:1: “Pacientemente esperé al Eterno, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor”.
  • Salmos 46:1-2: “Dios es nuestro amparo y fortaleza nuestro pronto auxilio en las tribulaciones, por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida”.
  • Salmos 91:1-16: “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente… caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra, mas a ti no llegará”.
  • Salmos 125:1: “Los que confían en el Eterno son como el monte de Sión, que no se mueve, sino que permanece para siempre”.
  1. En la Enfermedad y en la Aflicción
  • Salmos 6:1-10: “Eterno, no me reprendas en tu enojo ni me castigues con tu ira, ten misericordia de mí, oh Eterno, porque estoy enfermo; sáname, oh Eterno”.
  • Salmos 34:19: “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará el Eterno”.
  • Salmos 38:1-3: “Eterno, no me reprendas en tu furor, ni me castigues en tu ira...nada hay sano en mi carne”.
  • Salmos 39:10: “Quita sobre mí tu plaga, estoy consumido bajo los golpes de tu mano. Con castigos por el pecado corriges al hombre”.
  • Salmos 102:1-13: “Eterno, escucha mi oración, y llegue a ti mi clamor, no escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia; inclina a mí tu oído...porque mis días se han consumido como humo, y mis huesos cual tizón están quemados”.
  1. Bendiciones sobre los líderes y los miembros
  • Salmos 20:1-9: “El Eterno te oiga en el día de conflicto… te envíe ayuda desde el santuario y desde Sión te sostenga… Ahora conozco que el Eterno salva a su ungido; lo oirá desde sus santos cielos con la potencia salvadora de su diestra”.
  • Salmos 21:7: “Por cuanto el rey confía en el Eterno, y en la misericordia del Altísimo, no será removido. Alcanzará tu mano a todos tus enemigos”.
  • Salmos 133:1: “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!”.
  1. Alabar la Grandeza de Dios
  • Salmos 8:1-9: “¡Oh, Eterno, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!”.
  • Salmos 9:1: “Te alabaré, oh Eterno, con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas”.
  • Salmos 19:1: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos”.
  • Salmos 24:1: “Del Eterno es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan”.
  • Salmos 29:2: “Dad al Eterno la gloria debida a su nombre; adorad al Eterno en la hermosura de la santidad”.
  • Salmos 47:7: “Porque Dios es el Rey de toda la tierra; cantad con inteligencia”.
  • Salmos 66:3: “Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras!”.
  • Salmos 68:19: “Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios”.
  • Salmos 81:1-3: “Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra...Tocad la trompeta...en el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne Porque estatuto es de Israel”.
  • Salmos 84:1: “¡Cuán amables son tus moradas, oh Eterno de los ejércitos!”.
  • Salmos 92:1-5: “Bueno es alabarte, oh Eterno, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo, ¡Cuán grandes son tus obras, oh Eterno! Muy profundos son tus pensamientos”.
  • Salmos 95:1: “Venid, aclamemos alegremente al Eterno; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación”.
  • Salmos 96:1: “Cantad al Eterno cántico nuevo… Bendecid su nombre, anunciad de día en día su salvación”.

Por falta de espacio, ya que quedan 30 himnos más relacionados con la grandeza de Dios, pueden repasarlos cuando mejor lo estimen: Salmos 97-110; 110-118; 112, 126, 134-136, 146-150.

Este estudio puede servirle en forma práctica cuando desee acercarse a Dios en oración y puede usar estos salmos como guías. La próxima vez cubriremos los últimos dos temas principales, respecto a la vida de Cristo; y los tiempos de Fin y el establecimiento de su Reino.