Vacío de poder en el mundo
La expresión vacío de poder hasta hace poco era prácticamente desconocida. Últimamente, sin embargo, está apareciendo frecuentemente en los titulares, artículos noticiosos y análisis geopolíticos. Se refiere a una condición en la cual los gobiernos o líderes están ausentes o han perdido el control, y nada ni nadie ha llenado ese vacío.
Históricamente, los vacíos de poder han sido muy peligrosos: producen enorme inseguridad y aprensión, porque la gente se pregunta qué sucederá a continuación. A nivel nacional a veces conducen a la turbulencia social o al caos, e incluso a cruentas guerras civiles, ya que muchos intentan apoderarse del mando. A nivel internacional pueden desembocar en guerras regionales y hasta mundiales, puesto que las naciones los ven como oportunidades para beneficiarse a costa de sus vecinos.
La naturaleza detesta los vacíos
Según se cree, el filósofo y científico griego Aristóteles
(ca. 384-322 a. C.) fue la primera persona en darse cuenta de que “la naturaleza aborrece el vacío”, y registró esta observación en una colección de discusiones acerca de filosofía y el mundo natural. Él planteó que los verdaderos vacíos no existen, porque siempre habrá algo que los llene.
Aristóteles probablemente nunca se imaginó que esta conclusión suya en cuanto a la ciencia terminaría aplicándose también a los ámbitos geopolítico y de relaciones internacionales.
¿Por qué es esto tan importante para nosotros, y cómo explica lo que estamos viendo alrededor nuestro en la
escena mundial?
Para usar una analogía, imagine lo que sucedería en una ciudad promedio si los funcionarios encargados de imponer el orden colgaran sus insignias y armas, abandonaran el trabajo y se fueran a su casa, dejando muy en claro que no tienen ninguna intención de regresar.
No es difícil predecir el resultado. Lo hemos visto cuando los recortes presupuestarios o la presión política han llevado a las fuerzas policiales a dejar de imponer ciertas leyes, de manera que aumentan las violaciones al orden y la comisión de crímenes muy graves.
También hemos visto lo que pasa cuando el deterioro gubernamental produce la paralización o el desbande de las fuerzas policiales locales. El vacío pronto se llena con pandillas y caudillos, y en poco tiempo cada cual tiene que arreglárselas por cuenta propia. La gente se une y arma hasta los dientes para protegerse en una sociedad anárquica y carente de leyes, donde lo único válido es el interés egoísta y la autopreservación.
Y ahora estamos viendo esto a escala global. En nuestra analogía, esa ciudad representa a todo el mundo y Estados Unidos es el sheriff que abandonó su puesto y dejó que el mundo se las arreglara por sí solo. Esto ha creado un vacío de poder global que está siendo llenado por los gánsteres y villanos del planeta.
“Nunca ha habido en el mundo tantos peligros ni tanta carencia de líderes como ahora”
¿Cuán grave es la situación actual del mundo? El exsenador Joseph Lieberman, candidato a la vicepresidencia por el partido demócrata en el año 2000 y autor de la legislación que dio origen al Departamento de Seguridad Interna de los Estados Unidos, hace poco explicó por qué el mundo se ha vuelto mucho más peligroso desde que esta nación abandonó su prolongado rol de líder mundial.
“Nunca ha habido en el mundo tantos peligros ni tanta carencia de líderes como ahora”, escribió en un reciente editorial del periódico estadounidense Washington Post. “Solo los extremistas y los matones están actuando con decisión y, por lo tanto, han tomado la iniciativa .. . Hoy en día hay más inestabilidad en el mundo que en cualquier otro periodo desde la Segunda Guerra Mundial.
“Las amenazas vienen de potencias expansionistas y bravuconas como Irán, Rusia y China, y también de agresores terroristas como el Estado Islámico y Al-Qaeda. En pocas palabras, los enemigos de la libertad están haciendo de las suyas.
“Al mismo tiempo, Estados Unidos . . . ha escogido este preciso momento para volverse pasivo frente al mundo. Ciertamente que tanta inestabilidad no ha sido causada por la ausencia de liderazgo estadounidense, pero este sí la ha alentado y exacerbado” (“The Absence of U.S. Leadership Makes the World Even More Dangerous Than Ever” [“La ausencia de liderazgo estadounidense hace al mundo más peligroso que nunca antes”], feb. 24, 2016, énfasis nuestro en todo este artículo).
“Transformar fundamentalmente a los Estados Unidos”
A fines de 2008, poco antes de que Barack Obama fuera elegido presidente de los Estados Unidos, él proclamó que tenía como meta “transformar fundamentalmente a los Estados Unidos”. ¡Y vaya que lo ha logrado!, no solamente en el aspecto doméstico, sino también en el de las relaciones internacionales.
Casi de inmediato se embarcó en lo que algunos han denominado “la gira de las disculpas”, viajando a varias naciones en las cuales criticó el poderoso rol que ha jugado Estados Unidos en los asuntos internacionales. Prometió retirar las fuerzas estadounidenses de Irak y Afganistán, donde las largas y sangrientas guerras contra sus regímenes, auspiciadores del terrorismo, por fin habían forzado a los yihadistas islámicos a retroceder.
Pero, aún más desconcertante, Obama cambió dramáticamente las relaciones con los aliados de su país. Mientras la Primavera Árabe estallaba y recrudecía en el Medio Oriente, él se rehusó a apoyar al antiguo aliado de Estados Unidos, el presidente Hosni Mubarak, quien fue derrocado por la organización terrorista Hermandad Musulmana y su candidato Mohamed Morsi. (Morsi fue rápidamente depuesto de su cargo y reemplazado por el general militar Abdel Fattah el-Sisi, pero Obama se ha mantenido alejado de él también).
En el vecino Israel, las relaciones con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu rápidamente se transformaron: de frías pasaron a gélidas, para terminar siendo hostiles. La situación no mejoró en absoluto cuando se descubrió que Estados Unidos estaba espiando no solo a Israel, sino también a otros aliados cercanos como Alemania y Francia.
Mientras castigaba a los antiguos aliados de Estados Unidos, el presidente Obama inexplicablemente comenzó a recompensar a sus antiguos enemigos. Negoció un tratado con Irán (que tal vez sea el principal auspiciador del terrorismo en el mundo) que pavimenta el camino para que este país adquiera armas nucleares en los próximos diez años, y lo premió con miles de millones de dólares de fondos que se habían congelado debido a su aberrante conducta.
A la vez que negociaba los términos del programa nuclear de Irán, Obama trabajaba para normalizar las relaciones diplomáticas con Cuba, una dictadura comunista desde la década de los años sesenta. Cuba no dió nada a cambio y, muy por el contrario, aplicó enérgicas medidas contra los manifestantes a favor de la libertad justo antes del viaje del presidente norteamericano a la isla en marzo de 2016.
En dicho viaje Obama se permitió fotografiarse enfrente de un enorme mural del Che Guevara, héroe e ídolo de la izquierda, pero que en realidad fue un entusiasta promotor de Fidel Castro que supervisó o participó en la brutal ejecución de centenares de oponentes al régimen.
Posteriormente, durante ese mismo viaje y mientras visitaba Argentina, Obama les dijo a los estudiantes argentinos que existe escasa diferencia entre el comunismo, el socialismo y el capitalismo, y que solo tenían “que decidir cuál sistema funciona mejor” y adoptarlo. A continuación alabó a Cuba por proveer libre acceso a la educación y la salud.
La debilidad y el desentendimiento de Estados Unidos
El panorama que vemos ahora revela la debilidad y el desapego de Estados Unidos. Una y otra vez, los enemigos de esta nación han podido ver su falta de decisión y se han aprovechado de ella para ganar más poder e influencia. Una y otra vez, la respuesta de Estados Unidos ha sido débil o inexistente.
Citemos unos cuantos ejemplos de años recientes: en Ucrania, Rusiahizo todo lo posible para que Crimea, una estratégica península del mar Negro, se separara de Ucrania, después de lo cual fue anexada a Rusia. Esta procedió a equipar a otros rebeldes separatistas con armas y como resultado, una gran porción del este de Ucrania cayó bajo el control de las fuerzas aliadas de Moscú.
En el mar de la China Meridional, ubicado entre Filipinas, Malasia y Vietnam (por el cual circulan cada año 40 por ciento de los barcos mercantes del mundo), China ha estado construyendo nuevas islas sobre arrecifes previamente desocupados.
Después de excavar miles de toneladas de arena y apilarla sobre los arrecifes, China ha creado espacio para pistas de aterrizaje y también fortificaciones militares en estas nuevas islas declarando que son territorio chino, para proyectar su poder e influencia en la región a expensas de Japón, Filipinas y Estados Unidos. Hasta el momento, la respuesta de este último a tales acciones ha sido absolutamente insignificante.
Recientemente Corea del Norte amenazó reiteradamente a Estados Unidos con ataques nucleares, mientras ponía a prueba un nuevo dispositivo nuclear y nuevos misiles de
largo alcance.
Durante la guerra civil de Siria, el presidente de esta nación, Bashar al-Assad, cruzó la “línea roja” trazada por Obama en cuanto al uso de armas químicas contra la indefensa población civil. Nuevamente Obama no hizo prácticamente nada, excepto abrir la puerta a Rusia, que se ofreció para retirar las armas químicas del gobierno sirio. Esto les dio a los rusos la oportunidad de convertirse en activos participantes del conflicto sirio, a la par con Estados Unidos.
Rusia muy pronto adoptó un papel mucho más importante que el de Estados Unidos, movilizando tropas y armamento pesado y lanzando masivos ataques aéreos que por el momento parecen haber invertido el curso de las cosas y contribuido a mantener a Assad en el poder.
Pero esta no es la única región del Medio Oriente en la que Rusia ha expandido su influencia. Además de establecerse sólidamente en Siria, en cuya costa occidental ha fortalecido su presencia gracias a una enorme base naval desde donde proyecta su poder sobre el mar Mediterráneo, ha firmado acuerdos con Irán para ayudarle a construir más plantas nucleares y modernizar su ejército con armamentos rusos de última generación.
Mientras tanto, el caos imperante en todo el Medio Oriente continúa su curso como consecuencia del retiro de las fuerzas estadounidenses ordenado por Obama. Con el surgimiento del Estado Islámico, Irak y Siria muy bien pueden ser los últimos Estados que colapsen. Turquía ha sido invadida por cientos de miles de personas que escapan de estos países. Las caravanas de refugiados, entre los cuales se infiltran terroristas, intentan llegar a las costas de las islas griegas y de ahí a los países de la Unión Europea.
La Unión Europea, desesperada por evitar los problemas que ocasiona el masivo flujo de inmigrantes, recientemente accedió a pagarle a Turquía miles de millones de euros para que mantuviera a los refugiados en su territorio, además de concederles a millones de turcos el derecho a viajar libremente por los países de la comunidad — países de los cuales tal vez millones nunca van a regresar.
Ganadores y perdedores
En la opinión del senador Lieberman citada anteriormente, él describió el verdadero efecto de la inacción (o en algunos casos, de las acciones equivocadas) de Estados Unidos en el Medio Oriente.
“Después del éxito logrado con el considerable aumento de tropas estadounidenses en Irak, el posterior desentendimiento militar y político mostrado por Estados Unidos y su fracasado intento por intervenir y detener la masacre en Siria han conspirado para crear un vacío en el corazón del Medio Oriente. Este vacío ha sido explotado por las fuerzas antiestadounidensesmás peligrosas de la región: los fanáticos totalitarios suníes y la República Islámica de Irán.El resultado ha sido la creación de un santuario terrorista a una escala sin precedentes, y la dominación iraní sobre múltiples capitales árabes”.
Él continúa: “Esto es parte de un patrón más amplio. En años recientes y en demasiados lugares, Estados Unidos ha tratado a sus adversarios como socios indispensables a los cuales se les debe rendir pleitesía, mientras que por otro lado desdeña o denigra a sus aliados y socios tradicionales como si fueran un inconveniente o un obstáculo para la paz”.
¿Quiénes han sido los grandes ganadores como resultado de la inacción o de las acciones erróneas de Estados Unidos? Han sido Rusia, China y el fundamentalismo islámico — ninguno de los cuales aboga por la paz mundial y la libertad.
¿Quiénes han sido los grandes perdedores? Principalmente los Estados Unidos, Europa e Israel, aunque los perdedores finales pueden terminar siendo varias naciones más pequeñas ubicadas en la periferia de estos países: naciones débiles como Ucrania, los Estados bálticos, otras antiguasrepúblicas soviéticas, las Filipinas, y los sufridos pueblos de Oriente Medio.
Sin embargo, es obvio que por sobre todo estamos sufriendo un vacío de liderazgo. ¿Dónde están los líderes fuertes como Winston Churchill, Ronald Reagan o Margaret Thatcher? Han sido reemplazados por hombres y mujeres que creen que el mundo es mejor cuando ellos “lideran desde atrás” — lo que en realidad significa no liderar en absoluto y desperdiciar la oportunidad y obligación de influenciar al mundo para su bien.
Los líderes de Estados Unidos parecen haber perdido el sentido de las proporciones y de lo que es y no es el verdadero peligro. Mientras este país parece considerar más y más sus fuerzas militares como un gran experimento en ingeniería social (permitiendo que los homosexuales se enrolen y sirvan sin restricciones, promoviendo agresivamente las minorías y las mujeres, integrando a estas últimas a unidades de combate de primera línea, obligando a hombres y mujeres a compartir espacios comunes en barcos y submarinos, etc.), su poderío sigue en franco deterioro.
Estados Unidos se ha convertido en una nación cuyo presidente puede insistir en que el cambio climático es una amenaza mayor que el terrorismo global (¡e incluso que este último es causado por el primero!). Hace un año, líderes políticos y reporteros de medios de comunicación estaban obsesionados con los derechos de los homosexuales, y después con el siguienteescándalo: los derechos de los transgénero. Como observó irónicamente cierto comentarista, “¡Seguramente vamos a estar hablando de baños [públicos] para personas transgénero cuando los iraníes nos hagan desaparecer con un ataque nuclear!”
Después de analizar el caótico y lamentable escenario mundial, ¿puede alguien afirmar con toda seriedad que el abandono del liderazgo mundial por parte de Estados Unidos ha producido un mundo mejor, más próspero, sensato y estable?
Lo que en realidad está sucediendo: La historia desconocida
Pero ¿a qué se debe esta transición tan descomunal del poder mundial? Aunque usted no lo crea, lo que estamos viendo fue predicho en las páginas de su Biblia hace varios miles de años.
Entre una tercera y una cuarta parte de la Biblia está compuesta de profecías, muchas de las cuales se han cumplidocon una precisión verdaderamente asombrosa. Una gran parte de ellas tiene que ver con “el tiempo del fin” o “el fin del siglo”, que se refiere al fin de este periodo de malos gobiernos humanos sobre la Tierra y que llevará a desastrosas condiciones justo antes de que Jesucristo regrese para salvar al hombre de la autoextinción. (Para más información, solicite o descargue nuestro folleto gratuito ¿Estamos viviendo en los últimos días?).
Muchas de esas profecías también se relacionan con los descendientes actuales del antiguo reino de Israel, que fue conquistado por el Imperio asirio. Sus habitantes fueron llevados en cautividad alrededor de 700a. C., después de lo cual prácticamente desaparecieron de la historia. Pero mucho antes de que eso sucediera, Dios predijo que este mismo pueblo se convertiría en un poder dominante, bendecido con increíble prosperidad material y fuerza militar justo antes de la culminación de esta era.
¿Cómo puede ser eso posible? Increíblemente, la historia revela que este pueblo, que fue exiliado de su propia patria y adoptó las culturas foráneas de quienes los rodeaban en su nueva tierra, perdió el conocimiento de su verdadera identidad.
Al migrar hacia el occidente se establecieron en el noroeste de Europa y en las islas británicas, desde las cuales se esparcieron y con el tiempo formaron las naciones de Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelandia.
Estas naciones fueron bendecidas con abundantes recursos naturales, fértiles tierras agrícolas, grandes riquezas minerales y gente creativa e ingeniosa que contribuyó grandemente a la cultura global en áreas como la medicina, tecnología, educación y arte. También contribuyeron enormemente a la libertad mundial frente a la amenaza nazi durante la Segunda Guerra Mundial y a la de los comunistas durante la Guerra Fría y el conflicto coreano.
Pero ahora, como se manifiesta ampliamente alrededor del mundo, Estados Unidos y sus principales aliados básicamente han adoptado una posición de pasividad y repliegue. Han perdido su voluntad de ganar y ejercer su poder e influencia de la manera correcta.
Estados Unidos no ha ganado ninguna guerra importante desde la Segunda Guerra Mundial. La de Corea terminó en una tregua; Vietnam acabó con una vergonzosa retirada, que fue seguida de un régimen comunista; la primera guerra del Golfo contra Saddam Hussein en Irak concluyó con una rápida victoria, pero el dictador permaneció en el poder; la guerra en Afganistán y la segunda guerra en Irak también terminaron en victorias militares, pero a Estados Unidos le faltó la voluntad para terminar lo iniciado. Como consecuencia, ambas naciones se sumieron en el caos y la anarquía.
¿Por qué está sucediendo todo esto?
Pero ¿por qué? ¿Por quéestá ocurriendo todo esto? ¿Por qué no puede la fuerza militar más poderosa y avanzada del mundo derrotar a rebeldes armados con simples fusiles de asalto y bombas improvisadas colocadas en los caminos? La respuesta, si es que tenemos la disposición para entenderla, es el pecado. El mismo Dios que bendijo tan abundantemente a los descendientes de Israel y les prometió grandeza nacional, también les advirtió lo que pasaría si le daban la espalda a su Creador. Note lo que él dijo en Levítico 26:
“Si se conducen según mis estatutos, y obedecen fielmente mis mandamientos, yo les enviaré lluvia a su tiempo, y la tierra y los árboles del campo darán sus frutos . . . Yo traeré paz al país, y ustedes podrán dormir sin ningún temor . . . Perseguirán a sus enemigos, y ante ustedes caerán a filo de espada . . . Yo les mostraré mi favor. Yo los haré fecundos. Los multiplicaré, y mantendré mi pacto con ustedes . . . Estableceré mi morada en medio de ustedes, y no los aborreceré. Caminaré entre ustedes. Yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo” (vv. 3-12, Nueva Versión Internacional).
Las principales naciones de habla inglesa que descienden del antiguo Israel recibieron estas magníficas bendiciones durante los últimos siglos. La mayoría de ellas sabían de dónde venían estas bendiciones y reconocían con gratitud a Dios como su benefactor. Los Estados Unidos y Canadá incluso establecieron feriados nacionales para este propósito.
Pero entonces comenzaron a producirse cambios sociales sin precedentes. En 1962 y 1963, la Corte Suprema de los Estados Unidos declaró que las oraciones y la lectura de la Biblia en las escuelas eran inconstitucionales. En 1973, la misma corte legalizó el aborto, lo cual se ha traducido en el asesinato de decenas de millones de bebés en gestación. En 2015, esta corte promulgó la legalidad del matrimonio homosexual.
Estas cuatro decisiones dieron por tierra con los antiguos estándares morales y sociales consagrados por las leyes estatales durante muchas décadas. Las cuatro declararon el desprecio de los jueces y de la sociedad por Dios y su Palabra.
Ahora que Dios ha sido eliminado de la vida pública y el asesinato y la perversión han sido legalizados, no es de extrañarse que la hostilidad hacia Dios haya seguido aumentando a pasos agigantados. En la actualidad, quienes defienden los estándares morales bíblicos frecuentemente son condenados y tildados de “intolerantes”, “homofóbicos” y “aborrecedores”.
Cosechamos lo que sembramos
Como demuestran estos ejemplos, algunos quieren eliminar a Dios o pretender que no existe. Pero ¿cuál es la respuesta de Dios? “No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra” (Gálatas 6:7, NVI).
Y así es. Al negar a Dios y rechazar voluntariamente sus leyes, Estados Unidos está cosechando lo que ha sembrado. El Eterno nos advierte en Levítico 26: “Pero si no me oyereis, ni hiciereis todos estos mis mandamientos, y si desdeñareis mis decretos, y vuestra alma menospreciare mis estatutos, no ejecutando todos mis mandamientos, e invalidando mi pacto, yo también haré con vosotros esto: . . .”(vv. 14-16).
¡La lista de maldiciones que sigue a continuación se parece mucho a los titulares que leemos cada día!
“Enviaré sobre vosotros terror, extenuación y calentura, que consuman los ojos y atormenten el alma; y sembraréis en vano vuestra semilla, porque vuestros enemigos la comerán” (v. 16).
¿Cuántas veces leemos la palabra “terror” en los titulares diarios? ¡Dios predijo esto hace casi 3500 años! ¿Y qué hay de las extrañas enfermedades que nos consumen y causan tanta angustia? El virus del Zikaes solo uno de los males que nos aquejan en la actualidad. Nuestros hospitales están plagados de nuevas infecciones, resistentes a la mayoría de los antibióticos. En Estados Unidos están reapareciendo enfermedades que se habían erradicado hace muchísimo tiempo, como la tuberculosis, debido en gran parte a que su gobierno permite la entrada a miles de inmigrantes contagiados.
“Pondré mi rostro contra vosotros, y seréis heridos delante de vuestros enemigos; y los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros, y huiréis sin que haya quien os persiga” (v. 17).
¿Por qué de repente ha perdido Estados Unidos tanto respeto y buena reputación en el mundo? ¿Por qué sus enemigos ya no le temen, sino que se burlan de él? Los terroristas y naciones terroristas como Corea del Norte e Irán amenazan abiertamente con atacar a esta nación mediante armas de destrucción masiva. Incluso Fidel Castro, el exdictador, ¡ridiculizó al presidente Obama y se mofó de él apenas unos días después de que este visitara La Habana!
Dios sigue diciendo: “Y si aun con estas cosas no me oyereis, yovolveré a castigaros siete veces más por vuestros pecados. Y quebrantaré la soberbia de vuestro orgullo . . . Vuestra fuerza se consumirá en vano . . .” (vv. 18-20).
Como se mencionó anteriormente, Estados Unidos tiene el potencial militar más poderoso y avanzado del mundo. Sin embargo, no ha ganado ninguna guerra de importancia en décadas. En los últimos diez años, una vez más ha sido derrotado por guerrillas que carecen de suficientes combatientes y armamentos. Todavía tiene enorme poder pero ya no lo utiliza, ya sea por miedo, culpa, por ser políticamente correcto, o simplemente porque sus líderes ya no creen en el valor de su causa.
¡Y el resultado es un vacío de poder increíblemente peligroso, al cual las fuerzas del caos y la oscuridad se dirigen precipitadamente!
¿Qué hará usted?
Nada de esto tiene sentido — hasta que uno se da cuenta de que en todo ello hay involucradas poderosas fuerzas y leyes espirituales, que cuando se transgreden perjudican al transgresor. De hecho, Estados Unidos está cosechando lo que ha sembrado, ¡y negarlo no elimina las atroces consecuencias!
Esta nación ha emprendido un largo y tenebroso camino, y también el resto del mundo. La profecía bíblica revela a dónde se dirige tal camino: a un horrendo final donde, de no ser por la directa intervención de Dios, la vida humana será exterminada en toda la faz de la Tierra (Mateo 24:21-22).
Pero usted no tiene que encaminarse por el mismo sendero, porque se le está ofreciendo uno muy distinto y mucho mejor, que le está siendo revelado en esta revista y en las páginas de su Biblia. En vez de una vida carente de propósito, puede llenar ese vacío con el entendimiento y el poder verdadero que solamente procede de Dios.
¡Esperamos y oramos que usted escoja sabiamente!