Un Rey que rescatará a la humanidad
¿Por qué pareciera ser que nuestros gobiernos son incapaces de solucionar los problemas que nos aquejan, y que incluso podrían convertirse en la causa de más problemas? La corrupción es una plaga entre los gobiernos del mundo, y los conflictos entre gobiernos parecen descontrolarse vertiginosamente mientras nuestro mundo se vuelve un lugar cada vez más peligroso.
Las estadísticas, y las historias humanas detrás de ellas, son horrorosas. Tiranos y líderes políticos de todas las tendencias han hecho pasar hambre, engañado, robado, reprimido, encarcelado, torturado, violado y asesinado a sus propios ciudadanos.
Por ejemplo, algunos cálculos afirman que el difunto dictador de Corea del Norte, Kim Jong Il, fue responsable de la muerte de 4 millones o más de sus propios ciudadanos, una estadística increíble considerando que bajo su gobierno la población era de tan solo 23 millones. Mientras que él exigía que su pueblo malnutrido presenciase las ejecuciones públicas de personas que habían sido sorprendidas robando comida o tratando de huir del país, él mismo continuó gastando extravagantemente para sostener su estilo de vida lleno de lujos.
Lamentablemente, hoy en día podemos encontrar muchos relatos más como ésta, que tuvieron lugar a lo largo de la historia. Piense en Suharto, quien, según se calcula, desfalcó entre 15 y 35 mil millones de dólares durante su gobierno en Indonesia, y José Stalin, quien mató a miles dentro de la Unión Soviética durante sus purgas e hizo morir de hambre a millones más con la peor hambruna diseñada por el hombre en toda la historia.
Antes de ellos hubo muchísimos otros, comenzando con Nimrod y siguiendo con Nabucodonosor, Nerón y Napoleón, que gobernaron con el poder y la corrupción que parecieran inevitablemente venir siempre de la mano.
¡Pero Jesucristo promete una solución a todos estos problemas de liderazgo humano y de gobiernos humanos! Él regresará a la Tierra y ha prometido establecer un sistema de gobierno perfecto, que satisfará eficazmente las necesidades de todos. En este mini-estudio exploraremos estas maravillosas noticias contenidas en la Biblia acerca de un verdadero Rey ¡que volverá para rescatar a toda la humanidad!
Jesucristo es conocido comúnmente como nuestro Salvador. ¿Qué otros roles y títulos importantes tendrá él, de acuerdo a la profecía?
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo del Eterno de los ejércitos hará esto” (Isaías 9:6-7).
“Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin” (Lucas 1:32-33).
“Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ‘¿Eres tú el Rey de los judíos?’ Jesús le respondió: ‘¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?’ Pilato le respondió: ‘¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?’
“Respondió Jesús: ‘Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí’. Le dijo entonces Pilato: ‘¿Luego, eres tú rey?’ Respondió Jesús: ‘Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz’” (Juan 18:33-37).
Jesús vino por primera vez para dar su vida y convertirse en nuestro Salvador. Pero, tal como él dijo (y como también proclamaron los profetas y ángeles del Antiguo Testamento), él nació para ser Rey. Su segunda venida destacará este rol, mientras que su gobierno y paz seguirán extendiéndose eternamente (Isaías 9:7).
El “trono de David” tenía un significado mesiánico. (Jeremías 23:5-6; compare con Isaías 11:1, 10 y Daniel 7:14). Simbolizaba no solo el gobierno sobre una nación, sino que el mismo Reino de Dios, que se expandirá hasta abarcar a todas las naciones.
¿Cómo será el mundo justo antes del regreso de Cristo?
“Porque vendrán muchos en mi nombre . . . y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores” (Mateo 24:5-8). El engaño religioso, las guerras, hambrunas y enfermedades epidémicas mencionadas en los versículos 5-8 ilustran y ayudan a explicar los cuatro jinetes del Apocalipsis descritos en Apocalipsis 6:1-8. (Usted puede aprender más acerca de ellos en nuestro folleto gratuito El Apocalipsis
sin velos).
Más adelante, los versículos 21-22 describen un tiempo de conflicto mundial nunca antes visto, llamado la Gran Tribulación. El versículo 22 también afirma que en aquel tiempo la humanidad tendrá la capacidad de borrarse a sí misma de la faz de la Tierra, algo que no era posible antes de la invención de las armas nucleares. Junto con el incremento de los peligros en nuestro mundo, podemos ver que estamos acercándonos rápidamente a este aterrador periodo.
¿Cuáles son las buenas noticias que Jesús y la Iglesia del Nuevo Testamento predicaron?
“Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: ‘El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio’” (Marcos 1:14-15).
“Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos” (Lucas 9:1-2).
“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).
“Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento” (Hechos 28:30-31).
El término evangelio se deriva de una antigua palabra griega que significa “buenas noticias”. Jesucristo, sus discípulos originales, el apóstol Pablo y otros miembros de la Iglesia de Dios del primer siglo que recibieron el cometido de predicar, sin excepción proclamaron las mismas buenas noticias: que Cristo regresaría a establecer el gobierno de Dios, ¡el Reino mismo de Dios! Esto no solo impedirá la aniquilación de la raza humana, sino que dará inicio a una etapa de paz y prosperidad que se extenderá por toda la Tierra.
¿Cómo será anunciado el regreso de Cristo?
“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: ‘Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos’” (Apocalipsis 11:15).
“De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso” (Apocalipsis 19:16).
¿Qué hará el Rey de reyes cuando regrese?
“Después saldrá el Eterno y peleará con aquellas naciones [que se oponen a su venida], como peleó en el día de la batalla. Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur . . .
“Y el Eterno será rey sobre toda la tierra. En aquel día del Eterno será uno, y uno su nombre [quiere decir que solo el Eterno y solo su nombre serán el centro de adoración y obediencia] . . . Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, al Eterno de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos” (Zacarías 14:3-4, 9, 16).
Después de derrotar a los ejércitos engañados de la Tierra, quienes intentarán inútilmente detener su regreso, Jesucristo tomará posesión de su cargo como “rey sobre toda la Tierra” (v. 9). Luego él comenzará un esfuerzo masivo para enseñar el camino de paz a todas las naciones y reparar un mundo destrozado por las guerras. (Nos referiremos a ello en otros estudios futuros).
¿Por qué será el enfoque de liderazgo de Jesucristo tan diferente a lo que ha conocido este mundo?
“Entonces Jesús, llamándolos, dijo: ‘Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos’” (Mateo 20:25-28)
La motivación y los métodos de liderazgo de Jesús jamás son egoístas. De hecho, él lo entregó todo—¡incluso su vida! Todo lo que él hace es para el eterno beneficio de aquellos que sirve. En un próximo estudio examinaremos más detalladamente cómo Cristo está entrenando a su pueblo para servir a otros en el futuro.
En esta lección hemos visto que Jesucristo regresará como un verdadero Rey, ¡para establecer el Reino de Dios! En estudios futuros exploraremos más acerca de este foco central de la Biblia y la única verdadera esperanza para la humanidad: las buenas noticias del Reino de Dios. ¡La realidad revelada en las Escrituras es un sueño que se hará realidad, y que superará incluso nuestras expectativas más increíbles!
Ponga en práctica lo que ha aprendido ahora
Al referirse a los conflictivos tiempos que tendrán lugar justo antes de su regreso, Jesucristo les dijo a sus seguidores:
“Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lucas 21:36). El contexto de este pasaje indica que hay dos aspectos sobre los que debemos velar y orar: las condiciones del mundo y nuestra condición espiritual personal.
Cuando usted lea o escuche las noticias mundiales de la actualidad, anote aquellos elementos que muestran la gravedad de nuestros tiempos y háblele a Dios sobre ellos en oración. Cristo nos enseñó a orar “Venga tu reino” (Lucas 11:2). Y ore también para que Dios lo ayude a hacer cambios espirituales en su vida. Comprométase a velar y orar cada día por estos dos aspectos que hemos mencionado. BN