¿Qué hay detrás del brutal baño de sangre perpetrado por Hamás? El 11 de septiembre de Israel

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¿Qué hay detrás del brutal baño de sangre perpetrado por Hamás?

El 11 de septiembre de Israel

Como en cualquier gran ciudad, en Jerusalén es normal oír sirenas a cualquier hora del día. Pero esto era diferente: en lugar de disiparse en uno o dos minutos, estas sirenas seguían ululando, perturbando la paz de la madrugada del sábado.

Al abrir la ventana de mi habitación de hotel para tratar de entender a qué se debía el ruido, oí una docena de explosiones sordas en menos de un minuto. Había visto suficientes noticias como para reconocer inmediatamente lo que estaba ocurriendo: las sirenas alertaban a los habitantes de Jerusalén sobre una oleada de misiles procedentes de la Franja de Gaza, gobernada por Hamás, y las explosiones se debían a la Cúpula de Hierro, el sistema defensivo israelí que estaba interceptando y haciendo estallar esos misiles antes de que pudieran alcanzar la ciudad.

Una experiencia surrealista

Mi esposa y yo nos hallábamos en Jerusalén como parte de un grupo de 178 miembros de nuestra iglesia que viajó a Israel para celebrar dos festivales bíblicos: la Fiesta de los Tabernáculos y el día santo inmediatamente posterior. Durante los siete días anteriores habíamos visitado muchos lugares bíblicos y celebrado el advenimiento futuro del reino milenario de Jesucristo, representado por esta fiesta. En vista de las circunstancias, el grupo fue llevado a la sala de reuniones y refugio del sótano, donde celebraríamos nuestro último servicio religioso.

Uno de los himnos que cantamos, “Dios de toda nación”, fue especialmente conmovedor. Su última estrofa clama a Dios con estas palabras: “Mantén viva en nosotros la visión [de] que guerras ya no habrá; Cuando el odio y la división paso al amor darán; Hasta que nazca el día [en] que en la Tierra habrá paz; Cristo tendrá victoria, por siempre habrá solaz”.

Nos encontrábamos, al menos en gran parte, frente a un apagón informativo debido a lo que a menudo se ha descrito acertadamente como “la niebla de la guerra”. Sin embargo, sabíamos que las condiciones eran graves, así que la mayoría de nuestro grupo se apresuró a hacer planes para cruzar la frontera con la vecina Jordania y regresar a casa en vuelos a través de Amán, en lugar de arriesgarse a que se cancelaran los vuelos que salían del único aeropuerto principal de Israel. Resultó ser una sabia decisión, ya que solo unos pocos pudieron volar esa tarde. Otros acabaron varados en Tel Aviv o Jerusalén durante varios días, sin tener adónde ir.

No teníamos idea de que en el transcurso de ese día más de 1300 hombres, mujeres y niños israelíes estaban siendo masacrados, violados y desmembrados por los fanáticos terroristas islámicos de Hamás procedentes de Gaza, que habían invadido amplias zonas del sur de Israel en un ataque espantosamente brutal. Entre las víctimas había docenas de niños pequeños y bebés, y al menos una anciana en silla de ruedas. Más de 260 adultos jóvenes fueron masacrados en un concierto al aire libre, y más de 3300 resultaron heridos, muchos de gravedad.

Una larga historia de violencia

Esta no fue mi primera experiencia con el derramamiento de sangre en el Cercano Oriente. En un viaje anterior, Darris McNeely (escritor y presentador de televisión del programa Beyond Today) y yo habíamos pasado un tiempo en Israel antes de cruzar la frontera para volar desde Amán de regreso a casa.   Pero en nuestra última noche en Amán, fuimos sacudidos de nuestro sueño por los golpes en la puerta de nuestra habitación y los gritos de un empleado del hotel que decía: “¡Despierten! ¡Salgan! Debemos evacuar!”

Nos llevaron rápidamente escaleras abajo al aire frío de la noche, hasta un descampado cercano. Allí, mientras registraban el hotel, nos enteramos de que unos terroristas suicidas habían detonado sus chalecos explosivos en tres hoteles cercanos, matando y mutilando a cientos de personas inocentes. Muchas de las víctimas se habían reunido para celebrar una boda que súbitamente se convirtió en una tragedia nacional.

Para muchos, esta crueldad sin sentido es incomprensible. Sin embargo, Israel y sus vecinos han sufrido décadas de esta barbarie. ¿Qué hay detrás de tal salvajismo?

Aunque la guerra y el asesinato son tan antiguos como la raza humana, esta región tiene un largo historial de brutalidad, donde ciudades-Estado e imperios se enfrentan por el control. La propia Biblia registra el auge y caída de los imperios egipcio, israelita, asirio, babilónico, persa, griego y romano que en ocasiones dominaron la zona.

Pero fue necesario el ascenso del islam en la última parte del  siglo 600 para que esta región se embarcara en un estado de guerra prácticamente permanente que ha durado siglos y continúa hasta nuestros días, y que desempeñó un papel clave en esta reciente matanza.

La nueva y sangrienta religión de Mahoma

Pocos occidentales han leído el libro sagrado del islam, el Corán, dictado por Mahoma a sus seguidores. Si lo hicieran, probablemente se escandalizarían de sus reiteradas instrucciones de librar la yihad –la guerra santa– contra los no musulmanes. Sus incitaciones incluyen muchas exhortaciones como estas (fuente: islamhouse.com):

-“Y que no piensen quienes rechazan la verdad que pueden esquivar Nuestro castigo, pues nunca podrán escapar de él. No tienen salvación. Y preparad contra ellos todas las fuerzas que podáis, incluyendo caballos entrenados para la guerra, para amedrentar al enemigo de Al-lah . . .” (sura 8:59-60).

- “¡Combatidles!, Al-lah los castigará con vuestras manos, los humillará . . .” (sura 9:14).

- “Y combatidles hasta que no haya más persecución contra la religión y no se adore más que a Al-lah” (sura 2:193).

- “¡Oh, creyentes!, no toméis a los judíos y a los cristianos por protectores y aliados . . . Y quien los tome por protectores y aliados será uno de ellos” (sura 5:51).

- “Si no salís a combatir, Al-lah os infligirá un castigo doloroso y os sustituirá por otras gentes . . . Salid a luchar . . . y combatid con vuestros bienes y vuestras vidas por la causa de Al-lah” (sura 9:39-41).

- “¡Oh, creyentes!, combatid con dureza a los incrédulos que se hallen cerca de vosotros y sabed que Al-lah está con quienes Lo temen” (sura 9:123).

- “Y cuando os enfrentéis contra quienes niegan la verdad (en el campo de batalla), matadlos. Después, cuando estén sometidos y derrotados, tomad prisioneros” (sura 47:4).

Al llevar a cabo la masacre sorpresiva de más de 1300 personas, los terroristas islámicos de Hamás hicieron exactamente lo que les dice su libro sagrado: decapitaron a israelíes capturados, incluso a bebés, y se llevaron a Gaza a más de 200 rehenes. (En las últimas décadas, los yihadistas musulmanes han recitado estos mismos versículos en videos mientras grababan las decapitaciones de sus víctimas: simplemente estaban citando lo que su libro sagrado les dice que hagan).

La breve y mortífera historia de Hamás

Hamás es una rama de la Sociedad de Hermanos Musulmanes [o Hermandad Musulmana] establecida en Gaza en 1946, antes de que existiera el moderno Estado de Israel. Hamás se constituyó oficialmente en 1987 y llevó a cabo sus primeros atentados suicidas unos años más tarde. Debido a sus ataques contra civiles, la mayoría de las naciones occidentales han designado a Hamás como organización terrorista. A lo largo de su sangrienta historia, Hamás ha lanzado cientos de ataques contra los israelíes, matando e hiriendo a miles de personas.

Israel tomó el control de Gaza, gobernada por Egipto y ubicada a lo largo de la frontera suroeste de Israel, tras derrotar a Egipto en la guerra de los Seis Días de 1967, pero se retiró en 2005 y entregó la zona al autogobierno de la Autoridad Nacional Palestina. Al año siguiente, Hamás ganó las primeras elecciones y en 2007 tomó el control total de Gaza, llegando incluso a participar en una breve guerra civil para expulsar a Fatah, la facción contrincante. Esto sentó las bases para un ciclo de reiterados ataques con cohetes y morteros de Hamás contra los asentamientos israelíes cercanos, lo que provocó represalias militares israelíes y aún más muertes.

Ahora Hamás ha lanzado sus ataques más sangrientos contra la población civil de Israel. Si queremos poner las cifras de víctimas en perspectiva, los desastrosos atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos mataron a casi 3000 estadounidenses. Si comparamos el número de habitantes de esta nación con la población de Israel y la cantidad de personas asesinadas recientemente por Hamás, el total de víctimas aquel 11 de septiembre equivaldría a 40 000 estadounidenses muertos, y mucho más de 100 000 heridos. ¡Estas cifras son escalofriantes! Casi todas las familias israelíes conocen personalmente a alguien muerto o herido en estos ataques.

Desde que tomó el control de Gaza, Hamás no ha permitido más elecciones. Su estado de guerra casi constante con Israel ha provocado grandes penurias y sufrimientos a la población de Gaza. Ellos también han sido víctimas de Hamás, y muchos más sufrirán mientras Israel intenta erradicar a los dirigentes terroristas de Hamás.

¿Cuál es el objetivo de Hamás?

Aunque Hamás ha intentado presentar públicamente una imagen de moderación, en el fondo sigue siendo una organización terrorista dedicada a la erradicación por la fuerza del Estado de Israel, como se afirma claramente en su Carta Fundacional. Estos extractos exponen claramente sus intenciones (énfasis nuestro en todo el texto):

- “Israel existirá y seguirá existiendo hasta que el islam lo borre, igual que borró a otros antes que él”.

- “El Movimiento de Resistencia Islámica . . . se esfuerza por izar la bandera de Alá sobre cada centímetro de Palestina” (lo que para Hamás significa toda la tierra de Israel).

- “No hay solución para la cuestión palestina si no es a través de la yihad. Todas las iniciativas, propuestas y conferencias internacionales son una pérdida de tiempo y vanos esfuerzos”.

- “Ante la usurpación de Palestina por los judíos, es obligatorio izar la bandera de la yihad.

El lema de Hamás es: “Alá es su objetivo, el Profeta es su modelo, el Corán su constitución: La yihad es su camino y la muerte por el bien de Alá es el más sublime de sus deseos.

La Autoridad Nacional Palestina, que gobierna Cisjordania, no es mucho mejor. El Pacto Palestino, que expone su ideología, afirma en su artículo 9: “La lucha armada es la única forma de liberar Palestina . . . El pueblo árabe palestino afirma su absoluta determinación y su firme resolución de continuar su lucha armada y de trabajar por una revolución popular armada para la liberación de su país . . .”

El meollo del asunto, como demuestran estas declaraciones, es la existencia misma de Israel. Tanto la Carta Fundacional de Hamás como el Pacto Nacional Palestino llaman a librar una violenta yihad hasta que la región quede étnicamente limpia de judíos e Israel deje de existir.

Cuando nos dicen quiénes son, hay que creerles

Dado que pocos occidentales han leído alguna vez el Corán o los estatutos de Hamás, la mayoría encuentra incomprensible semejante manera de pensar. Por tanto, no pueden comprender qué podría motivar estos ataques tan horrendos. Pero cuando Hamás y sus partidarios nos dicen claramente lo que piensan y lo que los motiva, deberíamos creer sus propias y reveladoras declaraciones.

El nombre Hamás es un acrónimo árabe de Harakat al-Muqawama al-Islamiya, que significa “Movimiento de Resistencia Islámica”. Este acrónimo también tiene un significado propio. La palabra árabe hamas suele definirse como “celo” o “fuerza y valentía bélicas”, pero se deriva de connotaciones más antiguas de fuerza o severidad.

La lengua árabe está emparentada con el hebreo antiguo y deriva en gran medida de él (ya que muchas de las tribus árabes descienden de Ismael, hijo del patriarca bíblico Abraham). Así que no debería sorprendernos saber que hamas es también una palabra hebrea que aparece en la Biblia. Significa “violencia, destrucción, malicia, crueldad, ferocidad” (Mounce’s Complete Expository Dictionary of Old and New Testament Words [Diccionario expositivo completo de palabras del Antiguo y Nuevo Testamento de Mounce]). ¡Qué nombre tan apropiado para una organización terrorista!

En una entrevista el 8 de octubre, al día siguiente de los atentados de Hamás, uno de sus altos funcionarios, Ali Baraka, resumió sucintamente el enorme contraste de mentalidad entre los seguidores de Hamás y los israelíes: “Los israelíes tienen fama de amar la vida. Nosotros, en cambio, nos sacrificamos. Consideramos a nuestros muertos como mártires. Lo que más desea cualquier palestino es ser martirizado por Alá, defendiendo su tierra”.

Un hadiz (dicho tradicional atribuido a Mahoma) particularmente siniestro y que se cita con frecuencia, afirma: “El Día del Juicio no llegará hasta que los musulmanes luchen contra los judíos, cuando el judío se esconderá detrás de piedras y árboles. Las piedras y los árboles dirán: ¡Oh, musulmanes . . . hay un judío detrás de mí, venid y matadle!”

De acuerdo a la manera de pensar de los terroristas de Hamás que asesinaron a tantos israelíes aquel horroroso día, simplemente estaban cumpliendo sus objetivos y acelerando el momento que según ellos creen fue predicho por su profeta, cuando el islam gobernará el mundo entero.

El Cercano Oriente, “zona cero” de la profecía bíblica

Jerusalén e Israel son “la zona cero” de la profecía bíblica y el centro neurálgico de los acontecimientos proféticos del tiempo del fin que conducirán al regreso de Jesucristo. Al entrar a imprenta este número de Las Buenas Noticias, se desconocen muchas cosas. Esta guerra podría ampliarse drásticamente de la noche a la mañana si Siria, Hezbolá (con sede en el Líbano) o Irán intervienen para luchar en solidaridad con Hamás. Esto podría atraer a potencias occidentales como Estados Unidos, especialmente si Hamás retiene como rehenes a ciudadanos de más de 20 países.

Sea cual sea el resultado de esta guerra, una cosa es segura: habrá más guerra, violencia y devastación en el futuro. Esto ha sido predicho desde hace mucho tiempo en las páginas de su Biblia.

El Salmo 122:6 nos dice, “Oren por la paz de Jerusalén” (Nueva Traducción Viviente). Todos deberíamos orar por la paz de este territorio y de este pueblo largamente atormentados, una paz que llegará con el regreso de Jesucristo al monte de los Olivos que domina la ciudad. Esta sufrida ciudad seguirá experimentando violencia y derramamiento de sangre hasta ese momento.

Mientras tanto, debemos consolarnos con las palabras de Cristo registradas en Lucas 21:28: “Por lo tanto, cuando todas estas cosas comiencen a suceder, pónganse de pie y levanten la mirada, ¡porque la salvación está cerca!” (NTV) ¡Únase a nosotros en oración para que ese día llegue pronto!  BN