La segunda venida prometida de Cristo:: ¡La solución definitiva a los problemas de la humanidad!

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La segunda venida prometida de Cristo:

¡La solución definitiva a los problemas de la humanidad!

Bienvenido a la octava lección de la serie “La profecía bíblica y usted”.

El fallecido locutor estadounidense Paul Harvey solía decir en su programa radial News and Commentary (Noticias y comentarios) que la historia que más le hubiera gustado transmitir era la segunda venida de Jesucristo. En efecto, este será el acontecimiento más grandioso de toda la historia — ¡el momento culminante para el planeta Tierra!

La sexta lección en esta serie acerca de la profecía se enfocó en la primera venida de Cristo –su nacimiento, vida, muerte y resurrección– cuando “aquel Verbo fue hecho carne” (Juan 1:14). Como vimos, la Biblia contiene muchas profecías acerca de su primera venida. ¡Pero la Biblia tiene casi tres veces más profecías acerca de su segunda venida!

Hasta la muerte y resurrección de Cristo, comúnmente se creía que el Mesías vendría solo una vez y que las profecías mesiánicas se referían solo a un grupo de eventos en vez de dos (a pesar de que algunos argumentaban que habría dos o tres personajes mesiánicos que cumplirían los diferentes pasajes). Como la mayoría de los creyentes en las Escrituras esperaban que el Mesías proveniente del linaje del rey David fuera un rey conquistador, no reconocieron a Jesús como el Mesías.

Hoy en día mucha gente comete un error similar, pero a la vez distinto, al pensar que Jesucristo vino solo una vez y que no regresará nuevamente. Pero ¿cómo puede alguien profesar que confía en la Biblia y no creer en las numerosas profecías y promesas de que Cristo regresaría para establecer su reino en la Tierra?

Como vimos en la última lección, Jesús mismo prometió “vendré otra vez”. Sin embargo, cuando él regrese, la mayoría de la gente estará tan engañada y confundida por las enseñanzas falsas, que lo rechazarán. ¡Ojalá que este no sea su caso!

¡Tal vez ningún otro tema de estudio sea tan emocionante como el del regreso de Cristo! La verdad de todo lo que pasará en ese tiempo es más espectacular que cualquier relato ficticio.

Un voluntario estadounidense que trabaja en Jordania comparte su perspectiva: “Durante este último año, en el cual he vivido y trabajado en Jordania, me ha sido imposible ignorar el conflicto israelí-palestino. La mayoría de la gente que vive en Jordania es palestina y no tiene ningún reparo en expresar sus fuertes convicciones y sentimientos de rabia en contra de los ‘sionistas’.

“He conocido a mucha gente maravillosa en Jordania, gente hospitalaria y cariñosa que está dispuesta a entregarte todo lo que tiene. Por eso mismo, siempre me sorprende, atemoriza y entristece profundamente ser testigo del odio que un grupo de personas puede tener por otro. Esa perspectiva y pasión es traspasada de generación en generación. Veo aquí en este territorio la herencia de un conflicto antiguo que se remonta al tiempo de Isaac e Ismael. Veo cuán difícil es para la gente perdonar, reconciliarse y amar a sus vecinos.

“Sé que este conflicto nunca acabará a menos que Cristo regrese a la Tierra y establezca su reino, hasta que los corazones de todas las personas sean cambiados y sus ojos estén enfocados en Dios. Será maravilloso ver a la gente y las naciones aprendiendo a vivir, trabajar y jugar juntas en paz bajo el gobierno del Reino de Dios, cuando la ley del amor sea enseñada a todos los pueblos y prevalezca sobre todo el planeta. ¡Espero con ansias aquel día en que toda la gente adquiera el entendimiento y la esperanza de la Palabra de Dios con los cuales he sido bendecido!”

La profecía bíblica nos entrega entendimiento

Las profecías bíblicas son importantes porque son revelaciones de Dios. “Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21).

Dios inspiró a muchos profetas y apóstoles a escribir profecías sobre la venida de un glorioso Mesías y “Salvador del mundo” (1 Juan 4:14).

Los primeros profetas bíblicos carecían de un pleno entendimiento de cómo serían cumplidas sus profecías. Muchas de las preguntas que se hacían no recibieron respuesta. ¡Incluso los ángeles anhelaban entender mejor! (1 Pedro 1:10-12). Ha sido a través de Jesucristo, sus apóstoles y la Iglesia que los seres humanos y ángeles han logrado finalmente comprender el “misterio” del plan de Dios y el rol central de Jesucristo en ese plan mediante su primera y segunda venidas (Efesios 3:8-10).

En referencia al entendimiento espiritual disponible para nosotros a través de la Biblia, Jesús dijo: “Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron” (Mateo 13:16-17).

Recuerde que el conocimiento solo tiene valor si se utiliza y pone en práctica. Además, tenga en cuenta que numerosos acontecimientos y gente del tiempo del fin vinculados al regreso de Cristo no serán abordados en esta breve lección. Muchos de ellos serán discutidos en otras lecciones.

Tomemos nota ahora de varias profecías importantes y su cumplimiento.

¿Prometió Jesús que regresaría “con poder y gran gloria”?

“E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria” (Mateo 24:29-30).

Él dijo que regresaría después de la gran tribulación y después de las señales celestiales. Además dijo que, en vez de acogerlo, “¡lamentarán todas las tribus de la tierra!”

¿Qué mensaje predicaron regularmente Jesús y los apóstoles?

“Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios” (Marcos 1:14).

Su mensaje fue “el evangelio del reino de Dios”. El foco central del Nuevo Testamento es la emocionante anticipación del Reino de Dios venidero (o, como se le llama con frecuencia en el libro de Mateo, “el reino de los cielos”) y cómo podemos formar parte de él. La palabra griega que se traduce como “evangelio” significa buenas noticias. ¡Y el mensaje de ese reino y cómo podemos entrar en él es verdaderamente la mejor noticia que podríamos recibir!

¿Qué es el Reino de Dios? Es el gobierno directo de Dios sobre toda la Tierra, que de acuerdo a la Biblia comenzará con el regreso de Jesucristo como Rey de reyes. De esta manera, ¡cada profecía bíblica acerca de condiciones pacíficas y utópicas futuras está basada en la certera promesa de que Cristo regresará para establecer dichas condiciones! (En otras lecciones explicaremos más acerca del Reino de Dios y sus primeros mil años, periodo frecuentemente llamado el Milenio).

¿De qué se trataban la mayoría de las parábolas?

“Él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado . . .”

“Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino . . .

“Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo . . .”

“Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo . . .”

“Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado . . .”

“El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo . . .”

“Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad . . .”

“Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga. Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas . . .”

“Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces . . .”

“Él les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas” (Mateo 13:11, 19, 24, 31, 33, 38, 41, 43-45, 47, 52).

La mayoría de las parábolas de Jesús fueron “parábolas del reino”, que entregan numerosos detalles sobre el Reino de Dios. Parábolas tales como la del hombre que se fue lejos y luego regresó (Mateo 25:14) y la de un hombre noble que “se fue a un país lejano” y más tarde regresó (Lucas 19:12), se refieren claramente a Jesús yendo al cielo y luego regresando a la Tierra.

¿Cuál será una de las primeras cosas que hará Cristo cuando regrese?

“Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:13-17).

¡Él resucitará (traerá nuevamente a la vida) a los santos fallecidos y cambiará a los santos vivos a la vida inmortal! (En la Biblia, la palabra santo se refiere a cualquier seguidor verdadero de Cristo, aquel que es guiado por el Espíritu Santo). Como la voz de mando y la trompeta de este pasaje muestran, no habrá nada secreto acerca del regreso de Cristo. Y como otras escrituras también muestran, ¡será una escena espectacular! (Vea también 1 Corintios 15 para una explicación más profunda de la resurrección).

Se nos dice que “velemos” mientras esperamos el regreso de Cristo. ¿Qué significa esto?

“Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.

“¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.

“Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mateo 24:42-51).

Velar significa que debemos mantenernos espiritualmente despiertos y vigilantes en cuanto a nuestra condición espiritual y los acontecimientos que señalarán el retorno de Cristo, porque no sabemos cuándo sucederá. Significa que debemos mantenernos cerca de Dios y listos para conocer a nuestro Creador en cualquier momento, ya que el fin de esta vida llega con la muerte o cuando Cristo regrese, dependiendo de lo que ocurra primero.

Significa que debemos mantenernos ocupados en los asuntos de nuestro Padre — obedecerle y servirle a él y a nuestro prójimo. Significa estar pendiente de los eventos que indican su venida con esperanza y gran anticipación. “Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos” (1 Corintios 16:13).

¿Cómo describe el apóstol Juan el regreso de Cristo a la Tierra?

“Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios. Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.

“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: el Verbo de Dios. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.

“De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de señores” (Apocalipsis 19:6-16).

Aquí está la visión que Jesucristo le mostró a Juan de cómo será su segunda venida: ¡majestuosa, espectacular e inspiradora! Los santos, que luego serán hechos reyes y sacerdotes, ¡reinarán sobre toda la Tierra (Apocalipsis 5:10) con Cristo, bajo Dios el Padre!

¿Comienza y termina el libro de Apocalipsis con un énfasis en el regreso de Cristo?

“He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén” (Apocalipsis 1:7).

“¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro . . .

“He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra . . .

“Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente . . .

“El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús” (Apocalipsis 22:7, 12, 17, 20).

¡Así es! En la última declaración de Jesucristo registrada en la Biblia él nos dice: “Ciertamente vengo en breve”. Y luego Juan añade, “Amén; sí, ven, Señor Jesús”.

La verdad es que el pueblo de Dios debiese aguardar “la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13).

Póngalo en práctica ahora mismo

En la guía que Jesús nos da acerca de lo que debemos tener en cuenta al orar (frecuentemente llamada “el padrenuestro”) en Mateo 6:9-13 y Lucas 11:2-4, una de las cosas que debemos pedir diariamente es que “venga tu reino”. Esto significa orar para que Jesucristo regrese pronto y establezca el Reino de Dios en la Tierra y así podamos por fin tener paz, pureza y abundancia mundial. También significa que debemos orar para que estemos espiritualmente preparados y seamos una luz ante los demás. De esta manera podremos motivarlos a que ellos también se preparen.

Medite profundamente en esto. Y antes de que el día se acabe, menciónele a Dios algunas de las razones por las que usted anhela la venida de su reino.

Para aprender más acerca de lo que será este reino venidero, asegúrese de descargar o solicitar su copia gratuita de nuestro folleto El Evangelio del Reino de Dios.