La Pascua y la Fiesta de Panes sin Levadura apuntan directamente hacia Jesucristo como Salvador

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La Pascua y la Fiesta de Panes sin Levadura apuntan directamente hacia Jesucristo como Salvador

Cuando usted estudie acerca de la alternativa correcta a la Pascua de Resurrección y sus tradiciones –es decir, acerca de la Pascua bíblica y la Fiesta de Panes sin Levadura– hay una pregunta muy importante que debe hacerse: ¿Qué haría Jesús en mi caso?

Una vez que usted entienda los antiguos orígenes precristianos de la Pascua de Resurrección y el contraste entre lo que Jesús practicó y enseñó durante su vida a sus discípulos, se dará cuenta de que él nunca celebraría Pascua de Resurrección. Él tampoco observaría un día que realmente no tiene nada que ver con su muerte y resurrección, y que en realidad tiene sus raíces en la adoración a diosas y dioses paganos.

Más aún, se dará cuenta de que Jesús incuestionablemente celebró la Pascua y la Fiesta de Panes sin levadura, y que enseñó a sus discípulos a hacer lo mismo (Lucas 22:14-20). La noche en que fue traicionado, se sentó y dijo: “Haced esto en memoria de mí”, refiriéndose a la nueva ceremonia pascual que él había instituido durante su ministerio. Y tal como aprendieron de Jesús y los apóstoles, los primeros cristianos indudablemente observaron la Pascua y también la Fiesta de Panes sin Levadura, que simbolizaba la eliminación del pecado de sus vidas y a Cristo morando en ellos (1 Corintios 5:6-8).

A medida que observaban estos días santos, ellos adquirieron un entendimiento más profundo sobre la vida, muerte y resurrección de Jesucristo. Tal como los cristianos en tiempos apostólicos, los cristianos actuales pueden adquirir una profundidad de conocimiento al seguir el ejemplo de Jesucristo.

La tradicional práctica de Pascua de Resurrección no emanó del ejemplo de Jesucristo, sino del deseo de la iglesia romana de separarse del judaísmo mediante el reemplazo de la Pascua bíblica. Esta decisión, enraizada en el antisemitismo, pasa por alto el hecho de que la Pascua no es una observancia judía, ¡sino una ocasión sagrada que tiene como protagonista a Jesucristo mismo! Además, tiene un profundo significado espiritual y Jesús magnificó el propósito y visión de la Pascua observándola personalmente durante su vida.

Si usted verdaderamente desea hacer lo que Jesús hizo, seguirá su ejemplo observando estos días que lo honran. Jesús es el verdadero Cordero pascual, que era uno de los símbolos de la Pascua del Antiguo Testamento, y que lo representa a él y a su sacrificio. Los cristianos toman los símbolos del vino como su sangre y del pan sin levadura como su cuerpo, tal como él lo instituyó en la última Pascua que celebró con sus discípulos. Al hacerlo, Jesús amplificó el mandamiento y la observancia de la Pascua.

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