Jesucristo, creador del día sábado

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Jesucristo, creador del día sábado

¿Qué tan dispuestos estamos a seguir el ejemplo de Jesucristo? De acuerdo al apóstol Juan, “Los que dicen que viven en Dios deben vivir como Jesús vivió” (1 Juan 2:6, Nueva Traducción Viviente).

Entonces, ¿por qué no seguir el ejemplo de Jesús? Él guardó el sábado, desde la tarde del viernes hasta la tarde del sábado, y nos instó a hacer lo mismo.

Sin embargo, muchos tienden a decir cosas como: “Bueno, el sábado es asunto del Antiguo Testamento”, o “El sábado no tiene nada que ver con la salvación,” o “Tenemos libertad al respecto y no estamos limitados a un día especial de la semana”, o “El día de reposo fue cambiado del sábado al domingo”.

Antes de sacar conclusiones, quisiera que leyéramos un versículo que tiene mucho significado. Está en Hebreos 13:8 y dice: “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre” (énfasis nuestro en todo este artículo).

¿Cómo puede ayudarnos este pasaje a determinar si debemos o no descansar y adorar a Dios en el sábado bíblico?

Jesús nos dejó el ejemplo

Veamos cómo era Jesús “ayer”, en el pasado. Para hacerlo, tenemos que tomar en cuenta un versículo que se refiere al tiempo previo a la creación de la Tierra. ¿Sabía usted que la descripción de los tiempos bíblicos más remotos no se encuentra al principio de la Biblia? En este particular pasaje se hace referencia a eventos anteriores a los descritos en Génesis 1, el primer libro de la Biblia.

Creámoslo o no, este pasaje es la clave que ayuda a esclarecer el tema del sábado. Además, es la clave para entender no solamente lo concerniente al sábado, sino también toda la Biblia. Se encuentra en el Nuevo Testamento, al comienzo del Evangelio de Juan.

“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho . . . Y aquel Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros” (Juan 1:1-3, 14).

¿Por qué es tan importante este pasaje? Porque nos dice que antes de cualquier creación física existía un ser llamado “el Verbo”. También nos dice que el Verbo se hizo carne, es decir, se convirtió en un ser físico. Este solo hecho debería ayudarnos a hacer una conexión inmediata entre ambos.

Esta es la clave: el Verbo es aquel que se convirtió en Jesucristo y, por lo tanto, ambos constituyen un único y mismo ser. También leemos que el Verbo estaba con Dios, es decir, con Dios el Padre. Y además, ¡descubrimos que el Verbo se llama Dios!

Entonces, no solo se nos revela que el Verbo se convirtió en Jesús, sino además, en qué estaba ocupado. Él estaba haciendo, o creando, todas las cosas según la perfecta voluntad del Padre. Notemos que dice que no solo algunas cosas fueron hechas por él, ¡sino todas!

El sábado ha sido santo desde la misma creación

En Génesis 2:1-3 leemos: “Así quedó terminada la creación de los cielos y de la tierra, y de todo lo que hay en ellos. Cuando llegó el séptimo día, Dios ya había terminado su obra de creación, y descansó de toda su labor. Dios bendijo el séptimo día y lo declaró santo, porque ese fue el día en que descansó de toda su obra de creación” (Nueva Traducción Viviente).

Preguntémonos:

¿Quién hizo los cielos y la Tierra? El Verbo, el que se convirtió en Jesús, bajo la dirección del Padre.

¿Quién hizo el séptimo día, el sábado? El Verbo, aquel que se convirtió en Jesús.

¿Quién bendijo y santificó el séptimo día, el sábado? El Verbo, aquel que se convirtió en Jesús.

¿Quién reposó de toda su obra en el séptimo día, el sábado? El Verbo, aquel que se convirtió en Jesús.

¿Quién hizo santo el día séptimo? El Verbo, aquel que se convirtió en Jesús.

Esto es esencial para entender la verdad acerca del día de reposo y por qué debe ser tan importante para nosotros. Antes de Noé, de Abraham, de Moisés, y mucho antes del Antiguo Pacto, el Verbo, el que se convirtió en Jesús, creó el séptimo día, el sábado. Y no fue un día cualquiera, sino que lo bendijo y lo diferenció de todos los demás.

¿Vemos cuán importante es este día para Dios? Él dispuso que el periodo desde el viernes por la tarde hasta el sábado por la tarde fuera un tiempo santo (en la Biblia, Dios cuenta los días de “tarde a tarde” (de ocaso a ocaso), como encontramos en Levítico 23:32 y Génesis 1:5, 8, 13, 19, 23, 31).

Cuando algo es sagrado significa que es especial y preciado para Dios. Él hizo del sábado algo singular, y ordenó que todos recordáramos este maravilloso paréntesis que creó durante la semana.

Además de que el sábado fue creado como un tiempo santo, vemos que Jesús, el Verbo, dejó ejemplo para toda la humanidad, para que todos lo siguiéramos. ¿Qué hizo? Descansó. Reposó de la obra de la creación.

El sábado todavía es santo

Volvamos a la escritura en Hebreos 13:8. Dice que Jesús es “el mismo ayer, hoy y siempre”. Si miramos hacia atrás, hacia “ayer”, encontramos que durante la creación Jesús hizo del sábado un tiempo santo.

La Escritura dice que Jesús es el mismo, y puesto que ella dice la verdad, ¿qué encontramos a medida que avanzamos en el tiempo?

Hagamos un viaje desde la creación hacia el futuro, hasta después de que Jesucristo haya regresado a la Tierra. En Isaías encontramos la profecía acerca de la adoración en el séptimo día, el sábado: “Y será que de mes en mes, y de sábado en sábado, vendrá toda carne a adorar delante de mí, dijo el Eterno” (Isaías 66:23, Reina-Valera Antigua).

Increíble, ¿verdad? Por sorprendente que parezca, Jesús, nuestro Salvador, dice que el sábado es el día que él creó para que se le rindiese culto. Él hizo el sábado como parte de la creación, y siglos más tarde en el futuro, cuando regrese a la Tierra, el sábado seguirá siendo el día santo de adoración para “toda carne” (toda la humanidad).

Recordemos qué significa santo. Este día semanal de adoración es extraordinariamente importante y especial para Dios, quien lo ama entrañablemente y desea que nosotros hagamos lo mismo. El sábado, el día de descanso y adoración creado por Dios, no es solo otro día de la semana. 

Ahora, veamos algo que quizá pueda sorprendernos: ¿Quiénes debían adorar a Dios en el sábado, según Isaías? Él profetizó que no era un simple día de culto judío, y que no fue diseñado solo para los israelitas, sino para toda la humanidad, para usted y para mí. Isaías nos dice que el séptimo día, el sábado, fue santo desde la creación, y aún sigue vigente como día de culto para todas las personas.

De hecho, este no es el único pasaje en que Isaías se refiere al tema. Él además se dirige a usted y a mí, a la gente que cree en Dios y desea una relación más estrecha con él, para indicarnos lo que debemos hacer.

¿Sabe lo que dijo? Profetizó que todas las personas que amaran a Dios lo adorarían y servirían en su sábado, y que su templo sería llamado “casa de oración para todos los pueblos” (Isaías 56:6-8).

El sábado es para usted

Quisiera preguntarle: cuando escucha la Palabra inspirada de Dios, ¿permite que esta guíe sus acciones? Quizá todos deberíamos preguntarnos: si quiero seguir a Jesús, ¿qué día debería rendirle culto?

Mucha gente tiene diferentes ideas sobre el día de reposo y la forma correcta de adorar a Dios, pero la Biblia no deja lugar a dudas en cuanto a lo que es correcto y apropiado.

¿Cuál día de la semana en particular acude a su mente cuando escucha la palabra “sábado”?

Ya sabemos que el Verbo, quien se convirtió en Jesús, creó desde el principio el día sábado como un día de reposo y adoración, y que lo confirmó miles de años después, en las profecías de Isaías. Entonces, ¿debería usted seguir su propia tradición, su opinión, o el ejemplo de Jesús?

Vayamos nuevamente al primer siglo de nuestra era. Encontramos que Jesús, el Verbo, es hecho carne y se le da por nombre Emanuel, que significa “Dios con nosotros”, es decir, Dios en la carne (Mateo 1:23). Jesús estuvo aquí, en la Tierra, y aunque esto pertenece al pasado, si él es el mismo ayer, hoy y por siempre, debemos concluir que él permanece “igual”.

Entonces, ¿cuál era la costumbre de Jesús? ¿Cómo honró a Dios? ¿Qué día guardó? La Biblia registra la práctica habitual de Jesús al comienzo de su ministerio: “Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer” (Lucas 4:16).

No debemos menospreciar este hecho. ¡La costumbre habitual de Jesús era adorar en sábado! Desde entonces, y por siglos, el ciclo semanal se ha mantenido, porque el cómputo del tiempo nunca se ha perdido. No olvidemos, además, que Jesús sabía cuál era el día correcto porque, después de todo, él estableció el día de reposo y adoración en la creación, aquí vemos que lo ratifica y confirma. Cristo no solo recordó el día de reposo, sino que también lo guardó como día santo, desde el atardecer del viernes hasta el atardecer del sábado.

El sábado nunca fue cambiado

Ahora, respondamos una pregunta difícil: ¿Acaso Jesús guardó el sábado para que nosotros no tuviéramos que hacerlo? ¿Debemos ignorar su ejemplo de adoración? ¡Por desgracia, eso es lo que enseñan hoy muchos ministros!

Sin embargo, Jesús nunca les dijo a sus discípulos que hicieran caso omiso de su ejemplo. Nunca le concedió a ninguna  iglesia o persona la autoridad para cambiar el sábado por el domingo. De hecho, enseñó todo lo contrario, diciendo: “Si alguno me sirve, sígame”(Juan 12:26).

Este mismo Jesús, revelado como el Verbo, fue el que creó el sábado. Él lo estableció como santo y nos dijo que siguiéramos su ejemplo: que viviéramos, pensáramos y adoráramos como él.

Así, no es nada extraño que enfatizara el asunto con una importante declaración. En Marcos 2:28 leemos que afirmó ser “Señor aún del sábado” (Reina-Valera Antigua).

¿Cuál día de la semana es el día del Señor? ¡De acuerdo a Jesucristo, es el séptimo día, el sábado! No es el domingo ni ningún otro día de la semana. Jesús nos dice claramente que él es el Señor del día de reposo. ¡Su día de culto es el sábado!, y él no cambia (Malaquías 3:6).

Como hemos visto, Jesús, como el Verbo, creó el día de descanso y de culto semanal: el séptimo día, o sábado, que va desde el viernes por la tarde al sábado por la tarde.

El sábado fue hecho para toda la humanidad

Aun hoy, Jesús sigue siendo el Señor del sábado. Algunos podrían argumentar que Jesús solo observó el sábado porque era judío. Después de todo, ¿qué más se podía esperar de un judío devoto sino que guardara el sábado? Analicemos esto por un momento.

En esta misma parte de la Escritura, en Marcos 2:27, encontramos algo que muchos cristianos olvidan: una clave fundamental para entender la verdad acerca de la correcta adoración.

Jesús dijo: “El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado”. Si usted lee esta frase a la ligera, puede malinterpretarla. Puede pensar que el sábado era solo para los judíos, y que es una verdadera carga. ¡Pero, un momento! El significado le quedará claro si entiende la definición de la palabra “hombre”. El sábado fue hecho “para el hombre”.

La palabra que Cristo utilizó incluye a toda la humanidad, no solo a los judíos ni a una sola persona, y se traduce de forma diferente en otras versiones. Al compararlas, el significado se hace claro como el agua. En la versión bíblica La Palabra (España), dice: “Dios hizo el sábado por causa del ser humano”.

Jesús hizo énfasis en la importancia del sábado para todas las personas en todo lugar. Dijo: “El sábado se hizo para el bien de los seres humanos” (Traducción en Lenguaje Actual). No se hizo solo para los judíos, para luego desecharlo o reemplazarlo por el domingo, sino que “se hizo para beneficio de la gente” (Palabra de Dios para Todos).

Por tanto, al contrario de lo que enseña la mayoría de las iglesias, el culto sabático nunca fue alterado o anulado. Jesús es consistente, constante e inalterable. Él dijo: “El sábado fue hecho por causa del hombre” (Reina-Valera 1995); “El sábado fue instituido para el hombre” (Reina-Valera 1977); el día de descanso “se hizo para satisfacer las necesidades de la gente” (NTV); “El día de reposo se hizo por causa del género humano” (Reina-Valera Contemporánea).

Como vemos, su observancia no es exclusividad de un grupo de personas ni por un tiempo limitado, y esto se aplica hoy al igual que en el pasado. De modo que los cristianos auténticos toman en serio las palabras de Jesús y lo honran guardando el séptimo día, el sábado, desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado. Van al culto el mismo día en que él lo hizo, porque no se trata de un “sábado judío”. Es la manera en que el cristiano observa el verdadero día de reposo, cuyo Señor es Jesucristo. Y la palabra cristiano describe a aquel que sigue el ejemplo de Jesucristo y que vive como él vivió.

Decida seguir el ejemplo de Jesús

Espero que tome la decisión de averiguar acerca del sábado legítimo que Jesús ha diseñado para usted. La Palabra de Dios muestra que Jesús creó, validó y observó el séptimo día, el sábado, y nos enseñó que debemos seguir su ejemplo.

Si aún tiene dudas acerca de cuál día es el sábado cristiano, recuerde que en el futuro gobierno de Cristo los habitantes de todas las naciones lo guardarán (Isaías 66:23).

Además, Hebreos 4 explica que los cristianos actualmente deben observar el séptimo día (para conocer más sobre este tema, lo invitamos a solicitar o descargar nuestro folleto gratuito El día de reposo cristiano).

Por lo tanto, acordémonos del día de reposo, que nos recuerda la creación y a nuestro Creador. En la actualidad guardamos el séptimo día santo, y meditamos en aquel que nos ha liberado de la esclavitud del pecado. Y, por último, ¡el sábado anticipa el regreso de Jesucristo y el establecimiento del Reino de Dios, cuando habrá verdadero descanso para toda la humanidad!

Es necesario que todos tomemos una decisión. ¿Cuál va a tomar usted?

¡Busque en su Biblia! Investigue sobre el verdadero día de reposo. La Palabra de Dios lo guiará hasta el punto en que tendrá que tomar una decisión. ¿Está dispuesto a vivir por “toda palabra de Dios”, según ordenó Jesús?

No hay duda de que Jesús es Señor del sábado. Al observar el día de reposo, el séptimo día, Jesús comprobó ser el mismo ayer, hoy y siempre. ¡Sígalo!

Y por supuesto, la Iglesia de Dios Unida, editora de esta revista, tiene cientos de congregaciones que guardan el sábado y se congregan en este día en muchos lugares alrededor del mundo. Visite nuestro sitio de Internetiduai.org para encontrar una congregación cerca a usted.

Comuníquese con uno de nuestros pastores o reúnase con los miembros de nuestra Iglesia, ¡ellos pueden ayudarle a descubrir más acerca del mandato bíblico de guardar el santo sábado de Dios!